504 b En la biblioteca de Casa l'Ardiaca

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Victoria_Rain
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#11

Mensaje por Victoria_Rain » 05 Ago 2018, 00:46

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Sebastian_Leroux
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#12

Mensaje por Sebastian_Leroux » 05 Ago 2018, 02:15

- Estoy bastante seguro, sí - la voz de Xavier, vacilante, parecía sin embargo contradecir su categórica afirmación - he mirado y remirado en catastro, notarías, registro e incluso en la firma de arquitectos que proyectó el edificio, y no hay más habitaciónes ocultas, mi señor. El aparato de ultrasonidos que usamos no es infalible, pero... tampoco detecté más falsas paredes o suelos. Evidentemente, la red de alcantarillado está cerca, y una vez en ella, en menos de 15 minutos el lunático podría haber alcanzado algún tipo de refugio secund...
- Suficiente - Virigilio Sendra cortó al ghoul - las protecciones, aunque ya inactivas, estaban en ese sótano: allí es donde dormía el extranjero, y de donde le sacaron esa noche. Si no hay más estancias ocultas, eso quiere decir que la información que ocultase el subterraneo ya está fuera de nuestro alcance. Retoma tus obligaciones anteriores con Palacios. Quiero ese proyecto en mi mesa de trabajo para final de semana, es prioritario. Consigue la ayuda que necesites entre la Capilla. Los nuevos sellos tienen que estar listos para final de mes. Antes si es posible. Si la gente de Dolors te pone alguna traba, comunícamelo de inmediato. ¿Entendido?
- Por supuesto, Regente. Emmm - vaciló de nuevo la voz de Xavier - ¿entonces son ciertos los rumores... los rumores que corren por la Capilla? Que Abate, la traidora... ha vuelto a la ciudad....
- Sabes lo que espero de ti, Peirós - aunque Daren no podía ver los rostros de los interlocutores desde aquí, sabía perfectamente la mirada heladora de Sendra que estaba sufriendo Xavier, y una sonrisa de satisfacción por no ser el el objetivo de la misma se formó en sus labios - buenas noches.
Al pie de la escalera vástago y ghoul tomaron caminos diferentes, Virgilio, hacia los niveles inferiores y la protección de sus estancias personales, que se suponía estaban en el lugar más seguro de todo el complejo. Xavier, hacía una de las puertas laterales que conducía hacia el exterior del edificio.

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Victoria_Rain
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#13

Mensaje por Victoria_Rain » 05 Ago 2018, 15:51

Cuando escuchó ya los pasos del Regente y del ingeniero ya bastante alejados, el albino agradeció no necesitar respirar.

Con cautela, se volvió en dirección al nivel donde los aprendices tenían sus celdas, aún con el oído alerta y mirando bien por el patio y por el acceso que conducía a su habitación para que nadie estuviera pendiente de la hora a la que llegaba ni de la dirección por donde venía. Aunque por una vez su despiste le había servido de algo.

<Así que Sendra va detrás de los documentos de Sahil...cómo me alegro de no haberlos traido a la capilla, de seguro Serafín los hubiera interceptado en mi habitación> de repente otro pensamiento se le cruzó en la cabeza en cuanto otra frase de Peirós le asaltó "la red de alcantarillado está cerca, y una vez en ella, en menos de 15 minutos el lunático podría haber alcanzado algún tipo de refugio secund..." <¿podría haber fingido su muerte Sahil y haber huido por ahí? No tiene sentido...no hubiera dejado documentos tan importantes desprotegidos de su Disciplina> un escalofrío le recorrió la espina dorsal <y si...tenía previsto hacerlo...y si...huyó por la amenaza de Paula...no, no puede ser...atacaron el Templo...mataron inocentes...él no lo hubiera permitido...>

De repente se dio cuenta de que estaba dando por hecho la forma de ser del Malkavian sólo de conocerlo prácticamente 3 días. Sahil seguía siendo un Antiguo...y habría visto, oido y hecho de todo. Quizá la locura era la máscara que los hijos de Malkav usaban frente al resto de vástagos. Otro recuerdo le traspasó la cabeza como un rayo. La sonrisa de Tristán en Sant Just de Desvern.

<¿Qué hacía allí?¿cómo sabía que estaba en el piso si entré ocultado tras Abril?¿qué oculta ese ghoul?> miró entre sus contactos buscando su número...pero se dio cuenta de que fue él quién le dio su tarjeta. Tristán no llegó a darle su número. Pero alguien que conocía sí lo tenía.

Esto era todo lo que tenía en la cabeza el tanzano cuando metió la llave y entró en la habitación. Dejó las llaves sobre el escritorio y la nombró en voz baja.

- Joanna.

Era peligroso ir a hablar con él, sentía cómo la Corrupción palpitaba en su mirada, en sus gestos...y sin embargo entró y le sacó de allí.

<¿Por qué lo hizo?> se preguntó a sí mismo otra vez <¿era él en realidad?....y si no lo era...¿quién era?> se preguntó otra vez.

Acarició los volúmenes dejados por Serafín en un gesto de ganas de abrirlos de nuevo, pero poco a poco, conforme clareaba afuera de la Capilla, él sentía cómo el letargo se iba apoderando de él. Se quitó la ropa y se echó sobre la cama. Y desde allí fue viajando con los ojos por retazos de su vida dejados como decoración de su celda. La habitación no era especialmente grande pero estaba distribuida de manera que no pareciese un zulo, aunque la capa gris de mortero pintado que tenía le daba un aspecto de bunker alemán de la Segunda Guerra Mundial. Al menos, tenia una pequeña habitación anexa diminuta que hacía las veces de baño, simplemente con una ducha con una fina mampara y un lavabo con un pequeño espejo-armario de los años 60. Su cama era un camastro hecho al modo de una litera militar y al lado tenía una mesilla de madera de pino, exactamente la misma madera que la del escritorio. Era un lujo estúpido pero era de los pocos aprendices al que le había caído dos elementos de un mismo juego de habitación. La mayoría de mobiliario destinado a los aprendices había venido principalmente de rastros de segunda mano. La Capilla de Barcelona tenía la política de apurar el coste para destinar la mayoría de ingresos a los propósitos que marcaba el Regente. Nada tenía que ver con la casa donde vivía en Londres, pero francamente, a él no le importaba.

La bombilla colgada en el centro del techo se balanceaba aún levemente por el paso del tremere hacia la cama y era la principal iluminación que tenía la habitación. En el escritorio había un flexo cromado que bien podría haberse fabricado en los años 80 y frente al escritorio, había un corcho donde Daren solía colgar esquemas de toda clase de materias para que noche tras noche, como un náufrago que escribe en la arena cosas para no olvidar, él memorizara palabra por palabra aquello que necesitase saber.

Al lado del escritorio estaba el pequeño armario donde guardaba su escasa ropa. El albino tenía dos trajes y algo de ropa menos formal, pero toda oscura o gris. Y frente a la cama, tenía su pequeña biblioteca traída de Londres. Entre sus tesoros más preciados, un "Alicia en el País de las Maravillas" y toda la colección de novelas e historias de Sir Arthur Conan Doyle.

Por último, encima de la estantería había un cuadro con una flor prensada. Un cardo de Escocia al que todas las noches Daren miraba intentando recordar los rasgos de ella, porque aquella noche...desaparecieron también las pocas fotos que tenía de ella o que se hicieron juntos. Esa flor prensada era todo lo que quedó de aquellos 7 años.

Dos pestañeos pesados...una rápida búsqueda del interruptor para apagar la luz y finalmente, el tremere cayó rendido, una vez más con los mismos últimos pensamientos.

Sea como sea....pronto...

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Sebastian_Leroux
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#14

Mensaje por Sebastian_Leroux » 09 Ago 2018, 19:18

Daren recorrió las calles de Barcelona en uno de los mapas de Sahil, como si el mismo fuera una pista más, un elemento del puzzle pegado en el tablón de pista del Búnker. Se desplazaba en dos dimensiones, incapaz de despegarse del papel apergaminado, pese a ser consciente de que existía una tercera dimensión que le rodeaba, pero no podía acceder a ella. La sensación era de aplastamiento contra la superficie de celulosa, que iba desgastándole, con una lija, a medida que se movía. Atrás quedaba la cara del chiquillo de Bruno, con un tono irrealmente pálido, al que Gabo se afanaba por enterrar entre un mar de cuerpos ondulantes y fantasmales que al final acababan arrastrándola con el tanzano. También atrás dejó a Joanna, que bailaba despreocupada en el medio de una manada de lobos que cada vez le cercaban más y más, pese a los esfuerzos de su hermano pequeño para que empezaran a huir. Daren trastabilló al tropezarse con el borde de un enorme agujero en el mapa, como el que dejaría al retirarse una chincheta de una pieza que ya no es útil en el rompecabezas.
- Bienvenido de nuevo, aprendiz - escuchó el saludo de Sahil, apenas unas horas antes de que alcanzara su final definitvo - ¿Ya has encontrado eso que andabas buscando?
Daren soñaba y lo sabía. Pero el sueño era más fuerte. Una madeja de hilos rojos conectaba los distintos puntos de interés del mapa, y a medida de que él iba avanzando las fibras se enredaban en su cuello y lo estrangulaban. Un ser pequeño, como un bebé deformado, le empujó adelantándole.
- ¿Where is Amelia, boy? - le preguntó el vozarrón de Owen dentro de su cabeza - Our Laren died because of that bitch and now she is well and alive in Barcelona. You don't even know where is she? And you do nothing! Didn't I teach you better?
¡El homúnculo le enseñaría donde estaba Amelia! Daren intentó correr pese a los hilos rojos que le atrapan. Algunos eran azules, y unian a la Urbanización Patgés con otros lugares del mapa, pero no había tiempo para revisarlos. Pere Llopis le gritaba a lo lejos algo inteligible, mientras una mujer sin rostro tendía en una bandeja de plata la cabeza cercenada de Francesc Fornals. Jean Luc lloraba desconsolado ríos carmesís, abrazado a una figura negra que se iba tiñendo poco a poco de rojo. Bruno discutía a gritos con un chico joven con cara de ausente que parecía mirar en la dirección a la que conducía uno de los hilos azules. Pero a Daren sólo le importaba atrapar a la criatura taumaturgica. Y el tiempo se agotaba...

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