[Anaís] Reforzando la seguridad

Moderador: Baudelaire

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#11

Mensaje por Baudelaire » 27 Ago 2020, 21:27

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Anaís tiene una herida letal, lo cuál equivale a Magullada, sin penalización alguna.

Su Convicción disminuye de 5 a 4, al llegar a 0 significa que ella siente que ha sido abandonada por la providencia divina y el poder de los cielos

Recuerda considerar la posibilidad del gasto de Convicción como apuesta, para un dado extra por cada punto hasta un máximo de 3. Con un éxito nivel 1, al menos, se recuperan los puntos invertidos y se gana uno más. Otras formas de recuperación son rezando en suelo sagrado, con una reliquia o con un grupo de fieles. Para la primera opción tiene la catedral de San Marcos, no tiene algún objeto sagrado a su alcanza ni cuenta con fieles para rezar (es un trasfondo).

Del mismo modo, su Reserva de sangre disminuye de 10' a 9, el próximo golpe de espada provocará una herida agravada. La regeneración de la pata no ha modificado la penalización por Heridas del lince, solamente cuándo esté completa desaparecerá. Lo mismo para el zorro.

Alcanzas a notar, apenas, que la niña asiente. La puerta se cierra y llegas al frente de la cabaña para escuchar como está asegurando todo, mientras los animales intentan darte alcance. La sangre fluye a la hoja de tu espada, mientras un ligero aroma de anís surge de ella, la señal clara que los cielos te han brindado su gracia para enfrentar a los esbirros del enemigo.

Calculas que tienes algunos instantes para preparar tu estrategia, antes que lleguen el felino y el cánido. Miras, con el rabillo del ojo, a la avispa que se acerca a la chimenea. Incapaz de hacer algo para evitarlo, ya está volando por el tiro hacia el hogar. Al mismo tiempo, el suelo tiembla ligeramente, avisándote que los tejones son capaces de excavar con mucha facilidad. Más todavía éste, que lleva una brutal corrupción infernal a cuestas.

Perséfone está atrapada, será atacada desde dos flancos. Más atrás de tus perseguidores actuales, vienen el pez con la rana. Y, al mismo tiempo, La araña va tejiendo una vasta tela que forma un grueso muro en un círculo de unas cuántas yardas a tu alrededor. Te hallas en serios aprietos, has caído en una nueva trampa… pero ahora, a diferencia de la muerte de tu padre, sabes como salir de ella y has canalizado el poder de los cielos para ayudarte.

Para terminar el cuadro apocalíptico, el pájaro flamígero enciende las copas de los árboles en los que teje el arácnido, sin que los hilos se quemen. Así que aunque pudieres trepar por encima de las telas, las llamas te harán imposible el paso sin quemarte.
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Elige las 4 acciones que te parezcan más convenientes y descríbelas como gustes, lo que demorarán en llegar el lince y el zorro, Anaís puede forzar la cerradura de la puerta sin gastar un turno, en caso que quiera pedirle el arco a Perséfone o intentar frenar a la avispa y al tejón. En cualquier caso, con la puerta ya abierta, seguirán siendo las misma 4 acciones. Tómate el tiempo que necesites para planificar bien. ;)

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#12

Mensaje por Leohan » 28 Ago 2020, 00:39

Maldiciones. Lo calculé mal. Ciertamente tendría que haber estado prestando más atención a la avispa. Decirle a Perséfone que se encierre adentro fue apresurado.

Afortunadamente, para una buena cerrajera, una puerta cerrada es un concepto relativo; y me tardo casi nada en forzar la cerradura. Entro y la vuelvo a cerrar detrás de mí, evaluando nuevamente mi situación.

De las criaturas que se encuentran afuera, el lince y el zorro serán de seguro los primeros en llegar. Pero el problema más inmediato son la avispa y el tejón, que tienen el potencial de rodearme.

Voy a necesitar mi arco y flechas, aviso a la niña. Están en mi habitación.
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Anaís sabe que la avispa puede aparecer en cualquier momento por la chimenea, y si éso sucediera se va a preparar para cortar un ala mientras esté en un lugar estrecho. Pero si no aparece rápido va a asumir que está esperando al tejón, entonces va a tomar el mantel de la cocina, meterlo en la chimenea y, si tiene la oportunidad, prenderlo fuego.

De momento va a usar la espada, pero espera tener a su arco disponible por si es necesario. Por lo pronto, cuando Perséfone le alcance el carcaj, va a pasar su palma izquierda alrededor de las puntas de las flechas para ensangrentarlas. También va a instar a la niña a subirse a algún mueble, para mantenerse segura del tejón, que puede atacar por sorpresa desde abajo.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#13

Mensaje por Baudelaire » 28 Ago 2020, 02:03

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Asumo que serían 2 puntas de flechas, para evitar que Anaís termine desangrada. Su Convicción disminuye de 4 a 2 y su Reserva de sangre de 9 a 7.

Perséfone asiente y se va rápidamente a la habitación, mientras enciendes el hogar, al notar que la avispa sigue sin aparecer. Su chillido es notorio y una bola de fuego cae en en la leña que quedaba… la has convertido en cenizas.

Lo triste es que observas, con el rabillo del ojo, que el tejón le acaba de morder el otro tobillo a la niña. Ella, apenas y alcanza a lanzarte el arco, que tomas con la mano derecha. Luego, antes que la criatura infernal comience a llevarla a su túnel, hace rodar el carcaj por el piso. Lo detienes con tu mano izquierda, las dos puntas más cercanas adquieren el mismo aroma de anís que tu espada.

En un movimiento absolutamente ensayado, pones la flecha y tiras muy rápido. Ésta, surca el aire directo a clavarse en el ojo derecho del tejón, apenas rozando el muslo de Perséfone. Mejor aquel rasguño que ser arrastrada al inframundo.

Al verse liberada salta sobre la mesa y su sangre se asperja sobre la espalda del tejón al caer. Éste, chilla como si la niña posee la misma propiedad en su sangre que tú. No es una inquisidora sombría, pero posee la Beatitud suficiente para haber canalizado la providencia divina hacia sus venas.

La criatura busca huir al subsuelo, pero ya es tarde… un pequeño chorro de líquido amarillento putrefacto surge del agujero formando un charco que se desagua rápidamente. Has vencido a la avispa y al tejón en un golpe certero.

Sin embargo, comienzas a escuchar los cabezazos del lince y el zorro contra la puerta, un par de arietes gemelos que están por tumbarla.

¿Qué le ha hecho mi sangre al tejón, signora Anaís? Parece que estoy maldita.

Intenta decir algo más, pero se desmaya por las hemorragias en ambas piernas. Ha perdido mucha sangre, tú puedes aguantar utilizarla para cubrir tus armas… pero ella, es muy pequeña para soportarlo.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#14

Mensaje por Leohan » 28 Ago 2020, 05:24

Los sonidos en la puerta son perturbadores... Sólo puedo desear que se tarden un poco más en abrirla. Encontrando una de mis camisetas, la utilizo para presionar las heridas de Perséfone. No estoy en condiciones de tratarla ahora mismo, pero si puedo detener un poco la hemorragia tendré tiempo para ayudarla luego.

Apunto con mi arco y la otra flecha sangrada a la puerta, lista para disparar al felino ni bien la misma se abra. Lamentablemente no he podido recuperar la primera, pero por suerte cumplió su cometido.

Una vez la haya disparado, tendré que desenvainar mi espada de inmediato.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#15

Mensaje por Baudelaire » 28 Ago 2020, 19:46

Tras hacer jirones de tela y enrollarlos un poco, has podido contener las hemorragias em ambos pies de Perséfone. Alcanzas a ver tu otra flecha que ha quedado al costado del agujero dejado por el tejón, más tarde podrás recogerla.

Eres completamente iIncapaz de decir qué costado tiene las heridas más horribles, sabes que volverá a sangrar en poco tiempo. Debes aprovecharlo para contener el embate de las criaturas infernales, apenas alcanzas a apuntar y soltar la flecha… pues la puerta ha caído justo en ese momento.

La herida que inflinges es brutal, la punta cruza directo por la tráquea y sale por la nuca. Igual que con el tejón, un chillido brutal surge de la boca del lince, antes de convertirse en un charco viscoso. Mientras, el zorro, te ha flanqueado y se prepara para saltar sobre la niña.

En un movimiento rápido, desenfundas y lo decapitas. Su cabeza golpea el piso y rueda hacia los restos nauseabundos del lince. Su cuerpo, sigue el mismo proceso de descomposición. A través del vano en que estaba la puerta, yaciendo ahora tumbada dentro de tu cabaña, logras ver que la rana está a un tiro de piedra… o, al menos, el pez. Que dicho tipo de proyectil probablemente será inefectivo con el anfibio, pero permitiría derribar a la otra criatura.

Como por reflejo, estiras la mano y coges una buena piedra. Haces un giro de atleta olímpico para hacer que surge por los aires, describiendo una trayectoria muy bien calculada. La rana la sigue con la vista, completamente distraída, hasta que aplasta la cabeza del pez. El líquido viscoso que se forma por el efecto, escurre por la nariz del anfibio, haciéndole estornudar.

Podrías aprovechar para volver a instalar la puerta y asegurarla. La rana es demasiado viscosa y enorme como para poder derribarla. Tienes el tiempo justo, salvo porque notas que el ave flamígera que estaba en las copas, toma rumbo hacia tu cabaña. Igual que la araña, tras terminar el muro de telas y llamas, tienes todavía a 3 animales dándote caza.

Miras hacia el interior y sabes que deberás atender a Perséfone también. Te recuerda aquéllos días en que tu padre tenía filas interminables frente a la puerta de la mansión y, jamás, dejó de cumplir todas sus tareas. Lo hacía con gusto… ¿quién eres para rendirte en este momento?

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#16

Mensaje por Leohan » 28 Ago 2020, 23:00

Miro a la niña, y luego al anfibio. El flujo de la pelea está a mi favor, pero definitivamente no puedo dejar que Perséfone se siga desangrando, y con la puerta no sólo abierta… sino, además, derribada; no hay una forma rápida de alejar a las criaturas. El nauseabundo olor de la avispa quemada llega a mis fosas nasales; pero estoy bastante segura que, más allá de ser desagradable, probablemente no sea tóxico. La idea viene a mí de trasladar a la paciente a mi habitación… pero ya éso sería moverla demasiado.

Doy mi espalda al sapo mientras comienzo a preparar un torniquete. No sé qué clase de ataques podrá hacer, la criatura pero espero que el abrigo de piel de oso sea suficiente para defenderme.

Pienso mientras tanto en la araña gigante y el pájaro. La primera no entraría por la puerta ¿qué podría estar haciendo ahora mismo? Y en cuanto al pájaro… probablemente sea el enemigo más peligroso en este momento. No sé como funciona su fuego infernal, después de todo. Pero, por lo menos, tengo la confianza que gracias al mismo no podrá atacarme de sorpresa sin que yo sienta el calor de su presencia.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#17

Mensaje por Baudelaire » 29 Ago 2020, 05:20

Giras con delicadeza a Perséfone, para ponerla cara abajo y tener mejor acceso a sus tobillos. Del mismo modo, vas haciendo la torsión requerida en cada uno, con la venda y un par de cucharas metálicas de la cocina. La hemorragia está contenida, justo cuándo sientes algo que atrapa tu tobillo.

¡La lengua viscosa del sapo! Sus fauces como una gran caverna, abiertas de par en par, se aprestan para devorarte. Sientes el tirón y apenas alcanzas a afirmarte en las patas de la mesa, tras caer y darte de cara con el piso. Tu nariz sangra levemente y el dolor es intenso, la vista se te nubla por las lagrimas, pero te mantienes un momento. La fuerza del anfibio es enorme y está haciendo que el mueble comience a deslizarse junto contigo.

Así y todo, ya comprendes que hace la araña. Está cubriendo toda tu cabaña con varias capas de su tela, formando un gran capullo rígido. Si antes podrías haber intentado huir por alguna ventana o la chimenea, después de apagarla, ya es muy tarde.

Para rematar el giro del control al desastre, desde las cenizas de la avispa, surge el pájaro flamígero. Listo está para picotear la mesa y encenderla, facilitándole al sapo su tarea de engullirte. Al mismo tiempo que qumería el mueble y a la niña sobre éste.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#18

Mensaje por Leohan » 29 Ago 2020, 07:00

Aunque satisfecha con el trabajo que hice con el torniquete, mi decisión eventualmente termina en su consecuencia lógica: El enorme anfibio ha podido agarrarme de la pierna y tirar con enorme fuerza. Por instinto, me agarro a la mesa, pero incluso el mueble empieza a ceder ante el tirón.

…Hay una opción arriesgada pero posible. Si me logro soltar y rápidamente desenvaino la espada, podría intentar ir con el sapo, y perforar su boca antes de ser devorada.

Sin embargo descarto la idea cuando veo a mi siguiente oponente: ¿el pájaro ha entrado?

…Claro, qué idiota que fuí. Por supuesto que el ave que crea fuego no sería detenida por la chimenea. Y nuevamente, estos demonios demuestran un nivel de coordinación que no tiene razón de ser entre animales de especies tan distintas entre sí.

Pienso un momento y noto que la mesa es más grande que la entrada de la puerta. Éso significa que mientras me mantenga agarrada será imposible que el sapo logre devorarme. Por otro lado está el ave infernal. Un simple corte sería suficiente para detenerla donde está, pero no puedo hacerlo mientras esté agarrada como estoy.

Individualmente serían muy simples de derrotar, pero su coordinación y números son el verdadero problema.

Me queda una opción más. No estoy segura de si funcionará, pero no veo tantas alternativas.


Suelto una de mis manos de la pata de la mesa, y con la otra pego un fuerte tirón con dos objetivos: El primero es alejarla, por lo menos por unos momentos, del ave; y el segundo es darme impulso para agarrar fuertemente la lengua del sapo con mi mano izquierda, y su herida abierta.

Si logro obligarlo a soltarme, tomaré a Perséfone y podré utilizar el único camino abierto que me queda: la puerta de entrada.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#19

Mensaje por Baudelaire » 29 Ago 2020, 15:27

Al soltar la mano izquierda y tirar con la mano derecha, consigues que la mesa gire en sentido prohorario. El vértice más alejado de ti golpea al ave en la frente, descolocándola por un instante, suficiente para colocar tu palma sobre la lengua del sapo. Sin embargo, una pequeña llamita se enciende en el lugar del contacto, al mismo tiempo que el anfibio te libera para evitar el pinchazo. No lo has herido, solamente le ha dolido un poco.

La mesa, entonces se detiene en seco, antes de tambalearse e irse de costado. Una de las patas le da en el vientre al ave; pero, a diferencia del vértice, siendo más delgada se convierte en una vara chamuscada de inmediato. Perséfone se golpea contra la alfombra, algo arrugada por haberse enrollado ligeramente en torno a la pata opuesta. La lengua del sapo, se recoge de súbito y regresa a sus fauces, mientras la alfombra se desliza y alcanza a tocar el vértice encendido de la mesa

Tomas a la niña de los hombros y la abrazas contra tu pecho, usando la mano izquierda, girándote levemente hacia ese costado. Así tienes acceso a tu espada, para desenfundarla con la mano derecha y dar un golpe directo al ave que le atraviesa el corazón. En un chillido cae en el hogar consumiéndose tan rápido como se apaga la alfombra, pues al tirar a Perséfone, terminas de enrollarla ahogando el fuego que se había encendido.

Con resolución y siguiendo la inercia de tu espada, ya estás de pie sosteniendo a Perséfone por la cintura, lista para abalanzarte a través del umbral de la puerta. Pateas una silla y ésta gira por los aires para golpear al sapo en el paladar, por reflejo cierra la boca, transformando en astillas el mueble. Algunas se asoman por la piel de su rostro y otras, por la piel de su garganta. Tienes la oportunidad perfecta para atacarle e intentar salir, al mismo tiempo.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#20

Mensaje por Leohan » 29 Ago 2020, 16:53

La providencia definitivamente está a mi favor hoy, mientras logro deshacerme de la peligrosa ave flamígera, sin que siquiera pueda lograr mantener un fuego.

Observo a mi arco, que ha tenido que quedarse en el piso, cerca de la chimenea; y a la flecha con la que eliminé el lince. Pensaba utilizarlos contra la araña gigante, para no tener que meterme dentro de su guardia para atacarle; pero me doy cuenta de que éso no será posible, especialmente con la niña en brazos. Debo escapar.

Aprovechando la distracción del anfibio, y sabiendo que la misma sólo durará un instante; corro junto a la criatura y en el proceso lanzo un ataque con mi espada, apundando a su ojo izquierdo.

Para una criatura así, que sólo puede atacar de frente, el ataque perforante me funcionará a favor. La tendrá muy difícil intentando girar con una espada atravesando su cabeza.

Mientras tanto, veo alrededor, sabiendo que con suficiente mala suerte la araña podría estar cerca.
Última edición por Leohan el 29 Ago 2020, 19:06, editado 1 vez en total.

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