Con un deje de holgazán, con la permisiva flexibilidad de la etiqueta en la soledad del bufete, puso los pies sobre el caro escritorio, y se reclinó hacia atrás. Era hora de contestar a los mensajes de texto.
Era curioso, como a pesar de estar contestando en un tono jocoso, su rostro era serio y carente de muecas, salvo la de un ceño fruncido. Una amargura costante que le hacía bordear cada noche sobre un precipicio, con un filo entre la aflicción y el deber.
Primero comprobó el whataspp de Amanda, para comprobar con insana inquietud que había desmarcado la opción de privacidad, para no permitir ver su última hora de conexión. Aquello enfureció a Cesc. - ¿Que cojones está pasando?... ¿Donde estás, Amy? - susurró en la soledad de su despacho.
Luego contestaría a su sire. Tuvo varias conversaciones escritas a punto de ser enviadas. Todas cargadas de rencor. Todas llenas de preguntas. Todas vacías... que quedaron en el limbo de mensajes perdidos, pues finalmente sólo mando una respuesta cómoda y neutra con cierto desdén:
Luego bajó un par de conversaciones, y se encontró con la de Marc. Marc Castro, aquel muchacho, que sin duda heredaría su puesto cuando Francesc no estuviera. Y aquello podía ser más pronto que tarde, ya fuera por los líos de la estirpe en los que andaba metidos, o ya fuera porque la propia muerte definitiva lo alcanzara en cualquiera de las noches. Al fin y al cabo ¿quien puede jugar tanto tiempo con fuego y no quemarse?. Recordó el tacto seboso pero a la vez seco, de aquel maquiavélico payaso mórbido. Aquella boca llena de dientes, capaz de comerse su cabeza de un bocado y dejarlo como el hiueso de un muslo de pollo. Un escalofrío recorrió su cuerpo.
Sí. Marc era un prototipo mortal de Cesc. Con su misma metodología, con la misma cantidad justa de gallardía y osadía, contrastada con la mente fría y la cautela. La única diferencia entre los dos, era la candidez del empleado, al que según Cesc solo le quedaba un ramalazo de mala hostia. Marc seguiría al frente, cuando él no estuviera. Aunque también estaba convencido de que F&C no quedaba tan molón como F&F. El primero parecía una marca de comida rápida.
Luego, movido por la mano invisible del deber, se levantó de un respingo y se puso manos a la obra. Encendió la luz cenital del despacho y despejó de aquellos rollos zen, la enorme mesa elíptica que tenía para reuniones, maldiciendo a su secretaria Rosa, por todas aquellas mierdas que nadie sabía para que se usaban, como jarrones sin flores, o cestos de mimbre, que a su vez tenían dentro, otras esferas de mimbre. Una absoluta contrariedad.
Desplegó una copia impresa de la foto donde se veía el documento de Sahil, pues el original lo guardaba Jean-Luc. Sacó varias copias para permitirse garabatearlas, una y otra vez a conciencia, intentando entrar en la mente de Sahil. ¿Sería más facil ahora que su mente también andaba trastocada?... En el centro de la mesa, un lapicero lleno de rotuladores y subrayadores.
El ventrue se quitó la chaqueta y metió la corbata entre la abertura central de los botones de su pecho, para que no estuviera molestando. Hubiera matado por sentir el tácto y el sabor cálido de un buen café bajando por su garganta, pues al fin y al cabo aquella escena no estaba tan alejada de las decenas de noches, en las que había preparado casos, hasta empalmar con el juicio al día siguiente. Y ahi estaba la clave de la que llamaban su magia. El esfuerzo, y el sacrificio, con una dosis justa de brillantez.
Empezó por poner aquellos nombres que ya, junto a sus compañeros - ¿que andarán haciendo ahora? ¿estarán en peligro? ¿tomaste una decisión acertada, Cesc? - habían descifrado y los apuntó con diferentes colores en el folio, con una interrogante roja en los que tenía dudas:
Garabatos:
-G12/023: Prisión modelo de Barcelona
-Paquete: Tzimisce Mikhail Dablas ?
-Usurpadores: Tremere
-n48: Bruno Materazzi (Donde andas metido Lobezno? Te necesitamos, collons)
-n17: Jean-Luc
-n34: Yo... maldita sea
-n27: Daren
-C34/291: Urbanización Patgés
-g48: Blanca Padilla ?
Luego empezó a intentar descifrar el resto de nombres*1 siempre dando lo mejor de sí. Sin embargo los nombres de animales y de los diferentes vástagos de la ciudad se confundían en un galimatías incomprensible. Tal vez solo comprensible para una mente abstraida o tal vez alienada como la del mentor del huérfano Du Flueve. Por lo que a Cesc respecta, se dejó caer con rabia sobre el sofá, con el cuerpo abatido. Arrojó los rotuladores contra el otro extremo de la sala, con la rabia de los perdedores. Miró hacia el lado izquierdo, donde hacía unas noches, estaba recostada la sheriff con aquel chupachups sempiterno. La maldijo para sus adentros. Ella había sido la causante de lo que le pasaba. Desde que conocía que le había hurgado la cabeza, todo le salía mal. Había perdido su magia... no era capaz de cavilar nada con claridad... a su inválidez física ahora se le unía la invalidez mental... - ¿que me has hecho Paula?... ¿Por qué?... devuélveme lo que es mío... mi libertad - en esas últimas palabras la voz de Jean-Luc sonó en su cabeza, como si de algún modo pudiera leer en su mente la carta con la propia voz del paria... Tenía que hablar con Paula... no podía posponerlo más.
Se levantó decidido a encender un flexo y poner una cruz en la ventana con esparadapro, como hacia Fox Mulder en Expediente X cuando quería hablar con Garganta Profunda. O ir a la puta azotea del edificio y enseñar su culo de ventrue blanco y remilgado. O llamar al pizzero y crear a su propio chiquillo, o cualquiera de las jodidas cosas que hicieran que Paula apareciera de la nada, como siempre hacía. Pero sabiendo la apretada agenda de la sheriff, sumado al aviso de la última visita, en que poco menos que le dejó claro que no volviera a llamarla... le impactó generándole un vértigo ante la situación que se le avecinaba, que de nuevo le hizo desplomarse sobre la silla frente al ordenador.
Sin embargo, un extraño mensaje en el correo, le sacó de aquel estupor...
*1:
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Jebediah_Gogorahrolls
5d10f7 = -1 ( (5, 1, 8, 1, 3 → -1 successes against 7) )ones:2 #Extendida de Inteligencia + Investigacion
Cuando al rol se juegue sin dados me avisas ;( No es una pifia... pero dos horas perdidas a estas alturas de la pelicula son imperdonables.