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Mensaje
por Mu_ » 14 Ago 2019, 22:59
No me entendáis mal. No estoy en contra de que, puntualmente, pueda haber luz en el Mundo de Tinieblas, y que todo y todos tengan que ser al menos parcialmente malos y podridos. Mis partidas no son así. Hay luz, no mucha, pero la hay.
En forma de personajes que se enfrentan a todo lo malo del mundo, y generalmente les va mal. Hay algo de luz habitualmente en los PJs, aunque a veces sean ellos mismo malvados antihéroes que terminan haciendo algún bien por algún sentido de justicia, por amor o por pura casualidad. O puede que sean personajes de moralidad gris, que simplemente se encuentran con algo tan malo que ni ellos mismos pueden tragarlo.
Hay luz sin duda en esos Salubri que dedican sus no vidas a buscar la redención, a cambio de ser cazados por grupos mucho más poderosos e individuos bien acomodados. Que deben superar grandísimas pruebas para encontrar esa redención y cuando lo hacen, su premio es la muerte, no sin antes pasar la carga de esta no vida miserable a otra persona (esto ya empieza a ser chungo). Y todo para ser testigos y prueba de esta redención ante una raza a la que mayormente se la pela. Recapitulemos: luz, pero pocos, perseguidos, puteados y con sombras.
O los Hijos de Osiris, de los que yo tampoco soy especialmente fan, pero que en vez de una iluminación redentora que un día termine con el sufrimiento, te ofrecen prolongarlo por toda la eternidad, llevando una no-vida de sacrificio, represión y autotortura que no acaba nunca.
No, yo no necesito el mal absoluto, es algo que detesto como a aquéllos Setitas ridículos de la Segunda Edición. Pero por eso creo que una raza de criaturas benignas que salvan al mundo de entidades completamente malas es más propio de una ambientación de Superhéroes que del MdT. Y convertir uno de los mitos del terror clásico en esos superhéroes es un error que no se había cometido desde que sacaron otro cierto juego del MdT.
Voy a poner como ejemplo Mago. Los personajes no son monstruos como pueden ser los vampiros; son, simplificando, humanos con poderes mágicos. Y como humanos pertenecen al gris moral, quizás algo más puestos a prueba por vivencias más chungas de las que se suele enfrentar la clase media en Occidente. Como respuesta, Magos hay de todos los colores y sabores, personas normales, héroes, villanos y monstruos.
El Concilio de las Tradiciones tiene la vistosa misión de traer al mundo las posibilidades infinitas y hacer que todas las creencias sean válidas. Pero rasca en cualquier rincón y verás salir mierda. Fue de hecho los excesos de sus predecesores los que motivaron a la Orden de la Razón. Hablando de ésta, podemos ver el ideal más puro del que nació, convertido en una pesadilla postmoderna.
Frente a estos elementos, la mencionada Corporación Ashukhi parece el sueño del hijo empresario de un hippie. No es que sea demasiado luminosa para el Mundo de Tinieblas, es que la idea de una gran corporación cuya meta sea el bien de la humanidad y la felicidad de sus empleados es ingenua hasta para el mundo real.
Tình yêu cho yêu tinh