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Mensaje
por Baudelaire » 26 Oct 2020, 10:49
Tu familia te observa; con una destelleante mezcla de sorpresa, asombro y pánico. Apenas unos segundos han transcurrido desde tu Semblanza y ya estás abiertamente desafiando las tradiciones… y al concilio… y, por supuesto, poniendo en riesgo todo lo que tu gente ha construído por siglos o incluso milenios.
En un acto reflejo se giran al momento en que abren sus brazos, para observar las siluetas difusas e imaginar lo peor. Tu acto, desafiante, queda impune. Ya han desparecido y, sin miramientos, completas tu gesto de profundo afecto… cierras tus manos en torno a tu padre, luego en torno a tu madre y así sigues con tus mayores. En una situación que les parece absurda y que están lejos de comprender. Qué extraño nudo en la magia feéerica te ha dado esta extraña reacción de igualdad.
Se esperaba tu reverencia y tu sumisión, en cambio decides ignorar todo lo que debería… y te dejas llevar por lo que sientes. Ese torbellino de emociones que se compara a la cornucopia de sucesos que tienen lugar en las cavernas infinitas. Otra vez, las tres efes, el ritmo lánguido y acogedor. La danza de la historia que ya estás retorciendo, pero está lejos de parecerte algo malo… o, siquiera, incorrecto.
Ya tienes ganas de comenzar a aprender, todo… todo… todo lo quieres ahora. Sabes, sin embargo, que la perfección requiere esfuerzo y práctica. Con profecía o sin ella, quieres hacerte uno con el metal. Unirte con tus herramientas y el taller, con los murmullos y las divagaciones, con todo… todo… todo lo sublime que se presenta ante ti.
Luego de alejarte de Flora, caes en cuenta que tus mayores muestran ligeras diferencias en sus Fisonomías con las tuyas. Algo deslavadas, comprendes que su origen no es Ancestral… están entre el mundo humano y el mundo féerico. La deshonra para la familia está en sus existencias, a ti… ¡poco y nada te importa! Son parte de tu magia, de la magia que les une. Si son de origen Unemundos, y están entre ambos, la unión es lo que realmente tiene valor.
Te dan ganas de partir a jugar en su compañía, la mirada severa de tu padre y de tu madre parecen descubrir tus intenciones… el deber o el placer, ¿hay que decidir? ¿otro nuevo desafío que plantear a tu familia y mostrarles que hay más opciones que solamente dos? La creatividad que se requiere para crear armas es la misma que para construir relaciones familiares.
¿Qué harás con tu destino? ¿dejar que se presente, construirlo con esfuerzo y dedicación o ir más allá de la dicotomía?