Iberia Nocturno XXI aniversario

La edad oscura, la larga noche.
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Alexander Weiss
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Re: Iberia Nocturno XXI aniversario

#71

Mensaje por Alexander Weiss » 25 Abr 2020, 00:02

Imagen LEÓN
En el año 29 a.C., la Legión VI Victrix fue llevada a Hispania para luchar en las Guerras Cántabras, donde recibió el apelativo de Hispaniensis. El campamento militar permaneció asentado durante casi un siglo para mantener el orden y controlar las minas de oro del territorio, aplastando con facilidad las sublevaciones de los pueblos nativos. Además, los legionarios también proporcionaron apoyo militar y escolta a los gobernadores y procuradores de las provincias romanas. Durante el reinado del emperador Nerón, el gobernador Galba se sublevó y tras ser proclamado emperador fue acompañado por la legión hasta Roma.
A partir del año 74, bajo el reinado del emperador Vespasiano, la legión VI Victrix fue sustituida por la legión VII Gemina, que levantó un nuevo campamento, apoyando de nuevos a los gobernadores y funcionarios hispanos. A su alrededor comenzó a formarse una pequeña ciudad para los legionarios, donde se asentaron comerciantes y familias, y un anfiteatro. La legión también se desplazó para luchar en las guerras del Imperio Romano, como en la Dacia o en Britania durante el siglo II. En el siglo IV la unidad fue transformada y reducida, y con las invasiones de suevos y vándalos fue disuelta.
Durante los años del campamento romano, un Cainita solitario observaba a los soldados y acompañaba a la legión en sus movimientos, tomando chiquillos ocasionalmente. Se trataba de un vampiro del clan Lasombra llamado Marcelo Rufo, que había tomado la zona como su dominio personal. Con la disolución de la legión y la llegada de los invasores germánicos se retiró para descansar un tiempo en letargo.
En los siglos posteriores la zona fue ocupada de manera intermitente por pequeñas aldeas y asentamientos que no fructificaron. Con la llegada de los musulmanes en el siglo VIII se convirtió en un territorio de frontera, expuesto a los enfrentamientos.
En el año 856 el rey Ordoño de Asturias incorporó la ciudad a su reino, reconstruyendo sus murallas y repoblándola con éxito. Su valor estratégico era considerable, ya que suponía una avanzadilla hacia el sur, además de estar fuera de la influencia eclesiástica. A la muerte del rey Alfonso III, que ya había residido largo tiempo en León, su reino fue repartido entre sus herederos: Asturias, Galicia y León. Sin embargo, García I de León murió sin herederos y su hermano se convirtió en Ordoño II de Galicia y León, trasladando la capital del reino a León en el año 914.
Durante este período el reino estuvo en manos de Henri Beaucaire, un antiguo Ventrue de origen francés, tan impulsivo como implacable. Estaba decidido a crear un reino que unificara toda la península ibérica, y consideraba que la mejor forma de superar a sus rivales, especialmente en el clan Lasombra, era tomar la iniciativa. Sus manipulaciones contribuyeron a engrandecer al reino, evitando que se consolidara su fragmentación a la muerte de Alfonso III. También se trasladó a León, ciudad que consideró su dominio personal, al mismo tiempo que Abrazaba una prole para mantener el dominio de Oviedo. No tuvo tanta suerte en Galicia, donde el antiguo Lasombra Ramiro Velázquez tomó la iniciativa.
De la misma forma que utilizaba a los mortales como piezas de ajedrez, Henri Beaucaire también acompañaba a los ejércitos cristianos en los ataques contra la frontera musulmana, a menudo marcando sus objetivos. Sin embargo, su impulsividad encontró respuesta durante el ataque de Almanzor, que saqueó León en el año 988 y dejó al antiguo vampiro en letargo, quedando atrapado en su refugio.
La ciudad pronto se recuperó del ataque, manteniendo su importancia en el reino, y durante el reinado del rey Alfonso V conoció un nuevo período de prosperidad, recibiendo fueros en el año 1017.
Henri Beaucaire despertó hacia el año 1000, más calmado y con nuevos proyectos en mente. Asumió el nombre de Enrique de León y puso de nuevo sus peones en marcha. Durante las guerras por la sucesión de Alfonso VI apoyó a la reina Urraca en su matrimonio con Alfonso I el Batallador, y tras su separación, impulsó los sueños imperiales del rey Alfonso VII, acompañándolo en sus expediciones para conquistar Extremadura. Sin embargo, en una de sus incursiones fue emboscada por un grupo de guerreros Banu Haqim, que acabaron con él en el año 1136.
Los descendientes del Príncipe León respiraron aliviados, y aunque estuvieron a punto de enfrentarse finalmente prevaleció el sentido común y se repartieron los dominios del reino leonés. Marina Marbuena se convirtió en Príncipe de Oviedo y Elvira Enríquez en Príncipe de León.
Elvira no consiguió evitar la separación del reino de Castilla en el año 1157, en gran parte debido a las manipulaciones de los Lasombra. Volcó entonces sus esfuerzos hacia el reino de León y la frontera sur, obteniendo el apoyo de varios de sus descendientes y compañeros de clan. Fue en gran parte responsable del engrandecimiento del rey Alfonso IX, que convocó cortes de todos los estamentos de su reino en 1188, al mismo tiempo que procuraba maniobrar para evitar la influencia de los Lasombra castellanos.
La muerte del monarca leonés volvió a unir León y Castilla en la figura de su hijo Fernando III en el año 1230. Aunque Elvira hubiera preferido mantener su dominio independiente de los castellanos, aceptó la nueva situación, y a través de su hermano, Anastasio el Gallego, comenzó un acercamiento hacia los Lasombra, especialmente Silvestre Ruiz.

POLÍTICA Y RELIGIÓN
La ciudad de León se encuentra situada en una meseta fluvial entre los ríos Bernesga y Torío, recibiendo una gran importancia hasta 1230 como capital del reino y especialmente a través del Camino de Santiago, del que han llegado numerosos colonos, recursos y cultura. En la ciudad también se han desarrollado barrios de artesanos, algunos fuera de las murallas, que ya no pueden contener la creciente población. También abundan los recursos minerales, con depósitos de carbón, caliza, hierro y cobre, así como manantiales de aguas curativas.
Las murallas de León se remontan al campamento militar romano, que fueron sucesivamente reconstruidas, especialmente tras la destrucción del año 997.
En el lugar donde se encontraba las termas romanas se construyó un palacio, que el rey Ordoño II cedió para la construcción de la primera catedral, de estilo mozárabe y que era atendida por monjes benedictinos. Aunque resultó dañada durante el saqueo de Almanzor, pronto fue reparada para el culto, aunque quedó en un estado lamentable, que llevó al rey Fernando I a trasladar los restos de San Isidoro de Sevilla a la catedral.
Con la ayuda de la infanta Urraca, hermana del rey, comenzó la construcción de una catedral románica, que fue consagrada en el año 1073. Durante el reinado de Alfonso IX comenzaron de nuevo obras para iniciar una nueva construcción en estilo gótico, pero en el año 1205 se paralizaron por problemas en los cimientos.
El obispo actual es Nuño Álvarez, quien trata de recaudar fondos para continuar la construcción de la catedral. Sin embargo, muchas de sus rentas se encuentran destinadas a apoyar al rey Fernando III en la reconquista de Al-Ándalus.

SOCIEDAD CAINITA
La Príncipe Elvira Enríquez ha comenzado una aproximación hacia los Lasombra tratando de repartirse los despojos de la Reconquista. Sin embargo, tras siglos de cuidadosas manipulaciones los Magistri creen que el dominio de la península ibérica ya sólo es cuestión de tiempo. Se muestran corteses y respetuosos con Doña Elvira y los Ventrue leoneses, pero no necesitan arribistas de última hora.
Desengañada, la Príncipe de León ha buscado una alternativa para incrementar su poder en la Iglesia de León, y con este fin ha confiado en su aliado, el Padre Fernando de Astorga, un antiguo Malkavian, para que neutraliza la influencia de los Lasombra eclesiásticos, y especialmente el Arzobispo Ambrosio Monçada. Fernando está más que dispuesto a aliarse con Doña Elvira, especialmente porque en secreto forma parte de la Herejía Cainita, y de esta forma puede obtener influencia para su facción. Con el tiempo quizás incluso consiga atraer a la Príncipe a la Herejía, pero sabe que debe ser sutil.
Un visitante reciente de la corte de la Príncipe es un monje viajero llamado Juan de Montilla. Pertenece a un linaje extraño, y a menudo procura disimular sus escuálidos rasgos bajo el hábito monacal. Juan se muestra interesado por el estudio, visitando los monasterios leoneses y realizando sus propias y misteriosas investigaciones. Aunque asiste a la Príncipe de León con su sabio consejo, en política prefiere mantenerse neutral, aunque el Padre Fernando duda sobre sus verdaderas intenciones, y podría decidir deshacerse de él si constituye una molestia.
Y desde las montañas de Leon, una figura de hace muchos siglos ha vuelto a despertar. Marcelo Rufo no está contento con los excesos de la Reconquista y las traiciones y engaños de sus compañeros Cainitas, esperando el momento de intervenir.

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Re: Iberia Nocturno XXI aniversario

#72

Mensaje por Alexander Weiss » 25 Abr 2020, 14:45

Imagen Desde tiempos antiguos el territorio de Oviedo estuvo habitado por los pueblos astures, organizados en clanes o tribus a menudo enfrentadas entre sí. Para proteger a sus aliados y las colonias establecidas en la meseta, los romanos llegaron a la zona de la Cordillera Cantábrica y sometieron a los astures y otros pueblos durante las Guerras Cántabras. El asentamiento de una legión en el futuro territorio leonés serviría para mantener la paz y sofocar las revueltas en los siglos siguientes. Las revueltas de los astures y otros pueblos del norte continuaron tras la llegada de los visigodos en el siglo V.
En el siglo VIII los musulmanes invadieron la península ibérica y muchos cristianos visigodos e hispanorromanos huyeron al norte, uniéndose a los pueblos que habitaban allí. En el año 722 un caudillo godo llamado Pelayo, aliado con los astures, consiguió derrotar a una fuerza musulmana en la Batalla de Covadonga. En las tierras al norte de las montañas pondría las bases de un futuro reino.
A Asturias no sólo llegaron mortales, sino también algunos no muertos. Para los Lasombra no pasó desapercibida la contribución de Silvestre Ruiz en la Batalla de Covadonga, y un antiguo llamado Cleóbolo le dio el Abrazo.
El rey Fruela I, nieto de Pelayo, fundó la ciudad de Oviedo en el año 761, en un lugar llamado Ovetao u Oveto, donde había una iglesia consagrada a San Vicente. La población comenzó a crecer en torno a la iglesia y el rey Alfonso II la rodeó de una muralla y mandó edificar varias iglesias. De la misma forma que durante esta época se descubrió la tumba del apóstol Santiago, en Oviedo apareció el Arca Santa, llena de reliquias sagradas.
Durante el reinado del rey Alfonso II y siguiendo el Camino de Santiago, llegó de Francia un antiguo Ventrue llamado Henri de Beauciare. Enseguida comenzó a disputar con los Lasombra locales para obtener el dominio del reino de Asturias, pero los Magistri simplemente se limitaron a cederle paso. Silvestre Ruiz y su hermano de sangre Ramiro Velázquez se limitaron a abandonar Oviedo para instalarse en los territorios conquistados.
Dispuestos a no quedarse atrás, Henri siguió a los reyes cuando trasladaron la corte de Oviedo a León en el año 914. Sin embargo, dejó a uno de sus chiquillos en Asturias, Mendo Peláez, para que mantuviera su dominio.
Oviedo perdió importancia al dejar de ser la capital del reino, pero continuó creciendo gracias a la afluencia de peregrinos, que consideraban el camino del Norte más seguro. En el año 1075 el rey Alfonso VI visitó la villa y le concedió fueros, y su sucesor Alfonso VII la convirtió en ciudad libre. Durante esta época también se amplió la catedral de San Salvador y las reliquias de la Cámara Santa también alcanzaron gran importancia en las rutas de peregrinación: “Quien va a Santiago, y no a San Salvador, honra a criado y olvida a señor.”
Durante esta época también llegaron nuevos Cainitas a Oviedo, que se extendieron por las villas cercanas, como Avilés y Gijón.
En el año 1136, el antiguo Henri Beaucaire, que se había convertido en Príncipe de León, fue destruido en una batalla contra los Ashirra. En Oviedo se produjo cierta confusión y los Lasombra aprovecharon para derrocar al Príncipe Mendo Peláez, poniendo al Obispo Froila en el trono. Sin embargo, poco tiempo después, Marina Balbuena, chiquilla del Príncipe derrocado, denunció que el Obispo había tomado el poder con la ayuda de la Herejía Cainita. Los Lasombra asturianos, apoyados por sus compañeros castellanos y leoneses, se enfrentaron entre ellos, lo que permitió a Marina convertirse en Príncipe en el año 1150.
Durante el siglo XII algunos nobles asturianos como el conde Gonzalo Peláez o Urraca Alonso intrigaron para separar Asturias del reino de León, como habían hecho Castilla y Portugal. Sin embargo, fueron derrotados o no recibieron suficientes apoyos.

POLÍTICA Y RELIGIÓN
La ciudad de Oviedo está dividida en varias zonas en función de la posición social: el barrio real, donde habitan nobles y burgueses adinerados; el barrio comercial donde habitan mercaderes y artesanos de diferentes gremios y el barrio eclesiástico en torno a la iglesia de San Salvador. Desde la marcha del rey y gran parte de la nobleza a León, son los religiosos quienes mandan en la ciudad, ya sea el obispo o el abad benedictino del monasterio de San Vicente.
La catedral de San Salvador fue en sus orígenes una basílica construida durante el reinado del rey Fruela I, que fue destruida durante un ataque musulmán en el año 794. El rey Alfonso II ordenó erigir una nueva catedral con varias iglesias, que fueron rodeadas por un complejo defensivo de torres y murallas. Durante el siglo XI se introdujeron varias reformas de estilo románico, especialmente en la Cámara Santa, cuya cubierta de madera fue sustituida por una bóveda de piedra.
El actual obispo de Oviedo es Rodrigo Díaz, que se encuentra acompañando al rey Fernando III de Castilla en la Reconquista.

SOCIEDAD CAINITA
Actualmente la ciudad de Oviedo se encuentra en medio de las intrigas entre Lasombra y Ventrue. La Príncipe de Oviedo, Marina Balbuena, es astuta e ingeniosa, y ha conseguido mantenerse en el poder a pesar de las manipulaciones de los Magistri (ganándose su reticente respeto). Se encuentra enemistada con el Arzobispo Ambrosio Monçada y Silvestre Ruiz de Madrid, a quienes culpa de estar detrás del derrocamiento y muerte de su sire. El Arzobipso afirma que el reinado de Marina es débil y se comenta que ha ofrecido su apoyo a cualquier aspirante digno al dominio de Oviedo.
Más allá de las intrigas entre Lasombra y Ventrue, que conforman la mayor parte de los Altos Clanes de Asturias, se encuentran Sansón y Epifania, dos orfebres del clan Nosferatu, cuyo prestigio ha atraído a muchos Cainitas, deseosos de solicitar sus servicios. Sin embargo, los dos vampiros son muy selectivos sobre los encargos que aceptan, dedicándose especialmente a la elaboración de arte religioso.

LA CÁMARA SANTA DE OVIEDO
Durante el reinado de Alfonso II el Casto, el rey consiguió un arca llena de reliquias sagradas, entre ellas el Santo Sudario y el Lignum Crucis. Originalmente esta arca procedía de Jerusalén y fue traída a la península ibérica en tiempos de los visigodos para ponerla a salvo de los paganos, siendo depositada en Toledo. Allí estuvo durante cerca de cien años hasta que llegaron los moros, y como nadie conseguía resistíreles, los cristianos se llevaron en secreto el arca sagrada y Dios los guió hasta que llegaron a Asturias, cerca de la ciudad de Gijón.
Cuando el rey Alfonso se vio bendecido por semejante tesoro, decidió construir un lugar adecuado para contener el arca, y así construyó una iglesia dedicada a San Salvador, y en ella se hicieron muchas obras maravillosas y una cámara para guardar el arca.
Finalmente el rey decidió que para completar la iglesia sería necesaria una cruz digna, y tomó oro y piedras preciosas. Fue entonces cuando se le aparecieron dos artesanos, que ofrecieron su habilidad y el monarca les dio un taller para que se dedicaran a su trabajo.
Fue el rey a comer y antes de que terminara, envió servidores para que observaran cómo trabajaban los artesanos, pero cuando llegaron se encontraron con que una gran luz salía del taller y al mirar por una ventana encontraron el taller vacío y sólo una cruz maravillosa, de oro y gemas, en el centro de la estancia.
Advertido el rey de lo que había ocurrido, comprendió que se trataba de un milagro, y que los dos artesanos eran ángeles del Señor, y tras das gracias a Dios, como cumplía puso la cruz en el altar de la iglesia de San Salvador.
La habilidad de Sansón y Epifani es legendaria, y todavía hoy muchos Cainitas de Oviedo atribuyen la autoría de muchas obras y objetos religiosos de la ciudad a los dos Nosferatu. Es sabido que los dos vampiros llegaron de Toledo en el siglo VIII, y que han trabajado tanto para los mortales como para los Cainitas, y también que nunca han reclamado ser los autores de sus obras, manteniendo un profundo mutismo cuando se les pregunta si tal o cual objeto ha sido de sus manos. Muchos se preguntan si la leyenda de los dos ángeles que fabricaron la cruz de San Salvador está relacionada con estos dos artesanos inmortales.

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Re: Iberia Nocturno XXI aniversario

#73

Mensaje por Alexander Weiss » 25 Abr 2020, 19:41

Imagen SALAMANCA
Salamanca ha estado habitada desde tiempos muy antiguos, siendo la capital de los vacceos en el siglo IV a.C., conocida como Helmántica o Selmántica (“tierra de adivinos”). El general Aníbal de Cartago, en su avance por la península ibérica la conquistó hacia el año 220 a.C., pero el dominio cartaginés fue breve, ya que los romanos la conquistaron a su vez en el siglo II a.C. El asentamiento de Salmantica alcanzó categoría de ciudad durnate el reinado del emperador Augusto, y adquirió importancia por su posición en una ruta hacia los yacimientos mineros del noroetes y su facilidad defensiva.
Durante un tiempo la ancia Yzebel, del clan Brujah, se asentó en Helmántica tras la conquista cartaginesa, y desde allí trató de detener el avance de los romanos. Sin embargo, ella y su prole abandonarían la ciudad para ocultarse en el noroeste y nunca regresaría.
En el siglo V la ciudad fue sucesivamente conquistada por alanos y visigodos. Durante el reino visigodo Salamanca fue fortificada y las murallas ampliadas, y la ciudad fue convertida en la diócesis de un obispo. Sin embargo, este período de prosperidad terminaría con la llegada de los musulmanes en el siglo VIII. La ciudad quedó situada en la frontera entre los reinos de cristianos y musulmanes, quedando expuesta a sucesivos ataques, quedando reducida a un núcleo sin importancia y casi despoblado. Los proyectos iniciales de repoblación de la zona fracasaron.
En época visigoda un Cainita del clan Brujah llamado Eudero se asentó en Salamanca, convirtiéndola en su dominio. Sin embargo, con la llegada de los musulmanes desapareció.
Salamanca quedó en gran parte despoblada hasta el siglo X, cuando el rey Ramiro II de León dispuso el avance de su ejército hasta las riberas del río Tormes, iniciando su repoblación con emigrantes llegados desde el reino leonés. Se construyeron varias aldeas e iglesias, y la repoblación fue reforzada en el año 1102, cuando el conde Raimundo de Borgoña trajo una nueva oleada de emigrantes de diversos orígenes: francos, castellanos, mozárabes y gallegos, y especialmente “serranos”, los habitantes que habían permanecido en la tierra de nadie entre los reinos cristianos y musulmanes, recibiendo Salamanca fueros del rey Alfonso VI.
Con la repoblación del conde Raimundo de Borgoña llegó el Príncipe Enrique de León, un antiguo Ventrue, que reclamó el dominio de Salamanca, creando un chiquillo entre los colonos para que lo administrara en su nombre. Tras consolidar su influencia sobre la zona, en el año 1136 el Príncipe de León acompañó a los ejércitos cristianos del rey Alfonso VII para tratar de extender el reino de León hacia Extremadura, pero fue emboscado por unos guerreros Banu Haqim y destruido.
Apenas un neonato, varios Ventrue comenzaron a presionar a Gonzalo Peláez para que cediera su dominio a sus antiguos. Sin embargo, el joven Príncipe de Salamanca se negó, consiguiendo rechazar sus intentos de arrebatarle su dominio. En décadas posteriores, un grupo de Lasombra intentaron tomar el control de la ciudad, pero fueron derrotados y expulsados. A pesar de su juventud, Gonzalo había demostrado ser un gobernante implacable y poderoso.
Al amparo del obispo de Salamanca, junto a la catedral se crearon varias escuelas, que en el año 1218, recibieron del rey Alfonso IX de León el rango de Estudio General o Studii Salmantini, dedicadas principalmente al estudio de las leyes, además de otras artes y ciencias.

POLÍTICA Y RELIGIÓN
Salamanca se encuentra en una situación próspera en el norte de la meseta, junto al río Tormes,, ocupando el antiguo recinto amurallado y los terrenos de su entorno. La nobleza se ubica en el centro de la ciudad, mientras que los colonos serranos, vinculados al poder político y militar, ocupan la parte oeste y el alcázar, mientras que los francos se han instalado en el este, junto al palacio del obispo y el barrio comercial. Junto al alcázar también se ha situado una pequeña comunidad judía, y el resto de repobladores (leoneses, castellanos y gallegos entre otros) se han extendido más allá de las murallas.
La catedral de Santa María de Salamanca se comenzó a construir en el siglo XII a iniciativa del primer obispo, tras ser restaurada la diócesis y la repoblación de la ciudad. El templo es eminentemente románico, aunque en sus últimas reformas se han añadido algunos elementos góticos, finalizándose la catedral en el año 1236.
El actual obispo de Salamanca es Mateo de Reinal.

SOCIEDAD CAINITA
Cuando su sire fue destruido, el joven Gonzalo Peláez se encontró asediado por varios Cainitas que ambicionaba su posición como Príncipe de Salamanca. Aunque era un guerrero capaz en vida era consciente de que no se encontraba a la altura de las intrigas que se tejían a su alrededor. A punto de abandonar su dominio, se presentó ante él un Cainita que recién había despertado de su letargo: se trataba del antiguo Eudero, que había gobernado la ciudad en tiempos de los visigodos.
Con el consejo del antiguo Brujah, el Príncipe de Salamanca consiguió resistir los intentos de derrocarle. A cambio, su consejero obtuvo el apoyo que necesitaba para apoyar la creación de una escuela catedralicia, un proyecto que ya estaba en mente de varios mortales.
Por ahora la cooperación entre ambos Cainitas ha prosperado, y Salamanca está recibiendo el respeto y la visita de otros vampiros eruditos, especialmente varios Capadocios y Toreador, atraídos por la fama de la escuela creada en la ciudad. El antiguo Eudero se muestra frío y distante con los Brujah, en gran parte debido a los prejuicios de su linaje: el de los Verdaderos Brujah, que se consideran traicionados por los descendientes de Troile.

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Re: Iberia Nocturno XXI aniversario

#74

Mensaje por Alexander Weiss » 25 Abr 2020, 20:09

Imagen ZAMORA
La ciudad de Zamora remonta sus orígenes a un asentamiento de los vacceos, que se mantendría durante época romana con el nombre de Ocelo Durii (“Ojo del Duero”) o Okelo Duri (“Peña elevada”). Los territorios zamoranos fueron uno de los campos de batalla entre los romanos y los celtíberos a mediados del siglo II a.C. El caudillo Viriato, un pastor lusitano, consiguió varias victorias sobre los romanos, hasta que fue traicionado y asesinado por sus lugartenientes hacia el 139 a.C.
Las batallas entre los mortales sirvieron de fachada para luchas entre los Cainitas prerromanos, en gran parte Brujah y Lhiannan y los vampiros romanos, Lasombra y Ventrue. Aunque Roma consiguió vencer, los vampiros romanos prefirieron actuar con cautela, y no se extendieron hacia el noroeste de la península.
La primera mención sobre Zamora aparece en el siglo VI, encontrándose bajo dominio suevo con el nombre de Senimure, incluida en la diócesis de Astorga. Los musulmanes la ocuparon en el siglo VIII, dándole el nombre de Azemur (“olivar”) y Semurah (“ciudad de las turquesas”).
Zamora duró poco bajo el dominio musulmán, siendo reconquistada por los cristianos a principios del siglo IX por el rey Alfonso II de Asturias. Su sucesor Alfonso III la fortificó y la repobló con mozárabes llegados de Toledo, convirtiéndose en una ciudad fortaleza, que aseguraba las fronteras del reino en el río Duero. Sin embargo, quizás debido a su posición expuesta, de momento no atrajo la atención de los Cainitas. De hecho, fue arrasada en dos ocasiones por Almanzor, aunque los cristianos consiguieron recuperarla.
El rey Fernando I de León reconstruyó y repobló Zamora en el año 1055, concentrando a los pobladores de la zona, y también la rodeó de murallas, cediéndola en propiedad a su hija Urraca. El rey Sancho II de León intentó arrebatársela a su hermana, pero fue asesinado a las puertas por Vellido Dolfos.
En el año 1143 tuvo lugar un encuentro entre el rey Alfonso VII de León y Alfonso I de Portugal, que firmaron un tratado por el que Portugal era reconocido como reino independiente. Alfonso VII reconoció como monarca a su primo por su deseo de ser emperador y necesitar reyes que fueran sus vasallos, aunque una vez conseguido el reconocimiento, el rey portugués actuó con completa autonomía.
A mediados del siglo XII una ambiciosa Lasombra llamada Teresa Ortiz, se hizo con el dominio de Zamora, aprovechando las rencillas entre su propio clan y los Ventrue. Hasta el momento Zamora había estado bajo la influencia del Príncipe de Leon, pero con su muerte, vio su oportunidad, y dejando de lado las rencillas e intrigas entre sus antiguos, se apoderó de la ciudad, rodeándose de una corte con otros jóvenes vampiros, principalmente Brujah y Lasombra castellanos y portugueses.
En el año 1208 el rey Alfonso IX de León otorgó a la ciudad de Zamora un fuero y delimitó su territorio.
POLÍTICA Y RELIGIÓN
Zamora se encuentra en la meseta norte de la península ibérica, en el curso medio del río Duero. En estos momentos atraviesa un período de esplendor, pero a medida que la Reconquista se extiende hacia el sur, la ciudad va quedando más apartada. Sin embargo, la ciudad sigue prosperando, y recientemente, ha comenzado un proyecto de expansión del recinto amurallado y nuevos barrios. Con la repoblación del siglo XI se formó una comunidad judía en torno a una pequeña sinagoga. También de esta época es el castillo que complementa la protección de las murallas.
La construcción de la catedral de San Salvador de Zamora se realizó en el siglo XII, un templo románico de influencia cisterciense, que también ha recibido añadidos posteriores.
El obispo actual de Zamora es Pedro, pariente del rey Fernando III de Castilla.

SOCIEDAD CAINITA
La Príncipe Teresa Ortiz, del Clan Lasombra y sus seguidores son Cainitas bastante jóvenes. De hecho, la Príncipe es la más antigua de ellos. Los Cainitas zamoranos son un grupo bastante indisciplinado, algunos de ellos expulsados de otros dominios, pero tienen sus propios planes. De hecho, la ciudad se ha convertido en un refugio para Furores, donde se trazan conspiraciones para derrocar el poder de los “tiranos.” Varios Cainitas tienen rencillas pendientes tras haber sido maltratados por sus sires y los antiguos, y la Príncipe Teresa está dispuesto a apoyarlos en su venganza.
De esta manera Zamora se encuentra peligrosamente poblada de Cainitas, pero Teresa está preparada para cuando llegue el momento iniciar conflictos con los dominios vecinos y extender así su influencia. Salamanca y Cáceres ya se encuentra entre sus objetivos, aunque por el momento procura actuar con cuidado, para no provocar una reacción de los antiguos hasta que ya sea demasiado tarde.

INTRIGAS LEONESAS
Algarada: Los Furores de Zamora están causando problemas en otros dominios y uno o varios Príncipes contratan los servicios de los personajes para hacerles frente. Los propios personajes pueden haberse visto afectado por los ataques de los vampiros rebeldes, y tratar de defenderse. El dominio de Zamora puede ser una recompensa adecuada, aunque los antiguos pueden tener otros intereses en mente...
La reliquia sagrada: La Príncipe de Oviedo quiere fabricar una custodia para donar a la Iglesia y obtener influencia sobre el obispo. Desgraciadamente, el oro y las joyas han sido robados y corresponde a los personajes recuperarlos. Los ladrones trabajan para uno de los oponentes de la Príncipe, que pretenden debilitar su prestigio.
El dominio de Ávila: Los personajes oyen hablar de otros neonatos que el dominio de Ávila se encuentra sin Príncipe y que varios Cainitas aspiran a tomarlo. Si se apresuran llegarán a tiempo de reclamarlo. Sin embargo, no sólo deberan enfrentarse a otros oponentes, sino que además existe una buena razón por la que los vampiros no frecuenten la villa: Una célula de la Inquisición en la Sombra se ha asentado en el lugar, y los conflictos entre los Cainitas terminan atrayendo su atención....
La batalla por Badajoz: La guerra entre la Príncipe y la Sultana de Badajoz ofrece oportunidades para las diversas facciones que quieran participar en el conflicto, bien apoyando a un bando a un otro. También es posible tratar de alcanzar un acuerdo ventajoso, o incluso debilitar a los dos contendientes para apoderarse del dominio.

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Re: Iberia Nocturno XXI aniversario

#75

Mensaje por Alexander Weiss » 26 Abr 2020, 01:05

Imagen EL REINO DE TOLEDO

CAINITAS DE TOLEDO
Acarisa (Tremere de 6ª Generación): Regente Tremere de Toledo.
Aldonza Manosnegras (Malkavian de 9ª Generación): Maestra de palabras.
Diego de Peñarrubia (Ventrue de 8ª Generación): Caballero del Temple.
Eliécer de Polanco (Lasombra de 7ª Generación): Príncipe de Toledo.
Gadea (Baali de 7ª Generación): Guardiana de Toledo.
García Vázquez (Brujah de 8ª Generación): Agente de los Prometeos.
Hazual (Nosferatu de 5ª Generación): Inconnu de Toledo.
Iná (Lasombra de 8ª Generación): Imesebelen, guardia del sultán.
Ismael (Lasombra de 7ª Generación): Sultán de la Mancha.
Jorge Crespo (Nosferatu de 7ª Generación): Vigilante del Silencio de la Sangre de Toledo.
Sara (Capadocia de 6ª Generación): Matriarca de Toledo.
Sancho Hurtado de Mendoza (Brujah de 8ª Generación): Príncipe de Cuenca.
Tercio Bravo (Lasombra de 7ª Generación): Compañero del Cid.

Aunque comenzó siendo un pequeño poblado fortificado en época romana, Toledo terminó convirtiéndose en la capital de la península ibérica durante el reino visigodo, y aunque perdió importancia tras la conquista musulmana, siguió siendo una ciudad importante y el centro de un poderoso reino de Taifa cuando el califato se derrumbó. Cuando los cristianos conquistaron la ciudad en el siglo XI, para ellos constituyó la recuperación de un símbolo del antiguo reino del que se consideraban herederos, y al mismo tiempo también se convirtió en la llave de la expansión de la Reconquista hacia el sur. Desde la Batalla de las Navas de Tolosa, el reino de Castilla se ha extendido por las amplias planicies del sur de la Meseta Central, llenas de pequeños pueblos y fortalezas, que los árabes conocen como Al-Mansha (“tierra seca”) o Al-Manya (“llanura alta”). La mayor parte del territorio manchego ha quedado bajo el control de las ordenes militares, un amplia llanura cálida de bosquecillos y campos de cereal salpicada de ocasionales lagunas, como Ruidera o las tablas de Daimiel, rodeada por las cuencas de los ríos Tajo, Guadiana y Guadalquivir.
Última edición por Alexander Weiss el 26 Abr 2020, 20:01, editado 1 vez en total.

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Re: Iberia Nocturno XXI aniversario

#76

Mensaje por Alexander Weiss » 26 Abr 2020, 12:32

Imagen CUENCA
Desde tiempos antiguos el territorio de la villa de Cuenca fue habitado por el pueblo celta de los olcades. En el siglo III a.C. los cartagineses habían incluido el territorio en su dominio, y el general Aníbal atacó sus ciudades y les impuso elevados tributos. Poco tiempo después, con el estallido de la Segunda Guerra Púnica, la zona fue conquistada por los romanos, que establecieron varias ciudades, pero la zona de Cuenca permaneció al margen de este desarrollo, salvo un pequeño asentamiento para vigilar la calzada romana a su paso por el río Júcar. Esta situación se mantuvo durante el período del reino visigodo.
La villa de Qunkatu fue fundada por los musulmanes en el siglo VIII, aprovechando las condiciones defensivas de la zona, un asentamiento fortificado con una alcazaba y una gran laguna en la desembocadura del río Huécar para mejorar las defensas.
Sin embargo, la ciudad pronto se rebeló contra el emirato de Córdoba, que no restablecería su dominio hasta finales del siglo. En el año 887 el gobernador Musa ben Sulayman se rebeló contra el emir, conquistando Toledo y creando un reino que se mantuvo hasta su muerte. Con la desaparición del califato en el siglo XI, la ciudad pasó a formar parte de la taifa de Toledo, que también se anexionó temporalmente los reinos de Valencia y Córdoba.
El primer gobernante vampírico de Qunkatu fue Said ben Mohammed, un guerrero Banu Haqim, que trajo a sus descendientes mortales a la ciudad. Aunque los ejércitos de su dominio influyeron en la política vecina, Said se mantuvo en Qunkatu durante todo el período musulmán, a pesar de los cambios de gobierno.
En el año 1093 los castellanos ocuparon Cuenca, pero fueron expulsados por los almorávides tras la Batalla de Uclés, en el año 1108. El sultán Said se opuso a la entrada de Cainitas cristianos en su ciudad, y terminó enfrentándose con Alfonso de Rioseco, del clan Lasombra, a quien decapitó en un duelo personal. Utilizando su influencia, a mediados del siglo XII puso cuenca bajo del dominio de la taifa de Murcia, que ocupaba Cuenca, Murcia, Valencia y toda la costa oriental de la península ibérica.
La ciudad fue nuevamente amenazada por los cristianos a finales del siglo XII, por lo que recurrió a la ayuda de los almohades, que ocuparon la ciudad en 1172, dirigidos por el propio califa y obligaron a los cristianos a firmar una tregua. Sin embargo, los musulmanes no la respetaron, realizando frecuentes incursiones en los alrededores.
El rey Alfonso VIII de Castilla convocó a su ejército y las órdenes militares, así como ayuda de otros reinos cristianos, poniendo cerco a la ciudad en el año 1177, y en esta ocasión los almohades no pudieron enviar ayuda, al encontrarse sofocando una rebelión en el norte de África, y tras un feroz asedio de varios meses, finalmente los castellanos conquistaron la ciudad.
Sin embargo, la conquista no había terminado para los Cainitas. Los Ashirra continuaron la resistencia y el sultán consiguió destruir al líder de los vampiros cristianos, Nuño de Valera, un antiguo Lasombra, se enfrentó con el sultán Said, y fue destruido, provocando la retirada temporal de los Cainitas.
El sultán trató de organizar a los Ashirra conquenses y buscó ayuda en otras taifas, pero un nuevo grupo de Cainitas atacó Cuenca en 1180. Los Leones de Rodrigo acudieron deseosos de sangre y realizaron un Abrazo en masa entre la población, que desbordó a los Ashirra, a pesar de su resistencia encarnizada. El sultán fue derribado y diabolizado, y los pocos supervivientes musulmanes huyeron.
Tras la conquista el rey Alfonso VIII creó un concejo y una diócesis, llevando a cabo un proyecto de repoblación, que incrementó la población de la ciudad y sus alrededores.

POLÍTICA Y RELIGIÓN
La villa de Cuenca fue construida sobre un cerro rocoso bordeado por el río Júcar y el río Huécar, que forma un amplio estanque en la parte baja de la ciudad. Al oeste y el sur se han construido poblaciones nuevas.Tras la conquista el rey castellano el rey castellano dio a la villa un fuero que propició la creación del cabildo de caballeros y escuderos, que proporciona privilegios a quienes posean caballos y pertrechos de guerra, y que se ha convertido en el grupo social más poderoso de la ciudad, ocupando los principales puestos de poder. La población se ha distribuido en la ciudad en función de su religión: los musulmanes en la zona del alcázar, la judería en el barrio de los zapateros y el resto de la ciudad dividido en parroquias. Debido a la situación de la ciudad, en varios lugares es habitual constuir casas que sobresalen de las cornisas rocosas, lo que le da a la villa un aspecto peculiar.
La catedral de Santa María y San Julián se ha comenzado a construir en el lugar de la mezquita, se trata de uno de los primeros templos de estilo gótico de la península ibérica. Las obras están dirigidas por arquitectos franceses.
El obispo de la ciudad es Gonzalo Ibáñez, de origen toledano, que a menudo ha mediado en nombre del rey Fernando III de Castilla en los conflictos de varias ciudades y villas.

SOCIEDAD CAINITA
Cuenca es un bastión de los Leones de Rodrigo, una facción Cainita que impulsa mediante la fuerza de las armas la Reconquista. A menudo toman progenie entre los caballeros y guerreros del cabildo, y dirigen incursiones contra los dominios de los Ashirra. En ocasiones también han atacado a los Ashirra que habitan en dominios cristianos e incluso a Cainitas cristianos cuyo apoyo a la Reconquista les parece demasiado tibio.
El Príncipe Sancho Hurtado de Mendoza, del clan Brujah, formaba parte de la facción, y participó en la conquista, incluso destruyendo y diabolizando a los Ashirra. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo y con las manos en las riendas del poder, se siente menos interesado por arriesgar lo que ha conquistado. Tras el descalabro sufrido por los Leones de Rodrigo en Córdoba, donde fueron destruidos varios de sus líderes, cree que ha llegado el momento de dejar atrás a sus antiguos aliados.
En los últimos años el Príncipe se ha rodeado por otros Cainitas, especialmente de su propio clan, y al mismo tiempo ha animado a los Leones a proseguir la Reconquista en las taifas musulmanas, sin retirarles del todo su apoyo. Por su parte, los Leones ven con desconfianza esta actitud del Príncipe, y algunos de ellos incluso lo han tachado de cobarde, pensando en que quizás deberían sustituirlo por un líder que se muestre más en sintonía con la Reconquista.

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Alexander Weiss
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Re: Iberia Nocturno XXI aniversario

#77

Mensaje por Alexander Weiss » 26 Abr 2020, 19:24

Imagen TOLEDO
La ciudad de Toledo remonta sus orígenes a un asentamiento de los carpetanos, que fue conquistada por los romanos en el 193 a.C. con el nombre de Tolletum, convirtiéndose en un municipio. Sin embargo, tras la conquista los pueblos nativos continuarían resistiéndose durante las décadas siguientes. Aunque incrementó su importancia con el paso de los siglos, llegándose a convertir en una ciudad romana, mantuvo una importancia más discreta que otras grandes ciudades del período, como Corduba, Emerita o Tarraco.
Un antiguo del clan Lasombra llamado Tiberio Nobilior, se convirtió en el Príncipe de la ciudad. Gobernaría sobre los vampiros romanos durante siglos, hasta que en el siglo IV entró en conflicto con los vampiros cristianos de su dominio. Fue traicionado por uno de sus chiquillos y su destrucción coincidió con la llegada de los visigodos.
Durante el siglo V los visigodos comenzaron a invadir la península, expulando a suevos, alanos y visigodos, y tras la Batalla de Vouillé abandonaron el sur de la Galia, asentándose en Hispania y situando su capital en Toledo, lo que proporcionó una renovada importancia a la ciudad, que también se convirtió en sede de varios concilios eclesiásticos importantes. Los reyes visigodos fomentaron nuevas construcciones e introdujeron instituciones como el Oficio Palatino o el Aula Regia. También se formó una considerable población judía, que comenzó a ser perseguida durante el siglo VI, tras la conversión al catolicismo del rey Recaredo en el año 589. En el año 610 se convirtió en la sede metropolitana de todas las iglesias hispanas, remarcando la primacía del arzobispo de Toledo.
La importancia de Toledo no dejó de atraer a numerosos Cainitas. Aunque en principio la capital visigoda fue disputada por Lasombra y Ventrue, finalmente fueron los Lasombra quienes consiguieron situar en el poder en el siglo VII al Arzobispo Offa, un Cainita visigodo y un antiguo respetado entre los Amici Noctis. Offa creó una corte conocida como el Concilio en la Sombra, ocupada por destacados Lasombra y que en gran parte reflejaba la estructura de los Amici Noctis en la península. Este Concilio no sólo gobernó a los Lasombra ibéricos, sino que también extendió su influencia sobre la mayoría de los dominios, además de la propia Igleisa.
Sin embargo, el dominio del Concilio en la Sombra fue breve. Con la invasión musulmana del siglo VIII, muchos Lasombra, especialmente los que se encontraban en los territorios conquistados por el Islam, abrazaron la nueva religión y se desligaron del concilio. El Arzobispo Offa resistió en Toledo hasta mediados del siglo, momento en el que desapareció. Fue sustituido por uno de sus propios chiquillos, el sultán Mohamed ibn Offai, quien asumió el mando de un concilio de Lasombra musulmanes mucho más reducido.
Tras la conquista musulmana, aunque perdió la capitalidad en Al-Ándalus, la ciudad conservó su importancia como Madinat al-muluk, convirtiéndose en la ciudad andalusí más importante del norte de la península, y conservando una relativa autonomía del emirato de Córdoba -incluso con períodos de independencia- hasta el siglo X.
El sultán Mohamed se encontraba descontento con la dependencia del emirato de Córdoba. Intercambió embajadas corteses con el sultán al-Masaari, mientras al mismo tiempo trataba de aprovechar el descontento de los bereberse y otras minorías marginadas por el gobierno musulmán. También abrió su dominio a otros Ashirra descontentos con el gobierno de su clan, especialmente de su propio clan, pero también varios Capadocios, Toreador y Ventrue. La matriarca Sara, una antigua Capadocia de origen judío que había sufrido las persecuciones de los visigodos, se convirtió en uno de sus principales apoyos.
Cuando el califato de Córdoba cayó a principios del siglo XI, Toledo se convirtió en la capital de una taifa que se extendió por los territorios al sur del Tajo. Varios notables de la ciduad, tomaron el poder, pero descontentos los toledanos con el mal gobierno, entregaron el poder a Abderramán ibn Dil-Nun, señor de Santaver en el año 1035.
La dinastía de los Banu Dil-Nun eran una familia bereber que había llegado en tiempos de la conquista musulmana, y que habían conseguido gran poder durante los siglos siguientes.
Si bien el sultán Mohamed intentó desligarse del poder de Córdoba, apoyándose en la nobleza toledana, otros Ashirra consideraban que esa estrategia debilitaría Al-Ándalus. Frente al poder del sultán se alzó el imán Alí Al-Yahya, un Mushakis (Brujah), que tenía influencia sobre las familias bereberes de Toledo y al-Manya. Sin embargo, poco después Alí fue asesinado con varios de sus partidarios por los Lasombra, que tomaron el control de los bereberes.
Durante las décadas siguientes la taifa de Toledo prosperó bajo la dinastía Dil-Nun, mientras los Ashirra de Toledo maniobraban en la compleja telaraña de intrigas con otros reinos, enfrentándose y aliándose sucesivamente con las taifas de Sevilla y Badajoz.
Sin embargo, en el año 1070 varios infernalistas fueron capturados en Sevilla. Se trataba de un grupo de Baali y Lasombra llegados desde Toledo para instalar su presencia en la zona. Los Ashirra pidieron al sultán Mohammed que investigara en su dominio, y éste prometió que así lo haría, aunque nunca hubo resultados concluyentes.
No era para menos. Durante los siglos anteriores el sultán Mohammed había realizado tratos con un antiguo Baali llamado Shaitan, quien le ayudó a mantenerse en el poder. Shaitan creó La Escuela Negra en Toledo, un nido de eruditos infernalistas dedicado a la investigación de las artes oscuras, que tomaron a Ashirra de otros clanes, especialmente Lasombra. Muchos de los discípulos de esta escuela infernalista transmitieron sus enseñanzas por Europa y el Norte de África.
Pronto se estableció una alianza inaudita entre los gobernantes de las taifas. El sultán de Córdoba Hilel al-Masaari dirigió un ataque contra los Ashirra de Toledo, y finalmente en el año 1080 realizaron su movimiento. El sultán Mohammed y su corte fueron capturados y ejecutados, una purga que diezmó las filas de los vampiros toledanos. Sin embargo, Shaitan consiguió huir.
En el plano mortal, la desaparición del sultán Mohammed debilitó su influencia sobre los gobernantes de la taifa de Toledo. Los enfrentamientos entre los partidarios de aproximarse a otras taifas y los de una alianza con Castilla, cansados de las continuas guerras, incrementaron los cambios en el gobierno toledano. El rey Al-Cádir recuperó el trono en el año 1081 y se alió con el monarca cristiano Alfonos VI para recuperar tierras toledanas y valencianas.
Alfonso VI puso cerco a la ciudad, al mismo tiempo que atacaba otras taifas, y tras cuatro años de asedio, Toledo se rendía pacíficamente, tras recibir garantías de que los musulmanes serían respetado y conservar sus bienes. Los ejércitos musulmanes se comprometieron a abandonar las fortalezas y el alcázar.
Un triunvirato de vampiros alcanzó un acuerdo en el año 1085 para gobernar conjuntamente la ciudad. Por parte de los Ashirra, el último sultán, Otmán Al-Istikmal, como representante de los Cainitas cristianos el Arzobispo Onofre (Offa), del clan Lasombra, que había aguardado su momento para regresar a su antiguo dominio, y por parte de los vampiros judíos, la antigua Sara, del clan Capadocio, decidida a proteger a su familia y su comunidad.
El reino de Toledo pasó a formar parte del reino de Castilla, sin mantenerse como un reino diferenciado. Pronto entró en competencia con otras ciudades castellanas, especialmente Burgos y Madrid. En el mundo musulman, la caída de Toledo provocó que las taifas andalusíes pidieran ayuda a los almorávides del Norte de África para detener el avance cristiano. Sin embargo, el sitio almorávide de Toledo en el año 1090 terminó fracasando.
Durante el siglo XII el rey Alfonso VII respetó los fueros de capitulación de Toledo, y la ciudad se convirtió en un importante centro económico y cultural, creándose un centro traductor aprovechando la presencia de eruditos cristianos, judíos y musulmanes. Durante esta época muchas obras de la ciencia y cultura árabe fueron traducidas en Toledo, desde donde se extenderían a Europa. También se creó una escuela catedralicia de diferentes ramas del saber.
Sin embargo, a medida que avanzaba el siglo surgieron ciertos roces entre comunidades. Con el paso del tiempo la presencia cristiana era cada vez más importante, y los cristianos se sintieron lo bastante fuertes para rechazar los acuerdos de capitulación. Ya en el año 1087 los cristianos, instigados por el arzobispo, se habían apoderado de la mezquita mayor, y se restauró Toledo como sede primada del reino de Galicia, León y Castilla. Durante los años siguientes se producirían nuevas confiscaciones.
Desde el comienzo el Arzobispo Onofre de Toledo, además de favorecer la restauración de la antigua sede eclesiástica, tomó medidas para garantizar la primacía cristiana sobre la ciudad, no siempre instigando, pero a menudo aprovechando, los roces entre las diversas comunidades. El sultán Al-Ikstimal, reclamó una y otra vez, a menudo con el apoyo de Sara, pero fue en vano.
En el año 1162 el ejército leonés tomó temporalmente la ciudad de Toledo durante la guerra contra Castilla. El Arzobispo Onofre aprovechó la presencia leonesa para expulsar a varios Ashirra, afirmando que estaban aliados con los Cainitas leoneses. El sultán Al-Ikstimal negó tales hecho, saliendo en defensa de sus compañeros, y en la reunión que mantuvo con el Arzobispo, fue arrestado.
El Arzobispo denunció una conspiración de los Ashirra para derrocarle y proclamó que pasaba a ser la única autoridad vampírica sobre Toledo. Durante las décadas siguientes los vampiros judíos y musulmanes pasaron a estar bajo su protección, provocando descontento en la ciudad y varios enfrentamientos.
El reinado autoritario del Arzobispo terminó hacia el año 1200. Una facción aliada de Lasombra cristianos y musulmanas lo derrocaba, expulsando a sus partidarios. Eliéser de Polanco, del clan Lasombra, fue proclamado Príncipe, al mismo tiempo que restauraba el antiguo triunvirato que gobernaba la ciudad.

POLÍTICA Y RELIGIÓN
La ciudad de Toledo se encuentra en una ubicación central en la península ibérica, en la orilla derecha del río Tajo, sobre una colina de unos cien metros y rodeada de murallas. La entrada principal se encuentra al norte.
La plaza de Zocodover es el principal mercado de la ciudad, donde se venden carnes, verduras y frutas, y productos de lujo como el azafrán y el acero damasquino. Los comerciantes se congregan en el barrio del mercado, así como granjeros, pescadores, artistas itinerantes y otros. Incluso en los días en que no hay mercado la plaza suele estar frecuentada, y los habitantes realizan juegos y competiciones. En gran medida, es el corazón de la ciudad, aunque por la noche se encuentra casi desierta. Se dice que todo lo interantes de los reinos ibéricos termina pasando por Toledo, y es el lugar más probable donde se pueden encontrar personas interesantes...y problemas.
En el centro de Toledo se encuentra el alcázar, una fortaleza cuadrada de cuatro torres, que fue construida por los musulmanes en el siglo IX en el punto más elevado de la ciudad como último bastión defensivo. Después de conquistar la ciudad el rey Alfonso VI restauró y amplió la fortaleza, que se complementa con el castillo de San Servando, en la orilla izquierda del Tajo.
En Toledo también se encuentran numerosas iglesias, algunas construidas por los mozárabes y otras posteriores a la conquista del siglo XI. Muchas combinan elementos cristianos y musulmanes, en una mezcla de estilos visigodos, mudéjares, románicos y más recientemente, góticos.
Toledo es una ciudad cosmopolita, con barrios cristianos, judíos y musulmanes, y las iglesias conviven con mezquitas y sinagogas. Aunque la población es cada vez más cristiana con cada generación que pasa, las comunidades judías y musulmanes todavía son importantes, y el comercio y la cultura se abren a todas las religiones, siendo los lugares en los que se encuentra una mayor convivencia entre las comunidades -la mayor parte del tiempo.
Como en la mayor parte de la península ibérica, los judíos viven en su propio barrio o kahal, la judería más numerosa e importante de Castilla, que ha recibido refugiados judíos que huyen de las taifas musulmanas. El centro de la judería es la sinagoga principal, un hermoso edificio de tejado de madera, con arcos y pilares. Como otras juderías, en el kahal de Toledo sus habitantes se rigen por una serie de leyes, las takkanot, tan vinculantes como las leyes del rey, y los castigos en la comunidad pueden ir desde multas leves al herem (excomunión y expulsión de la judería), que se suele reservar para los conversos.
Los musulmanes no se encuentran tan concentrados en un barrio, sino dispersos por Toledo. Aunque la gran mezquita fue derribada y convertida en catedral cristiana, todavía quedan varias mezquitas intactas y abiertas a la oración. Sin embargo, en estos tiempos los musulmanes de Toledo tienen un ánimo agridulce. Aunque la ciudad todavía da la bienvenida a su comercio, la ciudad se vuelve cristiana sin remedio. Mientras tanto, la ciudad permanece abierta y el ritmo del comercio es todavía más febril a medida que el fanatismo y la guerra limitan el acceso a los mercados de la península.
Aunque por los acuerdos de capitulación el rey Alfonso VI se comprometió a respetar la mezquita mayor, en el año 1087, fue ocupada y consagrada como catedral de Santa María, convirtiéndola en catedral primada del reino. La mezquita catedral se mantuvo casi intacta, aunque algunas partes fueron derribadas, hasta que en el año 1226 comenzo su reconstrucción en estilo gótico.
El actual arzobispo de Toledo es Rodrigo Jiménez de Rada; sirvió como consejero y diplomático de varios reyes y es canciller del reino de Castilla. Fue el principal organizador de la cruzada contra los almohades de al-Ándalus, dirigiendo varias campañas durante la Reconquista, entre ellas la de las Navas de Tolosa, consiguiendo numerosos señoríos. También es el autor De Rebus Hispaniae, una historia de la península ibérica desde sus orígenes hasta 1243. En el año 1245 se encuentra asistiendo a un concilio en la ciudad francesa de Lyon.

SOCIEDAD CAINITA
Como los mortales, los Cainitas de la ciudad de Toledo son criaturas cosmopolitas. Aunque existen ciertos antiguos respetados y considerados como autoridades, la verdad es que hay demasiados Cainitas de todas clases entrando y saliendo constantemente para que un solo Cainita controle toda la ciudad. Como resultado, Toledo es lo más parecido a una ciudad libre que existe en toda la península, con favores, obediencias e incluso vidas en ocasiones, que se compran y venden en el mercado nocturno de la Plaza de Zocodover.
La principal autoridad de los Cainitas cristianos de Toledo es el Príncipe Eliéser de Polanco, del clan Lasombra, lo más parecido a un poder real. Fue él quien ideó la conspiración entre Lasombra cristianos y musulmanes para derrocar al Arzobispo Onofre y expulsar a sus partidarios. Sin embargo, Tercio Bravo, chiquillo del Arzobispo, y varios de sus amigos, todavía aguardan una oportunidad de regresar al poder. Durante las frecuentes ausencias de Eliéser, hacen lo que pueden para fomentar el descontento y convertir a Tercio en Príncipe. Sin embargo, por una parte la población Cainita toledana cambia con frecuencia y nadie quiere comenzar una guerra sino que el comercio continúe, y por otra los vampiros judíos y musulmanes se oponen al regreso de quienes no deseaban compartir la ciudad.
Jorge Crespo, un antiguo Nosferatu, es el encargado de velar por el Silencio de la Sangre en Toledo, especialmente en el mercado nocturno, asumiendo como su deber envolver en una capa de invisibilidad los asuntos de la noche y ocultarlos de los ojos mortales. Jorge también utiliza la última torre del puente de San Martín como lugar para encuentros e intercambios especialmente delicados, y hace lo que puede para enfatizar los rumores y leyendas que circulan sobre el lugar, para mantener a los humanos a una distancia respetuosa. Jorge también colabora con Hazual, un antiguo Nosferatu que está acondicionando las catacumbas, túneles y estructuras de la ciudad para convertirlo en un refugio para su clan. Hazual ha visto en acción a los Nictuku, los enemigos legendarios de los Nosferatu, y no está dispuesto a que ocurra lo mismo en Toledo.
La situación económica y social también resulta muy adecuada para los Prometeos, que a menudo utilizan la ciudad de Toledo para sus reuniones en la península ibérica. Su agente más estable es García Vázquez, del clan Brujah, un mercader de lana, con intereses en el negocio de los paños, que utiliza como fachada para sus actividades. Aunque un enfrentamiento entre Eliéser de Polanco y Tercio Bravo podría beneficiar a su causa, la situación de Toledo es demasiado buena para desaprovecharla, y por el momento se dedica a acumular poder e influencia, quizás intentando tomar la ciudad cuando llegue el momento.
Otros no tienen tanta paciencia. Diego de Peñarrubia, un caballero Ventrue, se siente desagradado por el clima cosmopolita de Toledo, y ante lo que considera la pasividad de los Cainitas cristianos, se dedica a erosionar poco a poco la convivencia entre religiones. Sabe que el tiempo corre a su favor, a medida que los cristianos incrementan su número. Al mismo tiempo también se dedica a reclutar soldados y guerreros para continuar la Reconquista. Aunque comparte intereses con los partidarios Lasombra de Tercio Bravo, hubo un desencuentro personal entre ellos.
Como centro cultural, Toledo atrae a muchos eruditos Cainitas, deseosos de encontrar nuevos libros o contratar los servicios de los numerosos traductores de la ciudad, entre ellos se encuentran vampiros de todos los clanes, que aprovechan el clima de paz y tolerancia, pero no todos son inofensivos. Aldonza Manosnegras es una estudiosa Cainita, que ve señales y profecías en diversos libros. Su refugio está recubierto de extrañas inscripciones incomprensibles, y ella misma, cuando se encuentra inspirada, a menudo transcribe sus profecías y señales y las dispersa por las bibliotecas de la ciudad. Quienes encuentran uno de sus libros en ocasiones se ven arrastrados a la locura.
El segundo grupo más numeroso entre los vampiros de Toledo se encuentra conformado por los Ashirra musulmanes, en su mayoría del Qabilat al-Khayal (Lasombra), aunque también hay bastantes Assamitas, Brujah y Toreador entre ellos. Sin embargo, cada vez son más los que perciben el cambio de los tiempos y abandonan la ciudad, o se encogen de hombros y de forma pragmática se convierten al cristianismo, para tristeza y enfado de sus antiguos compañeros de fe. Recientemente el antiguo sultán Lasombra anunció su marcha, siendo sustituido por Ismael, un joven de su mismo clan. Sin embargo, Ismael es un oportunista sin escrúpulos, que tras perder su dominio al sur del reino de Toledo y enfurecer a varios sultanes, ha decidido probar suerte en Toledo. Tras las derrotas de las últimas décadas sabe que el Islam no tiene posibilidades de recuperarse en Al-Ándalus, por lo menos no a corto plazo. Está pensando en provocar conflictos entre sus compañeros Lasombra, especialmente entre los cristianos, y cuando llegue el momento tomar el trono de Toledo, desde donde pondrá las condiciones para que sus compañeros Ashirra se mantengan en el poder. Ismael está dispuesto a todo, incluso aparentar un cambio de fe, para salirse con la suya.
El principal seguidor de Ismael es Iná, un enorme guerrero de piel oscura, que en vida formaba parte de los Imesebelen, la guardia de esclavos del sultán almohade. Ismael lo encontró tras la Batalla de las Navas de Tolosa, esclavizado por un caballero cristiano, así que lo liberó y le dio el Abrazo. Con la lengua arrancada, es una presencia leal e inquietante al servicio del sultán de Toledo.
Desde la época del reino visigodo, los Cainitas judíos han sido una constante en la ciudad de Toledo. Son pocos, pero estrechamente unidos a su comunidad, a la que han procurado proteger, especialmente de los vampiros cristianos y musulmanes. La antigua Sara, del clan Capadocio, que llegó desde Jerusalén, asumió la labor de proteger a la comunidad judía de la ciudad, especialmente debido a que había llegado acompañando a su familia mortal. Sara ha resistido contra viento y marea a lo largo de los siglos, cumpliendo su misión, incluso en los momentos oscuros del infernalismo del sultán Mohammed o la tiranía del Arzobispo Onofre. Es la más antigua de los tres representantes de los vampiros de Toledo, y comienza a sentir la llamada del letargo.
Aunque en teoría forman parte de la facción de los Cainitas cristianos, lo cierto es que los Tremere constituyen una presencia aislada, y hasta cierto punto temida y respetada en Toledo. Acarisa es la representante del clan en la ciudad, una maga de gran poder y talento, que ambiciona apoderarse de los tesoros de erudición de la ciudad. En su capilla hay Usurpadores cristianos, judíos y musulmanes, y coordina a sus servidores en diversos proyectos e investigaciones, como la expansión del clan en el reino de Castilla, la búsqueda de libros y objetos esotéricos, o la investigación de rumores sobre los últimos Salubri. Para lograr su propósito, Acarisa recurre al mercado nocturno de Toledo, ofreciendo favores y servicios que no suelen ser aceptados, pero siempre hay alguien dispuesto a recurrir al poder de los Tremere, y poco a poco Acarisa teje su propia telaraña de influencia sobre los asuntos de la ciudad.
También al margen de otros Cainitas se encuentra Gadea, una figura que muchos consideran una Malkavian errante, y que procura evitar al resto de los vampiros. Sin embargo, Gadea oculta sus propios secretos, el principal de ellos su identidad como una de los temidos Baali. En vida fue una esclava cristiana del sultán Mohammed del clan Lasombra, preparada para servir como sacrificio a sus amos infernales. Sin embargo, fue rescatada durante la purga de los infernalistas de Toledo, que provocó la destrucción de la Escuela Negra y la huida de Shaitan. Sus salvadores eran los Moloquim, una facción Baali dedicada a mantener a los demonios aprisionados y que se dedicaba a cazar a sus compañeros que desataban un poder demasiado peligroso en el mundo. Gadea fue Abrazada, y desde entonces se dedica a vigilar las calles de Toledo, siempre atenta en busca de señales e indicios del regreso de los infernalistas, a los que caza sin piedad, al mismo tiempo que procura permanecer oculta de la atención de otros vampiros.

LA LEYENDA DE LA REINA CONSTANZA Y ABU WALID
Se cuenta que cuando el rey Alfonso VI conquistó la ciudad de Toledo acordó con los musulmanes de la ciudad que respetaría sus posesiones y bienes, y les permitiría mantener el uso de sus mezquitas. Sin embargo, aprovechando la ausencia del monarca durante un viaje a Sahagún, la reina Constanza de Borgoña y el arzobispo Bernardo de Ségirac, decidieron no respetar el acuerdo y un día un grupo de soldados entró en la mezquita mayor de Toledo, expulsaron a los fieles y el arzobispo consagró la mezquita como catedral dedicada al culto cristianos.
Cuando el rey se enteró de lo ocurrido, montó en cólera, y regresó a toda prisa para tomar el mando de la situación, decidido a dar un castigo ejemplar a quienes habían provocado que rompiera la palabra dada a los musulmanes. Decidió condenar a muerte a todos los que habían participado en la usurpación de la mezquita mayor, incluyendo a su propia esposa y al arzobispo. Los cortesanos reaccionaron horrorizados, pero no consiguieron aplacar la cólera del rey.
Fue entonces cuando el alfaquí Abu Walid, encargado por su gente, salió al encuentro del rey Alfonso antes de que llegara a Toledo, consiguió tranquilizarlo y lo liberó de la palabra que había dado sobre la mezquita mayor, negociando un nuevo acuerdo.
Aunque la leyenda se considera como una muestra de la tolerancia entre las religiones de Toledo, los Cainitas, que tienen una memoria mayor que los mortales, saben que ese encuentro entre el rey y el alfaquí nunca se produjo, y los musulmanes tuvieron que aceptar la usurpación como un hecho consumado, sin que el monarca tomara medidas ejemplares. Sin embargo, los vampiros toledanos saben que el verdadero instigador de la ocupación de la mezquita mayor fue el antiguo Arzobispo Onofre, quien casi provocó una guerra entre Cainitas y Ashirra. Fue el sultán Al-Ikstimal quien consiguió calmar los ánimos, y aunque conseguiría mantener la paz durante un tiempo, finalmente terminaría convirtiéndose en una víctima del Arzobispo.


INTRIGAS TOLEDANAS
La biblioteca de Abderramán: Se dice que los reyes visigodos poseían una enorme biblioteca en la que guardaban numerosos libros y objetos que habían saqueado de Roma. Para protegerla de los numerosos conflictos que se produjeron en el reino, un monarca decidió ocultarla bajo tierra, y allí permaneció escondida hasta que fue hallada durante el reinado del emir Abderramán, que incrementó la colección y la protegió con un laberinto de catacumbas y túneles con trampas y protecciones místicas. Con el tiempo el secreto se perdió, aunque hay vampiros que todavía hoy en día conservan la leyenda. El contenido de la biblioteca es un misterio, aunque las leyendas hablan de libros y objetos legendarios, entre ellos la mesa de Salomón, con el verdadero nombre de Dios, el Santo Grial, libros considerados perdidos, etc. Otros dicen que la biblioteca realmente es una cámara de saber prohibido creada por Shaitan, llena de libros blasfemos e incluso tal vez la prisión de demonios.
Las tres religiones: Aunque en épocas posteriores la tolerancia entre las tres culturas de Toledo será idealizada, lo cierto es que la convivencia no es fácil. Los personajes serán encargados de vigilar la paz entre las facciones de los vampiros toledanos, procurando neutralizar las intrigas, al mismo tiempo que descubren que son los propios mortales los que dificultan la convivencia.
El libro maldito: Un traductor de Toledo se arroja desde una ventana a la muerte. Poco tiempo después un erudito se arranca los ojos balbuceando palabras incoherentes. Un erudito vampiro (o quizás los propios personajes) investigan el rastro de un libro que provoca la locura, y que fue escrito por Aldonza Manosnegras. Y lo peor de todo es que no es el único...
Las raíces de piedra: La construcción de la catedral de Toledo ha atraído a varios arquitectos franceses, y las obras marchan a buen ritmo. Sin embargo,se produce un conflicto. Hay quienes acusan a uno de los Ashirra, resentido por la destrucción de la antigua mezquita mayor; otros lo atribuyen al Príncipe de un dominio rival, interesado en reducir la grandeza de Toledo. Los personajes pueden descubrir que los responsables son los propios mortales, por culpa de los celos y envidias entre los arquitectos.

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Alexander Weiss
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Re: Iberia Nocturno XXI aniversario

#78

Mensaje por Alexander Weiss » 26 Abr 2020, 21:45

Imagen EL SEÑORÍO DE VIZCAYA
Alicia de Brie (Capadocia de 7ª Generación): Congregada de las Cenizas Amargas.
Íñigo López (Brujah de 8ª Generación): Caballero de las Cenizas Amargas.
Galinda Gamboa (Nosferatu de 9ª Generación): Señora de Gasteiz.
Lope de Ezquerra (Nosferatu de 8ª Generación): Señor de Vizcaya.
María Ayala (Malkavian de 7ª Generación): Dama de Vizcaya.
Sorgiña (Lhiannan de 8ª Generación): Hechicera de Araba.

El Señorío de Vizcaya es un añadido reciente al reino de Castilla. Surgido en algún momento del siglo IX, el territorio, habitado desde tiempo inmemorial por pueblos cántabros y vascones, pasó a estar situado en medio de la política de los reinos de Oviedo y Pamplona, y los Señores de Vizcaya a menudo trasladaron su lealtad de un monarca a otro en función de sus intereses, incrementando sus territorios y privilegios. En el siglo XIII, aunque en teoría bajo el dominio del rey de Castilla, los señores de Vizcaya continúan mudando de lealtad, e incluso Diego III López de Haro se ha rebelado contra el rey Fernando III en varias ocasiones, aunque ha terminado obteniendo su perdón.
Las tierras del Señorío de Vizcaya son montañosas, con los Montes Vascos y la Sierra de Cantabria en el sur, y las estribaciones de los Pirineos llegan desde el este. La zona costera es húmeda y lluviosa, mientras que el sur de Araba, influenciado por el valle del Ebro, tiene un clima más seco y caluroso. El territorio está recubierto por extensos bosques de hayas, robles y castaños, que van dejando paso hacia el sur a planicies cultivadas con cereales y vid. También son abundantes los yacimientos de hierro en las montañas, que son aprovechados por los habitantes locales.
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Re: Iberia Nocturno XXI aniversario

#79

Mensaje por Alexander Weiss » 26 Abr 2020, 23:33

Imagen BERMEO
Antes de la llegada de los romanos, el territorio del Señorío de Vizcaya y gran parte de las tierras circundantes del oeste de los Pirineos estaban habitadas por diversos pueblos, cántabros y vascones, organizados en bandas guerreras a menudo enfrentadas entre sí, o contra los invasores que ocasionalmente llegaban hasta sus tierras. Aunque romanos, visigodos y francos reclamaron las tierras de los vascones, sufrieron frecuentes revueltas y su influencia sobre ellos fue en gran parte superficial. Incluso la llegada del cristianismo no consiguió desterrar del todo las costumbres y creencias paganas.
Las primeras referencias sobre el territorio de Vizcaya aparecen en el siglo IX, cuando los primeros señores consiguen unificar el apoyo de las tribus, y se benefician del comercio que llega a través del Camino de Santiago, en torno al cual comienzan a surgir los primeros asentamientos urbanos. Íñigo López Ezquerra aparece como un noble leal al reino de Pamplona, pero su hijo Lope Íñiguez rompe su vasallaje y pasa al servicio del rey Alfonso VI de Castilla, a quien acompaña en la conquista de Toledo, y convirtiéndose también en señor de Álava y Guipúzcoa. Los sucesivos señores vizcaínos alternarán su lealtad entre los monarcas de Castilla y Navarra, engrandeciendo y reduciendo sus dominios.
En lo que se refiere a la villa de Bermeo, aparece por primera vez en una donación al monasterio de San Juan de la Peña en el siglo XI, aunque posiblemente habría existido en el lugar un asentamiento muy anterior. En cualquier caso no recibirá fueros y título de villa hasta el año 1236, por parte del Señor de Vizcaya Lope II Díaz de Haro.

POLÍTICA Y RELIGIÓN
Bermeo es una villa pesquera, la mayor de Vizcaya, con una serie de edificios al lado de los dos puertos y dos fondeaderos. Sin embargo, su nueva importancia como villa está incrementando la producción pesquera y el comercio. En la villa también hay dos iglesias: Santa María de la Atalaya y Santa Eufemia.
La Iglesia de Bermeo depende de la diócesis de Calahorra y La Calzada, gobernadoa por el obispo Jerónimo Aznar, que ha elaborado un documento geográfico sobre su diócesis.

SOCIEDAD CAINITA
Los territorios de Vizcaya y de los alrededores, nunca han sido muy atractivos para los Altos Clanes, que temen también la abundancia y ferocidad de los hombres lobo del lugar. Esto ha permitido que los Bajos Clanes prosperen en el lugar, especialmente Malkavian y Nosferatu.
La villa de Bermeo ha atraído la atención de Lope de Ezquerra, un Cainita del clan Nosferatu que en vida perteneció al linaje de los Señores de Vizcaya, a finales del siglo IX. Lope ha creado progenie en los pueblos del lugar, dedicándose a sobrevivir y en ocasiones ha intervenido para evitar que otros clanes se entrometieran en lo que considera su dominio.
Sin embargo, en los últimos tiempos ha sido consciente del crecimiento de las villas y ciudades vizcaínas, y cree que es necesario tomar posesión de ellas, aunque sólo sea para evitar la influencia de otros Cainitas. La reciente fundación de la villa de Bermeo ha llevado a Lope a asentarse allí, y enseñorearse del lugar, al mismo tiempo que toma servidores para extender su influencia sobre otros lugares del Señorío de Vizcaya. Con este propósito ha enviado a su chiquilla Galinda Gamboa a la villa de Gasteiz.
Lope de Ezquerra ha realizado un pacto con la Orden de las Cenizas Amargas, que dispone de dos castillos en la zona. Tanto Lope como la Orden desean mantener el Señorío de Vizcaya libre de interferencias externas, y al mismo tiempo mantener a otros Cainitas apartados de sus dominios.

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Re: Iberia Nocturno XXI aniversario

#80

Mensaje por Alexander Weiss » 27 Abr 2020, 00:32

Imagen SAN SEBASTIÁN
Las primeras menciones al territorio de San Sebastián se producen en el siglo XI, en unas donaciones al monasterio de Olazábal, y la mención a los señores de Guipúzcoa al servicio del rey de Pamplona. Sin embargo, en ese mismo siglo, el reino de Pamplona sufre una convulsión tras el asesinato del rey Sancho IV. Los reyes de León y Aragón, que son parientes del rey Sancho, ocupan parte del reino.
Tras el reparto del reino en el año 1076, la comarca más oriental de Guipúzcoa continuó vinculada al reino de Pamplona, mientras que el resto del territorio pasó a la corona de Castilla, que lo entregó al Señor de Vizcaya. Sin embargo, en el año 1116, el rey Alfonso I de Aragón, muchos territorios guipuzcoanos volvieron al reino de Pamplona, tras separarse de Aragón unas décadas después.
En el año 1180 el rey Sancho VI de Navarra funda una villa en torno al monasterio de San Sebastián para convertirlo en puerto marítimo de su reino, sustituyendo al puerto de Bayona, cegado por la arena. Sin embargo, en el año 1200 el Señor de Guipúzcoa rindió vasallaje al rey Alfonso VIII de Castilla, presionado por la fuerza militar. En cualquier caso, los comerciantes guipuzcoanos se acostumbraron rápidamente al cambio, sirviendo de salida al mar al reino de Castilla, más extenso y en plena expansión. Durante esta época llegan a la villa gascones de Francia, atraídos por el comercio.
Los reyes de Castilla continuaron fundando otras villas marineras a partir de los núcleos de la costa: Fuenterrabía, Guetaria, Motrico y Zarauz, siguiendo el modelo del fuero de San Sebastián. El reino de Castilla también necesitaba de puertos para dar salida a sus productos, construir bases navales o el desarrollo de la pesca o la caza de la ballena.

POLÍTICA Y RELIGIÓN
San Sebastián se asienta a orillas del Mar Cantábrico, disponiendo de amplias playas y un puerto natural al abrigo del monte Urgull. La villa se extiende entre los ríos Bidasoa y Oria. En la cima del monte Urgull se alza el Castillo de la Mota, que los sucesivos monarcas han cuidado y ampliado sus fortificaciones.
El núcleo original de la villa se encuentra en torno al monasterio de San Sebastián, que se encuentra en decadencia, y en medio de pleitos eclesiásticos, dependiendo de la diócesis de Pamplona, gobernada por el obispo Pedro Jiménez de Gazólaz.

SOCIEDAD CAINITA
Aunque la villa de San Sebastián ha sido fundada hace apenas unas décadas, la presencia de los Cainitas en la zona es anterior. A mediados del siglo XII un grupo de Cainitas de la Orden de las Cenizas Amargas llegó a la zona en busca de un refugio para sus reliquias. Siguiendo el Camino de Santiago desde Francia, consideraron que los Señoríos de Vizcaya y Guipúzcoa resultaban adecuados para sus fines, y adquirieron tres castillos, dos en la costa del mar Cantábrico y uno en el interior de Álava, apartados del Camino de Santiago.
Sin embargo, pocos años después de asentarse en la zona, la Orden de las Cenizas Amargas se enfrentó a un serio desafío, encontrándose con un nido de infernalistas Baali, que habían ocupado unas grutas que dominaban la Bahía de Vizcaya. No quedó claro si los demoníacos vampiros habían seguido a la orden o la habían seguido hasta allí, pero la lucha que estalló entre ambos bandos fue feroz y sin cuartel.
Los caballeros de las Cenizas Amargas consiguieron destruir a los Baali, pero sus enemigos tuvieron tiempo de invocar la ayuda de sus amos para que los vengaran y una monstruosa serpiente de mar surgió de las profundidades y destruyo uno de los castillos de la orden, matando a casi todos sus moradores antes de regresar al mar. Ahora las ruinas se alzan solitarias y desatendidas, aunque de vez en cuando cobijan en ellas a refugiados solitarios.
Los supervivientes de la debacle se refugiaron en los otros dos castillos de la orden, pero la batalla no había pasado desapercibida para los Cainitas locales. Lope de Ezquerra se presentó en el Castillo de la Mota, y ofreció su ayuda a los caballeros, agradecido por haber destruido a los infernalistas. De esta manera, ambas facciones establecieron una alianza.
El desarrollo de San Sebastián a finales del siglo XII ha beneficiado a la orden, que utiliza los puertos del norte para trasladar reliquias y tesoros a sus posesiones en Escocia.
Actualmente el Castillo de la Mota está gobernado por Íñigo Lopez, un Caballero del Grial, que guió a la orden a la península ibérica, donde se encontraban las propiedades de su familia, y sus dos chiquillos. Como es habitual en la Orden de las Cenizas Amargas, está acompañado de un séquito de servidores.

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