[Taller] Drágora (Relatos libres de Mago La Ascensión)

[Jebediah_Gogorah]

Espacio para dar rienda suelta a nuestra creatividad y crear pequeños relatos sobre Mago.

Viene de aquí: https://webvampiro.mforos.com/464527/13 ... ascension/

[Jebediah_Gogorah]

Por @Pvig aka [mention]Justycar[/mention]:

Off Topic

Dándole vueltas al tema de los podcast me he dado cuenta de que no había muchos relatos de Mago, así que quizás se pueda abrir un hilo para dar rienda suelta a nuestra creatividad. A mi se me ha ocurrido uno en esta crepuscular hora de la siesta, pero invito a quien quiera que ponga los suyos.

https://www.youtube.com/watch?v=Xwd8GTF-Tss

“Que la realidad es relativa es algo que se asume con normalidad hoy en día, el tiempo lo es, las emociones modulan nuestra perspectiva del cosmos, la epistemología ha muerto, no existe una sola verdad y, por tanto, no existe la verdad.” El profesor, un hombre canoso y cansado, se esforzaba en vano por enseñarles a sus alumnos conocimientos en los cuales no tenían un gran interés. Nadie le escuchaba, de modo que dejo caer la tiza y se quedó en silencio. Silencio silencio nihilista, brisa de poniente. Una a una las voces de los estudiantes se apagaron como las velas de una capilla ardiente.

***

Cayó al vacío, a toda velocidad, atravesando las nubes, y el aire arañaba su cara, desgarraba sus oídos y quemaba sus ojos. ¿Volar? No. Iba a romper los límites de la realidad, reventarle los dientes a Newton y bailar en la tumba de Planck. El dolor era inspirador y también el peligro, el suelo se acercaba alarmantemente. Cuando alcanzó la superficie se formó una neblina carmesí, los tecnócratas necesitaron una semana para recoger todas sus vísceras, de él no quedo más que una mancha sanguinolenta en este mundo.

***

El profesor se negó a aceptar que se estaba muriendo, pero así era, llevaba seis meses sin cumplir el tratamiento, aferrándose a la creencia de que solo la Fé lograría salvarle, solo la Fé lograría sacar de sus entrañas las partes de sí mismo que crecían sin control. No se curaba porque aún no había reunido la Fé suficiente para hacerlo, él lo sabía, el Coro lo sabía y por eso le daban la espalda. Verdaderamente, estaba cansado de luchar, el anciano se alzó despacio y abrió la ventana del rascacielos, el aire frío bendijo su rostro, las luces de la calle parpadeaban a cientos de metros de distancia. Azul, pastilla azul. Saltó y cayó al vacío, a toda velocidad.

[Jebediah_Gogorah]

{ https://www.youtube.com/watch?v=q0z08OpmEPc - Making a cyborg Ghost in the shell OST }

La flor rosa del almendro se abría en su mano, desprovista ya del sustento de la rama. De fondo el monte Fuji, con su característica estampa nevada.

- ¿Ves, Koiko?... Si quieres es posible. Somos fuente de vida. Su realidad es la que nos rechaza.

La muchacha miraba intrigada, la mirada del hombre de largos bigotes blancos, que perdía su propia mirada en un horizonte perdido.

- Y esa realidad avanza imparable... llena de cables, de computadoras, de videos de seguridad... de eso que llaman... datos.

En la cabeza de la discipula aparecieron aquellas imágenes tan comunes, de los postes sobrecargados de cables de Tokyo, y no podía dejar de pensar en eso que llamaba datos... pasando como hormiguitas por dentro de aquellos tubos de plástico.

- Y su batalla acaba con cada árbol, empozoña cada río, maldice las brisas... pudre el aire que respiramos.

El bullicio de ciudad se implantó en su mente, junto con las visiones de las excavadoras abriendo zanjas, los claxons de los coches sonando, y sus malditas fumarolas tóxicas.

-0-

Había conseguido zafarse de uno de los Victors justo a la salida del cybercafe. Un sonoro y estridente portazo contra su cara, dejó su artificial sangre entremezclándose con los cristales del suelo. Pero el otro parecía más astuto... más ágil... más rápido.

Creyó darle esquinazo al girar en el callejón, y como protagonista de una mala pelicula de serie B, cayó en la cuenta de que la callejuela finalizaba con una tapia, insalvable para una chica de 1,50 como ella. Analizó la escena:

- Contenedor de Basura
- Tapa de Alcantarilla
- Escalera de incendio
- Pequeño agujero en la tapia
- Ese maldito hijo de puta

En la entrada del callejón, aquel tecnócrata cumplía como un autómata con el particular progromo estipulado. Había que acabar con la subersora de la realidad.

Koiko focalizó ahora su mente en su adversario... y puso todo el coraje y la voluntad, ante tal vez sus últimos momentos.

- Su pistola

Las miradas se cruzaron. Ella tambien era agil... rápida. El arma, movida por un enorme golpe de fuerza invisible, voló desde las manos del hombre de negro hasta sus pies. El sonido metálico repiqueteo en el angosto callejón, y los gatos y las ratas salieron asustadas en un visto y no visto, lo justo para que ella cogiera la pistola del suelo, y apuntara a aquel desgraciado.

El rostro del Victor parecía impasible, no mostraba emociones. No había miedo ni sorpresa. Tan solo unos ojos vacíos y fríos. Sin embargo, las manos de Koiko temblaban, y a pesar de tener los ojos cerrados, bajó el arma... - No puedo hacerlo.

Una voz sonó en su cabeza... - ¿Ves, Koiko?... Por eso nunca ganaremos la guerra.

El dragón metálico seguiría avanzando.

[Jebediah_Gogorah]

Por @Pvig aka [mention]Justycar[/mention]:

Off Topic

En respuesta de Futuro de Jebe:

¿Qué mensaje le estamos transmitiendo a la sociedad? ¿Qué pueden curarse por sí mismos, que a través de cuatro cánticos, unas hierbas y el kumbayá podrán superar cualquier enfermedad? El nefando se quedó mirando fijamente el escaparate de la farmacia, pese a la oscuridad que le rodeaba, un letrero de neón verde anunciaba en grandes letras: Homeopatía.

“La solución es el problema”, un mantra que se repetían los creyentes para hacer funcionar un tratamiento por el que arrojaban sobre el mostrador todos sus ahorros. A veces era peor, en ocasiones en lugar de darles agua, le ofrecían lejía como tratamiento a quienes no tenía voluntad o razón para rechazarla, niños autistas, deficientes mentales o cualquier desgracia a la cual unos padres desesperados buscaran una solución innovadora.

La alternativa, la medicina científica, tampoco era una opción para ellos. Patentes farmacéuticas que las corporaciones explotaban al máximo y una privatización voraz de la sanidad habían secado la capacidad de las clases medias de acceder a esta. No los culpaba por recurrir desesperados a la homeopatía, pero en su fuero interior sabía que no eran mejores que la Tecnocracia.

La cruz verde la farmacia parpadeaba a intervalos estroboscópicos, creando una mundana ilusión de movimiento, atrayendo a los incautos como polillas a un templo a la química y a la curandería. ¿Cómo podían ambos compartir el mismo espacio? Por dinero, por el verdadero pulmón verde de la Tierra. No era Gaia la que respiraba bajo sus pies, ni sus bosques los que movían los hilos de la humanidad, era el sucio dinero la verdadera fuerza tras la historia, una a la que incluso la Tecnocracia se doblegaría.

[Jebediah_Gogorah]

Off Topic

En respuesta a la respuesta de @Pvig aka [mention]Justycar[/mention] sobre mi post del futuro:

La lejía descendía por la garganta de aquella pobre mujer. La farmaceútica que había tenido la mala suerte de encender la ira de un caído. Él lo hacía por puro placer. Se regodeaba en su llanto silenciado, mientras el tóxico líquido quemaba el esófago y ahogaba sus gritos.

Él le exigía implorar por el placebo mientras sus alaridos de risa, retumbaban en el sótano.

Pero la suerte no había abandonado del todo a la empresaria. Los Heraldos del Camino Dorado, un grupo de magos tradicionalistas del coro, limpiaban de nefandos las calles de aquella ímpia ciudad, y la resonancia maligna y oscura de aquel ser, rezumaba por cada grieta de la enladrillada pared. La puerta reventó en un sonoro petardazo, y las fuerzas y las energías qlippoticas lucharon en un sinfin de zarpazos de magia, que dio como resultado la consumición del corruptor.

Uno de los coristas se acercó a la rehén. Sus manos agarraron su cuello, y una luz blanquecina salió de sus manos. La Paradoja hizo vibrar las paredes. Ella pudo hablar... y obtuvo respuesta sin siquiera preguntar.

- Fe, hermana... es todo lo que necesitas. Fe.

[Rafagast]

Pensando en el Lore de Mago se me ocurrió una posible explicación a uno de sus tropos y me hizo gracia de una manera muy tonta y necesitaba escribir un micro relato al respecto.

¿Por qué los Trajes Negros llevan gafas de sol?
Los Trajes Blancos y Analistas de Inteligencia estaban sentados esperando a que el representante de la División Q les mostrarán los nuevos prototipos de equipo de los Operativos. Este, les acerco un pequeño estuche que abrió uno de los miembros de los Analistas, al abrirlas vio unas gafas de pasta negra.
–¿De que se trata?
–Es un Espectro de Datos y Análisis Visuales– dijo el representante de la División Q–, EDAV para abreviar. Gracia a la nanotecnología y la Ciencia de Datos transfiere información al usuario en tiempo real de aquello que observa. Venga, pruébalo.
El Analista se puso las gafas y enfoco la vista a la par que fruncía el entrecejo.
–La información va muy rápido –dijo–, no da tiempo a leerlo.
–Hace falta un procedimiento simple de ciencia psicodinámica –respondió el agente de División Q–. Así también nos aseguramos que solo el personal Iluminado pueda usarlo.
El Analista llevo a cabo el procedimiento Psicodinamico mediante un un truco memotécnico. Enseguida pudo leer las letras verdes que aparecían en las lentes.
–¡Eh! Funciona.
–Genial ¿Qué os parece?
Un Traje Blanco miro al Analista y luego se dirigió al miembro de la División Q.
–Haz que sean gafas de sol o de espejo.
–¿Eh? ¿Por qué?
–Para que el usuario no parezca que sufre una versión extrema de nistagmo.
El miembro de la División Q se volvió al Analista y enseguida entendió a que se refería. Podía leer el flujo de información a gran velocidad y por eso sus ojos no paraban de moverse de un lado a otro a gran velocidad.

[HeyderLópez13]

El Frágil Sendero: Banda Sonora: https://youtu.be/kVXjU-quHvc Nada es más fácil que denunciar a aquel que hace el mal; nada es más difícil que entenderlo- Dostoievski
El Frágil Sendero, el Sendero Invisible, los Caminos del Wyck, El Sendero Lunar, el Precio del Destino, Los Misterios de Hermes. El camino de la Magia ha conocido muchos nombres a lo largo de la historia.

La gente busca elevarse a la Torre de Marfil, sin saber lo fácil que es descender. Cuando Jacob observó la escalera al cielo, lo primero que vio fue el descenso de los ángeles. Quien desciende adquiere conocimiento, pero quien no se detiene en su camino hacia la Espiral Descendente, solo conoce el Olvido.

Li Chow, miembro de los Verbena, estaba cerca de una de esas criaturas, uno de esos magos a los que le gustaba jugar con fuego, tentar la suerte.

Aquel lugar tenía una extraña familiaridad, era lógico puesto que había en él algo que delataba su unión con Norna Weaver, un extraño hilo que unía el Tiempo. Una historia que contaba la historia detrás de las eras.

¿Quién sería acaso capaz de enmendar todo esto? ¿Cómo sanar tantos siglos de orgullo por parte de los Artesanos de la Voluntad?
Li jugaba con su caleidoscopio, buscando ese patrón único que se le revelaría sólo una vez: un camino, un sendero para llegar a Norna, una forma de salvarla.

La tienda de antigüedades era un testimonio de la voluntad de los artesanos, tantos objetos esperando ser tocados por última vez. Li recorría con sus dedos aquellos objetos, como si al hacerlo los dotara de vida, como si al hacerlo les imbuyera de la fuerza para desafiar el Vacío.

Aquel lugar tenía el aroma del desafío, de la ambición, había magia en él. Era como estar en un palacio repleto de espejos, y cada objeto lo reflejaba, objetos de múltiples culturas, casi compitiendo entre ellos por el espacio entre los estantes. Como si algunos amenazaran a otros con lanzarlos para que se rompiesen en mil pedazos, al menor descuido, a la menor colaboración de un cliente incauto.

La chica que atendía le observaba. Le preguntó si quería algo, a lo que Li dijo que sólo estaba observando. En realidad, ya era más que evidente, allí estaba ocurriendo algo grande, en ese preciso momento.

William, el Cultista que se ocultaba en la tienda, también lo sintió, pero decidió no acudir, decidió esperar en el sótano, lejos de la luz que amenaza con cegar, prefiriendo las sombras.

Fue entonces cuando aquella extraña música comenzó a sonar, la Música de las Esferas, la música del Coro Celestial.
Una mujer ya entrada en edad avanzaba a través de la puerta. Era Emma Thompson, líder de los Coristas, ¿Qué estaba haciendo aquí una figura tan importante? ¿Qué estaban buscando? ¿Acaso era verdad que el destino de la ciudad se mediaba en el destino de Norna Weaver? ¿Había que tomarse en serio la posibilidad de que fracasar en hallarla significaba dar inicio a la Sexta Era?

¿Qué estaba haciendo Emma allí?–Se preguntó Li, y sintió miedo, el miedo que sintió la Serpiente al ser expulsada del Paraíso, el miedo que sintió el Árbol de la Vida al ver manos mortales que le desgarraban y le arrebatan el conocimiento secreto que dios había puesto en él. El miedo que sintieron sus hermanas y hermanos en Salem no ante Dios, sino ante aquellos que en su cinismo pecador se atrevían a materializar la Inquisición, juzgando los pecados de otros como si fuesen emisarios de Cristo, y no usureros que usaban su nombre para disfrazar su sevicia.

Y, sin embargo, fue la fe la que salvó a los Verbena, la fe en la vitalidad, en los viejos ritos, en los nuevos caminos que tomaba el curso de la vida. En los serpenteantes ríos, en los secretos que guardaba el Río Amarillo, El Río de la Perla, el Tigris y Éufrates, el Amazonas, el Paraná, los lugares sagrados del mundo. Como una serpiente que envuelve al mundo, la vida avanzaba ferozmente. Al recordar toda aquella historia de los suyos, las venas de Li se brotaron, estaba agitado, su pulso era el de un tambor templado que no estaba dispuesto a detener su frenesí rítmico.

La chica no estaba allí, pero ya había muchos interesados en seguirle su rastro, como depredadores lanzándose a su presa.
De profundis clamavi ad te Dominem Banda Sonora: https://youtu.be/7SXCklbGzwc

Emma estaba acompañada con dos querubines de angelicales sonrisas. Emma les dijo que sus padres llegarían pronto, que los recogerían allí en la tienda de antigüedades. Luego se detuvo a observar, como el Angelus Novus que observa las ruinas de la historia y da la espalda al progreso, a la Guerra de Ascensión. Estaba justo en la mesa de Li, y descargó unos corales de Bach y otros libros de partituras. Luego hizo un truco de magia. Puso sus manos sobre las partituras y la tienda se llenó de música, ante la sorpresa de los niños que reían asombrados.

Y dijo:
Escuchen niños, la magia es real. No quise mencionarlo delante de los otros chicos del coro, sé que sospechaban de mi desde hace tiempo, que me observaban en secreto. Pero he decidido compartir el don del Señor con ustedes, porque ustedes son especiales, y sé que no revelarán mi secreto, ni que las palabras que digo aquí llegarán a oídos sordos. La magia puede ser también una maldición. En mi caso soy una mujer muy anciana, mucho más de lo que imaginan, y ya estoy cansada. He visto muchas guerras, estuve allí cuando llegó el hombre blanco a estas islas, cuando iniciaron las Guerras del Opio, vi el florecimiento de Hong Kong, vi el rostro de los Dragones antes de que fuesen encadenados y aplastados por el peso de la roca y el concreto.

Hagal, llamaban algunos a este lugar, el hogar del relámpago y de la tormenta. En este mundo hay lobos y corderos, hijos míos. Los lobos juegan a ser pastores, y dividen al rebaño para devorarlo.

¿Cuál es el don más importante de todo Mago, niños?
-La compasión–le responden al unísono.

Y Emma continúa:
Así es niños, sólo los idiotas olvidan eso, se lanzan al mundo en una guerra por el poder, que sólo ha causado desgracias por miles y miles de años. Hay una buena razón por la que el camino del mago es conocido como “El sendero del Idiota”. Escuchen, ¿Sienten la vibración? estamos conectados por el Uno. Pronto habrá guerra, y algunos tomarán partido.

Hay dioses oscuros operando en Hong Kong, lo sé. Pero, aunque camine en el Valle de la Muerte, no temeré. Tarde o temprano dios habrá de jugar sus cartas en el Juego de las Divinidades. La ira de Dios es brutal, no agoten su paciencia. No sé en qué andan metidos todos ustedes, no sé qué van a hacer, pero todavía tienen oportunidad de hacer las cosas de otra manera. Si deciden llevar un camino ambicioso, sólo encontrarán una Espiral Descendente. Caín fue condenado por mucho menos de lo que pretenden hacer ahora. Adán fue expulsado del Paraíso por desear conocimiento prohibido. No ayudaré a quienes se entregan al autoengaño, no ayudaré a mutilar y cercenar la vida de inocentes Durmientes, ni de Tecnócratas. Y en el último caso espero me entiendan bien, no lo haré en nombre de la causa que ustedes persiguen.

La ciudad se convertirá en un caos, la Sexta Era está llegando, lo veo en vuestra propia aura, cuervos tejen la Tormenta, Hagal.

Y los niños cantaron, ante Li, que se encontraba aterrado:
“En la grandeza de tu excelencia derribas a los que se levantan contra ti; envías tu furor y los consumes como paja”.
“Por el aliento de Dios perecen y por su ira serán consumidos”.

Y Emma continúo:
Adelante, escalad la Torre, el blanco sol se ocultará tras las montañas, el Río Amarillo dejará de fluir al mar. En vuestra hambre de perspectiva, la Torre se derribará sobre vosotros. El mundo perece, bajo la luna creciente el tenue rocío de otoño ha enfriado los trajes que no os vais a poner, estaréis toda la noche temiendo regresar a aquel cuarto vacío, una vez que el Tiempo del Juicio termine.

Así que libren sus propias batallas. Si van a empuñar la espada, si van a ennegrecer el sol, llénense de fango, engendren su propia visión. Algunos de ustedes están en un camino muy solitario, muy solitario. La magia es un Sendero Invisible, una Senda Frágil repleta de espejos que reflejan una y otra vez nuestro mismo rostro. Ahora observáis el espejo, pero luego lo veréis cara a cara. Y cuando deseéis regresar, no se os permitirá.
Ningún mago ha aprendido a hablar al revés, nadie puede hablar al revés.

Y luego Emma recitó algunos versos finales de la profecía de la Sexta Era. Los cuales estaban en un viejo diario de las Guerras del Opio.

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