[Anaís] Reforzando la seguridad

Moderador: Baudelaire

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#31

Mensaje por Baudelaire » 02 Sep 2020, 23:17

Salvo con un milagro o la intervención de alguien que pertenezca a la orden de san Juan, sabes que podrías estar largo tiempo en cama. Las heridas en las palmas y también en la garganta, a pesar de la atención que has recibido de Giancarlo… están lejos de ser fáciles de sanar. Al reincorporarte, luego de acomodar la espada en su funda, notas que la flecha que tomó era exactamente la que llevaba tu Himno sanguíneo.

Vamos, signora Anaís. Es necesario que comas, abre bien grande la boca… aquí viene la diligencia con la compota ¡Yumi!, está muy sabrosa.

Ahora Perséfone se pone a jugar, nuevamente es evidente que el haber sido expuesta a lo sobrenatural la ha golpeado fuerte. Sin embargo, parece encontrar maneras de distraerse. Lo que sí es evidente que su sangre ha sido tan efectiva como la tuya, aunque solamente por un momento. Ello prueba que es una niña de corazón puro y que su alma tiene el potencial de ser parte de la inquisición sombría.

Así es, así es… otra cucharada por Giancarlo ¡Yumi!, simplemente deliciosa.

Mientras continua con la rutina de darte de comer directo en la boca, se escuchan ruidos en la puerta. Ya está el heraldo de regreso, veterano o no, su puntería está lejos de ser tan buena como la tuya. Sus pasos indican que viene hacia la habitación. Les sonríe a ambas y coloca la flecha dentro el carcaj… su aroma de anís ha desparecido.

¡Vaya! Has despertado… lo importante es que todo ha resultado bien.

Te guiña un ojo mientras apoya el arco contra el muro y te hace gestos para mostrarte que ha enfrentado a un oso infernal. Extiende su mano hasta el techo e hincha su pecho para indicar su tamaño. Todo a espaldas Perséfone que, después de un leve saludo con su manita, prosigue el ritual de tu alimentación.

Tienes una gran cuidadora.

Le hace cariño en la cabeza a la niña, despeinándola un poco, sin que a ella parezca molestarle. Se ríe de buena gana, al notar que el cuenco está vacío.

Avatar de Usuario
Leohan
Mensajes: 444
Registrado: 16 Abr 2020, 22:57
Mensajes miarroba: 472
Antigüedad: 24 de Enero de 2006

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#32

Mensaje por Leohan » 03 Sep 2020, 01:45

Le sonrío y asiento, en aprobación. Perséfone seguramente interpretará que me es por la compota.

No me equivoqué; había por lo menos un enemigo más, y quizás fuera quien coordinaba a los otros ¿De dónde han salido y qué planeaban hacer con Perséfone?

¿Cierto? respondo, también yo acariciándola. Sería una excelente monja, ¿no crees? Verdaderamente, gracias ustedes dos. No pensé que las heridas fueran tan severas. Miro mis manos, bien cubiertas y vendadas.

Supongo que tendrá que ocurrirseme una buena explicación para las heridas, en caso de que alguien pregunte ¿Quizás estaba experimentando con un nuevo mecanismo para candados y el mismo se me cerró en la mano?

¿Ambas manos a la vez, incluso?

…Es una historia débil. Tendré que pensar en algo más.

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#33

Mensaje por Baudelaire » 03 Sep 2020, 02:30

La niña frunce el ceño, mostrando una enorme molestia. Incapaz de contenerla, espeta su comentario locuaz.

¿Monja yo? Te cuido porque eres mi amiga, signora Anaís y porque me lo ha pedido Giancarlo. Quizás sería buena para la asistencia de enfermos, pero siento que tengo algo más que hacer. Algo mucho más importante.

La rabia se transforma en enrojecimiento en sus mejillas y los ojos brillantes.

Seré la esposa de Alessandro Dandolo y, como consecuencia, la doxessa de Venecia… ¿eh? Es un buen plan, es un chico inteligente y guapo. Tiene un gran futuro y me dejó una prenda una vez que vino de visita con su abuelo Giovanni. Parecía muy temeroso, por ello le dejé el cuenco con la compota en el piso. Sentía que algo malo le había pasado, pero rápidamente comprendí que él era el hombre con el que envejecería.

¡Vaya sueño alocado! La única forma en que Lessi se casare con un niña de la aldea, será con ella ganándole una partida de ajedrez. Parecido a cómo tus peleas en el gremio con Orfeo, claro… te hubo vencido en circunstancias algo incómodas, pero probablemente habría sido un buen desafío. Los destellos de tal matrimonio te hacen estremecer… otra vez una pareja de un Alessandro con una Perséfone.

Y, a nuestra primera hija, la llamaremos Anaís… ¿qué te parece, signora?

Avatar de Usuario
Leohan
Mensajes: 444
Registrado: 16 Abr 2020, 22:57
Mensajes miarroba: 472
Antigüedad: 24 de Enero de 2006

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#34

Mensaje por Leohan » 03 Sep 2020, 06:04

¡Ciertamente la niña tiene aspiraciones altas! En lo personal pienso que le sería útil meditar acerca de aprender un oficio, además de la idea de casarse; pero, ciertamente, la vida monástica no coincide con su sueño.

Me froto la barbilla, en un gesto irónico de profunda consideración.

¿Esposa de Alessandro, entonces? digo. Muy bien, muy bien. Te espera un camino de mucho ajedrez, me temo, si quieres ganar su corazón. Pero imagino que es correcto. No se me ocurre una mejor doxessa para el futuro de Venecia. Me guardo para mí misma el comentario que Lessi me había dicho, de que yo haría un gran trabajo en tal posición. En la mente enamorada de Perséfone sería fácil malinterpretarlo.

Y nada me honraría más, digo respondiendo a su siguiente comentario. Pero ten en cuenta ¡No puedes casarte antes que yo! ¡Éso sería sencillamente inaceptable! Le sonrío, indicándole que estoy bromeando.

Se me ocurre decirle también que no debería subestimar la importancia de cuidar a los enfermos, pero ése es un discurso para otra ocasión.

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#35

Mensaje por Baudelaire » 03 Sep 2020, 14:16

La carcajada de Perséfone es tan intensa que ahoga la risilla de Giancarlo.

Pero si pasas todo el tiempo hablando de Orfeo… ¡y nunca lo he visto!

Hablan a coro, se miran la una al otro, luego vuelve a reírse… y posan sus ojos sobre ti.

Mejor sigues descansando, signora Anaís. Voy con Giancarlo para que me lleve a casa.

Él asiente y te sonríe con dulzura, han dejado atrás un momento incómodo.

Supongo que nos hará caso, Perséfone… con lo inquieta que es esta mujer, la tendremos mañana preparando compota y con las manos heridas. Así en lugar de aderezarla con azúcar, saborearemos su sangre.

La niña besa delicadamente tu frente y toma la mano del heraldo. Él se despide agitando la mano y se giran para retirarse de tu habitación.

¡Ah! He contactado con la curandera de la aldea, vendrá a curarte al ocaso.

Te da la información y salen al comedor.

Avatar de Usuario
Leohan
Mensajes: 444
Registrado: 16 Abr 2020, 22:57
Mensajes miarroba: 472
Antigüedad: 24 de Enero de 2006

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#36

Mensaje por Leohan » 03 Sep 2020, 16:28

Saludo a ambos mientras se van. Me hubiera gustado poder hablar un poco más con Giancarlo acerca de lo ocurrido, pero es mejor que se mantenga cerca de Perséfone.

La ventana está principalmente cubierta por tela de araña. Supongo que tomará varias horas de trabajo desprenderla. Considero apagar la vela y descansar un poco más, pero luego cambio de idea y me levanto, dirigiéndome a una pila de libros.

Pathologiam humorales, diagnosic et curatio. Uno de varios libros médicos que tuve que conseguir para entender y dar contexto a algunos de los conceptos del enorme tomo de Eyzaguirre. Es un buen tomo, escrito por un alumno anónimo de la Universidad de Bologna. Sí, desangramiento hasta desmayo espontáneo definitivamente cuenta como una patología sanguínea.

Lo tomo y me lo llevo a la cama, para ver si puedo identíficar qué es lo que me espera en éstos próximos días.

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#37

Mensaje por Baudelaire » 03 Sep 2020, 20:01

La lectura pasa rápido y vas tomando notas, con bastante dolor, en un grueso pergamino. Es muy complicado, además, mantener bien asida la pluma con el volumen de las venda. Así y todo, logras recopilar los datos relevantes. Con lo que tienes, puedes hacer más análisis con más facilidad. Sin que sea necesario seguir cargando el enorme tomo.

Por supuesto, eres interrumpida por un par de golpes en la puerta. Antes que respondas, la curandera ya ha abierto y ha traspasado la cabaña directo a tu habitación. Del mismo modo, ha olvidado volver a cerrar.

Debería encender una vela, signora Anaís. Vuestra vista se dañará si sigue leyendo así. Me llamo Constanza y un caballero florentino, muy guapo, me ha indicado que venga a visiratos para unas curaciones… ¡¡Pero qué habéis hecho con vuestras manos!!

La mujer, algo más joven que la patriarca Persefone… pero igualmente una anciana perspicaz, las toma con delicadeza mirando como las tienes.

¿Y más encima cargando ese tomo de...

Casi a punto de desmayarse, parece haber leído el nombre del autor.

…Rafael Eyzaguirre! No soy capaz de leer latín, pero reconozco el nombre. Cada persona dedicada a la sanación sueña con este libro… ¿cómo lo habéis conseguido?

En una mezcla de regaños y gratitud, va quitando las vendas. Luego calienta un poco de agua y pone hierbas específicas a infusionar. Con un cuenco a la temperatura adecuada, procede a limpiar abundantemente los cortes. Guarda profundo silencio, pero parece adivinar que te has cortado tú misma… pues mira de reojo la espada en el piso.

O ha sido un accidente o estáis loca de remate para heriros a vos misma o estáis mostrando los estigmas de Jesús. Me parece que asumiré lo primero… ¡ya está!

Toma un trozo de gasa para secar y repone la protección en forma de vendas frescas. Mucho más ligeras y delgadas.

Pasarán, al menos, 10 días para que os sanéis completamente. Siempre y cuando séais capaz de dejar de hacer fuerzas innecesarias. Decidle al guapo florentino ése que mi pago será una cena con él. Ahora, si de verdad queréis ser generosa, apreciaré que en cada visita tuviereis a bien traducirme algunas páginas del libro de Eyzaguirre. Del mismo modo que os quedéis quieta… de otro modo podríais estar un mes en capa, ¿acaso es lo que buscáis?

Guarda sus utensilios y deja todo pulcro en la cocina antes de venir a despedirse.

Gracias, signora Anaís. Ha terminado esta primera sesión, pero para la próxima que os sintáis presa de la amargura por vuestra viudez… podréis conversar conmigo.

Igual que la anciana Perséfone, todavía viva, acaba de unir todos los cabos sueltos. Te acaricia la frente y se dispone a marcharse, ella sabe que te has hecho tú misma los cortes… guardará el secreto, pero desconoce que está lejos de haber sido por nostalgia.

Avatar de Usuario
Leohan
Mensajes: 444
Registrado: 16 Abr 2020, 22:57
Mensajes miarroba: 472
Antigüedad: 24 de Enero de 2006

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#38

Mensaje por Leohan » 04 Sep 2020, 05:23

No desmiento ni confirmo sus ideas. Que la mujer saque sus propias conclusiones, aunque erróneas, es preferible a tener que inventar mentiras o excusas para no tener que decir la verdad. Muevo un poco los dedos. No está tan mal. El problema aparece cuando intento cerrar las manos; especialmente la izquierda, utilizar su sangre en mi espada y dos de mis flechas fue quizás demasiado. Aunque hasta donde sé, de no haber impregnado mis armas quizás las criaturas se habrían seguido regenerando hasta el infinito.

Independientemente, parece que no estaré apuntando un arco por un tiempo, y quizás tampoco me convenga ejercer la cerrajería por unos días.

El gran tomo de la universidad de Bologna sigue abierto sobre la mesa de trabajo. Supongo que podría utilizar el tiempo para leer. Pasar las páginas no requiere un esfuerzo físico significativo, y por si me aburro de la medicina podría finalmente empezar a leer el tratado de ajedrez que Lessi insiste que debo estudiarme.

Me siento frente a la mesa, colocando la vela cerca del manuscrito de medicina, y miro de reojo a mi más compleja y ridícula creación: una reproducción a una escala más razonable del candado del que tuve que rescatar a Museo. Por lo menos. tal cual la recuerdo, hecha con acero reforzado; con un detalle de mi propia creación: un elaborado mecanismo para que la llave abra dos secuencias de palancas al mismo tiempo, funcionando como dos cerraduras que deben abrirse a la vez. Con su extraña forma el candado es innatamente resistente a ganzúas tradicionales. Si existe un método más seguro de resguardar algo que ésto, escapa a mi imaginación. Pero en la práctica la llave se ve absolutamente estúpida e innecesaria, y también el ojo de la cerradura. Independientemente, si alguien me preguntara cómo puedo lastimarme ambas manos trabajando en cerrajería, probablemente podría mostrarles esta abominación y no harían más preguntas.

HERALDO HISTORIADOR (Baudelaire)

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#39

Mensaje por Baudelaire » 04 Sep 2020, 18:02

Las visitas y los días se suceden en un ciclo casi interminable. Perséfone que viene a hacerte comer y aprovechas de enseñarle ajedrez, notando que tiene el talento… pero carece de la persistencia para esforzarse. Giacarlo pasa de vez en cuándo a traerte comida y noticias de la inquisición sombría, incluyendo que se han avistado más animales demoníacos… como en un pozo sin fondo, expulsando purulencias. Se supone que agentes de la orden de San Teodosio, alojados en la capilla de la aldea, están revisando las pistas para dar con el foco.

Constanza sigue sacando sus conclusiones cada vez que te cambia las vendas, insiste en saber de Orfeo… parece que la mujer ya ha averiguado bastante y su curiosidad es ilimitada. Éso o es algo más que una curandera, aunque siempre cordial todo vuelve a su cauce cuándo le traduces unas cuantas páginas del libro de Eyzaguirre. Ni cuenta te has dado cuánto has sido profesora este tiempo, si hasta han venido la mamá y el papá de Perséfone… la dueña de la tienda de abarrotes y hasta un saludo desde Padua.

Claro… tenía que enterarse la anciana, la otra Perséfone. Era lo único que faltaba, pero ya puedes responder su gentileza… escribiendo. Contra todo pronóstico al cabo de 12 días tus heridas han cicatrizado perfectamente, en parte por tu deseo de recuperarte pronto y que ello ha evitado que te pongas a realizar tareas pesadas. Del mismo modo, las continuas entradas y salidas de personas desde tu cabaña casi la han convertido en el centro social de la aldea. Más distracciones para evitar exactamente lo que habría impedido tu sanación, hasta que hoy 23 de julio… reparas, al despertar, que tus herramientas de cerrajería han desaparecido.

Pones la cabaña patas arriba, remueves todo y compruebas que nada… sales y para tu grata sorpresa, luego de tantos días encerrada, contemplas el exterior: la tela ha desaparecido. Unos pasos se acercan, al voltearte ves a Giancarlo con un enorme baúl que hace mucho ruido.

Buon giorno, Anaís. Traigo tus cosas, cada persona del pueblo ha limpiado unas cuántas. Todo debería estar como nuevo… salvo este extraño candado que nadie fue capaz de asear.

Te extiende el pesado trozo de metal de tu investigación. En la cerradura hay una pequeña capa de moho amarillento, le pasas el dedo y compruebas que es irremovible. Pruebas con el codo y luego el pomo de tu espadas, que vas a buscar al interior… ¡nada!

Desde la capilla parecen haber rastreado la fuente del poder demoníaco a una residencia cerca de aquí, pero todavía está por planificarse la búsqueda. En cualquier caso, tememos que también haya algunos animales infernales que lograron llegar a Venecia. Pueden moverse con sigilo a través de las alcantarillas y los canales… nadie tiene claridad de cuál sería su objetivo final. Pero anularte formaba parte de las tareas previas.

Avatar de Usuario
Leohan
Mensajes: 444
Registrado: 16 Abr 2020, 22:57
Mensajes miarroba: 472
Antigüedad: 24 de Enero de 2006

Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#40

Mensaje por Leohan » 07 Sep 2020, 20:17

¿Animales infernales en las alcantarillas de Venecia? Éso en serio sería un desastre. Potencialmente toda la ciudad podría estar en riesgo, y harían falta por lo menos diez caballeros para controlar el caos resultante, a menos que sepamos exactamente lo que buscamos… Aunque el líder de las criaturas seguramente se lo vería venir, y atacaría objetivos falsos para distraernos.

¿Y por qué asaltarme a mí primero? ¡Ni siquiera estoy en Venecia! ¡Sólo están llamando la atención a ellos mismos!


No sé si te lo había mencionado, digo. Pero hubo algo extraño acerca de la pelea aquí. Las criaturas seguían atacando a Perséfone, en vez de aliarse en mi contra. Es posible que supieran que éso me mantendría distraída, pero hay algo más. Sifi tiene una enorme Beatitud. Una de las criaturas, al atacarla, se vio repelida por el contacto de su sangre, al igual que sucede con la mía.

Mientras tanto sigo intentando limpiar el candado… Extraño ¿qué es ésto? Espero que sólo esté afuera, ya que si se metió adentro el complejo dispositivo podría terminar inutilizable. Voy a buscar su llave y algo se me ocurre.

Tengo cierto presentimiento, digo. Es sólo una intuición, pero creo que hay un lugar en Venecia donde podríamos encontrar pistas respecto a estos ataques, o incluso a su mismísima fuente. No creo que sea una mala idea explorarlo mientras se planea la búsqueda oficial. Nunca había vuelto al Inframundo veneciano, luego del rescate de Museo, donde encontré un candado como éste; así que nunca terminé de descubrir qué había allí. Es cierto que éso me ocurrió en el medio de un tiempo con muy extrañas experiencias oníricas, pero yo sé que definitivamente algo extraño sucedía, y que la posición sería ideal para una congregación de criaturas infernales.
Última edición por Leohan el 08 Sep 2020, 22:06, editado 1 vez en total.

Cerrado

Volver a “Capítulo 1: Gritos en la espesura”