CAPÍTULO UNO: A TRAVÉS DE LAS CALLES DE LONDRES
En este capítulo los personajes tienen varias opciones que visitar, a partir de la información proporcionada por Lord Adam. Siéntete libre de añadir nuevos escenarios o encuentros que pongan a los personajes sobre la pista o terminen en callejones sin salida.
1. El extraño. La conversación entre Lord Adam y los personajes no ha pasado desapercibida. Dentro del Raven Club se encontraba un pequeño homúnculo actuando de espía para James Standish, un vampiro del clan Tremere. James conoce los apuros que está pasando Lord Adam y sabe que si encuentra a Edward Ravenwood tendrá una importante baza negociadora que le permitirá extraer influencia del Ventrue, y ganar poder dentro de su clan.
James aparecerá “casualmente” ante los personajes en las calles de Londres, con un traje de etiqueta raído y con el rostro cubierto con una capucha, invitando a los personajes a acercarse a él bajo un portal. El vampiro Tremere se hará pasar por un Nosferatu y les dirá que su clan sabe que Edward, un aspirante al Abrazo, ha desaparecido, y que él posee cierta información que podría serles de utilidad. Procurando ganarse la confianza de los personajes les dirá que está dispuesto a compartirla, siempre y cuando estén dispuestos a compartir su recompensa.
A partir de entonces James mezclará información falsa con consejos de investigación y distraerá a los personajes mientras realiza sus propias investigaciones.
Si finalmente su gambito es descubierto, James tratará de huir, y si es capturado negociará con lo que realmente sabe para comprar su libertad, incluso poniendo sus talentos al servicio de los personajes.
2. El domicilio de Edward. En el nº 65 de la calle Bond se encuentra un pequeño apartamento consistente en un cómodo dormitorio y una amplia y ventilada sala de estar, iluminada por una galería de cristal.
Acceder a la habitación de Edward puede ser un poco difícil, pero por fortuna la cerradura no es demasiado complicada. Sin embargo, hay un portero de guardia junto a las escaleras, que acudirá presto si escucha a alguien hurgando en la cerradura. Conoce a los inquilinos del edificio y es desconfiado con los extraños.
El portero se llama Milles, y es un hombre de unos cuarenta años, bastante grande y musculoso, que viste con un gastado uniforme negro. No es particularmente resistente a las Disciplinas Mentales (dificultad 6) pero mantiene su propio código de honor con respecto al trabajo y se resistirá a realizar cualquier acto “ilegal” (como entregar las llaves).
Si es abordado de forma amable y honesta se mostrará menos desconfiado y podrá responder a las preguntas sobre Edward Ravenwood.
Por lo que sabe, el Sr. Edward Ravenwood era todo un gentleman, muy educado y correcto. En ocasiones traía a sus amigos a su casa pero nunca dio motivos de escándalo. Solía comer en el Reform Club y tenía gran interés en la Historia. Dormía tres o cuatro veces por semana fuera de casa (no sabe dónde) y lleva cerca de dos semanas desaparecido, por lo que está pensando en llamar a Scotland Yard.
En el apartamento de Edward encontrarán un saloncito amueblado con muy buen gusto, con una enorme estantería repleta de libros de historia, arte y arqueología. Una parte ha sido habilitada como estudio de dibujo, con una mesa y varios bocetos inacabados de edificios victorianos.
Buscando cuidadosamente los personajes podrán encontrar lo siguiente (Haz una tirada de Percepción + Investigación) o que te describan exactamente su búsqueda:
(Dificultad 6): En los cajones de la mesa de dibujo hay varias carpetas con dibujos terminados. Uno de ellos está lleno de paisajes de Hyde Park y de las Casas del Parlamento. Aunque están realizados con talento no son especialmente buenos.
(Dificultad 7): Rebuscando en el fondo de la mesa de dibujo se encuentra un pequeño libro encuadernado en cuero negro con el título de “Lillian”, que contiene los dibujos de una hermosa mujer de rasgos arábigos vestida con joyas y vestidos orientales. En uno de los márgenes hay una pequeña poesía titulada “Belleza de Oriente” donde se alaba la hermosura de Lillian.
Sobre una pared se encuentra un pequeño retrato de vivos colores de Edward, con la firma de P.Appleton.
(Dificultad 8): Cuidadosamente oculto en el fondo del armario de Edward tras un tablón suelto hay un volumen de “The Arabians Nights”, traducido al inglés por Sir Richard Burton. En el prólogo hay una dedicatoria escrita con letra suave y fina:
“Para mi caballero inglés, de su dulce hurí.”
Si se interroga al portero sobre la existencia de Lillian, se encogerá de hombros y afirmará que Edward nunca trajo mujeres a su apartamento.
3. El Reform Club. El Reform Club es un lugar de reunión para caballeros pudientes. Es un lugar muy selecto y es muy difícil que los personajes consigan entrar sin invitación. Los desconocidos serán invitados de forma amable pero insistente a que se marchen, y el servicio del club llamará a la policía si es necesario.
Si preguntan de forma amable pero discreta, un mayordomo les informará de que Edward Ravenwood hace cerca de una semana que no pasa por allí y varios de sus amigos están preocupados.
Si desean hablar con alguno de los amigos de Edward en el Reform Club se les hará llegar un mensaje, pero no se permitirá a los personajes acceder al recinto. Entre los amigos de Edward se encuentran Henry Sullivan y Bartholomew Bishop. Entre los datos que podrán extraer es que Edward era miembro del Reform Club por la influencia de su padre Arthur, un rico gentleman de Yorkshire.
4. Academia Victoria de Historia y Arte. Esta institución fue creada en 1848 bajo el patrocinio de Su Graciosa Majestad para el fomento de estudios históricos y artísticos, y Edward Ravenwood acudía con asiduidad. Es un edificio moderno con una amplia biblioteca y salas de lectura, investigación y una buena pinacoteca, que está abierta a los visitantes, previo pago de entrada.
Una vez más los personajes no podrán acceder al interior de la Academia (salvo la pinacoteca) si no pertenecen a la misma. Si lo desean, pueden hablar con el director, Ernest Smithfield. Es un amable caballero de unos sesenta años que tratará de convencer a los personajes pudientes de que hagan una generosa contribución (tirada de Manipulación + Etiqueta contra la Voluntad de los personajes. Éstos pueden evitar educadamente su petición tirando por Fuerza de Voluntad dificultad 6 y sacando más éxitos). Respecto a Edward, dirá que era un patrocinador de la Academia y que solía asistir a clases de dibujo como afición, ya que su principal interés era el estudio histórico y artístico. Respecto a Lillian dirá que vio a Edward en una ocasión visitando la pinacoteca en compañía de una “hermosa extranjera.”
La Academia también es uno de los territorios de caza de Marcus Watteau, un vampiro Toreador, que sencillamente ignora por completo todo lo relacionado con Edward. No obstante, si se muestran interesados, está dispuesto a permitir el acceso de los personajes a la Academia a cambio de que contribuyan generosamente al mantenimiento de la institución.
Dentro de la Academia Victoria los personajes podrán hablar con varios de los compañeros de Edward. Uno de sus amigos, Philip Appleton, un prometedor pintor, no deja de hablar favorablemente de él, pues le salvó de apuros económicos en varias ocasiones. Ha visto a Lillian en un par de ocasiones y dice que él y Edward la conocieron en una reunión en casa del Sr. Stewart Heath, un estudioso y erudito.
5. La Iglesia de Santa Margarita. Es una iglesia de origen normando, que Edward dibujó a menudo entre sus paisajes. El edificio dispone de un aura de Fe Verdadera de 1, y los personajes no podrán entrar en el recinto a menos que sean invitados (por supuesto, tendrán que saberlo).
No existe ninguna pista fiable sobre el paradero de Edward en la iglesia. El joven no era nada devoto, y su principal interés al acudir a Santa Margarita era dibujar bocetos.
6. Los amigos de Edward. Lord Adam proporciona a los personajes una lista con los nombres y apellidos de los amigos más íntimos de Edward. Pueden encontrarse con algunos de ellos a medida que investigan el paradero del joven. Para encontrar al resto deberán indagar un poco.
-Henry Sullivan. Este joven londinense es hijo de un próspero banquero de la City. Era sin duda el más allegado de los amigos de Edward. Tiene unos veinticinco años y le espera un prometedor futuro en el mundo de las finanzas. Compartía con Edward su aficción por la Historia y el Arte, aunque de lejos se percibe que en esencia es un hombre práctico.
Henry había concertado una cita con Edward hará una semana, a la que su amigo no acudió. Últimamente lo veía poco, pues al parecer estaba enamorado de una mujer siria llamada Lyly o algo por el estilo. Henry estaba preocupado porque la salud de su amigo se estaba resintiendo. Había adelgazado y se encontraba demasiado pálido.
Henry aguardó durante dos días antes de ir acudir al domicilio de su amigo. Al no obtener respuestas indagó por los círculos sociales que solía frecuentar, pero se había desvanecido sin dejar rastro. Temiendo lo peor, Henry recurrió a Scotland Yard ayer mismo, y de momento no hay resultados.
-Bartholomew Bishop. Un maduro y áspero intelectual con una incipiente calvicie y unos gruesos anteojos, Mr. Bishop trabaja como periodista escribiendo artículos de actualidad para el Morning Cronicle. Su afición favorita es la literatura, y aunque no es demasiado bueno, ha escrito un par de novelas de folletín.
En principio se mostrará un poco receloso ante los personajes, que deberán tratarle con mucho tacto, siendo particularmente reticente a hablar sobre la vida íntima de su amigo sin un buen motivo. Bartholomew sabe que Edward estaba saliendo con una mujer y que era un asiduo visitante de la Academia Victoria de Historia y Arte, donde estaba ayudando económicamente a un pintor, llamado Philip.
En cuanto a vida social, Bartholomew sabe que en ocasiones Edward visitaba locales de dudosa fama, acompañado de Lothar Spencer, a quien no duda en calificar como “un advenedizo sibarita”.
En cuanto a Lillian Vinshati, Bartholomew se sincerará: “Es una mujer enigmática. No me gusta. He indagado sobre su pasado y sólo me he encontrado con ambigüedades. Creo que pertenece a una especie de secta oriental que se reúne en el East End.”
-Philip Appleton. Esta promesa de la pintura es un joven de escasos recursos, bastante realista, y que trabaja muy duro para poder seguir estudiando en la Academia Victoria. Su gran ilusión es poder realizar encargos para la aristocracia y poder vivir desahogadamente.
Edward ayudó al pintor a superar varios apuros económicos sin pedir ninguna contrapartida y no ayudará a los personajes si de alguna forma levantan sus sospechas de que quieren hacer daño a su protector.
Philip sabe que en los últimos meses Edward estaba bastante intranquilo, y a menudo se le veía en compañía de una mujer de exótica belleza. Esta mujer, una siria llamada Lillian, visitó en varias ocasiones la Academia Victoria por su cuenta, comprando varios de los lienzos expuestos.
Si a los personajes no se les ocurre, pueden hacer una tirada de Inteligencia + Finanzas (dificultad 7) para echar una ojeada a los libros de cuentas de la Academia Victoria. Por un par de guineas podrán hablar con el contable y saber que varios cuadros de paisajes londinenses por valor de varios cientos de libras fueron vendidos a la Srta. Lillian Vinshati, y que ella misma envió un coche de caballos a recogerlos a la mañana siguiente. Tras un poco de investigación adicional en la compañía del coche de caballos sabrán que los cuadros fueron entregados a un hombre de aspecto hindú en una tienda del East End.
-Lothar Spencer. Este dandy vividor era el compañero de juergas de Edward, pero mientras su compañero era más moderado y sólo participaba en visitas a burdeles y juegos de cartas de forma ocasional, a Lothar le encanta probar placeres más extremos, emborrachándose a menudo, acostándose con muchachos y frecuentando fumaderos de opio. No es de extrañar que sus excesos se estén cobrando factura en su salud…y en su cuenta corriente.
Lothar se encuentra bastante enfermo y hasta hace unos meses su posición económica era muy precaria. Sin embargo, entonces fue visitado por una dama siria llamada Lillian Vinshati, quien le ofreció una generosa pensión mensual si aceptaba colaborar con ella. Lothar debía presentarla a Edward y mantenerla informada de los movimientos de su amigo.
Lothar se encontraba bastante apurado y aceptó la oferta. Primero fue el dinero, pero después Lillian comenzó a suministrarle opio y una droga rojiza llamada “esencia de vitae”. En verdad Lothar se siente un poco culpable pues de alguna forma sabe que ha estado traicionando la confianza de Edward. Ahora hace más de una semana que Lillian no aparece y no le da ni dinero ni droga y está a punto de derrumbarse. Si es presionado psicológicamente contará que Lillian le pagó para que le ayudase a conquistar a Edward y que teme haberle llevado a una encerrona. El problema es que desconoce el paradero de Lillian y de Edward. Sólo tiene la dirección de un fumadero de opio donde se reunía con ella y no ha vuelto a aparecer.
En verdad Lillian no se ha olvidado de Lothar, pero los personajes han llegado justo a tiempo. A la noche siguiente de su entrevista con los personajes será visitado por un asesino que dará cuenta de él de forma rápida y silenciosa.
-La familia Ravenwood. Algunos miembros de la familia Ravenwood residen en Londres, entre ellos Mathew Ravenwood, primo de Edward. Es un joven de dieciocho años bastante ingenuo y sencillo que está estudiando Derecho en Oxford y se encuentra de vacaciones. No se veía demasiado con su primo ya que posee su propio círculo de amigos, aunque de vez en cuando quedaban para tomar el té en el Reform Club. Mathew recuerda que en cierta ocasión Edward le confesó que planeaba casarse el año que viene. Había conocido a una hermosa mujer y planeaba presentarla en Navidades a la familia para formalizar la relación.
7. Scotland Yard. De momento la policía inglesa no ha comenzado a indagar demasiado en serio. Si preguntan por la denuncia de la desaparición de Edward Ravenwood les dirán que esperan que aparezca pronto.
El detective que lleva el caso, el inspector Douglas, cree que Edward se ha marchado de Londres para casarse con una mujer árabe que no cuenta con la aprobación de la familia. Por supuesto, esto es una mera especulación, porque Douglas no ha hablado con los Ravenwood, y éstos desconocen que Edward estuviera saliendo con una mujer.
De todas formas, Douglas posee testimonio de que Lillian y Edward fueron vistos hace unas noches visitando un circo que ha llegado a la ciudad: el Midnight Circus.
Nota: Ésta es una pista falsa…y peligrosa, por lo tanto utilízala con precaución. Quienes posean el módulo Mundo de Tinieblas: Circo de Medianoche conocerán los peligros que se esconden tras el espectáculo, pero pueden utilizar el suplemento para crear una trama paralela a esta aventura. Quien sabe, puede que alguno de los habitantes del circo decida ayudar a los personajes en su búsqueda… pero el precio que tengan que pagar a cambio pueden ser sus propias almas.