-De acuerdo, señor, preguntaré por él, por si acaso lo hubieran visto por la zona--dijo Hopkins cogiendo el cuaderno que le entregó Amant junto a la pluma.
-¿Pero no sabemos el nombre del General, verdad? ¿tiene alguna desripción, al menos, señor? ¡Así sabrían darle a Martha alguna indicación en el pueblo...!
-Así lo haré, señor, dijo Martha, quien permanecía muy atenta a las instrucciones de Amant, pese a las preguntas de Francine.---Moverme rápido... de acuerdo.
-To the Count´s Hacienda? Allright---said Francine--Find Mr. Sonko, ok Sir. --Amantina Atenea de Salvá, dice' de acuerdo, dijo farfullando el español Francine, pero comprendiendo las instrucciones recibidas. And I tell him--sorry.. le digo que lo estoy buscando a usted señor- Si no lo encuentro preguntaré por Reece, un soldado, de acuerdo, entiendo.
Tras apuntar y aprender ambas sus respectivas instrucciones, salieron de la habitaciòn, luego murmuraron los detalles de la misma en bajo para que salvo si acaso Amant, nadie más las escuchara, para luego oírse sus pasos alejarse en sentidos opuestos por los pasillos.
Tras escribir la carta al puerto de seattle y antes de salir Amant por la ventana, se escuchó un ruido en la estantería del cuarto de Amant, un libro: Obra y Milagros de Point Caire, se había caído de su estante, como por arte de Magia. Se escuchó además, una especie de resorte secreto.