[Anaís] Reforzando la seguridad

Moderador: Baudelaire

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#21

Mensaje por Baudelaire » 29 Ago 2020, 18:39

Tu espada, al clavarse de lleno en el objetivo que habías planeado, cruza con facilidad hasta hundirse en el cerebro. Mucho más blando que la pata del lince, simplemente lo atraviesas como un cuchillo en mantequilla caliente. El enorme sapo sigue respirando apenas, pero está en pésimas condiciones… la regeneración en dicha zona del cuerpo parece inexistente y comienza a desangrarse. Intuyes que pronto va a morir, por lo que pisando firme en su mandíbula superior, tiras de la espada.

Tras retirarla con presteza, abrazas a Perséfona contra tu pecho enfundando la espada al mismo tiempo, para deslizarte por la espalda del anfibio. La humedad de su piel permite que bajes como por un tobogán, mientras deslizas los dedos a los tobillos de la niña para comprobar que la hemorragia se ha detenido completamente. Aunque, tristemente, tus predicciones han resultado acertadas: la araña surge desde detrás de un grupo de árboles y con su tela atrapa a Perséfone convirtiéndola en un capullo.

Incapaz de sostenerla, el tirón infernal del arácnido te la arrebata con mucha facilidad. Ahora, la pequeña niña, cuelga desde una rama como un futuro bocadillo para la araña. Prepara el mismo ataque sobre ti, intentando convertirte en su plato principal, dejando a Perséfone para el postre.

Avatar de Usuario
Leohan
Mensajes: 444
Registrado: 16 Abr 2020, 22:57
Mensajes miarroba: 472
Antigüedad: 24 de Enero de 2006

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#22

Mensaje por Leohan » 30 Ago 2020, 11:31

No cabe duda: la araña es increíblemente veloz. Incluso más de lo que esperaba. Si ha logrado envolver a Perséfone antes de que yo pudiera reaccionar, significa que yo también estaré corriendo un riesgo enorme contra la misma. Y sin mi arco, no tengo más opción que meterme dentro de su guardia.

Por suerte la araña ha decidido ir a atacarme. No estoy segura de si habría logrado escapar con la niña, si lo hubiera intentado.

Decido cambiar radicalmente mi postura, apuntando el arma 45 grados hacia abajo, y mi mano izquierda junto a la empuñadura, casi como si estuviera sosteniendo una espada a dos manos. Me acerco a la criatura con intención de realizar un corte de abajo hacia arriba, sabiendo que si la misma intentare inmovilizarme tendré que estar lista para cortar su peligrosísima tela. Y si intentare enmarañar mi brazo derecho, necesitaré poder cambiar la espada de mano en un instante.

Pero antes de éso echo una ojeada al piso, dándome cuenta de lo estúpido que sería a esta altura, tropezar con el pez y dejar que me muerda.

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#23

Mensaje por Baudelaire » 30 Ago 2020, 14:09

Pasa poco tiempo para darte cuenta que tu hipótesis sobre la rapidez de la araña es cierta, pues basta con mirar un poco más allá de tu pie adelantado para contemplar el esqueleto del pez… o, al menos sus restos. El gran sapo, después del piedrazo y el estornudo, simplemente le pasó por encima.

Y dicha distracción y divagación son suficientes para que, al volver a posar la mirada en el lugar en que debe estar la araña… ya ha desaparecido. Sin embargo, intuyes que está intentando flanquearte. Giras rápidamente sobre ti misma justo cuándo su tela enrolla tu espada. Al sentir el tirón, mantienes el agarre de la empuñadura con todas sus fuerza… no se lo esperaba, porque termina por clavarse ella misma con la hoja. Igual que el anfibio, le has atravesado el cerebro, pero su rápido deceso impide que siga el mismo proceso de licuefacción.

Todo su enorme peso te cae encima, debes tener un par de vacas presionando sobre tu pecho… o quizás dos bueyes gordos. En cualquier caso, estás atrapada, con el pomo de tu espada apoyado y presionando sobre tu garganta.

Avatar de Usuario
Leohan
Mensajes: 444
Registrado: 16 Abr 2020, 22:57
Mensajes miarroba: 472
Antigüedad: 24 de Enero de 2006

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#24

Mensaje por Leohan » 01 Sep 2020, 01:53

La enorme cabeza de la araña me mira de frente. Estoy segura de que está muerta ¿Por qué no se está derritiendo como los demás? Lo peor es que estoy en la peor situación posible: atrapada debajo de la misma.

¿Por qué es tan pesada? Las arañas no tienen carne ni hueso, ¿cierto? No debería ser liviana, ¿incluso con su enorme tamaño?

…Bueno, nuevamente, con las fuerzas demoníacas nunca se puede saber.


Idealmente podría cortar la cabeza hasta la boca para darme un poco de espacio para salir, pero no con la espada enrollada en telaraña. Para empezar, sólo de suerte pude perforar la cabeza; y, ahora mismo, toda la tela que está envolviendo a mi espada está sirviendo para que ésta haya quedado clavada a la mitad.

Tengo que deshacerme de la telaraña.

Suelto la empuñadura, lo cual incrementa drásticamente el peso del arma sobre mi garganta, y comienzo a rasguñar la tela lo más rápido posible. No hay tiempo que perder, y debo asegurarme de que Perséfone esté segura.

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#25

Mensaje por Baudelaire » 01 Sep 2020, 03:03

Algo de carne debe tener la araña y su esqueleto rígido está por fuera, por algo recuerdas cuándo niña que veías carcazas vacías que confundías pensando que estaban vivas. En cualquier caso, el recuerdo es vago y la presión en tu garganta te corta la respiración. Rasgas como puedes la tela, mientras intentas colocar el mentón bajo la empuñadura para retirar el peso de la espada… pero es sumamente complicado y te estás asfixiando.

Tu mano izquierda ya ha dejado de sangrar, pero todavía duele y el tejido es sumamente resistente. Apenas has avanzado un palmo y ya estás a punto de desmayarte, cuándo notas que el capullo de Perséfone está oscilando con mucho ímpetu… un magnífico péndulo, pero por el ángulo es imposible saber quién lo ha empujado. De cualquier modo, golpea la cabeza de la araña lo suficiente para conseguir lo que necesitabas: aire. Con un giro de tu cabeza haces que la empuñadura se deslice entre tu cuello y tu hombro izquierdo.

Entonces, logras terminar de quitar la tela para tomar nuevamente la empuñadura con la mano derecha y dar potente giro que termina por rebanar la cabeza de la araña. El líquido purulento al interior comienza a chorrear a borbotones y, para aumentar tu desgracia, es imposible evitar quedar completamente impregnada por él. Algo en tu cabeza parece desajustarse, incapaz de controlar tus impulsos, tienes la sensación de querer destruir todo a tu alrededor.
Spoiler
Mostrar
La victoria de Anaís sobre todos los animales infernales, le ha hecho aumentar su Convicción de 2 a 7. Es decir está por encima de su Beatitud 5, lo que significa que su Impulso se convierte en su Naturaleza. Puede recuperar el control sobre ésta si gasta un punto temporal de F.V., pero al turno siguiente volverá el efecto. Este estado se conoce como Callo y es un momento complicado, porque ella está asumiendo que el enemigo sigue por todos lados… haciéndose necesario, incluso, considerar que Perséfone ha sido poseída.
Si decides que se dé cuenta de lo que ocurre (gastando la F.V.), se requerirá rezar en suelo sagrado/con una reliquia/o acompañada de fieles para "almacenar" la Convicción excesiva y regresar al nivel tolerable (que es igual a su Beatitud).
Del mismo modo, también podrías que utilice Convicción con su otra Gracia… gastándola según fuere necesario y así la reducirá. Por supuesto, sería un desperdicio… aunque la Fuerza y Resistencia que le otorgaría la Transfiguración de la Carne podrían serle útiles en caso que ¡de verdad! haya todavía más criaturas.

Te sacudes, pero la viscosidad del fluído es demasiado grande para escurrirse. Sigues con la sensación horrible de necesitar golpear algo más y sucumbir a tus deseos de venganza.
Spoiler
Mostrar
Por cierto, efectivamente el líquido purulento aumenta en 2 la dif. para todas las tiradas de Virtudes superiores. El efecto puede ignorarse gastando un punto de Convicción o esperando hasta el final de la escena… si quieres aprovechar que Anaís almacene la Convicción excesiva.

Avatar de Usuario
Leohan
Mensajes: 444
Registrado: 16 Abr 2020, 22:57
Mensajes miarroba: 472
Antigüedad: 24 de Enero de 2006

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#26

Mensaje por Leohan » 01 Sep 2020, 22:02

Asqueroso. Puedo sentir cómo este líquido infernal, además de mancharme, me empieza a debilitar. Pero soy una guerrera divina, una profeta incluso; y con el poder que Dios me ha otorgado, esta clase de maldición es insignificante.
Spoiler
Mostrar
Un punto de Convicción gastado para deshacerse del efecto del líquido.

Me acerco a Perséfone para romper el capullo con mis manos. Allí está ella. Tan inocente. Tan indefensa. De no haber venido a buscarme habría muerto, de seguro habría muerto.

El tejón no me atacó a mí. Fue a buscarla a ella. La avispa se dirigía hacia la chimenea mientras yo no estaba. El pájaro, conmigo indefensa en el piso, priorizó quemar la mesa… y a Perséfone sobre la misma.

Las fuerzas demoníacas tienen motivo para temerme. Atacarme sería una cosa. Enviar a seis criaturas a matar a una niña, por su sangre bendita, es muy diferente.

Éso es inaceptable.


Corro hacia la cabaña para buscar mi arco y la flecha con la que eliminé al lince. Apuesto que los animales no eran más que esbirros de un enemigo más poderoso.

En mi apuro me olvido de agarrar a la niña, pero decido priorizar el arco. Después de todo, mi puntería es lo suficientemente buena para destruir a cualquier oponente que se digne a acercársele.

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#27

Mensaje por Baudelaire » 01 Sep 2020, 23:16

Spoiler
Mostrar
Asumiré el gasto de un punto temporal de F.V., en base a que mi explicación era ambigua respecto a la posibilidad de hacer ambas cosas al mismo tiempo. De otro modo, Anaís terminaría estrangulando a Perséfone por estar todavía en Callo y su Impulso es la violencia. Su F.V. temporal disminuye de 8 a 7 y su convicción de 7 a 6.

Te detienes justo al llegar a la cara de la niña. Sí, inocente y todo, podría ser también que esté poseída. Simplemente los animales infernales han venido por otro demonio dentro de su cuerpo. Careciendo tanto del tiempo como de los materiales y los detalles sobre el sagrado rito del exorcismo, meditas un segundo si deberías estrangularla para acabar con su sufrimiento y enviar devuelta con el enemigo al espíritu que podría haberlo poseído.

Casi como una visión de la providencia, decides detenerte. En caso que Perséfone esté realmente en esa condición, te servirá como carnada para atraer al resto de las criaturas que podrían estar en los alrededores. La dejas allí, con sus ojos cerrados y respirando apenas. Si debe morir ahora, se irá directo al paraíso… con ese sentimiento corres hacia tu cabaña tras reenfundar tu espada. Rápidamente recoges la flecha y tu arco, además de recuperar la segunda que quedó más adentro.

Ya están libres del aroma a anís, lo que te indica que su efecto contra los esbirros infernales ya ha cesado. Al volver a salir, ves a Giancarlo Médici que carga el capullo de Perséfone en brazos.

¿Qué pensábais, signora Anaís? Dejar a esta pobre niña en medio del bosque es todo menos una conducta de buena samaritana…

Faltaba solamente que ahora otro demonio más ha poseído al heraldo que te ayudó con la compota. Quieres hacerlo pedazos, pues ha arruinado tu trampa.

Pensaba que la hija de Alessandro Perugi tendría algo de su corazón, pero al parecer me he equivocado con vos.

Por reflejo, colocas las dos flechas que tienes en la mano y que todavía no has puesto en el carcaj. Aquéllas que fueron capaces de demostrarte lo magnífica que eres como guerrera divina, aunque ya sin tu sangre, ahora están apuntando al cuello de Perséfone y de Giancarlo.

¡Ah, ya veo! Sois incapaz de controlar vuestro Impulso, estáis en Callo. Supongo que podremos morir en paz, pero vos no tendréis el mismo destino: matar a dos personas inocentes os enviará directo al infierno. Ya he visto a quiénes, con la ceguera del orgullo, han pasado de este estado incómodo que recuerda la responsabilidad con los cielos. Continuad así y terminaréis en el Cócito, incapaz de saber que os habéis convertido en una agente de los poderes del inframundo.

Avatar de Usuario
Leohan
Mensajes: 444
Registrado: 16 Abr 2020, 22:57
Mensajes miarroba: 472
Antigüedad: 24 de Enero de 2006

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#28

Mensaje por Leohan » 02 Sep 2020, 00:28

Puedo sentir la sangre llegando a mi rostro cuando se acerca Giancarlo, en una mezcla de vergüenza… y enojo.

¿Cómo es que tiene la osadía de usar el nombre de mi padre para atacarme? ¿en medio del bosque? ¡Está a cortos pasos de mi hogar! ¿y acaso no vio como arriesgué mi vida múltiples veces para salvar la de Perséfone? ¿Realmente cree que haberla recogido ahora mismo le da superioridad moral? Como si acaso la enorme telaraña que rodea mi casa no es evidencia suficiente de las circunstancias extraordinarias…

No. No soy yo. Es el Callo. No debería haber vuelto por el arco, debería haberme mantenido junto a ella.


La ira se marcha, y queda la vergüenza.

Lo siento, digo. Es que… todavía soy nueva a todo ésto, y pensé que podría controlar el Callo. Usarlo a mi favor, incluso… este ataque no tiene mucho sentido. Las criaturas estaban demasiado organizadas, debe haber alguien más.

De hecho...

Utilizo la flecha que tengo en la mano para hacer un nuevo tajo, ésta vez a mi mano derecha.
Spoiler
Mostrar
Anaís utiliza un punto de convicción para imbuir de sangre a la flecha, así estabilizándose.

Tu presencia es demasiado conveniente y los demonios pueden tomar muchas formas. Avanzo para tocar la mano de Giancarlo. Si se trata de un ser demoníaco, ésta es la mejor manera de identificarlo. Si es efectivamente Giancarlo, pues él podrá asistirme mientras yo lidio con todo el asunto del desangramiento, supongo.

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#29

Mensaje por Baudelaire » 02 Sep 2020, 02:07

Spoiler
Mostrar
Buen plan… ;) De todos modos la reserva de sangre disminuye de 6 a 5, con las consecuencias correspondientes.

Un aroma de anís surge al impregnar la flecha. Antes de desvanecerte por la nueva hemorragia, notas que al tocar a Giancarlo… nada le ocurre. Tu hipótesis era correcta, pero todo se vuelve nebuloso y te desmayas.

Sin saber cuánto tiempo ha pasado realmente, despiertas en tu cama. Lo primero que ves es el carcaj apoyado a un costado, solamente le falta una flecha. No está el arco, pero si tu espada en el piso junto con el cinturón. Al tratar de moverte sientes un bulto junto a ti: es Perséfone que duerme plácidamente. Ya ha sido liberada de la tela, igual que la cabaña, puedes ver a través de la ventana.

Escuchas algunos pasos que se acercan a la puerta principal, notas que tus manos están vendadas, cuando Perséfone abre los ojos.

Signora Anais… ¡estás viva! Te vi desmayarse en la puerta, ¿por que le gusta sangrar tanto? No recuerdo mucho lo que ha pasado, pero el signore Giancarlo me dijo que el es un gran guerrero. Parece que venía de una batalla. Tomó una de tus flechas y el arco, me dejó aquí y luego te recostó a mi lado. No reaccionabas, mientras el me curaba. Luego, intenté cuidarte, pero estaba muy cansada y me dormí. Lo siento… ¿estoy maldita? ¿soy una persona llena de bajeza? ¿acaso debo aprender más sobre ser una buena samaritana?

Definitivamente la niña se ha vuelto loca, inventa un montón de cosas para evitar recordar la horrible batalla. Más todavía el largo rato que pasó en el capullo o escapando o mordida o todo lo que le ocurrió. Además de sacar conclusiones absurdas sobre estar maldita o ser vil e incapaz de ayudar.

Tienes hambre me imagino. Voy por la compota de manzana que preparamos con Giancarlo. Sí, cocinamos antes que se marchara con tu arco y la flecha.

Con una agilidad y coordinación increíble, da un salto por sobre ti para rodar suavemente por el piso. Camina hacia el comedor y regresa con un cuenco. Se toma la cabeza al comprobar que ha olvidado la cuchara. Va por ella y se acomoda en una silla junto a la cama, tras haber vuelto. Descalza como está y con la espada en el piso, ligeramente desenfundada por el golpe que le ha dado con la pata… es muy probable que se corte nuevamente al momento de sentarse.

Avatar de Usuario
Leohan
Mensajes: 444
Registrado: 16 Abr 2020, 22:57
Mensajes miarroba: 472
Antigüedad: 24 de Enero de 2006

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#30

Mensaje por Leohan » 02 Sep 2020, 22:18

Me gustaría probarla, le digo simplemente. Me vendría bien. El azúcar es buena para dar energía luego de un desmayo.

Intento despejar mi cabeza, recordando lo sucedido. Realmente no pensé que hubiera perdido tanta sangre que incurriría un desmayo. Será mi técnica más eficiente para la destrucción demoníaca y, efectivamente, ha funcionado de maravilla contra éstas criaturas infernales; pero conlleva un riesgo importante.

Giancarlo se ha ido con mi arco, quizás para verificar la presencia de criaturas malignas, como yo advertí. Aunque considerando que se tomó la molestia de cocinar con Perséfone, quizás simplemente haya ido de cacería. Independientemente, da gracia el hecho que haya tomado sólo una flecha. Supongo que es natural para un veterano como él tener tal confianza.

A pesar de que parece haberse olvidado de lo ocurrido, Perséfone insiste en el asunto de estar maldita. Pienso por un momento en responderle, en explicarle… pero no. No debo decirle nada acerca de la inquisición sombría, incluso a pesar de lo que he visto. No depende de mí elegir quien debe saber.

Dándome cuenta de la espada, me inclino ligeramente para tomarla y enfundarla, para evitar accidentes. Hacerlo me causa un poco de dolor en las manos… aunque supongo que estaré bien.

Cerrado

Volver a “Capítulo 1: Gritos en la espesura”