Miriam se encenció otro cigarrillo para tranquilizarse un poco. Se apoyó contra el coche con las piernas y los brazos cruzados, a la vez que iba dando caladas al cigarrillo. Observó el cuerpo desfigurado que acababa de sacar del maletero yacer junto a Alejo, gimoteando y arruinando el silencio de la noche. "Por partes, Miriam... Primero de todo ¿Quién cojones ha metido ese cuerpo ahí?¿Y cuando?¿Y cómo? Si ha sido mientras estaba en el bar, me habrán visto dejar la llave bajo la rueda y habrán aprovechado para hacerlo. Pero la cosa no sólo acaba ahí, ¿Que significa este cadáver para mi? Porque, ¿para que iban a metermelo en el maletero?¿Que clase de mafioso va cargando con un cadáver y dice, otras, el maletero de esta chica es buen sitio? Absurdo. También sería curisoso saber, ¿Quién demonios era este tipo?¿O si aun lo sigue siendo? Quizá solo está en letargo, y con sangre podría recuperarse. Pero en el caso de que eso fuera posible ¿Querría hacerlo? Lo mismo es un traidor Sabbat, revivirlo no me haría ganarme el favor de nadie. Aunque quizá sepa cosas de la zona, pero..." Miriam siguió observando el cadáver mientras seguía fumando."¿Y si lo único que hace es darme más problemas? A fin de cuentas, ya más o menos sé hacia donde debo dirigirme, si este tio resulta ponerse de mi lado y aunque tenga algo que decirme... Miriam, mira como está, de eso no se recupera nadie. Está prácticamente decapitado. Y si despertára, va a ser la bestia la que se despierte y va a buscar sangre. No sé si el imbécil esté sería suficiente. Porque la mía no se la voy a dar." En ese instante, la gangrel recordó la primera noche en el refugio de Los Mares, cuando Tristán empezó a mendigar vitae a la coterie. Esa petición entró por un oído de Miriam y salió por el otro, por lo que finalmente se tuvo que conformar con la sangre del putrefacto Igor. "Yo no me hubiera bebido esa sangre ni aunque que me fuera la vida en ello... Sólo estar cerca de ese individuo me daba escalofrios, menos mal que desapa..." Miriam no acabó la frase cuando empezó a atar cabos. "Un momento... no será este tipo..." Miriam se acercó de nuevo al cadáver y se fijó en su rostro. No se había fijado demasiado en el rostro de Igor, pues no era plato de buen gusto, aunque tampoco acostumbraba a mirar a la gente a la cara si éstas no merecian su atención. No estaba cien por cien segura, pero Miriam empezó a convencerse a si misma de que el cuerpo que estaba ante ella era el de Igor. "No puede ser... Es cierto que desapareció la noche que fui tras Estel, pero estaba ofuscado, su disfraz de niño funcionó. A no ser que intervinieran la ambulancia. La cosa es, ¿Quién demonios le ha descubierto?¿Quién lo ha torturado así?¿¡¡¡Y QUIEN COÑO ME LO HA PUESTO EN EL MALETERO DE MI PUTO COCHE DELANTE DE MIS PUTAS NARICES!!!?"
A pesar de la situación, Miriam estaba bastante tranquila, ya que a fin de cuentas el hecho de que hubieran matado a Igor se la traía bastante floja. Lo que la molestaba era el hecho de no darse cuenta de que habían metido el cadaver en el coche. Mas tarde pensó que quizá el cadáver llevaba más tiempo ahí. Al fin y al cabo, Igor desapareció en Los Mares y después el coche ha ido de allí a Hispavegas y de allí hasta tabernas. Quizá lo metieron cuando aun estaban en Los Mares, perdiendo el tiempo. En lo que ahora pensaba Miriam era, en que hacer con el cuerpo. No podía dejarlo ahí tirado sin mas, aunque en teoría la luz del sol acabaría con sus restos muy probablemente. Aun así, Miriam no quería arriesgar, si encontrasen ese cuerpo, no sería buena idea para nadie. "Tengo que deshacerme de este cadaver." Miriam volvió al coche, sacó la ropa de Alejo, la hizo trizas y la colocó sobre el suelo. Después recogió unas cuantas ramas secas, suficientes como para hacer una pequeña hoguera. Encenció la hoguera con el zippo y colocó el cuerpo de Igor sobre las llamas, con la esperanza de que éste ardiese y se volviese cenizas.
Se acercó a Alejo, bebió un poco de sangre para dejarlo inconsciente de nuevo (sangre 14/14) y asi se calláse de nuevo. Lo metió en el maletero de nuevo y cerró. Miriam siguió fumando mientras observaba la hoguera improvisada y el cuerpo de Igor en ella quemandose.
Intenciones:
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