"El juego del calamar"
El último fenómeno mundial que tenemos en Netflix, procede de Corea del Sur y bebe de todo tipo de fuentes que nos llevan a recordar desde Los Juegos del Hambre, La Casa de Papel, Perdidos o referencias simbólicas como la filmografía de Tarantino o las escaleras de Escher. De toda esa mezcla sale una serie muy bien concebida y ejecutada... y no apta para estómagos sensibles.
No quiero hacer mucho spoiler, pero la serie parte de la base de un juego en el que participan ciudadanos que atraviesan grandes problemas económicos a los que se les ofrece un importante premio en metálico si pasan una serie de pruebas. A partir de ahí se introducen temas mucho más profundos como la empatía, la solidaridad, el egoísmo o una crudísima crítica al capitalismo. Nos lleva ante el espejo a mirarnos a nosotros mismos y comprobar qué seríamos capaces de hacer en situaciones extremas.
En lo puramente cinematográfico, la narración es excelente, mezclando características propias del audiovisual asiático (como planos largos, ritmos lentos, etc) con una fotografía apabullante y un guion cuidado. En la parte mala, hay ciertos estereotipos en los personajes y puntos en ocasiones predecibles, aunque lo cierto es que la temporada está bien cerrada.
No me parece para que se haya montado el revuelo mundial que se ha montado, pero no es una serie más de Netflix, tiene un punto de serie ya importante.