Ya era noche cerrada, pero no se veía una sola estrella en el cielo. Una gruesa capa de nubes lo ocultaba en su mayor parte, a excepción de pequeños huecos por los que la Luna llena se dejaba ver durante apenas unos segundos, para esconderse de nuevo rápidamente. Las nubes se movían con bastante velocidad, por lo que el viento debía tener fuerza a esa altura. Sin embargo, en la calle apenas soplaba una brisa ligera.En esta escena solo participan @zarzaardiente (Paul) y @Nilia-Niniel (Saorise). El resto de jugadores, por favor, no leais nada hasta que vuestros personajes vuelvan a reunirse y puedan contarse lo sucedido durante la noche. Aunque confío en que no hareis metajuego, solo el hecho de saber lo que los otros han visto puede hacer que interpreteis de forma diferente vuestras respectivas escenas.
Los dos hermanos pequeños de Paul, Mary y Sean, estaban jugando al fútbol en el jardín usando un pedazo de la pared como portería. Después de cenar le habían pedido a su madre -ya que su padre no les iba a dejar- que les dejase ir al parque que había cerca de su casa antes de que fuera hora de irse a la cama. Sin embargo, ella tampoco se lo permitió. Solo les dejó salir al jardín, y con la condición de que Paul les acompañara y de que se mantuvieran siempre a la vista.
-Es decir, nada de jugar al escondite -había dicho.
Fuera empezaba a hacer frío, pero no lo suficiente como para que ninguno de los hermanos se plantease jugar al fútbol con un abrigo. Ninguno de los jardines de la calle tenía vallas, así que en realidad el campo en el que jugaban los hermanos no solo abarcaba su jardín, sino tambien el asfalto y si la pelota aterrizaba en ellos, un buen pedazo de los jardines de alrededor. Entre ellos el de Saorise, que vivía en la acera de enfrente.
Saorise y su madre habían llegado bastante tarde a casa. En el colegio, a Saorise le había preocupado que su madre hubiese tardado tanto en ir a recogerla, pero lo que había ocurrido era simplemente que había habido una confusión en los registros de la galería por culpa de "un anormal" y se habían tirado un buen rato para solucionarlo. Su madre no solía utilizar esa clase de calificativos, por lo que Saorise intuía que debía haberle mosqueado bastante.
Como habían llegado tarde, la madre de Saorise había empezado a hacer la cena tarde, por lo que para cuando Saorise salió de su casa -un poco espoleada por su madre- los hermanos ya llevaban un rato jugando en la calle.