JDN - Interludio: Duermevela

#1

La noche despues de salir a buscar a Erin te cuesta mucho conciliar el sueño. No dejas de dar vueltas en la cama rememorando lo sucedido en el Túmulo de las Brujas, incapaz de borrar de tu mente la imagen de esa mano dentro del agua. Durante el día parecía lógico creer que te lo habías imaginado, y que la posicion de las piedras grisaceas te hicieron ver una mano hasta que Peter las revolvió. Pero ahora esa imagen regresaba a ti cada vez que cerrabas los ojos, como si la tuvieses tatuada en interior de los párpados. Recuerdas claramente haber visto cinco dedos, con cinco uñas mal cortadas y la sombra de cuatro nudillos en el dorso. Y te cuesta mucho imaginar como, si no es el cansancio que altera tus recuerdos, pudieron unos cantos rodados formar una imagen tan clara.

Por desgracia, los pensamientos nunca son estáticos, y lo que viste en el bosque te lleva constantemente al motivo por el que fuiste allí. Posiblemente no le habrías dado mayor importancia a ver la figura de una mano si os la hubieseis encontrado jugando, pero tras la desaparición de Erin te vienen demasiadas ideas a la mente. Ninguna de ellas agradable.

Pasada la media noche, algo te hace abrir los ojos. Una leve corriente de aire, un chasquido apenas audible... no te habría despertado si estuvieras dormido, pero esta noche basta para obligarte a girar la cabeza, y lo que ves te quita el sueño de golpe.

Erin, por quien habeis removido tierra y agua, está al otro lado de la ventana, delante de ti, a apenas unos metros. Aparte de su ropa, ligeramente raida y descolorida, nada en su aspecto hace suponer que haya podido sufrir algun daño, pues no puedes ver ningun corte o herida en ella. Bajo la luz de la luna su pelo rojo, ahora bastante alborotado, posee un brillo fantasmal y su piel, que siempre había sido clara, parece casi traslúcida. Durante unos momentos no repara en ti, y mira hacia el interior de la habitacion con una extraña expresión de pena. Pero rapidamente se fija en que tienes los ojos abiertos y vuestras miradas se cruzan, reflejando la suya un temor que va mas allá de un mero sobresalto.

Solo hay una cosa que tienes clara: no se trata de un sueño. El tacto del sudor dejado en tus sábanas con tus constantes vueltas, la claridad con la que ves cada rasgo del rostro de Erin, o los latidos de tu corazón cuando tu pulso se acelera del susto, son sensaciones demasiado vívidas y reales como para poder confundirlas con un sueño.

#2

Las imágenes del día se repiten en mi mente sin más, luego de que todo haya sido interrumpido después de la caída de Peter, por culpa de esa esa mano. La visión en mi cabeza se repite, llevándose lejos las ganas de dormir y la cama cada vez se hace más pequeña para encontrar un lugar o posición cómoda para atraer el sueño. Intento de todo para por fin dormir, contar oveja, rezar, pensar en la tarea o cosas bonitas. Sin embargo, mis pensamientos vuelven al motivo que nos llevó al bosque hoy, algo que me hace sentir tenso y triste a la vez. Cierro los ojos, intentando alejar todos los pensamientos de mi mente.

El tiempo trascurre hasta que debo abrir mis ojos, debido a la sensación de que alguien esta observando o que se encuentra cerca. Intento obviar lo más que puedo abrir mis ojos, pero es inevitable, la curiosidad me ganar y, con las pocas ganas de dormir que poseo, no es muy difícil tomar una decisión.

Cuando mi mirada se focaliza, lo que observo me deja estupefacto, casi sin aliento. La imagen es algo distinta a lo que recuerdo, pero es bastante nítida como para reconocer en esas facciones: ojos, cabello, ropa todo solo llevo a mí una sola palabra: Erin. Nuestras miradas se cruzan, no reacciono ni para emitir sonido o moverme. Cierro y abro los ojos para confirmar que estoy despierto, pero el tacto al sudor me confirma que eso no puedo estar imaginándolo o soñando. Mis ojos se abren ante la impresión, no sabiendo bien que hacer, como reaccionar, que pensar.

Busco mi péndulo, para darme coraje y salir de la cama, desde ahí digo.

-¿Erin? mi voz es apenas un hilo, debo carraspear para poder levantar la voz y envalentonarme - ¿Eres tú, Erin?

Con algo más de confianza, mi voz se alza un poco de volumen, pero no puedo moverme para acercarme, el miedo me mantiene cerca de ella, puedo esconderme rápido bajo las sabanas apenas pueda. En mi mente una frase, que acarrea miedo, expectación y excitación por lo que estoy viviendo se repite:

Esto no me puede estar pasando

#3

Erin te mira con los ojos abiertos como platos, como alguien a quien han pillado haciendo una travesura y se acaba de meter en un buen lio. La familiaridad de ese gesto podria haberte hecho incluso sonrreir, pues Erin nunca habia sido dada a meterse en problemas, pero el terror que rmuestran sus ojos te revela que se trata de algo mucho mas serio que un castigo. Sin apartar la mirada de ti, Erin niega con la cabeza en un gesto apenas perceptible, y ves que comienza a caminar lentamente hacia atras.

-¿...Mateo? -Desde la cama de enfrente escuchas murmurar a Jack, un chico de quinto, con un sonido similar a un gruñido que pueba que se acaba de despertar. Al girar la cabeza ves que aun no ha abierto los ojos, pero al volver a mirar hacia la ventana Erin ha desaparecido, y la pequeña terraza que hay al otro lado del cristal esta completamente vacía.

#4

Me quedo donde estoy mientras el rostro de Erin va desfigurándose ante la sorpresa. Parece miedosa, muy miedosa y eso me contagia. Estoy plantado en mi lugar, hasta que la voz de Alex me saca de mi estado. Pestañeo un par de veces ante esto.

-Ehm, no pasa nada Voy al baño digo mientras me asomo, levemente, por la ventana, temeroso de seguir viendo lo que acabo de presenciar.

No sé si pueda ir al baño después de esto. Observo bien hacia el exterior, antes de darme le coraje para ir al menos lavarme la cara, quizás en el camino me den ganas de orinar antes de llegar.

#5

Jack responde con un gemido que parece significar "Vale" mientras te acercas a la ventana, pero no ves a Erin por ninguna parte. A la escasa luz de una luna cubierta por nubes no puedes ver mucho mas que las sombras de los arboles del bosque, pero estas seguro de que el pelo rojo de Erin no se te escaparía.

De camino al baño te das cuenta de que te falta el aire, pues apenas has respirado desde el momento en el que viste a Erin en la ventana. Una vez dentro, aunque tardas unos segundos, no tienes mayores problemas en orinar. Pero casi vuelves a hacerlo en los pantalones del pijama cuando al salir del baño, antes de poder encender la luz, ves una sombra casi tan alta como tu en mitad del pasillo. Por suerte, te das cuenta de que se trata de Nuala antes de pegar un grito que habria despertado a medio colegio. Durante unos segundos no dice nada, hasta que finalmente la escuchas reirse y decir susurrando -No sabes la cara que has puesto.

#6

Intento apartar las ideas relacionadas con lo vivido, para no comenzar a incrementar el miedo y la estupefacción de todo esto. El colegio de noche luce bastante lúgubre y tenebrosos.

Orinar me relaja y cuando me lavo las manos para finalizar, ya estoy más compuesto, o al menos eso pensaba antes de encontrarme con la sombra en el pasillo. El alma casi se me escapa del cuerpo, y me hubiese hecho de todo, a no ser porque me percato de quien es esa sombra. Algo descompuesto veo a Nuala reírse un poco, lo que me da la confianza para acercarme, a fin de no levantar mi voz.

-Casi haces que despierte a todo mundo estoy realmente afectado, pero intentando mantener la compostura y hablando bajo Ríete ahora, ya me gustaría ver tu cara en la misma situación con todo lo que ha ocurrido.

Esto lo digo en broma, fingiendo estar molesto al respecto, cuando en realidad estoy agradecido que solo haya sido Nuala la que está ahí conmigo. Y esto me hace pensar si debo contar lo que acabo de ver, ¿estará despierta por lo mismo?

#7

Tras otra ligera risita, Nuala responde -¿Creias que era un asesino?

Tras una pausa que parece alargarse por el silencio del pasillo, percibes que Nuala mueve ligeramente la cabeza. No puedes distinguir sus rasgos en la oscuridad, pero te das cuenta de que ha cambiado de expresion.

-Tu tambien me habias asustado, creí que alguien había entrado en nuestro cuarto -te dice, aun en un susurro-. Pero luego pense que los pasos de un secuestrador serian mas pesados -añade, en un tono que te hace suponer que esta sonrriendo.

#8

-Dah, claro

Le respondo sonriendo. Sin embargo, su actuar me pone en alerta, pensando en lo que había visto hace unos momentos, pero su voz me saca de mis pensamientos.

-jajaja, entonces no sirvo como espía -digo en tono ameno, en voz baja- yo ni siquiera te escuché, por eso me sorprendí más al verte en la oscuridad -me acerco un poco más a ella- ¿Vas al baño también? ¿O te desperté?

#9

-Mas pesados, no mas sigilosos -te corrige Nuala -se oigan o no, los adultos suenan mas... -ves que la silueta de Nuala levanta el pie y amaga con dejarlo caer con todo el peso de su cuerpo, pero vacila y finalmente vuelve a posarlo con suavidad, aparentemente al recordar que hay gente dormida -...son mas pesados -dice finalmente, tras encojerse de hombros.

Nuala tarda un momento de más en responder a tu ultima pregunta, rascandose ligeramente el cuello, pensativa, antes de decir -Ambos. Me has despertado, pero ya que estoy, voy a beber un poco de agua.

La sombra de Nuala te rodea y se dirige hacia el baño de las chicas, sin molestarse en encender la luz. -Buenas noches -te dice, antes de escuchar el sonido del agua saliendo del grifo.

#10

Observo a Nuala, con sus gestos de duda. No es extraño pillarnos en las entradas de los baños, menos de noche, pero hoy, justo después de lo que paso, me encuentro con ella, es bastante extraño.

Apenas con un sonido gutural, como respuesta, dejo que se dirija al baño, mientras dudo en si irme o no a la cama inmediatamente. En mi cabeza sigue la imagen vivida de Erin, y su mirada de susto al verme.

Me quedo en la oscuridad, decidido a contarle a Nuala lo que vi, aunque pueda haber sido alguna clase de sueño lucido.