"Countdown" 4

[Dava]

Tras bajar del coche y antes de entrar en el local pero a Nicole un segundo y me dirijo a ella con discreción.

–Ni se te ocurra encararte con esa serpiente directamente, aun no conozco cuál es su mano y no quiero que te pille de los huevos a ti también. Si le ves las orejas al lobo desaparece y nos vemos en donde Hope.

Cuando entramos dentro y comienza a hablar desplegando todo su magnetismo personal no tengo fuerzas ni ganas de enfrentarla. Se que lo que dice es cierto. MIKI es capaz de esas mieras y mucho más, pero lo del mortal me pilla a contrapie. Una cosa es que quieras proteger o devolver un favor a un recipiente del que te has encariñado, pero poner la vida de otro vástago en la balanza… ¡Joder MIKI! Ni yo creo que hiciera algo asi. Se que está cerca pero el que no esté a la vista me permite cierta libertad, al menos de momento.

–No me dices nada nuevo. Esa rata es capaz de eso y mucho mas –digo en ingles con un marcado acento italoespañol–, no se de que te sorprendes. Sabes una cosa –comienzo a hablar en español–. Por mi como si le pones a ver amanecer –sonrio de soslayo antes de volver a hablar en ingles a sabiendas de que si estuviera presente no podría actuar con esa libertad–, pero aquí estamos para hablar de negocios.

Miro a Nicol asintiéndola con tranquilidad intentado ser un escudo o un punto de apoyo ante la influencia de la serpiente antes de volver a dirigirme a Yahaira mientras ordeno mis pensamientos.

–Ahí dentro se cuecen cosas muy chungas. Aparte de que tiene pinta de ser algún tipo de tráfico de sustancias para inmortales, apostaría por alquimia o sangre de vástago, alguien está intentado hacer desaparecer a todos aquellos que se acercan demasiado a sus asuntos. Alguien está decidiendo quienes son dignos de seguir de una pieza en la ciudad y quienes no. Y esa persona no es el Príncipe ni el Barón, que sepamos –intento recuperar la compostura para sobreponerme su influencia pero sin enfrentarla–. Mi amiga Louise tiene los nombres, pero no sabemos quienes son, ni como de grande es el avispero que vamos a patear si nos acercamos demasiado a ellos, y como lo mismo son de tu gente y no la queremos cagar, por eso quería hablarlo contigo en persona. Como has visto, no era un tema para tratar por teléfono.

Rezo porque no me muestre como esta MIKI, vale que ahora me cae algo mejor, y que se que esta cerca, pero con eso me vale para seguir adelante, de momento. Si lo viera, si le tuviera cara a cara, no se como reaccionaria mi bestia ante esa situación.

[Nyxe]

Quiero pensar que si estoy acompañando a Tindalos es porque no quiero dejarle solo, igual que él no me dejó a mí tirada cuando podría haberlo hecho perfectamente. Pero mentiría si dijera que no estoy asustada tras ver la cantidad de controles en el centro. ¿Cuantas mentes habría tenido que Ofuscar para entrar y salir? ¿Hubiera podido extender mis sentidos sin quedarme paralizada? No, no creo que fuese a poder conseguirlo sola, me daba demasiado miedo era demasiado peligroso. Puede que supiera desaparecer de la vista y hubiese aprendido a forzar cerraduras, pero yo no era una ladrona, sino una...

-"¿Captadora? ¿Proxeneta? ¿Traficante de órganos?"

Se me revuelve la sangre en el estómago al pensar en que lo que hacíamos Anna y yo era todas esas cosas. Sí, ayudábamos a la gente a salir del pozo, pero cuando olía sus resonancias y miraba sus auras... lo hacía más a menudo para aprovecharme de ellos.

-"¿Acaso tengo elección?"

Para sobrevivir posiblemente no. Pero no nos habíamos limitado a eso.

Mis pensamientos no me habían dejado en paz durante los silenciosos viajes en coche, y tampoco deciden hacerlo en cuanto entramos a La Guaca. Si acaso, se añade a ellos la inquietud causada por la falsa familiaridad. Oigo conversaciones en español, veo gente de ámbitos que por mi trabajo no me resultan ajenos, y como Vástago he estado en suficientes locales nocturnos. Pero eso sólo hace que la sensación -o más bien, la certeza- de no estar en mi terreno se intensifique. Lo noto en las miradas de la gente, las marcas en las paredes e incluso lo siento en el Ansia que me impide concentrarme. El olor de tanta gente de la que no me puedo alimentar pone mi Autocontrol al límite y subraya un hecho. Este es el Dominio de Yahaira.

Siento su Presencia en cuanto nos sentamos, pero no me quedan cucharas para luchar contra ella. Cuando finalmente nos explica por qué quiere reducir a Miki a cenizas tengo ganas de darle la razón (-"¿Aunque si le corta los testículos no le volverían a crecer?"-). Vender a otro Vástago a la Segunda Inquisición era ruin, y no parece que tuviera la excusa de proteger a ese mortal. Por otro lado, tampoco sé que pudo llevarle a delatar a un Anarca...

-"¿Realmente puedes juzgar a nadie?"

Supongo que no. Nunca ha sido mi trabajo al menos. No podía conocer toda la historia, y mucha gente sólo intentaba sobrevivir a sus circunstancias.

-"Survival is the game we all play" -recuerdo, aunque no consigo ubicar a la chica a la que se lo escuché.

Trato de disimular el gesto de sorpresa al descubrir que Tindalos también habla español, pero atiendo y tomo nota mental de todo lo que le cuenta -y lo que no- a Yahaira. Debajo de la mesa, le tomo del brazo cuando noto que lucha por mantener la compostura, para que recuerde que puede contar conmigo. No necesito ni sacar el papel cuando le dice que yo tengo los nombres. Los he leído tantas veces que me los sé de memoria. La cuestión es cuáles le digo. Ladeo la cabeza para no mirar directamente a los ojos a Yahaira. Aunque agradecía la advertencia, no necesitaba que Tindalos me lo recordara. Poso la vista sobre mi reflejo en un espejo colgado en la pared con el nombre de una marca, creo que de tequila, en el borde de encima. Me ha crecido de nuevo el pelo durante el día, por lo que vuelvo a tenerlo negro salvo por las puntas, que siguen de color castaño.

-El primero es Al-Thani -digo en voz baja, aunque no lo suficiente como para que no pueda escucharlo sobre las voces de La Guaca-. Sabemos que ha mandado a alguien a por los otros... jugadores -digo, dibujando una "V" con los dedos-. No se el nombre de quien ha enviado, pero puedo describirlo. O... -pienso en la abogada de Chang- podría incluso conseguir una foto de ambos.

Antes de seguir, miro a los ojos a Tindalos para saber si continúo, o si quiere que me guarde el resto de nombres para "empezar a negociar".