El Halloween de Sakura (
Sakura Halloween, 2017).
Los jugadores controlan a Miyu de Lioncourt, una vampiresa que no ha sido invitada a la fiesta de Halloween de la condesa Isabel. Miyu pertenece a la familia Lioncourt, la familia de vampiros más famosa de Francia. Pegada a su cabello vive Sissy, una fantasma, a quien conoció en Alemania. Miyu se tiene en muy alta estima y, por ello, presume de lo genial que es y de que a todos les gusta pasar tiempo con ella. Sissy es más realista y ve a Miyu tal como es.
Tras irrumpir en la mansión e interrumpir la fiesta de Halloween, resulta que no está invitada porque quemó varios objetos, incluida la piel de tigre, al tirar un candelabro durante la última fiesta. Miyu pronto se encuentra con la bruja Sabrina, su ex. Sabrina intenta darse la vuelta y huir, pero Miyu la agarra. Hablan de su historia y de cómo Sabrina las separó después de que Miyu prendiera fuego a la piel de tigre. No se han vuelto a ver desde entonces.
Sabrina intenta escapar de las garras de Miyu, pero esta no cede. Tras el sonido de la ropa al rasgarse, su blusa se desgarra. En venganza, Sabrina le baja la parte superior del vestido a Miyu. Los demás asistentes a la fiesta observan con incomodidad. Sabrina se escapa y Miyu conversa un rato con Sissy. Miyu busca a Sabrina por el pasillo, pero solo encuentra a Elizabeth. Desconcertada por haberla conseguido, Elizabeth deja que Miyu se quede, siempre y cuando no cometa ninguna locura.
Miyu empieza a registrar la casa. En la cocina, solo había un zombi. Pero al entrar en el comedor, sí, allí estaba Sabrina. La besa con la esperanza de recuperar su confianza. Miyu, aún viéndose como alguien a quien Sabrina no podría resistirse, la llama "mi amor" y "cariño", y de repente le quita el vestido. Al poco rato, Miyu se desnuda. Empuja a Sabrina al suelo y le hace el amor mientras el chocolate gotea de la mesa, que se cae al suelo.
Pero Sabrina no está contenta. Después de sesenta años, esto es lo primero que hace Miyu. El ego de Miyu es demasiado grande, y Sabrina la llama "vampira egoísta y egocéntrica". Sabrina quiere venganza y toma la iniciativa. Arrastra a Miyu afuera y le rasga el vestido. La empuja al suelo y le hace saber a Miyu que ahora está al mando. Hacen el amor con dulces que Sabrina recibió de varios humanos, ya que pensaron que estaba pidiendo dulces, incluyendo una paleta.
Regresan a la mansión y a un dormitorio mientras Miyu se desmaya de la emoción. Hablan de los viejos tiempos y de lo que pasó en el jardín hace un momento. Miyu le dice a Sabrina cuánto la quiere. Sabrina está desgarrada. Miyu fue muy brusca y la obligó mucho durante su relación, pero aún así le gusta mucho. Tras una breve conversación, se besan. Miyu le baja el vestido a Sabrina y luego el suyo. Sabrina quiere más, y se acuestan en la cama y vuelven a hacer el amor. Ambas admiten que se han extrañado en los últimos 60 años y deciden volver.
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