 La primera en actuar es Marta. Se levanta, impulsada por un resorte y se acerca al balcón, abriéndolo con más fuerza de la que debería y haciendo que la puerta choque contra la pared. Los cristales se resquebrajan, pero a ella no parece importarle. Mira a la calle y sólo necesita unos segundos para comprender la situación.
La primera en actuar es Marta. Se levanta, impulsada por un resorte y se acerca al balcón, abriéndolo con más fuerza de la que debería y haciendo que la puerta choque contra la pared. Los cristales se resquebrajan, pero a ella no parece importarle. Mira a la calle y sólo necesita unos segundos para comprender la situación. - ¡Sabbat! -grita, mirando a los vástagos de la sala, ignorando a Rebecca.
 Damocles, al escuchar eso, se echa para atrás la capucha de la sudadera, rebelando su horrendo rostro. Pero no es momento para la vanidad. Mira a la mortal, con expresión preocupada y le tiende una mano.
Damocles, al escuchar eso, se echa para atrás la capucha de la sudadera, rebelando su horrendo rostro. Pero no es momento para la vanidad. Mira a la mortal, con expresión preocupada y le tiende una mano. - ¡Ven!
Rebecca sólo tiene unos segundos para decidir si aceptar o no....segundos insuficientes para reaccionar. Una oscuridad absoluta, densa y completa se cierne sobre la habitación. Es como si la noche misma hubiese caído, como si los ojos de los presentes hubieran dejado de funcionar. Y un frío terrible que trae promesas de muerte aterroriza el corazón de aquellos que no tienen suficiente voluntad.






