La sensación que tuvo el tremere cuando Paula se le quedó mirando mientras conducía a 100 km/h fue la de un niño que se hubiera colado en la jaula de un tigre. Una mezcla de curiosidad y temor. Justo en ese momento recordó las palabras del Caitiff, rememorando su llegada a Barcelona, relatando la clase de bienvenida que le dio la Sheriff.Paula, ahora sí, se te quedó mirando directamente unos segundos, lo que resultaba doblemente inquietante, por el hecho en sí, y porque estabais circulando a 100 km/h por una autopista entre camiones decenas de veces más voluminosos que vuestro vehículo.- No, Jean Luc no coincidió conmigo en el búnker. Me refiería a una situación anterior, cuando estaban ustedes cuatro. Pero no sólo a esa. En general quería saber su opinión sobre la actitud del caitiff estas noches.No te quedaba nada claro si la sheriff quería que siguieras hablando o no sobre tu compañero. Y a lo mejor era justo esa duda la que quería sembrarte.- Respecto a ese retoño, Nyerere, usted ha sido el único que ha podido entenderse mínimamente con él. ¿Cual es su opinión? No me refiero sólo a si podemos obtener información de él o no, como cree Bruno, si no si tiene alguna explicación a su presencia en ese lugar. O sobre esa Urbanización. Por lo que me contaron sus compañeros no parecía un lugar común.El coche tomo un desvío de la autopista que os llevaba a Santa Coloma del Gramenet, y empezasteis a recorrer las calles de la localidad, aún desiertas a esas horas de la madrugada. Cada vez que el coche giraba izquierda un ruido espantoso te hacía pensar que ibais a romper la suspensión en cualquier momento, pero Paula no levantaba el pie del acelerador.
- No me andaré con fruslerías ya que usted así lo ha pedido, señora Durán, no espero de un sin clan la corrección debida de un miembro de la Estirpe al que se le haya pedido una tarea - dijo como si por un momento el clasismo de su clan se hubiera apoderado de él - pero sí que esperaba más implicación por su parte en las decisiones y menos reproches por las que tomamos - recordó el momento en que el retoño de Materazzi entró en frenesí y el caitiff se ofuscó - sin embargo gracias a su habilidad con el poder de la sangre, obtuvimos la pista que nos llevó a la Urbanización Patgés. Cuando enfoca su irritable proceder o su astucia a nuestros objetivos, resulta de mucha utilidad, pero le reconozco, si me permite la expresión, que es un "grano en el culo" cuando no controla su inclinación al caos.
Cuando mencionó a Nyerere, Daren miró a los ojos a Paula buscando analizar la expresión de una mujer que había tratado al inmigrante como si fuera un pollo en una carnicería y lo hizo emulando el gesto de un psiquiatra interesado por el comportamiento anómalo de un paciente, mientras en su cabeza rechinaba su propia humanidad quejandose por las formas de la Sheriff. Por otro lado, sentía intriga por la personalidad férrea de la Sheriff, preguntándose si se había topado con la versión femenina de su propio Sire. Recordó la mirada de terror que tenía Mohamed justo antes de rebanarse el cuello, y achinó un poco los ojos.
- Apenas tuve tiempo de mantener una conversación con él, pero las pocas palabras que crucé enmarcaron de lleno una sensación extraña que percibí allí. Fui incapaz de focalizar esa sensación...pero esa sensación...lo único que me quedó claro, es que era un lugar de poder y el origen no se debe a la taumaturgia de los tremere.