
Por Arkhane Asylum Publishing
CAINITAS DE PARÍS
Adelsinda d’Amboise (Ventrue de 8ª Generación): Arpía de la Corte del Amor de París.
Albi (Malkavian, 6ª Generación): Megalómano dualista, persuadido de realizar la obra de Dios.
Amadeo de Venecia (Toreador, 6ª Generación): Creyente fervoroso, artista, ocultista y cazador de demonios.
Anthéa (Malkavian, 9ª Generación): Ermitaña de París.
Augusto Íñiguez de Navarra (Lasombra, 7ª Generación): Obispo de la Herejía Cainita de París.
Catherine de Montpellier (Toreador, 7ª Generación): Arpía de la Corte del Amor de París.
Geoffrey du Temple (Ventrue, 5ª Generación): Príncipe de París y Señor de la Gran Corte.
Goratrix (Tremere, 4ª Generación): Señor Tremere de Francia y Regente de la capilla de París.
Guillaume (Nosferatu de Mnemach, 7ª Generación): Chiquillo de Mnemach y Preboste de París.
Jean Baptiste de Montrond (Seguidor de Set, 9ª Generación): Habitante del Barrio Latino.
Lucubratio (Tremere, 6ª Generación): Castellano de Goratrix y de la capilla Tremere de París.
Margaux de Courtenay (Brujah, 9ª Generación): Arpía de la Corte del Amor de París.
Mnemach (Nosferatu, 6ª Generación): Matriarca del clan Nosferatu.
Nicodemus (Nosferatu, 9ª Generación): Miembro de los masones y arquitecto de Mnemach.
Oldéric (Ventrue, 8ª Generación): Príncipe de Orleáns y senescal de la Gran Corte.
Pierre el Imbécil (Malkavian 9ª Generación): Líder religioso de los Locos de París.
Piotr le Rus (Malkavian, 8ª Generación): Dramaturgo y comediante conocido entre los mortales.
Salianna (Toreador, 5ª Generación): Reina de la Corte del Amor de París y corregente de la Gran Corte, Matriarca del clan Toreador.
Saviarre d’Auvernia (Ventrue, 6ª Generación): Antigua consejera del Príncipe Alexandre, hermana mortal de Mnemach.
Skiathos (Gangrel, 8ª Generación): Azote de París.
Versancia (Toreador, 7ª Generación): Arpía de la Corte del Amor de París.
ALEXANDRE, EL ANTIGUO PRÍNCIPE DE PARÍS
Abrazado en Atenas hacia el siglo VIII a.C. por el Antediluviano Ventrue, Alexandre tenía el aspecto de un joven muy hermoso de unos dieciséis años, con cabellos rubios y rizados. A pesar de su aspecto juvenil, su poder era fácilmente discernible y podía paralizar de éxtasis o terror a sus interlocutores. Aunque con una naturaleza fría y distante, sus legendarios arrebatos de mal humor y enfados causaron la destrucción de más de un Cainita incompetente, o lo dejaron malherido.
Forjado a través de numerosas pruebas, Alexandre se convirtió en un poder político incontestable y en uno de los Cainitas más destacados de Europa. Sin duda su reinado tiránico y sus celos le costaron su influencia sobre el centro y el este de Francia, pero la muerte de su amante Lorraine terminó pesando sobre su pérdida de poder y su repentina apatía. Su papel en la formación del Sacro Imperio es innegable, pero finalmente, su poder sobre esa parte de Europa se le escapó de las manos en beneficio de Hardestadt, del clan Ventrue, un Cainita mucho más joven entre la Estirpe.
La llegada de la condesa Saviarre en el siglo XI permitió a los Ventrue de la Gran Corte recuperar las riendas del poder durante un tiempo. Sin embargo, después de la destrucción de Lorraine y su amante a manos de Alexandre, el Matusalén se ganó la reputación de destruir todo lo que le rodeaba...incluyendo el reino de Francia.
Las reinas de las Cortes del Amor conspiraron para provocar su caída, aliándose con Geoffrey, chiquillo de Alexandre, y otros Cainitas, entre ellos Veronique d’Orleáns, del clan Brujah; Goratrix del clan Tremere y Mnemach, del clan Nosferatu. Alexandre fue vencido y exiliados en el año 1223, mientras el cuerpo de la condesa Saviarre, con el corazón atravesado por una estaca por Veronique d’Orléans, fue entregado a su hermana mortal: Mnemach.
Desde entonces Geoffrey se ha convertido en el nuevo Príncipe de París y Señor de la Gran Corte, respaldado (algunos dirían que “controlado”) por Salianna, Matriarca Toreador y reina de la Corte del Amor de París.
La comarca parisina es el corazón de la monarquía francesa y del dominio real, que se ha extendido desde las conquistas del rey Felipe II Augusto sobre las antiguas posesiones de los Plantagenet de Inglaterra. Es un gran territorio de terrenos arcillosos y calizos en el que se han excavado numerosas canteras y galerías habitadas por varias comunidades y extrañas criaturas. La región es atravesada por grandes corrientes de agua y está dominada por París, una ciudad de casi 100.000 habitantes, que acoge una población Cainita igual de densa.
París también es el corazón de la política Cainita de Francia, pues en la ciudad se encuentra la Gran Corte del Príncipe Geoffrey du Temple, del clan Ventrue, y de Salianna, su Reina del Amor. Los Cainitas son muy numerosos en este lugar y muchos de ellos son de sangre muy antigua. Es muy probable que todos los neonatos franceses del clan Ventrue pasen en algún momento por la Gran Corte y todos los Toreador de las Cortes del Amor acudan para visitar a la Matriarca Salianna. Incluso los Nosferatu pueden querer conocer a la Matriarca y “hechicera de París” Mnemach. En cuanto a los Tremere, es en la capital del reino donde se puede encontrar al Señor de Francia y Consejero del Círculo Interior del clan: Goratrix.
Las Crónicas ambientadas en la Île de France deben tener en cuenta la compleja telaraña de intrigas y conspiraciones que enfrentan a Cainitas antiguos y poderosos en un contexto político todavía fragil; la autoridad del Príncipe Geoffrey es puesta en duda incluso por su propio clan. Las rivalidades entre Toreador y Ventrue se encuentran presentes pues los Sangre Azules perciben que el poder se les escapa en beneficio de los Artesanos. Los miembros de los Bajos Clanes se escurren entre las sombras, especialmente los Nosferatu, auténticos dueños de París, así como los Tremere.
PARÍS
La ciudad de París se encuentra dividida por el río Sena en dos orillas, con la Île de la Cité en su centro. El Louvre (que todavía no es un palacio real, sino una sencilla fortaleza), el recinto del Temple (capítulo principal de los caballeros Templarios), la plaza de la Grève (puerto y mercado), les Halles (mercado) y el Châtelet (palacio de los prebostes de París), se encuentran en la orilla occidental. En la Île de la cité se encuentra la catedral de Notre Dame (cuya construcción todavía no ha terminado, pero que ya se encuentra consagrada y en funcionamineto), el palacio del obispo y el Palais de la Cité (morada del rey de Francia y la administración de la ciudad). En la orilla oriental se encuentra la universidad, que se extiende alrededor de la iglesia de Saint Julien le Pauvre. Para proteger París, el rey Felipe Augusto hiso construir la fortaleza del Louvre hacia el año 1200 (en aquella época era una fortaleza rodeada de una muralla y un foso, que protegía el acceso a la ciudad desde la desembocadura del río Sena) con una muralla en ambas orillas construida hacia el 1215.
En su origen un antiguo oppidum galo, situado en un lugar estratégico y comercial, era bastante modesto, y la tribu de los parisios era políticamente débil, situada bajo la protección de los poderosos senones tiempo antes de la invasión romana. Al principio un pueblo de barqueros (nautes) y pescadores, los parisios disponían de un pequeño ejército de unos mil hombres si la situación así lo exigía. Un número muy insuficiente para enfrentarse a las legiones romanas del general Labieno que no tuvo problemas en derrotar a Camulogeno, un viejo guerrero galo, y apoderarse de un lugar escasamente fortificado.
Hacia el año 53 a.C. el asentamiento de los parisios comienza a ser conocido como Lutecia, cuando Julio César convoca en el lugar una asamblea de los pueblos galos. Tienen que pasar casi cuatro siglos para que la ciudad adquiera mayor importancia, cuando Flavio Claudio Juliano, o Juliano el Apóstata, como sería conocido después, se hizo coronar emperador de los romanos en Lutecia (un hecho excepcional, que no se repetirá hasta mil quinientos años más tarde, cuando Napoleón Bonaparte se corone emperador en la ciudad).
A lo largo del siglo IV los Cainitas que formarían los Altos Clanes comenzaron a instalarse en Lutecia, participando en su desarrollo, especialmente en la orilla oriental, donde se encontraba el palacio de las termas (morada del emperador Juliano) y otros edificios. La isla en el centro del Sena ya se encontraba unida a las dos orillas por dos puentes, protegidos por grandes torres. Desde el siglo V, en la ciudad comenzaron a construirse iglesias y otros lugares de culto, así como escuelas y hospitales cristianos. Fue en estos momentos cuando se produjeron los principales cambios aportados por el cristianismo.
A comienzos del siglo VI, el rey Clodoveo convirtió París en la capital del reino de los francos. Hizo construir sobre el monte Lucotitio (futuro monte de Saint Geneviève) una iglesia dedicada a San Pedro, donde enterró a su esposa Clotilde. Santa Genoveva, que defendió valientemente París contra los hunos de Atila, también fue enterrada en esa iglesia, que tomaría su nombre.
Pero los francos merovingios se diferenciaban de los romanos en que no les gustaba vivir en las ciudades y preferían asentarse en los campos circundantes, construyendo fincas y villas, muy alejadas del esplendor romano. El dominio real más importante de la época se encontraba en Clippiacum (Clichy).
El Matusalén Alexandre, del clan Ventrue, se estableció en París durante la época de Clodoveo, fundando su Gran Corte y ejerciendo su autoridad sobre otros Cainitas de los clanes Lasombra, Toreador y Ventrue, que habían comenzado a establecerse después de la llegada de Julio el Apóstata.
Con la llegada de la dinastía de los reyes carolingios, París y su región perdieron prestigio y su posición de capital se trasladó a Aquisgrán y después a Laón. Salianna, del clan Toreador, llegó en el año 843 a París con su chiquilla Lorraine, imponiéndose como una figura de poder, y bajo su influencia, París comenzó poco a poco a recuperar su importancia. Por desgracia, su intento de aliarse con Alexandre a través de su chiquilla Lorraine, terminó con un drama y la muerte de Lorraine a manos de un Príncipe loco de rabia, y después devorado por los remordimientos (a principios del siglo X). La situación se envenenó entre Alexandre y Salianna, y se agravó un siglo después con la llegada de la misteriosa condesa Saviarre de Auvernia, del clan Ventrue, que se convirtió en la confidente y consejera de Alexandre.
Humillada, Salianna aprovechó el auge de las cortes del amor en el siglo XII (bajo el impulso de Leonor de Aquitania) para crear las cortes del amor Toreador, consiguiendo una influencia y gran poder sobre otras reinas de su clan en menos de un siglo. Cuando el rey Felipe II Augusto convirtió de nuevo París en el corazón del dominio real a finales del siglo XII, la ciudad comenzó a adquirir una importancia definitiva.
El año 1223 estuvo marcado por dos sucesos de importancia: el exilio de Alexandre, víctima de la venganza de Salianna y otras reinas de las cortes del amor y la muerte del rey Felipe Augusto, uno de los más grandes soberanos de Francia, enterrado en Saint Denis.
En el año 1223 también varios refugiados procedentes de Constantinopla fueron desplazados de París y redirigidos a otros dominios del sur, donde numerosos Cainitas habían perecido durante la cruzada contra los albigenses, que continuaría durante el año siguiente.
Las Crónicas parisinas pueden ganar mucho con las intrigas de la Gran Corte y la Corte del Amor de Salianna, pero existen otras muchas posibilidades. Los Nosferatu poseen un refugio bajo la Île de la Cité, entre las numerosas galerías y catacumbas construidas por los romanos. Recogen información de los Altos Clanes y buscan su sangre y recursos entre las filas de los marginados de la ciudad, entre mendigos y ladrones. La fortaleza del Temple es el capítulo principal de los caballeros templarios y también hace la función de banco. La universidad de París es un gran centro de saber y un gran atractivo para Cainitas eruditos de todos los clanes. La catedral de Notre Dame se encuentra muy avanzada, y desde el año 1239 alberga la Corona de Espinas, un fragmento de la Vera Cruz y otras reliquias de la Pasión de Cristo adquiridas por el rey Luis IX al emperador Balduino II de Constantinopla por una suma colosal que representa más de la mitad de los ingresos anuales del dominio real, unas 135.000 libras tornesas (una suma a la que han podido contribuir algunas Cainitas, tan piadosos como ricos). El rey acaba de comenzar la construcción de la Santa Capilla para acoger las reliquias, que será terminada en el año 1248. La Matriarca Salianna ha comenzado a envidiar los edificios construidos por sus vasallos, y ha visto una buena oportunidad para atraer a los mejores artistas y arquitectos para que contribuyan a la construcción de una de las joyas más brillantes del estilo gótico. Ha confiado la supervisión de los trabajos a Jules de Toulouse, miembro del gremio de los masones.
LOS PUENTES DE LA ÎLE DE LA CITÉ
En el siglo XIII el corazón de París está unido por dos puentes: El Petit Pont desde la orilla occidental y el Grand Pont en la orilla oriental. Estos puentes (en gran parte construidos de madera) se debilitan regularmente con las crecidas del río Sena, e incluso se rompen. En ellos se han construido varias casas y tiendas (más de cien sólo en el Grand Pont), así como molinos de agua que incrementan el peso sobre su estructura.
Estos lugares de paso inevitables para atravesar el río Sena por tierra son especialmente vigilados, y ningún Cainita puede instalar en ellos su refugio, para evitar un drama semejante al que ocurrió con la destrucción del Petit Pont en el siglo pasado. En el año 1196 el Petit Pont fue arrastrado por una crecida del río en pleno día. Dos Cainitas (Un sire y su joven chiquilla), que habían instalado su refugio en el puente, fueron arrastrados durante su letargo diurno por el río, bajo un cielo azul de invierno, y ardieron en llamas ante los ojos aterrados de varios barqueros y trabajadores de la ciudad. Este incidente no habría tenido mayores consecuencias si el obispo Maurice de Sully (que ordenó la construcción de la catedral de Notre Dame e hizo reconstruir y reforzar el Petit Pont diez años después) no hubiera estado también presente por pura casualidad.
Afortunadamente, el incidente fue olvidado y el obispo ordenó retirarse a la abadía de San Víctor para morir unos meses después, sin duda debido a su avanzada edad. Este antiguo maestro de la escuela catedralicia de París, consejero de los reyes Luis VII y Felipe II, fue uno de los más grandes eruditos y teólogos de la ciudad, que apreciaba por encima de todo. De todas maneras, varios testigos afirman haber visto al obispo después de su muerte, paseándose durante la noche entre las obras de Notre Dame y el Petit Pont…
LA GRAN CORTE
Geoffrey du Temple mantiene su Gran Corte en la Île de la Cité, no lejos de la reciente catedral de Notre Dame.
La sucesión del Príncipe Alexandre y Saviarre no fue nada sencilla, y el caos amenazó con apoderarse de la sociedad Cainita de la ciudad. Lo peor fue evitado gracias al apoyo de la reina Salianna, pero también al de Mnemach, cuyos espías Nosferatu se ocuparon de aislar a los detractores más fervientes de Geoffrey y evitar que prepararan un posible regreso de Alexandre; los Nosferatu fueron ayudados en su tarea por varios Tremere, cuyos rituales permitieron dominar a los enemigos y opositores más fanáticos del nuevo Príncipe regente. Hasta el nuevo obispo de la Herejía Cainita, Augusto Íñiguez de Navarra, evitó avivar las llamas del conflicto y ha mantenido discreto su deseo de encontrar a la desaparecida condesa Saviarre.
Varios Ventrue (y algunos Lasombra) de gran influencia, fueron expulsados de París por haberse negado a aceptar el dominio de Geoffrey, y sus bienes fueron confiscados. Esta “purga” no hizo nada popular a Geoffrey, pero era necesaria una demostración de fuerza para asegurar su naciente autoridad, y que su posición de Príncipe (gracias a la intervención de Salianna) fuera reconocida por los poderosos Príncipes Mithras y Hardestadt, del clan Ventrue. Este último incluso se negó a ofrecer hospitalidad al exiliado Alexandre, juzgando (con justicia), que era un individuo inestable y potencialmente peligroso.
Sin embargo, la situación podría cambiar con el tiempo; Geoffrey ha establecido contacto con Julia Antasia de Francfort y su chiquilla Irmgard de Augsburgo, Príncipe de Chalon. Ellas buscan aliados para hacer frente a los Feudos de la Cruz Negra de Hardestadt, combatir a los seguidores de la Herejía Cainita y promover el ideal de los Prometeos. Salianna, aliada con Hardestadt, no ve con buenos ojos estos contactos y teme perder su influencia sobre Geoffrey.
La Gran Corte ejerce su influencia sobre los Cainitas e instituciones humanas de París a través de los Príncipes que han prestado juramento a Geoffrey así como los bailíos y senescales que sirven directamente al Príncipe de la ciudad, y cuya autoridad sobrepasa en teoría la de los Príncipes locales. Si bien esta “centralización” del poder era admitida en general en los tiempos en que gobernaba Alexandre, la situación a cambiado y los Príncipes a menudo muestran reticencias a ceder a los deseos del Príncipe de París (especialmente los que ven la influencia de Salianna detrás de las decisiones que a veces parecen beneficiar discretamente la posición de los Príncipes del clan Toreador).
Si en teoría Geoffrey es el único Señor de la Gran Corte, la influencia de Salianna se manifiesta, aunque ella prefiera no intervenir directamente para no debilitar de forma abierta la posición del Príncipe de París y provocar una nueva situación caótica que no beneficiaría a sus intereses.
LA TRIMARKISIA
El trío de chambelanes conocidos como Trimarkisia reciben su nombre de una unidad de caballería gala formada por tres caballeros. La matriarca Mnemach de los Nosferatu habría propuesto este nombre al Príncipe Geoffrey cuando éste soñaba con dividir la posición de chambelán entre tres Cainitas diferentes (La mayoría de los Ventrue se molestaron porque no se utilizara el término Triunvirato, aunque no fuera apropiado).
El Trimarkisio de Palacio (Gauthier de Nemours, Toreador de 8ª Generación, seguidor de Salianna) es el responsable de la Île de la Cité y de los dos puentes que unen ambas orillas (en el año 1242, de las dos islas de París, sólo la Île de la Cité está habitada); la Trimarkisia de la Universidad (Valeria, Brujah de 9ª Generación, amiga de Véronique d’Orleáns y seguidora de Geoffrey) es responsable de la orilla occidental y el Trimarkisio de la Ciudad (Pierre Amaury, Ventrue de 9ª Generación, igualmente seguidor de Geoffrey) es responsable de la orilla oriental.
Aunque a Mnemach le hubiera gustado que uno de los tres chambelanes fuera parte de su clan, ha debido conformarse con el puesto de Preboste, confiado a su chiquillo Guillaume, respaldado por su Azote Skiathos (un extraño Gangrel aliado con los Nosferatu y procedente de un antiguo linaje griego que ha desarrollado la Disciplina de Ofuscación en lugar de Fortaleza). La Trimarkisia ha permitido a Geoffrey delegar una gran parte de la administración de la ciudad para ocuparse de los asuntos de la Gran Corte.
EL PALACIO DE LA GRAN CORTE
Geoffrey reside y celebra su corte en un lujoso edificio de piedra tallada construido originalmente bajo la supervisión de Saviarre a principios del siglo XI (poco después de la construcción del palacio del rey Roberto II el Piadoso). El edificio todavía está rodeado por un muro de unos seis metros de altura y jardines. La arquitectura interior de este pequeño palacio está inspirado por la antigua Roma y el arte carolingio, los techos están recubiertos de pinturas y mosaicos sublimes y coloreados para alabar la gloria de Alexandre (y de Saviarre), realizados por los más grandes artistas mortales y Cainitas.
El gran salón de la planta baja es un modelo de esplendor donde se mezclan el azul, la púrpura y el oro de los mosaicos, que rivalizan con las obras bizantina más bellas, y que resplandeces mediante los inmensos candelabros suspendidos con velas que parecen arder indefinidamente sin consumirse (una magia renovada regularmente por la Nosferatu Mnemach, y que siempre se detiene un momento para realizar un gesto de desprecio ante una de las representaciones de Saviarre, en estos momentos oculta detrás de una cortina negra).
Aunque Salianna se siente algo molesta -con razón-, y considere que al disponer de los mejores artistas y artesanos sería preferible “repensar la decoración,” Geoffrey se ha negado a realizar la menor modificación, salvo para ocultar las representaciones de la condesa Saviarre detrás de gruesas cortinas negras. Algunos creen que el Príncipe de París no quiere ofender a los Cainitas que respetaban a Alexandre, y otros consideran que no se siente del todo legítimo, y que de forma consciente (o no) cree que es un usurpador. En realidad, Geoffrey desea conservar el recuerdo de su sire, no porque haya sido uno de los Príncipes más grandes de Europa, sino para recordar todas las noches lo que cuesta, incluso a los poderosos, no caer en la arrogancia.
En el palacio también se encuentran grandes habitaciones (repartidas en los dos pisos superiores) destinadas a Geoffrey y sus invitados. En otras habitaciones más humildes se alojan los servidores del Príncipe en la planta baja. En el subsuelo se encuentran unas termas romanas con un gran baño o natatio, donde el agua se encuentra tibia gracias a un sistema de calefacción que calienta también el resto de del edificio. A Geoffrey le gusta relajarse allí, rodeado de sus ghouls favoritos, en su mayoría antiguos Templarios.
LOS ANTRUSTIONES
Estos Cainitas han jurado fidelidad al Príncipe Geoffrey y cumplen numerosas misiones a sus órdenes. Normalmente se organizan en coteries unidas por intereses o los tipos de misiones que se les han confiados. Los más respetados son quienes han demostrado su devoción y competencia, formando la guardia personal del Príncipe de París y actuando también como consejeros extraordinarios. Salianna suele llamarlos “Las damas de compañía de Geoffrey” (aunque esta época se utiliza el término de “damas de honor,” menos peyorativo).
LOS VIGILES
Los vigiles (en latín) o “guardias de la noche”, forman un cuerpo de élite constituido por caballeros y ghouls del clan Toreador, inspirado por los vigiles urbani de Roma. Creados por Salianna para vigilar París y a su propia persona (así como a su propia chiquilla Hélène la Justa), están constituidos por guerreros tan hábiles como rápidos, capaces de intervenir al instante en caso de necesidad (y tienen ojos y oídos por todas partes). El comandante, o “Prefecto”, según el término antiguo, de los vigiles se llama Antoine de Montlhéry (Toreador, 8ª Generación). Los Cainitas de este grupo tienen el título de “tribunos”, mientras que los ghouls son simples soldados rasos. Los vigiles están formados por una media docena de tribunos Toreador y unos veinte ghouls (sin contar otros tres Cainitas que se encuentran en la Corte del Amor de Champaña, vigilando a la reina Hélène la Justa).
Los miembros de este cuerpo normalmente sólo responden ante Salianna, pero el Preboste Nosferatu de París, Guillaume, ha obtenido de Geoffrey el poder para que le rindan cuentas y se pongan a su servicio si es necesario.
LA CORTE DEL AMOR DE PARÍS
Aunque Salianna mantiene su corte en su morada no lejos de la Gran Corte de Geoffrey, en la Île de la Cité, le gusta organizar celebrar eventos excepcionales en otros lugares prestigiosos de París, especialmente los que están unidos a la ciudad antigua, como el palacio de Thermes o los edificios de entretenimiento en las dulces noches del verano. Estas celebraciones muestran un lujo fastuoso y sin igual y son el escenario de proezas intelectuales (y a veces marciales) que no tienen otro objetivo que entretener a la Reina de París y obtener su favor. Durante las noches de invierno, la corte se reúne en su morada y el ambiente es más propicio a los secretos de alcoba y las manipulaciones, mientras grandes braseros cubiertos, que se parecen a relicarios inmensos, calientan los cuerpos gélidos de los Cainitas, que más que nunca se deleitan con la sangre cálida de los mortales.
El amor es raro en las parejas medievales, los matrimonios suelen ser concertados entre las familias de los cónyuges, y es algo más parecido a una forma de respeto que busca la procreación y la transmisión de la herencia dentro de un linaje que se espera que prospere. De hecho, una de las preguntas que se debaten con más frecuencia en las cortes del amor es: “¿Puede existir el amor entre esposos?” Aunque el amor se considera cortés, los idilios nacen y mueren, a veces causando dramas que estallan a plena luz del día. Pero no se puede ganar el juego de la fin’amor salvo que se supere el rito de l’assag (o essai) que consiste en que los amantes se acuesten desnudos, uno al lado del otro, sin tocarse durante toda una noche. Por desgracia, son numerosos los mortales que se someten a la tentación y consuman su pasión (un hecho difícil de disimular frente a árbitros tan “perspicaces” como los Toreador). Algunos Cainitas se prestan al assag, tanto con mortales como con otros vampiros, pero son eventos mucho más raros (sin duda porque saben lo que les ocurrirá si no pueden contener sus deseos mientras son aguijoneados hasta el borde del frenesí para hacer el rito más “interesante”). El trovador Gautier d’Arras (Toreador, 11ª Generación) es el juez del assag en la Corte del Amor de París y es el que aplica los castigos y sanciones decididos por Salianna en caso de fallo por parte de los amantes que no respetan el voto de cortesía amorosa que se han prometido el uno al otro. Mejor les va a los que son capaces de soportar y hacer frente a las humillaciones que les esperan, a veces mortales. A la reina Salianna no le gusta que se rompan la pureza y la virtud inherentes al amor cortés.
Desde luego, la Corte del Amor de París también es el escenario de juegos políticos al margen de la Gran Corte, lo que permite a Salianna reafirmar su posición y autoridad sobre los Cainitas de París, una situación que desagrada a Geoffrey, que ha adquirido cierta paranoia con el tiempo. En consecuencia, el Príncipe envía a Cainitas de confianza para que observen discretamente lo que se puede estar tramando a sus espaldas.
LAS BELLES DAMES SANS MERCI
Bajo este nombre se encuentran las destacadas Arpías de la Corte del Amor de París. En estos momentos son cuatro: Dos Toreador (Catherine de Montpellier, que mantiene una profunda rivalidad con el rey Étienne de Poitiers, y Versancia), una Brujah (Margaux de Courtenay) y una Ventrue (Adelsinde d’Amboise). Estas Cainitas se complacen en humillar a sus iguales al menor error, destruyendo reputaciones con una palabra, un gesto o una mirada.
Todas las Arpías tienen un nivel elevado de Presencia y les encanta inspirar el amor y los celos entre los mortales que frecuentan la Corte del Amor de París. Desde hace poco, a petición de Salianna, han aceptado formar a algunas “discípulas” para enviar a las diferentes Corte del Amor, actuando como embajadoras (y espías).
LAS ARTES
París se beneficia de la presencia de varios Cainitas implicados en el ámbito de las artes, sea cual sea su forma. Desde luego, Salianna dirige en gran parte las acciones del clan Toreador, participando en el embellecimiento de la capital real de los francos. Entre los otros Artesanos implicados, se puede citar a Catherine de Montpellier y sobre todo a Amadeo de Venecia, muy implicado en las artes religiosas (arquitectura y misterios).
Otros clanes también están implicados en el cultivo de las artes, especialmente los Malkavian, que se mezclan con facilidad en los grupos de comediantes, juglares y malabaristas itinerantes. Entre estos últimos, Piotr le Rus se ha forjado una reputación sólida, tanto entre mortales como entre condenados, y el Príncipe Geoffrey aprecia las representaciones de su grupo (al contrario que Salianna, y nada sorprendente, los demás Toreador, que consideran sus espectáculos “groseros” y dudan de que su clan pueda hacer nada “peor”, sobre todo con los excesos habituales en ocasión de la fiesta de los locos).
LA CAPILLA TREMERE DE PARÍS
Situada en el barrio de la universidad, la capilla Tremere oculta su naturaleza bajo la apariencia de un establecimiento de enseñanza de fachada destartalada, procurando no atraer la atención de los frailes mendicantes. Los únicos estudiantes aceptados son los que conocen la naturaleza oculta del lugar, futuros reclutas para la Casa Goratrix, tanto como ghouls como futuros miembros del clan Tremere.
La capilla tiene cuatro plantas y también alberga en su interior un sistema de túneles que conectan con varias habitaciones subterráneas y catacumbas antiguas, donde se realizan los experimentos e investigaciones más “sensibles.” Los ghouls vigilan las calles y barrios próximos durante el día, apoyados por Gárgolas leales durante la noche. Diferentes protecciones místicas protegen los accesos a la capilla.
El Regente Goratrix, miembro del Círculo Interior del clan Tremere, es uno de los Usurpadores más poderosos. Aunque sea un Cainita “joven”, su Generación y sus conocimientos taumatúrgicos lo convierten en un adversario formidable que es mejor evitar. Por suerte, se dedica casi exclusivamente a regresar a su posición en la capilla de Ceoris, considerándose exiliados por el propio Tremere y guardando un resentimiento profundo que lo devora en su interior. Goratrix confía las riendas de la política a su castellano Lucubratio, un Cainita conocido por su paladar excepcional y su gran pasión por la sangre humana, especialmente la de su ghoul Isabella, cuyo sabor afirma que no tiene igual.
Políticamente, la participación de Goratrix en la caída de Alexandre le ha permitido obtener varios favores por parte de Salianna, Geoffrey e incluso -aunque en menor medida-, de Mnemach, abandonando definitivamente la capilla de Ruán para instalarse en París. En el auge de las cruzadas albigenses, fue uno de los artífices de la destrucción de la capilla de los magos herméticos de Crête de Brumes, así como de varios Salubri de la casta de los guerreros ocultos entre las filas de los herejes. Ahora su objetivo es eliminar la orden del Temple, cuya poderosa comandancia en París alberga magos poderosos para los Cainitas, pero también a algunos Salubri de la casta de los guerreros y Brujah de la secta de los Prometeos. Al mismo tiempo trata de perfeccionar su obra y mejorar sus Gárgolas, decepcionado por su antigua aprendiz Virstania, que se encuentra en Ceoris. Su último sujeto de estudio es una Gárgola creada a partir de una mujer Salubri que vino del reino de Aragón para ayudar a los albigenses. Esta Gárgola parece conservar una voluntad formidable y el recuerdo de lo que era, así como sus Disciplinas. Goratrix trata de quebrantar su espíritu, sometiéndola a prolongadas sesiones de tortura en las que disfruta, persuadido de que le permitirá crear Gárgolas todavía más poderosa. Pero esta Gárgola, que se hace llamar Rocia (7ª Generación) muestra una resistencia y una determinación increíbles, esperando el momento en que podrá escapar a la vigilancia de sus carceleros y participar en la liberación de sus nuevas hermanas.
De Ruán a París: Un espejo encantado por la magia de sangre de Goratrix le permite transportarse en un momento a la capilla de Ruán y regresar igual de rápido. Aunque no lo utiliza desde hace varias décadas, todavía funciona.
La vitae alquímica: Deseando Abrazar de forma masiva para fortalecer su Casa, Goratrix se encuentra con un problema difícil: es imposible alimentar a tantos Cainitas sin llamar la atención, como ocurrió en el año 1135, cuando varios de sus neonatos Tremere pagaron el precio, lo que le valió a Goratrix una advertencia de una delegación de Lasombra y Ventrue sobre respetar la proporción entre depredadores y presas. El Regente Tremere ha confiado el problema a Lectora, la alquimista de la capilla, que busca la creación de sangre artificial. En el año 1141, Lectora consiguió elaborar una mezcla alquímica extrayendo la vitae de un Cainita (“vivo”) mediante una red de tubos, cubas y alambiques, añadiendo los órganos de varias criaturas exóticas, oligoelementos y una pequeña cantidad de vis (la energía mística que los magos llaman quintaesencia). El resultado fue espectacular, incrementando por diez la cantidad de vitae inicial así obtenida. Aunque esta vitae artificial no sirva para la práctica de la magia de sangre y su gusto sea horrible, puede conservarse un mes y resistir temperaturas extremas. Por desgracia, esta vitae alquímica también tiene efectos secundarios terribles sobre los Cainitas que la consumen en grandes cantidades (sólo sobre los neonatos Tremere): se vuelven inestables y caen con más facilidad en el Frenesí. Para su disgusto, Goratrix tuvo que encargar a su lugarteniente Frondator que eliminara a los neonatos que supusieran una amenaza para la reputación de la capilla, lo que realizó con celo y una buena dosis de sadismo. Finalmente, lo que habría constituido una ventaja fundamental para los Tremere, permitiéndoles obtener una posición importante entre los Altos Clanes, se ha convertido en un fracaso.
EL DÉDALO NOSFERATU
Bajo la Île de la Cité se extienden los dominios subterráneos de los Nosferatu, el dominio de Mnemach y sus “hijos”, cuya población no cesa de aumentar. Nuevos túneles y accesos están siendo excavados y forman un laberinto lleno de pasadizos secretos y estructuras ingeniosas, obra de Nicodemo, un arquitecto Nosferatu de gran genio que pertenece al gremio de masones, como el Toreador Jules de Toulouse que supervisa las obras de Notre Dame. Los dos Cainitas rivalizan por el control del gremio, esperando en secreto que el maestro Jacques no reciba el Abrazo del otro cuando llegue el momento.
Los principales refugios de los Nosferatu se encuentran debajo de un orfanato cerca de Notre Dame y en los cimientos del ayuntamiento que está siendo construido frente a la catedral. La Matriarca Nosferatu parece dar una gran importancia a los huérfanos, indigente y enfermos, no ahorrando esfuerzos en mejorar su condición y protegerlos si es necesario.
Aunque varios de los Nosferatu de París son descendientes de Mnemach, la mayoría de ellos se encuentran fascinados por el trabajo de Nicodemo, la arquitectura y la talla de la piedra, aprendiendo y desarrollando las técnicas y formando una escuela de artesanos Nosferatu especializados en el arte de crear y construir estructuras subterráneas. Estos Hijos de la Piedra (a veces conocidos como “Dedalianos”) incluso han desarrollado un poder de Ofuscación que les permite adoptar el aspectos de estatuas, y algunos también pueden utilizarlo durante su letargo diurno para parecer estatuas yacentes.
LA HEREJÍA CAINITA
Después de la destrucción del Obispo de la Herejía Cainita Antoine de Saint Lyes en el año 1223, víctima de su locura e incinerado por el poder de la Fe Verdadera, Augusto Íñiguez de Navarra se convirtió en el nuevo Obispo de París. Pero Augusto se encuentra muy alejado de Antoine, contra el que se volvió poco antes de que sufriera la Muerte Definitiva. El nuevo Obispo no cree en su doctrina, y no parece afectado por la reciente destrucción de la Curia Carmesí. En realidad, venera el Abismo que para él representa el verdadero poder.
El Obispo Augusto ha participado en la destrucción de lo que queda de la Herejía Cainita para ganarse el favor del Príncipe Geoffrey, consciente de que no tiene nada que ganar, y sí mucho que perder, si el frágil equilibrio de la política Cainita se vuelve contra él.
Manteniendo relaciones tenues con los Nosferatu, los poderes abismales del Lasombra comienzan a extenderse en algunos de sus pasadizos subterráneos, donde algunos de los miembros más jóvenes del clan han desaparecido sin dejar ni rastro, quizás atrapados por las sombras vivientes que se extienden de forma amenazadora bajo Notre Dame y sus alrededores, formando “bolsas” de oscuridad que desaparecen con la misma rapidez con que aparecen, como si buscaran algo.
El vínculo de las tinieblas: En realidad, el Obispo Augusto a creado un vínculo extraño con las sombras, que actúan como una extensión de sus deseos profundos. Agitándose a ciegas, buscan la fuente de la obsesión del Obispo Lasombra donde sienten su presencia: La condesa Saviarre. Tentáculos de sombras vivientes se manifiestan cada vez a más profundidad en los laberintos de los Nosferatu, extendiendo sus apéndices largos y finos en cada rincón, antes de desaparecer cuando se extienden demasiado o se acerca un Cainita. Pronto, uno de esos tentáculos encontrará el cuerpo de Saviarre, y el Obispo Augusto sabrá instintivamente dónde se encuentra, a menos que las sombras la traigan directamente hasta él…
Albi y el Opus Dei: El Malkavian Albi ha reunido a su alrededor un pequeño grupo de fieles, tanto mortales como Cainitas, que comparten sus ideas dualistas. Entre ellos se encuentran antiguos miembros de la Herejía Cainita que odian al Obispo Augusto y sólo desean su destrucción. Albi les ha explicado que pueden realizar la obra de Dios en el mundo liberando la catedral de la influencia nefasta de Augusto y arrebatando el poder de manos de Toreador y Ventrue. Aunque el Malkavian no sabe cómo derribar la Gran Corte y las Cortes del Amor, conoce a alguien que podría ayudarle: La condesa Saviarre. Obsesionado por la antigua aliada de Alexandre, recientemente Albi ha tenido una visión que confirma sus sospechas: La condesa se encuentra en París, aprisionada en algún lugar, y sabe que el Obispo Augusto podría conducirle hasta ella, aunque el Lasombra todavía no lo sabe…
LA SANTA RECLUSA DE LOS INOCENTES
En París se encuentran algunos de los Malkavian más devotos que existen. Organizados en torno a Pierre el Imbécil, otros han sido iluminados tras sus encuentros con su chiquillo, Anatole, después de su venida y enfrentamiento teológico con el Obispo Antoine de Saint Lys en el año 1223.
Pero una de las Malkavian más famosas de la ciudad es Anthéa, la reclusa de los Santos Inocentes. Encerrada por propia voluntad desde hace casi diez años en una celda minúscula en la iglesia, con un estrecho respiradero recubierto de barrotes como única abertura a la calle y el mundo exterior, se encuentra en contemplación, acurrucada en un rincón donde el sol no puede alcanzarla, ni siquiera en pleno día.
Los mortales respetan a la ermitaña reclusa y le ofrecen alimento y agua a través del respiradero, pero todos saben que Althéa sigue un largo ayuno que le permita alcanzar un estado de beatitud total y se dice que conversar con Dios. Y también se dice, que como Cristo en el huerto de Getsemaní, no habla y no se comunica con Dios excepto durante la noche. No forma parte dela Iglesia, pero ni siquiera los frailes predicadores se atreven a interrumpir su largo ayuno contemplativo. ¿Quién se atrevería a interponerse en el camino de una futura santa?
Los Cainitas saben que a cambio de un poco de sangre de un mortal devoto, tomada sin violencia o libremente concedida sin ninguna coerción sobrenatural, Althéa aceptará responder a una de sus preguntas (y sólo una). En ese caso, la Malkavian utiliza una combinación de Disciplinas (Dementación 3 y Auspex 4) para proyectar una visión en torno a la respuesta de la pregunta. Como el poder Ojos del Caos, esta “revelación” es muy enigmática y necesita ser interpretada, pero siempre es verdadera y útil. Althéa sólo utiliza este poder una vez por noche y jamás dos veces sobre la misma persona.
LOS RAVNOS PHAEDYMITAS DE PARÍS
Apartados de París durante el largo reinado de Alexandre, que mantenía un odio feroz hacia los “vagabundos y charlatanes”, según sus propias palabras, los Ravnos son ahora aceptados en la ciudad. El Príncipe Geoffrey aprecia especialmente a los Phaedymitas que siguen el Camino de la Caballería. Se dice incluso que mantiene una relación con una de ellos, una tal Malaquita (Ravnos, 7ª Generación), cuya belleza, gracia, inteligencia y habilidad marcial serían impresionantes, y cuyo dominio del Quimerismo le permite realizar acciones imprevisibles durante el combate, evitando ataques de sus adversarios. Salianna cierra los ojos ante este “pasatiempo” que le permite alejar un poco más a Geoffrey de los asuntos políticos y dejarle el camino libre. Sin embargo, si la influencia de Malaquita sobre el Príncipe se reforzara, se convertiría en una víctima colateral más de las ambiciones de la Reina de París.
LA UNIVERSIDAD
En la orilla oeste de París se encuentra la universidad y varios lugares decadentes, donde los estudiantes pasan el día (y la noche). Los incidentes son numerosos debido a los espíritus embriagados por el alcohol, las peleas habituales y la prostitución, vista con muy malos ojos por el rey, extendida especialmente en las casas de baños, a menudo abiertas durante la noche al contrario que otros lugares de “entretenimiento” (una prueba de la influencia de Jean Baptiste de Montrond, de los Seguidores de Set, y que también posee varios proveedores de bebidas y establecimientos de prostitución reservados a los más decadentes y que satisfacen los gustos más exóticos...o abiertamente perversos). La protección de la que se benefician los estudiantes con el rey Felipe II Augusto contra los oficiales reales y el preboste parisino ha sido felizmente retirada por el rey Luis IX después de la famosa huelga de 1229 y la mano de hierro que se impuso. Es necesario señalar que en la universidad de París, entre profesores y alumnos, se encuentran unas 10.000 personas, es decir, la población de una ciudad pequeña.
A mediados del siglo XIII, una querella intensa enfrenta a los Brujah y los Capadocios. Los primeros apoyan a los maestros seculares (los sacerdotes y canónigos que viven entre los laicos), y los segundos apoyan a los maestros regulares (que pertenecen a órdenes religiosas y siguen una regla, especialmente los monjes benedictinos, cluniacenses y cistercienses). En principio, los profesores regulares ganan la querella, pero en el año 1242 continúan las tensiones entre las dos formas de vida, a pesar del apoyo importante del rey Luis IX a los monjes dominicos y franciscanos. Finalmente son estas dos órdenes mendicantes las que imponen su presencia en la universidad, lo que conducirá a una influencia importante de la Inquisición y la Sociedad de Leopoldo, principalmente en el castillo de Vauvert.
ARISTOTLE DE LAURENT
El famoso Nodista, sire adoptivo de Beckett, nace en París en el año 1101, y es Abrazado durante la segunda mitad del siglo XII, aunque posiblemente no se encuentre en Francia hacia 1242. Un gran viajero, es mucho más probable que se encuentre en Italia durante esta época. Quizás incluso esté a punto de dirigirse a Tierra Santa desde Venecia...