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Mensaje
por HeyderLópez13 » 01 Jul 2022, 02:44
Sendas Militares:
Banda Sonora: https://youtu.be/tuw1ziytBDk
El lado militar de los Penitentes consiste de varias unidades cuya identidad y estructura se complementan unas a otras, asegurando un brazo armado complejo y efectivo en la guerra continua de la Tierra de las Sombras.
Los Cuerpos de Escaramuza también llamados la Tormenta Nocturna, son la más vieja unidad de combate en el ejército Penitente.
La Tormenta sirve como la primera línea de combate, haciendo combate inicial con el enemigo y coartando su avance. Vestidos con ropa ligera, armaduras de negro azabache y armados con arcos y flechas, espadas ligeras y escudos, la Tormenta se presenta formidablemente. La unidad se centra en tácticas de golpe y huida y están entrenados en el Arcanos Argos para moverse rápidamente y salir rápidamente de las zonas de operación. Es también usual que la unidad busque romper las formaciones de ataque iniciales del enemigo, intentando que el enemigo se fragmente.
Una vez han logrado su misión se retiran para que el resto de Penitentes se involucren en combate. Las Falanges también conocidas como la Muralla de Huesos proveen peso al ataque de los Penitentes. Formándose como impenetrable falange, la Muralla sirve como una segunda oleada que aprovecha el daño hecho por la Tormenta Nocturna para hacer aún más daño a un enemigo desconcertado. Las falanges solamente conocen una dirección en combate: hacia adelante.
Mientras las unidades especializadas entran en acción, la Muralla actúa como una marea implacable y de la que no se puede escapar. Vestidos en armadura pesada mejorada con crestas óseas, llevan armas pesadas, ya sea grandes espadas o armas modernas, en la medida en que el soldado lo prefiera.
Una banda de músicos compuesta por tamborileros y trompetistas proveen un ritmo constante, que marca el ritmo para avanzar. Estandartes coloridos que retratan victorias pasadas construyen la moral entre los Penitentes, y los guerreros de la legión irían gustosamente a un Tormento antes de permitir que uno de sus estandartes sea tomado.
Un wraith llamado Liamh ha servido como el comandante del brazo militar de la Legión desde su llegada a las Tierras de las Sombras durante la época de Julio César. Era un líder de Albión que intentó enfrentarse a la invasión romana, Liamh clamaba que las voces de los dioses le hablaban cada noche y le ayudaban a trazar planes contra los invasores.
Advirtiéndole de la inminente llegada de las legiones del César, e instruyéndole en estrategia y tácticas, estas voces interiores lo prepararon para su destino. En realidad, los «dioses» que Liamh escuchaba buscaban prepararlo para un destino más grande, una verdadera batalla que tomaría lugar tras su muerte: la guerra contra las enormes fuerzas del Olvido.
Luego de superar su negación a trabajar para una institución «romana» (por aquella época la Jerarquía de Estigia tenía por modelo de gobierno a Roma), Liamh trabajó para hacer del ejército de la legión un aparato sumamente efectivo, usando su perspectiva para crear los cuerpos de soldados de Carne, Bestia y Máquina.
Carne: El cuerpo de la Carne consiste de horrorosas creaciones compuestas de muchos wraiths que han sido Moliados (unidos a través del Arcanos Moliar que permite moldear las carnes de los fantasmas) en Leviatanes gigantescos, algunas veces «manejados» por arqueros, lanceros, o francotiradores dentro de compartimentos especiales sobre estos llamados Howdahs. los Leviatanes atacan los puntos débiles de las líneas de los enemigos causando disrupción, y a menudo generando una retirada frenética. Los Penitentes que repetidamente fallan en sus esfuerzos de rehabilitación o resolución de conflictos, frecuentemente terminan siendo componentes de un Leviatán. Algunos wraiths atribuyen la desaparición de wraiths disidentes de otras Legiones, Heréticos capturados y Renegados al hecho de que podrían haber sido usados para alimentar al Leviatán. Algunos pocos wraiths claman que han visto los rostros discernibles de aquellos wraiths desaparecidos dentro del Corpus del Leviatán.
Bestia: El cuerpo de la Bestia consiste en grupos de seis wraiths: un maestro de las bestias y cinco barghest (perros del inframundo) especialmente Moliados. La armadura del maestro de las bestias lo reviste como una dura caparazón de insecto, mientras que el casco se asemeja al cabeza de un lobo con sus dientes al descubierto, dándole una imagen terrorífica. Los barghests están entrenados para demostrar absoluta obediencia, y causan estragos en el enemigo cuando se les permite soltarse de sus correas.
Máquina: Los cuerpos de la Máquina usan técnicas de forjado de almas para crear máquinas de guerra huecas, parecidas a los tanques de los primeros años del Siglo XX, repletos de cristales de fuego de almas. Estas máquinas tienen un trabajo: explotar, enviando una explosión final de terror en lo que queda del enemigo.
Dichas máquinas también se componen de Penitentes fallidos, cuyos gritos incrementan el factor de horror, estos Juggernaut usan solo a los más talentosos y agresivos conductores para dirigirlos. Los conductores generalmente rotan y reciben intensas sesiones con los Perdonadores de la Legión para evitar cualquier riesgo de Catarsis (ser controlado por la Sombra, la parte malvada de cada wraith) mientras conducen una de estas máquinas de guerra; sería bastante desafortunado encontrarse con que una de estas máquinas gira hacia uno para luego explotar.
Por último, el último grupo especial no responde a Liamh sino a la misma Señorita Risueña. Y se compone exclusivamente de mujeres, se trata de las Doncellas de la Tormenta, quienes originalmente pertenecían a la Tormenta de la Noche. Al comando de su Señora de la Muerte, estas fieras mujeres se zambullen en el infierno de la Tempestad en misiones de rescate y también lanzan golpes preventivos sobre las hordas de espectros.
Sobre la Penitencia: La percepción externa de la Legión Penitente es que cada miembro está loco de alguna manera. Pero la verdad es muy distinta. De hecho la Legión astutamente promueve dicha imagen para que sus rivales menosprecien las capacidades de la Legión y de la Señorita Risueña, sin embargo, la verdad es que relativamente pocos sufren de enfermedades mentales severas.
En lugar de ello, la gran mayoría simplemente fueron víctimas de un singular momento de perverso mal juicio: la necesidad repentina e incontrolable de saltar al tráfico, la necesidad irresistible de tomarse una fotografía con un osezno, o el estúpido intento de correr heroicamente a través del batalla hacia un enemigo atrincherado en emplazamientos con armas de fuego tripuladas.
Muchos de los antiguos miembros de la Legión eran videntes, místicos, ascetas religiosos. El término locura le fue dado a la Legión por contener aquellos elementos marginales y que eran desaprobados por la sociedad del Siglo XVIII. Permitiendo que el mito sea perpetuado, la Señorita Risueña cuidadosamente construye una narrativa que causa que sus enemigos menosprecien sus capacidades, para luego golpearlos fuerte sin previo aviso ni tiempo para que se sorprendan de lo equivocados que estaban.
Trastornos: Para aquellos jugadores que desean explorar un Penitente que sufre de trastornos mentales, aquí hay unos cuantos de ellos.
Amnesia: Una persona que sufre amnesia pierde partes de su memoria, pero no necesariamente olvida dónde está o quién es; sí pierde recuerdos que son traumáticos, producen inseguridad o parecen irreales. Dependiendo de cuál sea el incidente (o los incidentes) que la provoque, quien sufre amnesia podría bloquear partes de su identidad, olvidar a ciertas personas o sucesos, borrar acontecimientos concretos o funcionar en una realidad en la que el elemento olvidado (un hermano, un brazo faltante) simplemente no existe.
[Nota: Sufrir de Amnesia no es excusa para que no construyas una historia de personaje, así que igualmente tienes que escribir una historia de personaje donde quede claro qué ha olvidado y por qué.]
Demencia: La demencia, un nombre que se aplica a varias enfermedades relacionadas entre sí, inflige alucinaciones, delirios, alteraciones de la percepción, desinhibición (falta de autocontrol, filtros y límites), impredecibles pérdidas de memoria, cambios de personalidad, pérdida de capacidad lingüística y de coordinación física, así como otras aflicciones debilitantes. Los aquejados de demencia, habitual (e insensiblemente) llamados lunáticos, sufren desde pequeñas pero inquietantes rarezas a cambios importantes en la personalidad y una irracionalidad exacerbada.
Esquizofrenia: Para los muertos que de por sí viven una realidad distinta a la de los vivos, la esquizofrenia se asemeja aterradoramente a la existencia cotidiana. Sin embargo, como Trastorno, esta desconexión de la realidad se vuelve muy peligrosa. Alucinaciones, sensaciones y voces imaginarias (como si no fuera suficiente con la Sombra), fuertes cambios de humor y temperamento, saltos ilógicos (o lógicos) que parecen extremos incluso en el contexto de los wraiths… esos síntomas hacen difícil distinguir dónde acaba la realidad y empieza la locura. Para los wraiths la esquizofrenia es el camino que lleva al Olvido… y en algunos casos extremos, se convierte en sí misma en el destino demencial del que ningún wraith puede volver jamás.
Fuga: Alguien en estado de fuga se disocia periódicamente de su identidad y sus relaciones y a veces olvida quién es (o era) hasta que retorna de ese estado… probablemente en una situación muy distinta a aquella en la que se encontraba cuando se produjo el cambio de identidad. También conocida como «amnesia disociativa», impulsa a una persona a hacer separaciones drásticas e inesperadas. Abandonará a sus amigos, su hogar, adoptará una nueva personalidad y quizá olvidará quién era antes. Puede que regrese a su antiguo yo… o puede que no. Por razones obvias, este trastorno es frecuente en los wraiths, quienes han sufrido un cambio abrupto en su existencia y han tenido que redefinirla para aceptar algo: que ahora están muertos, y que deben redefinir sus existencias para adaptarse a un mundo hostil.
Algunas personas también usan el término «estado de fuga» para describir a gente que retira su consciencia por completo del resto del mundo. Aunque ésa no es la definición técnica de una disociación tan extrema (en realidad se llama «catalepsia» o «esquizofrenia catatónica»), se trata de una confusión de términos muy corriente… y es muy conocida por los wraiths, en especial por aquellos que se encuentran en medio de Tormentos.
Megalomanía: La megalomanía se aplica comúnmente al trastorno narcisista de la personalidad, inspira grandes delirios, fantasías de poder, intensos sentimientos de superioridad y una autoestima hiperdesarrollada. Por razones obvias, es muy común entre algunos wraiths, quienes necesitan sentir que tienen una justificación para ser como son y hacer lo que hacen. El trastorno se limita a hacer esa persona todavía más egocéntrica de lo normal. Ciertas autoridades distinguen entre megalomanía y narcisismo. Como dijo Bertrand Rusell: «El megalómano desea más ser poderoso que ser encantador y busca ser temido más que ser amado».
Paranoia: En su mundo lleno de enemigos, la paranoia parece una reacción apropiada. Sin embargo, cuando llega a convertirse en Trastorno, esos miedos razonables alcanzan una intensidad obsesiva. Un wraith paranoico ve conspiraciones y rivales en todas partes, incluso entre sus amigos. La confianza se convierte en estupidez porque no se puede confiar en nadie. Y cuando alguien de verdad va a por el personaje, la locura aumenta hasta proporciones absurdas. En términos de juego, el personaje suma 1 a las dificultades de todas sus tiradas sociales… posiblemente más si las personas con las que interactúa le han dado alguna razón para sospechar. Usará cualquier método posible para mantenerse a salvo de traiciones y guardará una distancia que considere segura incluso respecto a sus compañeros más cercanos… habitualmente comportándose de forma desagradable y posiblemente ofensiva. A niveles extremos, un wraith paranoico se aísla de todas las formas posibles… puesto que se queda solo con sus terrores, que nunca lo abandonan de todo.
Trastorno afectivo bipolar (TAB): El TAB, también conocido como trastorno maníaco-depresivo, hace que una persona se columpie entre estados de manía hiperactiva y choques depresivos. A veces ambos estados pueden darse a la vez e inspirar un humor de exuberante melancolía o de agitada furia. Los estados maníacos tienden a desencadenar comportamientos impulsivos, expectativas irreales y pasiones intensas; la depresión agota la energía, destruye la autoestima y machaca la motivación y la confianza en uno mismo hasta convertirlos en una pasta negruzca.
Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): El TOC, a veces llamado «monomanía», lleva a las personas a seguir pautas de comportamiento llenas de ansiedad, repetitivas y ritualistas. Básicamente una persona que padece TOC se obsesiona con dudas y miedos invasivos, fijaciones que trata de disipar asegurándose de que ciertas cosas están en orden, incluso aunque ya lo estén. El TOC, que a menudo se considera un intento de controlar las propias circunstancias, es especialmente común entre los wraiths ceremoniales y aquellos obsesionados con el orden y lo burocrático, que deben tener muchas cosas perfectamente controladas y organizadas.
Trastorno de personalidad antisocial (TPA): El TPA, más comúnmente llamado «sociopatía» o «psicopatía», refleja un desprecio generalizado por las sociedades y el prójimo. Hay quien lo compara con una especie de «autismo emocional» debido al cual la persona afectada es literalmente incapaz de comprender los sentimientos de otras personas o el impacto de sus acciones en la vida emocional de cualquiera que no sea él mismo. Básicamente, un sociópata puede mentir, hacer trampas, robar, manipular a la gente, tomar decisiones duras, violar la propiedad ajena y hacer trizas el contrato social sin sentir ningún remordimiento por ello. El TPA, que se caracteriza por una falta de compasión hacia otras personas y de conexión con ellas, es uno de los elementos esenciales del trastorno de la personalidad llamado tríada oscura (una mezcla de narcisismo, maquiavelismo y sociopatía), en gran parte porque a un sociópata no le importan una mierda las consecuencias… lo que puede ser enormemente atractivo mientras no te interpongas en su camino.
Trastorno de personalidad múltiple: Una persona con este Trastorno, que podría considerarse en un estado de fuga avanzado, construye de forma consciente y/o inconsciente varias personalidades diferentes. Cada una de ellas puede diferir mucho de las demás y tener su propia forma de hablar, sus recuerdos, sus comportamientos e incluso su propia apariencia física. El Trastorno, también llamado Trastorno de identidad disociativo (TID), puede hacer que se manifiesten de dos identidades separadas a una docena o más.
Marca de la Muerte: La marca de la Muerte de los Penitentes toma la forma de sangre en el corpus del wraith y entre más cercano esté al Olvido, más nítida es aquella sangre. Una marca común es sangre que se derrama y gotea, en cualquier caso, la marca siempre resulta bastante perturbadora para los miembros de otras legiones, exhibiendo la locura propia de los Penitentes.
Símbolo: El Símbolo de la Legión Penitente es un collage de diversos símbolos alquímicos referentes a la Plata. La plata en la historia humana ha tenido un rol simbólico asociado a poderes mágicos (el hecho de que la plata es capaz de matar hombre lobos, por ejemplo). Además, la plata también es asociada a la traición en el viejo testamento en relación a Jeremías (Jeremías 6: 19-20). Por otra parte, la plata está vinculada con la Luna, la Luna en la astrología hace referencia a lo inconsciente, la memoria, la capacidad de reaccionar y de adaptarse, también guarda relación con el comportamiento “lunático”, la luna también representa lo femenino, los espíritus animales, la necesidad de seguridad, el pasado y las experiencias de infancia. [Nota de Autor: Interpretación personal]