Khdeh lee b'khzaytukh: Salaam as allaykum, nisa

[Baudelaire]

La haboob se cierne sobre el oasis, sepultando las tiendas en la arena. Al interior todo el mundo sabe cuánto deberá esperar hasta cuándo habrá terminado. Poco a poco, el aire se agita y los ruidos se alejan. El intenso calor volverá a quemar las telas.

Spoiler

Mostrar

https://m.youtube.com/watch?v=XqdB_oUN-x8

La vida resurge, acostumbrada por siglos a estas perturbaciones. La pequeña aldea de Maalula retorna a sus tareas. Un puñado de casas abarrotadas al centro y la vastedad del desierto con el resto de las personas que surgen desde sus tiendas, más dispersas.

Centelleas, humeante, desde los restos de la haboob. El monolito es un sitio de mucho tráfico, pero nadie se detiene a contemplar o definitivamente es imposible que estas gentes puedan observar el mundo feérico. Vas tomando forma y comprendiendo lo que ocurre, sabes que ha llegado la hora de interactuar. Sin tener muy claro cómo y cuándo será apropiado, te fundes con la arena buscando a tu familia. Te esperan y te rodean girando a tu alrededor como difusos torbellinos.

Spoiler

Mostrar

http://www.aina.org/aol/lang1.htm

[Nilia-Niniel]

Shlama, Shlama 'lokhun. De pronto éso querría decirle a todo el mundo ¿verdad? A quiénes se esconden cuando viene la Haboob, a quiénes pueden recibir lastimaduras por las horribles guerras y a los que no. Shlama, para que simplemente vivan y su arte florezca.

Los granos de arena que se levantan y son arrastrados por la Haboob. Yo estoy en ellos, mi esencia feérica, mis pensamientos y mis sentidos están en cada uno de ellos; siendo éstos mi piel para sentir el mundo a través de ellos, en este momento. Siento la forma de la pequeña aldea en cada uno de esos granos que ahora son mi piel cuando el viento me adentra en ella. Las casas del centro, las decenas de tiendas y los seres humanos que se esconden, pues sé que lo hacen.

Y es que, es normal que lo hagan. A diferencia de a mí, la arena les puede hacer daño y todos buscamos seguir viviendo para hacer florecer nuestros talentos; ¿cierto? Tanto esas gentes, como yo; ¿Aunque seamos disímiles y vengamos de mundos tan diferentes?

Ahora que la arena de a poco deja de soplar con toda la fuerza del viento, logro observar todo con más detalle en la aldea. Como son las personas que de poco salen de sus escondites, de que están hechas las casas y tiendas y el hecho que al parecer no me pueden ver donde estoy, cubierta por la magia feérica que les resulta imposible de ver sin ayuda.

Lo cual... se siente extraño. Es como si yo soy una espectro que no pueden ver o como si me convierto en la arena misma que todos piensan que no tiene conciencia, lo cual si lo pienso también puede ser divertido. Si, puede ser algo divertido que no sepan, aunque...

¡Mi familia!

Son quienes si quiero que me vean, lo quiero demasiado. Creo que ésa es mi verdadera razón para estar aquí, queriendo mostrarme de nuevo ante estos humanos para interactuar con sus deseos y es que debo encontrarles. Malik debe estar diseñando la construcción de una nueva casa o palacio en las arenas, Alexandretta de seguro debe tener un nuevo tejido de tamaño enorme y las mujeres.

Tengo que hacer que ellas puedan ser libres como yo para que su arte también florezca en estas arenas, que ver aquéllo suceder con mis propios ojos será como ver todo cambiar para convertirse en otra cosa mucho más hermosa.

Me fundo con las arenas y me muevo a través de ellas por la aldea, no sé si sea bueno que alguien me vea ahora pues quizás llamaría la atención y no quiero estar en peligro. Probablemente Malik y los demás están en algunas de las tiendas en vez de las casas porque siempre están viajando, así que me dirijo a éstas, revisándolas una por una para ver si los puedo encontrar.

[Baudelaire]

El desierto se llena del ajetreo que te fascina, justo tras la partida de la haboob. Sin embargo, desciendes vertiginosamente como en un suspiro, capas y capas de arena cada vez más compactas… siempre blanquecinas, hasta alcanzar las profundidades en fulgores languidecientes ¡rocas!

Hija… bienvenida. Ha sido tu Semblanza la que sigue a esta tormenta.

Observas la sutil vibración pétrea desde dónde surge la voz de tu madre. Sabes que es tu lugar, pero también arriba y más abajo, adelante y atrás, los límites se hacen siempre difusos.

Dakheewit? Es magnífico poder tenerte aquí.

Sigues percibiendo los lejanos pasares y devenires del mundo humano. Aquí, sin embargo, son simples murmullos casi oníricos. Las mujeres, en la tienda, intercambian sus penurias y sus deseos. Tu madre te contempla y su brillante superficie es incapaz de permitirte ver tu reflejo. Es una luz cegadora que, tras algunos instantes, comienza a titilar como una estrella.

La forma, hija. La que quieras, la que sientas. Ya habrá tiempo para jugar con esas criaturillas humanas, que te temen. Pues, deberían, las hadas somos impredecibles. Y más todavía si escogemos ser la roca cristalina o la tormenta que remonta sobre las tiendas. Dime, pequeña, dime que te empuja a salir.

A tu lado, los torbellinos de parientes más distantes se agitan deslizándose por los canales de finos por dónde fluyen las aguas subterráneas que surgen en los manantiales. Estás sola con tu madre, lista para descubrir que significa ese círculo blanquecino que mira desde los cielos… ¡entre las estrellas! La bóveda que cubre el mundo humano.

¿El firmamento? No, el firmamento es inalcanzable… ¡jamás podrás llegar hasta allí! Tu deber es solamente viajar bajo él y danzar en las dunas. Tu deber… tu deber...

Tu madre, en realidad, nada repite. Es un eco en tu interior, tan inexplicable como tu capacidad para deslizarte o el calor que emanas… capaz de rivalizar con los calcinantes rayos que queman la aldea.

[Nilia-Niniel]

No... Niego, moviendo la que podría ser mi cabeza de roca cristalina y arena ante mi madre en este momento. Aún siento las capas de arena que hube atravesado cuando mi madre me trajo hasta acá como pequeños granos que se deslizan y se funden con mi ser, percibiendo tal cual pequeñas hormigas que son parte de mí. No es que quiera llegar al cielo, pues hasta yo, siendo tan reciente creo saber que éso es algo muy lejano. Ahora bajo mi mirada; aún tengo los fulgores que vi al descender y el brillo de mi madre gravados en mi visión como verdaderas figuras de luz que cambian de color y forma constantemente, aunque de a poco paso a ver lo que son las rocas y la arena de las profundidades donde estamos.

Ya lo sabes siendo mi madre, me bulle la curiosidad por los humanos; pero siento que quiero verlos ahora, no después. Es como si quiero saber cómo sería estar entre ellos, observándolos, viendo que hacen, tratando de entenderlos un poco y sobre todo... intentando tener parte de sus emociones; aunque éso...

¿Querer éso acaso estaría mal Madre?

Pregunto, pero a la vez siento una presión dentro de mí, pues ¿Ella aceptará que quiera experimentar éso? No sé porque lo quiero tanto, pero lo que vi antes de bajar en la aldea. Los humanos moviéndose, saliendo después de quizás haber tenido algo de miedo por la Haboob para ver el cielo despejado, sentir ese algo de ellos que es como esperanza y pensamientos de lo que hacer a futuro al ver que lo malo paso; y sus voces, sus pasos... los voces de esas mujeres que también tienen una voz femenina como la mía hablando de deseos y miedos.

No sé, son tantas emociones que aún no puedo entender del todo por lo que soy yo... tantas, ¿tantas que quiero experimentar?

No me voy a atrever a decirle ese último pensamiento a madre ahora creo, pero levanto mi mirada para mirarla y esperar por su respuesta; lo cual no puedo evitar que me haga sentir como criatura pequeña y demasiado dudosa.

Esos nombres y personas que pensé e imagine antes de bajar. Malik, Alexandreta.., y las demás mujeres de esos pensamientos. ¿Por qué las pensé? ¿Realmente existen o son un imaginario mío que cree al ver a los demás humanos?

[Baudelaire]

Tu madre te escruta mientras te zambulles en tus pensamientos tras desafiarla con tu pregunta sobre asuntos morales.

¿Qué es el mal? ¿qué es el bien, niña? Me parece que tu curiosidad, más que bullir, podría terminar derritiéndote como otras hadas que terminan por querer demasiado a la humanidad… y, con ello, olvidan lo que realmente son.

Convertirse el líquido es algo que te parece muy interesante, podrías agregarle más flexibilidad a tu estructura mineral. Además de evitar que la haboob te desoriente o te aguijonee, serviría para deslizarte en un oasis y tomar su forma. La gente de la aldea siempre necesitará beber y, así, podrás contemplar más sobre lo que hacen.

Es muy distinto querer saber que lanzar a la búsqueda de lo que necesitamos saber. Más que confundirse entre las acciones correctas o incorrectas, el mayor problema es descubrir el límite entre lo superfluo y lo imprescindible. Hay mucha magia feéerica en nuestro territorio, cada duna y cada oasis, en medio de la vastedad del Océano del polvo… es un espacio para el regocijo de nuestras pasiones. De necesitar a alguien de entre la humanidad, siempre es posible alejarle para observarle como se pierde y el calor del día termina por hacerle desmayar.

¿Por qué querrías hacer tal cosa? La humanidad debe observarse en su magnífica diversidad y en plena lucidez, ¿qué utilidad tendría ver un cuerpo inmóvil? La danza, la danza es el flujo y el cambio. Dejar la inercia y traer nuevas emociones.

Piensa, piensa y piensa. Eres un hada y tienes la eternidad para explorar cada rincón de esta vastedad.

[Nilia-Niniel]

Aparto la vista de mi madre por unos momentos, pues siento como me escudriña. Siento la fuerza y el peso de su presencia observándome, ella quizás queriendo entrar en mis propios pensamientos con su luz, ¡e incluso realmente haciéndolo! que, todo es posible siendo lo que somos y es que… No sé si quiero que lo haga, no sé si quiero que esté entrando en mi mente ahora y no sé si quiero que vea lo que siento o lo que deseo con tanta fuerza. Éso podría hacer que no me deje acercarme al pueblo y ello me haría ser una marioneta en vez de una hija libre quizás.

Pero… ¿Qué es lo imprescindible entonces? ¿Es algo que debería estar haciendo ahora, en vez de ésto que yo quiero? Mi voz nace baja, pero hago que sea audible para ella aquí en las profundidades debajo de las arenas donde estamos; pues en realidad sólo es baja porque estoy preguntando que debería hacer, sin saber si realmente la respuesta será lo que deseo.

Si tenemos toda la eternidad, ¿por qué es que hay algo imprescindible? Y yo, yo no creo que me vaya a derretir y si sucede ¿tiene que ser algo malo éso? Pues, así como soy arena y calcita también podría ser liquido ¿o estoy equivocada?

Esas otras hadas de las que hablas, las que terminan por querer demasiado a la humanidad ¿acaso hacen algo que no deben haciéndolo? o… ¿sufren? Para mí éso no suena como algo tan terrible.

Y es que, de hecho, de pronto suena como lo querría hacer. Acercarme a esa gente y ver si pueden entregar emociones distintas a las nuestras, aunque signifique que les quiera demasiado. Pero… no, tampoco quiero olvidar lo que soy del todo creo, pues la libertad de ser la arena también es demasiado atractiva y parte intrínseca de mí; aunque no sé… no sé porque quiero tanto observar o vivir cerca de los humanos ahora, pero aquéllo me atrae.

Aunque…

Aunque creo que mejor me detengo madre. Tampoco quiero cuestionarte todo, pues sé que sabes mucho más que yo. De pronto intento aclarar, por un lado para protegerme y por el otro porque después de todo ella es mi madre.

[Baudelaire]

Hija, la sabiduría consiste en asumir la propia ignorancia. Mi manera de hacerme una con las tradiciones feéricas me ha costado un largo Tutelaje, ahora comienza el tuyo y espero poder ayudarte a encontrar tu propia esencia.

Contrario a lo que esperabas, en lugar de recibir una reprimenda, notas que te está entregando un espacio de acogida a tus inquietudes. Al mismo tiempo, te hace saber que ella también se ha equivocado. Nada de orgullo hay en su reconocimiento. Por el contrario, ese derroche de humildad te hace estremecer.

Siendo de origen Naturalista, sin duda tienes las capacidades para hacerte más sólida o más líquida según lo desees. Pero, recuerda, cambiar demasiado también es un riesgo. Podrías perderte irremediablemente en las Brumas. Es en tu Semblanza que has adquirido tu propia sensibilidad y está en ti evitar deshacerte nuevamente. Claro, volverás a reformarte nuevamente, pero quizás con una estructura diferente. Disfruta lo que tienes ahora, solamente debes ser cuidadosa.

Tu madre te sonríe y fluye sin mayor dificultad a través de los muros de piedra arenisca. Quizás deberías seguirla o quizás deberías comenzar la exploración por tu cuenta, es una situación confusa… aunque muy atractiva. No sabes realmente el porqué ella ha decidido dejarte la opción, pero está en ti decidir que rumbo tomarás.

[Nilia-Niniel]

¿¡Madre?!

De pronto no sucede lo que yo creía que me iba a tocar enfrentar, pues mi madre no me reprende y es que, en verdad se siente como si me estuviera acogiendo, casi ¿como estar unida a ella? Y es que me sorprende, me sorprendeK pero tras un instante se vuelve bueno, demasiado bueno. Así quizás no se siente tan mal dudar o tener un deseo propio. Se siente como si realmente resulta posible vivir esas emociones, también como si ella en algún momento hubiera pasado por lo mismo que yo y como si en verdad no quiere imponerme algo; lo cual es agradable, extraño, quizás intimidante… pero agradable.

Y es que ahora que la veo fundirse con los muros de piedra arenisca, ¿puedo decidir yo?

¿Con qué, es que tengo que ser cuidadosa? Quiero preguntarle, pero ya se ha ido. Pues, que pueda decidir yo, aunque es bueno… también se vuelve tenso; pues es mi responsabilidad lo que pase.

Miro hacia a todos lados, hacia la pared donde me tendría que fundir para unirme a ella; y hacia arriba, por donde tendría volver a través de las arenas para llegar al poblado del desierto.

Y es que… ¿Qué es mejor? ¿qué es lo que debo hacer y qué es lo que quiero hacer? ¿O mi madre me perdonará que no la siga pese a la acogida que me ha dado o es que el hecho de que me la haya dado es el motivo para creer que lo va hacer?

Pienso, pienso por varios minutos, hasta que llevo mi ser hacia una de las paredes de arenisca… para comenzar a fundirme con ésta; aunque ,esta vez no para seguir a mi madre, sino que para volver a subir y regresar al pueblo. Ahí donde creo que puedo saciar esa curiosidad o atracción que siento a veces hasta en visiones.

Ella me dio a escoger, ¡lo hizo! Así que no le debería parecer una atrocidad que esta vez escoja el otro camino.

[Baudelaire]

Asciendes como tirada por la haboob que recién había cesado, en un torbellino que termina por desparramarte grano a grano sobre una gran extensión de la superficie. Te sientes pegada al desierto como una costra, comienzas a sentir el pisoteo de la gente moviéndose a un lado a otro. Al principio, parece doloroso… como si cada diminuto guijarro está quejándose de tu mala decisión. Luego, se hace meramente incómodo. Hasta, finalmente, convertirse en un hormigueo que te hace reír y saltar.

Las personas ignoran los extraños movimientos que hace la arena, debería ceder a cada paso… pero, en realidad, sigue patrones extraños. Eres tú que vas saltando de un lado a otro. Un niño le pregunta a su padre y él se arrodilla para mirar lo que ocurre. Una niña intenta lo mismo con su madre y, simplemente, la toma en brazos y se la lleva. Un camello hunde sus pezuñas y separa una parte de tu Fisonomía dejando un orificio, permitiendo que vaya agrandándose hasta que deja un enorme espacio para acomodarse.

Sus aromas se difunden en tu continuo y de pronto, te sientes llena de ese olor almizcleño e intenso. Te deslizas para intentar alejarte, pero ese parche desprendido hace que termines girando como una rueda plana. Comprendes entonces, la advertencia… ¡te has hiperextendido y, más terrible todavía, estás atrapada sin poder alejarte de ese hueco faltante en tu centro! ¿Cómo alejar a la bestia para evitar el efecto de su cuerpo aceitosos?

Ni idea, pero parece que se montan varias tiendas sobre ti. Las estacas, los pilares, las cuerdas que se tensan. Toda una sección del campamento se levanta sobre tu mineralidad y te complica descubrir como salir de este atolladero. Tendrás que esperar a que la caravana vuelva a moverse, ¿pero cuándo ocurrirá aquéllo? Lo desconoces, pero te preparas para escuchar. Las conversaciones surgen como una danza de voces que se persiguen unas a otras.

Tratas de descifrar el significado de las frases, pero es elusivo. El idioma de este grupo humano deberás aprenderlo pronto si quieres comprender algo.

[Nilia-Niniel]

Duele, duele.

Siento como mi cuerpo esta extendido en el suelo del desierto debajo de la aldea, pues ahora solo estoy hecha de granos de arena. Son las pisadas de las personas sobre mí las cuales son lo que duele y es que estoy atrapada; el núcleo de mí yo es como si está envuelto en un capullo de arena que, además, es parte de en un gran telar de granos que se extiende y se extiende. Siendo éste, sobre el cual siento las pisadas.

Intento efectuar algún movimiento para alejarme y reformarme, pero no puedo; algo se ha puesto sobre mí dejando un agujero en mi centro y que se convierte en una estaca que deja anclado el telar de granos que soy en este momento al lugar donde está. Pues… ¿Qué es? ¿un animal? ¿un camello? Si, se siente como un camello que esta acomodado sobre mí, al igual que de a poco siento otras cosas que ponen las personas, como miles de nuevas estacas, que pese a ser más pequeñas; me retienen y me anclan a este lugar.

Aunque, al menos el dolor del comienzo se ha ido ¿cierto?

¡Si! He reído y hasta quise saltar hace algunos instantes... aunque cómo, ¿cómo he terminado así? Me apuré mucho y he subido demasiado rápido; me sentía culpable y asustada por haber dejado de lado a mi madre y por éso quería dejar la caverna lo más rápido que pudiese para dejar de sentir eso y no pensé. Tampoco calculé o he controlado la forma de mi cuerpo y me hago demasiado extensa, con lo cuál soy una tonta.

Ahora estoy atrapada, es angustiante y todo es por mí misma… por mi propia prisa he errado.

Las cosas que han puesto sobre o me han atravesado punzan, intento mover los granos que me conforman lejos de aquí pero no puedo, lo cual siento que me asfixia; pues mi esencia feerica debería ser mil veces libre y no estar cautiva. Aunque ¿voces? ¡Si!, son voces las que también escucho, lo cual al menos me va a permitir escuchar a los humanos como tanto quería, pero no... no entiendo sus voces.

Soy más tonta aun pensando que iba poder entenderlos sin conocer sus palabras, y es que mi madre tenía razón, no debía venir ahora, no debía hacerlo.

Y de pronto, tal vez es como si me estoy adormeciendo.

De pronto, soy una mujer humana y estoy vagando en el desierto, perdida. Estoy asustada porque no he podido encontrar a nadie, ni algún lugar habitable, y la sed me mata. Tengo seca mi boca, mi garganta y hasta mi estómago. Lo cuál hace que no pueda moverme bien, ni que tampoco pueda pensar, ni buscar donde ir para alejarme del calor que abraza mi piel y es que… ¿Por qué me vinieron a abandonar aquí, si yo a él lo había complacido en todo, incluso abandonando mis sueños?

Querría poder hacerlo desaparecer a él para liberarme de estar frente a mi ahora, pero aquí estoy despojada de todo, indefensa y al borde morir bajo el calor abrasante o después en el frio de la noche del desierto, que…

¡Despierto! Despierto del sueño que de pronto tengo. Quizás me siento como si esa mujer hallada está dentro de mí y para hacerme ver cosas, así que es extraño, siempre es extraño. Los sueños los he tenido siempre desde que existo y en ellos siempre soy esa mujer perdida y atormentada, que aún no sé quién es, pues ¿Forma parte de mí? o ¿Está viva, existe y debo encontrarla? No sé y tampoco sé porque mi mente se fue a la de ella ahora, y es que ¿puede ser por las voces humanas que estoy escuchando?

No sé, pero debo liberarme de mi cautiverio. Si logro hacer que el camello me deje, las estacas que pusieron los humanos puede que no sean suficientes para detenerme, así que levanto algunos de mis granos de arena y trato de lanzarlos donde siento que debería estar la cabeza del camello, para molestarle en sus ojos y quizás hacer que se vaya.

Aunque, aun si me libero, me quedo escuchando las voces y sintiendo a las personas que las pronuncian; buscando eso una forma más segura que tomar si puedo moverme tras mi idea con el camello. Necesito aprender las palabras de las personas, pero desconozco como, así que por ahora intento relacionarlas con los movimientos que puedo sentir que hacen esas personas al decirlas o escucharlas y lo hago por mucho tiempo si siento que puedo aprender algo y no me veo en peligro.