Se produjo un visible juego de miradas entre tu público: los dos miembros no presentados se miraron entre ellos con intensidad, mientras que Gabriel, Montse y Miquel establecieron una especie de trio dinámico en el que se dieron y se devolvieron gestos cargados de significados, sí, pero vedados para ti.
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Voy a emplear economía de tiradas y usar la de percepción que hiciste antes... algo de lo que has dicho o hecho ha pinchado algún nervio sensible, pero no resulta evidente el qué. O tal vez sí, pero la tirada no me permite explicitarlo
- Cuidado con lo que dices, gabacho. No estás en un elíseo ni en un mercado de información nosferatu, ni en un comercio de favores venture. Aquí NO HACEMOS ESO - Mique le puso una mano en el antebrazo a Gabriel, que parece que se tranquilizó un poco - Si eres parte del Estat, ayudarás sin condiciones al Estat. Y viceversa.
- Lo que Gabriel quiere decir - terció de nuevo Miquel - es que en el espíritu anarquista está la ayuda mutua, chaval. No necesitas darnos nada para conseguir esa ayuda que pides. Tu pertenencia al movimiento es suficiente.
- Pero cuidado - continuó Gabriel - los anarquistas no perdonamos traidores. Si entras, arrimarás el hombro como todos para que esto funcione. Y si lo que quieres es sólo un cambio de un favor por otro, ya te estás esfumando.
- Montse, Jan, acompañadlo al Comité, ahora entraré yo y le presentaré a los compañero - le dijo Miquel a la vástago mientras arrastraba a Gabriel a cierta distancia de vosotros para conseguir cierta intimidad.
-
La sala era un antiguo refrectorio al que aun no habían llegado los esfuerzos restauradores del resto del complejo. La sala era relativamente amplia, y unos arcos de piedra de aspecto precario levantaban un techo en madera que debió estár policromada en algún momento, pero que ahora sólo servia para que generaciones y generaciones de insectos litofagos hubieron vivido con el sustento asegurado. Había una docena de personas en su interior, distribuidas por toda la extensión del espacio que ofrecía la sala. Al caitiff no le costó distinguir dos grupos de vástagos definidos. Aunque había algunos bancos y mesas de madera medio podridos, la mayoría de presentes estaban situados contra las paredes o sentados sobre resto de mobiliario. Porque el detalle que no se le escapó a Jean Luc fue que, de manera inverosímil, había un buen montón de bancos y mesas rotas distribuidos por la sala. Ahora el chiste de Miquel no lo parecía tanto.
Montse os condujo hacia uno de los grupos mientras Jan conversaba contigo en voz queda.
- El Acto de Presentación en sí es sencillísimo. Una vez uno de los miembros del Estat pida para ti la palabra, habrás de decir tu nombre y tu linaje... emmm, para nosotros el linaje no es un requisito, claro. Y... ya está. Dices lo que quieras. No obstante Miquel y Grabriel tienen razón. Es diferente pasar a ser un Anarquista, lo que te obliga a una serie de preceptos a la vez que te da una serie de derechos, a simplemente pedir un favor. Emmm, siento lo de tu Mentor, como te decía antes...
Mientras Jan parloteaba entre susurros, escuchaste el dicurso que estaba realizando una mujer baja de mediana edad y de cabello rubio y ligeramente rizado. Se había detenido justo cuando entrasteis, mirandoos con gesto interrogante, pero tras un asentimiento de cabeza de Jan, y de que otro de los vástagos del grupo opuesto se acercara a ella y le susurrase algo al oido, continuó su proclama, no sin antes dirigir una mirada penetrante en dirección de Montse. Mirada que se quedó sin respuesta.
- (...) como decía, por lo tanto, está totalmente fuera de lugar dar un paso definitivo en el sentido que se ha solicitado mientras carezcamos de unas garantías mínimas de como responderá la otra parte. Las otras partes, en realidad. Se ha argumentado en esta misma sala hasta la nausea y se nos ha pedido valor. Repetiré una vez más lo que ya dije la primera noche, compañeros (...)
Insegururo de si le estabas escuchando, Jan musitó una disculpa y se dirigió a una de las esquinas de la sala, aquella en la que Lea se había sentado, para empezar a hablarle ahora a la caitiff, que presenciaba el discurso de la brujah con cara distraida. Mientras, se te ocurrió sacar el móvil, y de inmediato una pequeña multitud de mensajes del grupo de la coterie te saltaron a la vista.
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- (...)el valor, sin un plan, es pura temeredidad. La misma temeridad que ha quemado sangre brujah desde que el clan es clan. En contra de lo que se ha afirmado aquí antes la postura que defendemos no es inmovilista. Pero debemos reflexionar primero sobre las consecuencias previsibles de nuestros actos (...)
- Gabriel ha exagerado un poco, poeta - ahora era Montse la que te susurraba, sin quitar la vista de la brujah que ocupaba el centro de la sala y por tanto la posición de oradora - entre anarquistas y miembros que no son del moviento sí hay intercambio de favores. Es tu decisión si pedir formalemente al Comité que te admitan al Estat. Pero si decides no hacerlo, puedo garantizarte cierto grado de ayuda personal a cambio de esos... papeles que has mencionado - jackpot - Aunque, y te digo esto como prueba de mi sinceridad, la ayuda que yo te puedo prestar a título personal es claramente menor que la que obtendrás del Estat en pleno. Pero eso te obligará a comprometerte políticamente. Mi oferta podemos discutirla en privado. En cualquier caso, es tu decisión, pero espero que apreciarás la diferencia de los tratos informados que puedes hacer con nosotros, y los cambalaches tramposos que se ofrecen en los eliseos de la Administración - y la vástago se reclinó contra el frío muro de piedra caliza, cruzándose de brazos, tal vez intentandose convencer a ella misma de sus palabras.
- Hablamos de romper un status quo de decenios. Unos tratados que han dado prosperidad y estabilidad a todos, pero a nosotros más que a nadie. Si os parais a pensarlo, pocos de los que estais hoy aquí conocisteis al sire de vuestro sire. Y eso es por algo. Vivimos malos tiempos en el pasado, pero los superamos construyendo algo mejor. Pensad entonces en si nos conviene romper una herramienta social que costó tanto obtener; especialmente sin tener la siguiente lista. Porque esa ruptura no vendrá sin consecuencias graves para todos y todas.
- ¡Bienvenidas sean esas consecuencias graves, por que esas son precisamente las que necesitamos! - Miquel había entrado con energía junto con Gabriel en la sala; mientras que el segundo vástago se acercó envuestra dirección, para no sentarse muy lejos, el brujah empleó la inercia de su entrada para seguir hablando, disputandole el centro de la sala a la brujah rubia - ¡Eso es lo que no entiendes, Neus! Gravedad. Necesitamos gravedad que haga caer de sus asientos a las frutas maduras. Y Radicalidad para que los cambios no sean cosméticos... ¡si no reales! ¡REALES!.
Un rumor que había ido creciendo en la sala estalló ahora hasta el punto en que parte de la frase de Miquel se perdió entre abucheos y gritos no especialmente amables. Sin embargo lo más espectacular era la vibración. Todos los brujah, estuvieran sentados en un banco, de pie contra la pared o sobre uno de los pulpitos laterales de la sala, emepzaron a patear el suelo intentando haber más ruido que el de al lado, de tal manera que la competión derivó en una vibración que por momentos parecía que iba a derribar las por otro lado muy precarias columnas que sostenían el techo. Afortunadamente Miquel reanudó a duras penas su discurso, calmando los ánimos.
- ¡Pero hoy será otra noche en la que NO nos pondremos de acuerdo e ignoraremos la llamada de auxilio de nuestros hermanos Gangrel! Sea, no impondré mi voluntad al Comité. Nada más lejos de mi intención. Y menos hoy, que tan excelsas ausencias nos castigan - el comentario, no del todo inteligigle para Jean Luc, fue celebrado por los brujah de tu alrededor y abucheado por los del frente - He interrumpido a Neus porque una situación urgente que puede que algunos de vosotros conozcais, y otros no, concierne al Estat y precisa de nuestra valoración. Un hijo de la Estirpe de Malkav alcanzó el descanso definitivo hace una noche. Era conocído como Sahil. Uno de sus protegidos, de sangre sin afiliación, y por tanto con el derecho a estar aquí sin que nadie pueda contestarselo, se presenta esta noche para interpelarnos. Creo que puede aclarar las mentes de muchos descansar del debate que llevamos teniendo semanas y atender a esta desgraciada circunstancia. Quien sabe, incluso puede que alguien encuentre inspiración en sus palabras...
Y Miquel te buscó con la mirada, cediéndote la posición en el centro de la sala.
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Si tienes dudas pregunta. En cualquier caso creo que Montse te ha dejado claro que una cosa es pedir algo al Estat desde fuera (donde estás ahora) sea a cambio de algo o no, y otra es pedir al Estat algo desde dentro (perteneciendo a el como anarquista, vaya). Pero ingresar al movimiento anarquista es una decisión importante en el juego, yo que tu la meditaría. A lo otro te contesto ahora en tu hilo.