
Creo que muchos grupos de juego fomentan inconscientemente los conflictos entre clanes y que cada PJ sea de un clan distinto. Casi parece que la versión habitual del grupo de PJs de Vampiro debe incluir la semilla de los conflictos entre personajes del mismo modo que se presupone que un grupo de PJs de D&D estará formado por guerrero, mago, pícaro y clérigo en sus diferentes variantes. Esto me parece en general un gran error. Es como forzar un tipo de juego concreto.
Si el problema es que el PvP molesta, nada impide reorientar el planteamiento del juego para minimizar ese elemento: ¿Qué tal una crónica en la que todos los jugadores compartan Sire? ¿O eliminar los clanes directamente? ¿O una de esas del Sabbat en la que todos son miembros de una manada y están vinculados entre sí?
Por cierto, he dirigido crónicas sin clanes y ha estado bastante bien, pero en una crónica normal procuro influir en los jugadores para que monten un grupo de PJs que de entrada sean más o menos compatibles, porque luego me gusta dejar que las cosas sigan su curso y dejar que le trasfondo marque los tiempos. Si en un grupo hay un brujah camorrista que quiere ser un líder anarquista, un nosferatu interesado en espiar a los tremere y un toreador remilgado que aspira a arpía igual no tienen mucho interés en estar juntos y la crónica termina convirtiéndose en 3 crónicas en solitario en paralelo...