"¿Quién lo estaba abrazando? ¿De verdad era real? Había alguien más llorando allí, pero dónde, sólo podía escuchar voces procedentes de imagenes borrosas.
PEQUEÑO JOSEPH. ¿Por qué está llorando ese hombre, Jean-Luc?
PEQUEÑO JEAN-LUC. No lo sé.
PEQUEÑO JOSEPH. Hola, señor. ¿Por qué estás llorando?
JEAN-LUC. Algo está cayendo. Algo se está desvaneciéndo. Algo está apagándose. ¿Es esto morir?
PEQUEÑO JOSEPH. Qué cosas más raras dices, ¿tú lo entiendes, Jean-Luc?
PEQUEÑO JEAN-LUC. Él está perdido...
PEQUEÑO JOSEPH. ¿No sabes dónde estás? ¿Necesitas ayuda?
JEAN-LUC. No se puede escapar de los oscuras corrientes de la desolación. Ya no hay nada que pueda hacer para mantenerme a flote. "Me arrastrarán desde donde estoy hacia el infierno al cual pertenezco".
SOEUR BRIGITTE. Por fin lo has comprendido, muchacho, siempre dije que había un demonio en ti, pero nunca me escuchaste. Ahora acaba lo que has empezado.
TRISTÁN. Adelante, acaba lo que has empezado. Si de verdad perteneces al infierno, actúa en consecuencia. Deja de lloriquear y destruye todo cuanto se interponga en tu camino.
JEAN-LUC. Siempre tan despiadado...
TRISTÁN. Quizá por eso me eligió Sahil. ¿Acaso crees que no estaba al tanto de tus quejas hacia él? ¿Acaso crees que no sé todas las veces que me seguiste por la ciudad? Siempre me has despreciado y creo que en el fondo se trataba sólamente de envidia, al fin y al cabo, mi vida y mis decisiones siempre me han pertenecido. Donde tú ves piedad yo veo cobardía. No has aceptado quién eres, pero acepta ésto: si alguien ha de matarte en este mundo, ese seré yo. Y espero que llegado el momento estés preparado.
De pronto una voz resonó por encima de las demás.
DAREN. Llegué cuando ya no se podía hacer nada
JEAN-LUC. Yo también llegué cuando ya no se podía hacer nada
JOVEN JOSEPH. ¿Por qué dices eso? ¿Acaso no fuiste algo más que un hermano durante casi toda mi vida? ¿Creíste que fui yo quien te salvé? Sin ti, mi vida no habría tenido sentido.
SAHIL. Además, todavía puedes hacer algo, ¿no crees? Mira a tu alrededor. Ese chico albino, por ejemplo, está llorando. Piensa que el Sabbat destruyó a alguien importante para él.
JEAN-LUC. Quizá así lo fuera.
SAHIL. El sistema, Jean-Luc. La guerra. Sobre todo en nuestro mundo. Debes terminar con esta maldita guerra.
JEAN-LUC. ¿Y qué puede hacer un sin-clan contra todo un sistema?
SAHIL. Siempre creiste que tenía todas las respuestas, pero sólo tú puedes responderte a eso. ¿Qué puedes hacer, sin-clan? Ahora despierta.
Jean-Luc recuperó el brillo en la mirada y sonriendo tenuemente a Daren le dijo:
- Esa chica debía ser alguien verdaderamente genial- le devolvió la caricia en la mejilla y añadió- gracias, Daren. Sahil era lo más cercano a una familia que tuve nunca y él siempre decía: no es la sangre, sino el corazón, lo que nos hace hermanos. Hoy te portaste como un hermano, no lo olvidaré, Daren. Ahora, bueno, si quieres- dijo averngonzado- puedes soltarme. Aunque...- Jean-Luc no acababa de entenderlo, normalmente no se sentía a gusto cuando alguien lo tocaba, pero sin embargo, Daren era en aquel momento todo cuanto necesitaba. Además, visión o no, estuvo a punto de besarlo poco antes. "¿En qué estás pensando?" se dijo a sí mismo, tratando de apartar esa idea de su cabeza.
---
Jean-Luc hecho un vistazo a la habitación tratando de encontrar algo para poder entender lo que había ocurrido. Necesitaba respuestas.
Spoiler:
► Mostrar Spoiler
3 éxitos tirada de percepción + alerta. No nvestigando per sé, quería un análisis más completo de la sala y de lo que hay en ella.
2 éxitos en la de astucia + investigación. Ésta sí.