Los clanes
El territorio de Catar ha recibido la influencia del mundo árabe, pero al mismo tiempo ha sido una zona marginal donde han conseguido refugio varias facciones que no consiguieron el éxito en otros lugares. Frente a otros dominios de los Ashirra, Catar ha conseguido mantener su independencia en las intrigas de los clanes. Esto ha generado cierta rivalidad y resentimiento con otros grupos Ashirra, especialmente los poderosos antiguos de la península arábiga.
Dicho esto, los Ashirra cataríes se han encontrado con que el crecimiento y prosperidad de su país ha atraído a elementos “indeseables”, expulsados de otros dominios, y que han fortalecido el Movimiento Anarquista local. Por otra parte, las Noches Finales han agudizado esta tendencia. Catar se ha convertido en uno de los puntos de entrada hacia los campos de batalla de la Gehenna, recibiendo la visita de antiguos procedentes de todos los rincones del mundo y que provocan que los Ashirra cataríes tengan que recurrir a una hábil diplomacia y sutileza para evitar enemistarse con estos visitantes inesperados, aunque en el proceso también hay muchas alianzas e influencia que se pueden obtener.
Paralelamente a la llegada de estos antiguos existe otro tipo de inmigración más clandestina, formada por Cainitas y “cruzados” que buscan luchar contra los ancianos y apoderarse de su sangre. Estos Cainitas se camuflan entre la población de indeseables, y los Ashirra procuran ignorarlos o cazarlos cuando se muestran, lo que puede a largo plazo ser el origen de su ruina. Una revolución Anarquista se está gestando ante la indiferencia de los Ashirra cataríes, y tarde o temprano puede que paguen un elevado precio por su indiferencia y desprecio.
En estos momentos, Catar es un dominio cosmopolita, que aunque mantiene una élite Ashirra bien asentada frente a sus rivales, recibe visitas de Vástagos de diversas facciones procedentes de todo el mundo. La mayoría son visitantes temporales, pero otros se unen a las sombras, participando gustosamente en los movimientos de la Yihad.
Banu Haqim: El Clan de los Jueces es uno de los pilares que sustentan la sociedad de los Ashirra cataríes. Aunque llegaron como mercenarios, con el tiempo se han unido junto a otros clanes en igualdad. A menudo han combatido con los rivales y ocasionales enemigos que han tratado de conquistar el dominio, y han adquirido su propio nicho de influencia y poder.
El reciente Cisma del clan ha convertido Catar en un refugio para los Banu Haqim, que han sido bien recibidos, pero entre ellos también han llegado algunos Asesinos atraídos por la sangre de los antiguos que llegan al dominio. Estos Asesinos observan y acechan, utilizando el dominio como base para preparar sus ataques en otro lugar. Los Banu Haqim cataríes han descubierto recientemente esta inquietante tendencia, y están tratando de acabar con sus hermanos “descarriados” antes de que se conviertan en un problema para su reputación.
Brujah (Mushakis): Los Sabios son el clan gobernante de Catar, descendientes de un prestigioso linaje que se remonta a uno de los fundadores de los Ashirra, y de la misma forma, emparentados con la familia real del país. Su dominio ha competido con otros de la zona, lo que les ha llevado a enfrentarse con otros clanes, pero al mismo tiempo han sabido ganar aliados entre los Ashirra a la hora de mantener su propia independencia.
Actualmente los Mushakis son el clan más poderoso de Catar, habiendo sabido adaptarse a los tiempos modernos, dejando que los jóvenes participaran en el gobierno, pero al mismo tiempo se han ganado la animadversión de los Ashirra más conservadores, pero también de los Vástagos ajenos al Islam, especialmente los Anarquistas cataríes. Para los Mushakis no hay discusión en que Catar es un dominio del linaje, y están dispuestos a defenderlo frente a sus enemigos. Aunque existe cierto debate interno, la mayoría de los Mushakis saben que deben cooperar o lo que han construido terminará perdiéndose ante sus adversarios.
Gangrel (Wah’Sheen): El Clan de las Bestias no es muy numeroso en Catar. En los inicios del emirato algunos cooperaron con los Mushakis, pero a medida que el país se modernizaba, sus miembros abandonaron la zona siguiendo a las tribus árabes que preferían mantener un estilo nómada. Aunque de vez en cuando visitan el país, en general no les gusta el paisaje actual, con sus rascacielos y comodidades modernas.
No obstante, algunos Gangrel mantienen refugios más o menos permanentes bajo las aguas cataríes, cerca de las islas e islotes que no han sido absorbidos por la modernización. Los Ashirra se sienten incómodos con estas Bestias, que se muestran indiferentes a la civilización y la fe, y prefieren acechar silenciosamente como depredadores en las profundidades. Algunas de estas Bestias resentidas han terminado por unirse al Sabbat en busca de venganza.
Hécata (Nagaraja): En general, la presencia del Clan de la Muerte en la historia de Catar ha sido muy reducida. Durante el siglo XX, a medida que el país comenzaba a modernizarse, hubo algunas puntuales transacciones financieras entre los Ashirra cataríes y varios miembros de la familia Giovanni, e incluso alguna visita ocasional de los Nigromantes, pero poco más.
De forma clandestina, entre la inmigración del sur de Asia, un vampiro del linaje caníbal de los Nagaraja creó un refugio en Catar, que ha utilizado de vez en cuando. Este vampiro ha creado progenie y él y sus chiquillos se han unido recientemente al Clan Hécata. En los últimos años, uno de ellos incluso ha llegado a presentarse de manera abierta ante los Ashirra, ofreciendo sus servicios mercenarios en las artes de la muerte y el asesinato. Su presencia ha sido aceptada por cortesía, aunque no deja de suscitar cierto rechazo y temor.
Lasombra (Al-Khayal): El Clan de las Sombras podría haber llegado a Catar hace siglos, acompañando a los exploradores y conquistadores portugueses, pero su presencia fue rechazada con los europeos, y en gran parte quedó olvidada. Sólo en las últimas décadas, a través de la diplomacia y más recientemente, con los efectos de la Llamada, algunos vampiros del clan han visitado Catar. Algunos miembros también se encuentran presentes entre los cruzados del Sabbat que han acudido para luchar contra los ancianos y sus servidores.
Malkavian (Majnoon): El Clan de la Luna ha sido un visitante ocasional de Catar, pero su presencia, aunque cortésmente recibida, no ha sido aceptada de manera permanente entre los Ashirra cataríes, por diversas razones. El clan inspira cierta desconfianza y temor, si es que los rumores de posesión demoníaca son ciertos. Aún así, quienes muestran su devoción al Islam reciben el debido respeto.
Por este motivo, algunos Locos merodean entre la población inmigrante de Catar, algunos de forma temporal o atraídos por la Llamada, y otros siguiendo motivos más personales. Algunos se han unido al Movimiento Anarquista, mientras que otros sienten en el viento los cambios que se aproximan.
Ministerio (Walid Set): Los Setitas nunca han tenido buena fama entre los Ashirra, por lo que su presencia no es bien recibida, pero el rápido desarrollo de Catar y la riqueza ha terminado atrayendo a las Serpientes, que crearon un templo oculto, ayudando a fomentar la decadencia y el cambio en lo que consideraban una sociedad estancada.
Actualmente los seguidores del Ministerio de Set son el clan más influyente al margen de los Ashirra, y lideran el Movimiento Anarquista en el país. Las Serpientes utilizan el encanto de la riqueza y la prosperidad para atacar el tradicionalismo de los Ashirra, y al mismo tiempo tejen una telaraña de enfrentamiento entre las distintas facciones. El Templo del Mar de Perlas es pequeño, pero discreto, oculto en los cimientos de un rascacielos moderno, ocupado por las oficinas de varias empresas financieras occidentales con intereses en el país.
Nosferatu (Mutasharid): Si bien los Hajj musulmanes son respetados entre los Ashirra, los Mutasharid que no forman parte de la facción no reciben tanto respeto. Aunque existen algunos Mutasharid entre los Ashirra cataríes, la mayoría prefieren unirse a los Anarquistas. Aún así, el clan consigue mantener un frente unido al margen de los límites de secta.
Los Mutasharid ven con preocupación la llegada de la Gehenna y las Noches Finales, y hacen lo que pueden para sobrevivir. Los más antiguos han acudido al impulso de la Llamada, mientras que sus descendientes acechan en el margen de la sociedad de los no muertos. En los últimos tiempos han comenzado a construir en secreto un refugio comunal, una fortaleza para resistir la Gehenna. Cuando los demás linajes se enfrenten entre sí, los Mutasharid permanecerán al margen, y sólo saldrán para reclamar los despojos.
Ravnos (Al-Mujrim): El Clan de los Embusteros mantuvo estrechos lazos con el comercio del Golfo Pérsico, y han mantenido buenas relaciones con los Ashirra de Catar desde la creación del dominio. Sin embargo, el declive del comercio de perlas afectó a su influencia, y la reciente maldición que devastó sus filas ha dejado el clan en ruinas.
No obstante, unos pocos Al-Mujrim sobreviven en Catar. Estos supervivientes están unidos a la comunidad inmigrante, y debido al rechazo de los Ashirra, actúan de forma independiente o se alían con los Anarquistas. Estos Al-Mujrim se mueven constantemente, y afirman que la maldición que destruyó su sangre todavía los persigue.
Salubri (Al-Amin): Los Al-Amin mantienen una posición casi legendaria entre los Ashirra. Los rumores sobre su presencia excepcional en Catar nunca han sido confirmados, pero lo cierto es que los Ashirra cataríes está dispuestos a darles cobijo si alguno decidiera mostrarse abiertamente, especialmente en medio de la convulsión de las Noches Finales. En las leyendas de los Ashirra los Al-Amin son guerreros virtuosos, que se sacrificaron luchando contra los demonios, por lo que quedan muy pocos. El Imán de Catar pertenece a este clan, y se lo considera especialmente valioso.
Toreador (Ray’een al-Fen): Los Pastores de las Artes llegaron en el siglo XIX a Catar, influyendo sobre el comercio de las perlas y compitiendo con otros clanes. Cuando comenzó la explotación petrolífera en el país el clan aprovechó la oportunidad, incrementando su influencia, y convirtiéndose en consejeros de los sultanes Mushakis hasta convertirse en uno de los tres pilares de los Ahirra cataríes.
Actualmente los Ray’een al-Fen de Catar cultivan los negocios y finanzas del país e invierten sus ganancias en diversos proyectos culturales, artísticos y económicos. Muchos les atribuyen haber sido los artífices de la celebración en Catar del Mundial de Fútbol, o por lo menos encontrarse entre sus patrocinadores. Lo cierto es que los miembros cataríes de este clan son pacientes jardineros, creando y construyendo desde las sombras, aunque pocos poseen la habilidad artística de sus congéneres de otros lugares.
Tremere (Shaitan): Por diversos motivos, la presencia de los Tremere no es bienvenida en los dominios de los Ashirra, tanto debido a sus prácticas cuestionables de la magia de sangre, como su persecución de los idealizados Al-Amin. Por esta razón, los enviados del clan no han sido recibidos en Catar hasta bien entrado el siglo XX, y desde luego, su solicitud de establecer su presencia ha sido tajantemente rechazada.
Más allá de los embajadores del clan, algunos Tremere ha realizado acuerdos con los Anarquistas cataríes, más receptivos a las ofertas de los Brujos. Existe cierto intercambio de información y favores entre algunos Anarquistas del país y varios Tremere mercenarios que se dedican a investigar el misticismo y esoterismo de Arabia.
Tzimisce (Altinyin): La presencia de los Dragones era en gran parte desconocida en Catar hasta el siglo XX, cuando varios miembros del clan llegaron al país acompañando a sus familias mortales. Se produjeron varias disputas, y los Ashirra no los aceptaron.
En la actualidad, oficialmente los Altinyin son un linaje rechazado en Catar, salvo ocasionales viajeros y embajadores que cumplen los debidos protocolos. Sin embargo, de manera clandestina, los Altinyin tienen más influencia de lo que se cree, a través del Sabbat. Aunque oficialmente los Cainitas rechazan la importancia de los clanes, lo cierto es que en Catar los Altinyin constituyen el principal pilar de la secta, construyendo poco a poco su fuerza y preparándose para asestar un golpe decisivo contra sus enemigos.
Ventrue (El Hijazi): Si bien los El Hijazi constituyen uno de los pilares de los Ashirra y gobiernan la mayoría de los dominios de Arabia, el dominio de Catar surgió en gran medida en oposición a ellos. Si bien su rivalidad con los sultanes de Catar se mantiene dentro de las formas de los Ashirra, los El Hijazi de otros dominios del Golfo Pérsico, como el vecino Baréin (donde no permiten la presencia de otros clanes) y los Emiratos Árabes Unidos, mantienen su oposición contra los díscolos cataríes, y durante décadas han tejido su descontento en forma de planes para aislar el dominio de Catar.
Como resultado, los Ashirra cataríes se han conformado en oposición a los El Hijazi, hasta el punto de mantener relaciones más cordiales con los Ventrue occidentales de la Camarilla. Aún así, los El Hijazi reciben un frío y cortés recibimiento en las cortes de Catar, considerándolos rivales y adversarios que aspiran a apoderarse del dominio. Y es verdad.
Caitiff y Sangre Débil
Los gobernantes Ashirra de Catar muestran un firme política sobre el Abrazo y la creación de nuevos Vástagos. Sin embargo, más allá de sus esplendorosas cortes, en la clandestinidad del Movimiento Anarquista, muchas veces el Abrazo recibe mayor libertad, y como resultado, en las últimas décadas han surgido algunos vampiros que desconocen cuál es su linaje o cuya sangre es demasiado débil como para heredar los rasgos y maldiciones de sus sires.
Los Ashirra, preocupados por la llegada de las Noches Finales y la necesidad de evitar un exceso de población vampírica ante la llegada de antiguos atraídos por la Llamada, han tomado la decisión drástica de expulsar o destruir a todos los Caitiff y Sangre Débiles que se encuentran en el territorio de Catar. Como resultado, los supervivientes se han unido al Movimiento Anarquista, aunque lo cierto es que su actitud hacia los orgullosos Ashirra nunca ha sido demasiado buena.
Familias de Aparecidos
Hermandad Kairuán: En el siglo XIX, a medida que el clan Al Thani asumía el poder en Catar, varios Aparecidos de la Hermandad Kairuán establecieron lazos matrimoniales con la familia. Actualmente, unos pocos Aparecidos, lejanamente emparentados con el linaje real catarí sirven a los no muertos, especialmente a los Banu Haqim, aunque también han realizado servicios para el jeque Mushakis y otros miembros de su corte.
Marijava: Procedentes de la India, una rama de esta familia de asesinos acompañó a un vampiro del clan Ravnos a Catar, sirviéndolo y siendo protegidos por él. Los Marijava de Catar han tejido su propia red de influencia en el país, dedicándose a vigilar a varios no muertos que podrían ser una amenaza para su amo, y preparados para utilizar sus cuchillos a sus órdenes si se diera el caso.