[SOLO] Capítulo 1 - Llegada a la Tierra de los faraones

[Baudelaire]

Mi nombre es Yashid, buen señor. Mi soberana jamás ha querido revelarme su nombre, debo referirme a ella con el apodo de "La clemencia de Kagan". Tampoco me ha contado mucho sobre nuestro linaje, aparentemente está emparentado con el Wah'Sheen.

Retiro la mano al notar que el apretón queda en suspenso.

Sin embargo, mi sangre es diferente y todavía está por mostrar su potencial. Al menos es lo que me ha indicado, este viaje debería servir para revelar una cierta conexión espiritual. Hasta el momento, ha sido escasa… pero es una buena señal. Acerca de la tolerancia del príncipe, tengo poco conocimiento de las costumbres locales. Si tenéis a bien indicarme el protocolo, estaré más que dispuesto a cumplirlo.

Hago el gesto musulmán de encomendarse a Alá. Toco mi pecho, mis labios y mi frente; para luego extender el saludo hacia los cielos.

[Toxizer]

Él repite el saludo.

- Interesante, creí que conocía todas las variaciones del linaje de Caín - tamborilea con sus largas uñas en una silla de madera - espero que encuentres tu camino - anda un poco - No hay demasiado protocolo, nuestro príncipe es un caitiff independiente así que no nos regimos por las normas de las principales sectas. Todos son bienvenidos si guardan la mascarada - se acerca un poco más y ves mejor su terrorífico semblante - si quieres mendigar en El Cairo tienes mi bendición. ¿ Te puedo ayudar en algo más?

[Baudelaire]

Arqueo una ceja y le explico lo que ocurre.

Si bien mi abrazo ya ocurrió hace mucho, he pasado demasiado tiempo junto a mi soberana y su instrucción ha sido siempre del lado físico y de resistencia mental. Poco y nada me ha comentado sobre los detalles de las tradiciones. Luego vino mi letargo de 2 siglos, he recibido un curso rápido de cultura egipcia y la tecnología humana de esta época.

Saco y armo mi fusil frente a sus ojos.

Soy un militar, pero he optado por mantener mi cobertura dadas las circunstancias.

Tan rápido como lo he montado, lo hago desaparecer.

Me gustaría presentar mis respetos al príncipe, buen Abdul. Quizás tendríais la gentileza de llevarme con él en algún momento que se encuentre disponible, me encantaría poder conocerle.

[Toxizer]

- Dos siglos de letargo - dice asombrado - yo pasé sesenta y cuatro años en dicho estado, tras realizar el hajj. Tranquilo, no necesitarás conocer las tradiciones de las sectas para moverte por estos territorios. Si necesitas más información sobre los distintos grupos de vástagos no dudes en preguntar.

Mira atentamente como montas y desmontas el arma.

- Soldado, yo no me fiaría mucho de esas armas modernas, sobre todo para combatir a los seres de la noche. Los poderes de la sangre son más fiables.

Se pone un largo manto para intentar ocultar sus deformidades. Podría pasar por un leproso o alguien con severas quemaduras.

- Si te parece bien podemos ir ahora mismo al palacio de Mukhtar Bey.

----------------------------------------------------

Os movéis rápidamente por la ciudad. Algunas ratas murmuran información a tu extraño compañero.

- Yo nací, morí y renací en esta ciudad, en época del califato fatimí. Sigo la fe islámica y solo busco redención - el monstruoso vástago avanza cogido de tu brazo, la gente solo ve dos mendigos - te digo esto para que veas que no guardo secretos. No logro descifrar tu lugar de origen mediante tus rasgos, ¿ Alguna zona de Persia quizás? Además, dices ser un soldado, ¿ Por quién o para que luchas?

[Baudelaire]

Escucho atentamente su relato mientras deambulamos rumbo al palacio que me ha indicado. Cuándo me confiesa sus secretos y me consulta, procedo a responderle con calma.

Yo tampoco confío en esta arma, crecí cabalgando en la horda dorada del gran Genghis Khan. Como vos, también estoy en la búsqueda de la redención.

Muestro mi arco corto compuesto y del mismo modo que el fusil, vuelvo a guardarlo.

Combato a las fuerzas que se oponen al orden celestial. Sigo una derivación del camino del Cielo, cercana a la Tariq el-Sama. Respecto a mi origen, efectivamente mi madre era persa. Vuestra sabiduría para reconocer los rasgos es notable, buen Abdul. El asunto de la posada estaba relacionado con una de mis labores, encontrar a un erudito francés. Hubo una interferencia inesperada en la posada, de lo cuál tus amigas ya te han informado, por supuesto.

Le sonrío, mientras avanzamos casi como en un sueño, nadie nos presta demasiada atención.

[Toxizer]

Una barcaza os lleva hasta una gran isla en mitad del Nilo. Desde esa posición parece vacía, pero al andar unos metros se ven unas tiendas y unas murallas a lo lejos. Hay algunos vástagos rondando por allí, puedes descubrirlos con auspex. Al alcanzar la puerta principal de la fortaleza, un par de guardias le abrieron el paso. Continuaron su camino hasta un salón de audiencias, donde el príncipe vampiro de El Cairo les esperaba junto a una vástago que estaba enrollando un pergamino.

- As-salamu alaykum señores - saludo Bey - buen Abdul veo que tienes un nuevo amigo. Extranjero ¿ Cómo te llamas, cuál es tu clan y que os trae a mis dominios?

Mukhtar Bey Consejera de Bey

[Baudelaire]

Doy la paz, hago una reverencia y procedo a lanzar el mismo relato que he dado Abdul sobre mi origen y linaje. En esta ocasión me aseguro de ser más protocolar al considerar que estoy frente al príncipe y a su consejera.

Espero será suficiente...

Sonrío y agrego.

Lamento haber llegado de esta manera, pero ya sabéis que la existencia vampírica es una caja de sorpresas. El flujo de la muerte nos acerca al cauce de un río que da la vida. Si mi presencia aquí os es útil, mis habilidades como militar están a vuestra disposición, gran señor.

[Toxizer]

La consejera del príncipe no aparta la mirada de ti, pero no dice mi una palabra. Bey te mira sonriente y asiente a tus comentarios.

- Sigo sin tener claros tus objetivos en mi ciudad, y sinceramente me importan poco, simplemente, intenta no meterte en líos - tras un par de minutos dice - bueno, hay una cosa. Si descubres que trama ese Napoleón y su cuadrilla de ayudantes inmortales te estaría agradecido que me lo contases. No termino de entender que están planeando las serpientes. Si no tienes sitio para pasar el día puedes usar una de las salas comunales de mi palacio. Abdul, mañana nos vemos con el resto, he convocado una reunión. Pasen buena noche señores.

[Baudelaire]

Alzo una ceja al escuchar aquéllo de asistentes inmortales.

¡Vaya si lo han hecho de maravillas!

Al recibir la oferta de pasar el día en las salas comunitarias, asiento y agradezco. Luego agrego la información relevante.

Estaba a punto de hacer contacto con un erudito francés que podría haberme acercado a Napoleón. Hubo una interferencia inesperada, las ratas de Abdul fueron muy amables al atender mi llamado.

Relato brevemente el encuentro con el hombre y quién habría sido el responsable de su disrupción.

[Toxizer]

- Si tú intención es la infiltrarte en las filas de los sabios tengo al vástago ideal para que te ayude - sonríe y se mesa la barba - Yakup el otomano, un Ray'enn al-Fen taimado e inteligente que ya se ha ganado a gran parte de los eruditos franceses. Descansa si quieres en mi isla, enviaré un mensajero a la residencia de Yakup para avisarle de tu visita y mañana podrás verle. Cuándo descubras algo de importancia vuelve a verme - indica la salida - Podéis retiraros.

Abdul te acompaña hasta un patio cercano a la salida por el que rondan algunos vástagos.

- Yashid, ¿ Volvéis conmigo a la ciudad o preferís aceptar la hospitalidad del príncipe?