
XÁTIVA
El territorio de la villa de Xátiva ha sido habitado desde hace milenios, y todavía conserva su topónimo prerromano. Situada entre los ríos Albaida y Cáñoles tiene un trazado desigual, producto de la fusión sucesiva de varios asentamientos. Los romanos ocuparon el poblado de Saitabi, y en tiempos del emperador augusto fue convertido en municipio con el nombre de Saetabis Augusta. Durante toda la época romana fue un importante centro comercial, conocido por la producción de tejidos de lino.
Un grupo de Cainitas de diversos clanes se asentó en Saetabis durante época romana. Sin embargo, durante la caída del Imperio Romano fueron expulsados por el despertar de una antigua del clan Brujah de época cartaginesa que había aguardado su momento en las sombras. Esta antigua tomó el nombre visigodo de Eginara y se rodeó de una prole, influyendo en la Iglesia local.
Tras la conquista musulmana en el siglo VIII, la villa pasó a llamarse Medina Xátiva. Los musulmanes fortificaron los castillos de la ciudad y también trajeron con ellos a sus compañeros no muertos. En principio Eginara y su prole se resistieron con éxito al avance de los Ashirra, negándose a aceptar la fe musulmana. Sin embargo en el año 796 Eginara fue atacada en su corte por guerreros Banu Haqim que la destruyeron y pusieron a sus chiquillos en fuga. Una de ellos, Ahlam, una Banu Haqim conversa, se convirtió en sultana.
Xátiva alcanzó prosperidad bajo el dominio del emirato de Córdoba, convirtiéndose en un centro importante de producción de papel, y tras el desmoronamiento del califato pasó sucesivamente bajo el dominio de las Taifas de Almería, Denia, Murcia y finalmente Valencia. La sultana Ahlam consiguió mantenerse en el poder durante siglos, aunque cuando Valencia fue conquistada en el 1238 por el rey Jaime I de Aragón supo que su dominio sería el próximo. Aunque consiguió establecer una tregua, la ciudad finalmente sería conquistada por los cristianos en 1244.
POLÍTICA Y RELIGIÓN
Xátiva es la segunda ciudad más importante del reino de Valencia. Sin embargo, no ha conseguido una capitulación tan ventajosa. La población musulmana ha sido expulsada fuera del recinto amurallado y redistribuida en las zonas rurales y el arrabal de San Juan. Los judíos sí han conservado su call dentro de las murallas, en las proxmidades de la puerta de Santa Tecla.
El castillo de Xátiva está construido sobre un antiguo asentamiento ibérico, aunque el edificio actual es de época musulmana, y que está formado por dos fortalezas (castillo menor y castillo mayor), ensanchando las murallas. No sólo es una fortaleza defensiva, sino también ha sido convertido en una prisión de estado para la nobleza.
La principal iglesia de la villa es la iglesia de San Félix, actualmente en construcción, levantada sobre la antigua iglesia episcopal visigoda y la ciudad romana bajo la advocación de San Félix de Girona, un reconocimiento a los nobles catalanes que participaron en la conquista. La villa se encuentra bajo la administración del obispo de Valencia.
ASUNTOS CAINITAS
Tras la conquista de Xátiva, una vampira del clan Brujah llamada Peronella Milá, procedente de Barcelona, se proclamó Príncipe, contando con una guardia de mercenarios ghouls y chiquillos para sostener su reclamación. Los Ashirra prefierieron acompañar a la población musulmana en su exilio, aunque unos pocos permanecieron. Peronella ha comenzado a influenciar a varias familias nobles de la zona, especialmente a la familia Borgia, que parece mostrar potencial.
Sin embargo, no todos los Ashirra han desaparecido, entre ellos el antigu a sultana Ahlam, quien asumiendo la identidad y el disfraz de “Teodosia”, una antigua Toreador de origen visigodo, ha comenzado a frecuentar la corte de la Príncipe, tratando de ganarse su confianza para derrocarla cuando llegue el momento y recuperar su poder.
INTRIGAS VALENCIANAS
Los fuegos de la rebelión: Aunque los Cainitas cristianos que llegan del norte creen que la situación en Valencia ofrece numerosas oportunidades, lo cierto es que la avaricia de los conquistadores está generando un descontento cada vez mayor entre la población musulmana. De hecho, no se necesita mucho para generar una corriente de resentimiento hacia los invasores. Varios Ashirra, como el imán Al-Fulani están avivando este descontento para cabalgarlo y dirigirlo contra sus enemigos. Es sólo cuestión de tiempo que estalle una revuelta entre los musulmanes del reino, y aunque sea aplastada a sangre y fuego, puede durar lo suficiente para que los Ashirra consigan expulsar o destruir a los Cainitas cristianos y recuperar el poder.
La telaraña del diablo: Valencia es un nido para los Azaneali, una rama de vampiros infernalistas surgida de una unión impía entre Baali y Lasombra, y que otros Cainitas conocen como los Angelis Ater. Un poderos antiguo conocido como el Ángel Negro está utilizando a varios Ashirra para generar una revuelta entre la población musulmana, no tanto para incrementar su poder, como para eliminar a varios adversarios que podrían constituir una amenaza y desviar la atención de sus verdaderos planes. La guerrera Salubri Laia y el sultán Abdalá el Sabio son dos de sus principales objetivos, pero cualquier Cainita demasiado metomentodo puede terminar convirtiéndose en el blanco de su ira.
Vasallos difíciles: Los personajes son reclutados -o pueden ser la prole- de uno de los Príncipes recién asentados en el reino de Valencia, como Castellón o Xátiva. La intención de los gobernantes Cainitas es extender su influencia entre la población local, y al mismo tiempo procurar mantener buenas relaciones con los Ashirra que todavía permanecen en sus dominios. Los personajes deben actuar como mediadores tratando de reducir el descontento o pueden convertirse en ejecutores, tratando de expulsar a los vampiros musulmanes.