
El sonido de las olas y el lejano zumbido de los helicópteros y drones de la Guardia Nacional acompañan las palabras de Nyx y la pregunta de Pagliacci que queda en el aire. La reflexión del Brujah reverbera en el pensamiento de todos. La supervivencia de los tres es la cadena que mantiene unida a la Coterie, y Melinda es el broche que cierra dicha cadena. Sois conscientes de que ni siquiera tenéis un lugar seguro para pasar el siguiente día que se acerca, que obtener un dominio propio en el que estar seguros cada vez es un objetivo más complicado. Ni los Sons, ni Isaac Solomon, ni los Shelby son ahora mismo aliados fiables.
Pero perder a Melinda significaría algo más. Sería perder el significado de vuestra propia unión, la comprobación de la soledad total que vuestra condición de desarrapados conlleva, implicaría preguntaros si realmente tenéis algún vínculo con vuestra humanidad perdida.
Montecristo sabe lo que significa la pregunta de la Caitiff. Ha visto en el pasado a su propia Sire obteniendo respuestas fiables del contacto con objetos físicos. Una capacidad de la que él carece. Intelectualmente es tan Tremere como el que más, pero es consciente de que escogió un camino distinto a la mayoría de sus hermanos de Clan.
Sin embargo, a pesar de que Hex ponía siempre a Vigil como ejemplo de aplicado estudiante ocultista, conocedor de los secretos de la raza vampírica y enervante sabelotodo, Montecristo siempre escuchaba. Y siempre leía sin necesidad de tener que cantarle luego la lección a su Sire. Cuando tuvo que alejarse de las calles para que el recuerdo de su existencia quedara enterrado en el pasado pasó muchas horas en la biblioteca de la universidad de Columbia y en las pequeñas librerías en las que su Clan diseminó su influencia y también sus conocimientos.
El Tremere ya había intuido que aquel símbolo tenía algún tipo de relación con el Sabbat. Su propio hermano Vigil le había hablado alguna vez de símbolos como soles y cadenas. Pero su hermano se centraba demasiado en lo esóterico. Montecristo se había molestado en su momento en revisar viejos diarios de miembros del Clan que habían vivido algún tiempo en Nueva York. Antiguos Tremere que hacían una especie de "beca" en la reconocida Capilla de los Cinco Distritos y dejaban allí sus impresiones. Los más antiguos eran del siglo XIX, sobre todo Vástagos ingleses e irlandeses que se interesaban por las Artes del Nuevo Mundo.
Al escuchar la referencia al Mark Hotel y ver aquel colgante, recordó.

Era un diario relativamente reciente, de principios de la década de los 2000. A Montecristo le llamó la atención entonces porque era el más moderno de cuantos había ido leyendo en aquellas largas horas de aprendizaje, cuando ya la tensión con su Clan era reciente y sospechaba que podría dejar de tener acceso a aquellos recursos. Un Tremere inglés que había pasado un tiempo en Nueva York dejaba escritos los detalles de algunas de sus investigaciones y dejaba apuntados algunos proveedores de los que obtenía lo que necesitaba para sus ensayos. Aquel tipo se había hospedado en el Hotel Mark, que en la práctica era una de las capillas secundarias de la Gran Capilla de los Cinco Distritos.
Entonces le había parecido una lectura curiosa, pero ahora algunas de las líneas que recuerda de aquel texto cobran un nuevo significado. Aquel Tremere había contactado con unos tipos que parecían de clase alta y tenían un comportamiento muy poco emocional, por como los describía. En cambio, tenían conocimientos antiguos que compartían con los Brujos a cambio de algún tipo de intercambio comercial. Montecristo recuerda que se preguntaba en su momento quiénes serían.
El Tremere había esbozado a mano un dibujo de un símbolo que aquellos contactos del Clan portaban en forma de adorno. Y era exactamente este mismo símbolo. Aquello confirmaba los lazos de su propio Clan con los Sabbat cuando aquella repugnante Secta empezaba a dejar de tener territorio en Nueva York. Y eso a pesar de que Hex le había confirmado los vínculos de su Clan con el Principado tradicional de la ciudad. Ese juego a dos bandas repugnaba al detective.
Pero fue una frase la que vino a la mente de Montecristo además de aquel dibujo. La frase con la que terminaba el texto aquel visitante inglés: "Ahora requieren de lo que llaman la sangre débil como pago para sus servicios, sea lo que sea lo que ese término signifique, que aún no hemos terminado de comprender en el seno de nuestra comunidad docente."
Las palabras del Tremere rompieron el silencio de los tres y se quedaron de nuevo flotando en el aire nocturno mientras cada uno sacaba sus conclusiones. Pagliacci recordó su conversación con Guadalupe y el papel de los Sons en su supervivencia. Aquel pin y aquellos colmillos podían ser efectivamente algún tipo de trofeo. Trofeos que enlazaban con su propio pasado y probablemente con el futuro de Melinda.
Por la mente de Nyx cruzaron los rostros de David Anderson y Christopher Reynolds, tan peligrosamente vinculados a los Shelby. El Brujah ataba cabos a su propia manera, preocupado por que aquellos hombres estuvieran bajo la influencia de aquella familia. Hacía ya unas cuantas noches, Montecristo les había contado la mala relación que mantenían su Clan y los Vástagos del Muelle 36. Quizá aquello fuera útil en algún momento.
OFF: Nyx Ansia 2, 2 niveles de Salud Superficiales (3/5), 1 nivel de Salud FV (4/5)
Pagliacci, Ansia 2, 1 nivel de Salud FV (5/6)
Montecristo, Ansia, 1, 1 nivel de salud FV (5/6)