Los soldados franceses en el folklore gallego
A principios del siglo XIX, las tropas de Napoleón Bonaparte invadieron España en apoyo de su hermano José I Bonaparte, coronado rey. Su presencia pronto despierta rechazo. El 8 de mayo de 1808 A Coruña fue la primera ciudad gallega que se alzó contra los franceses; el 30 de mayo, Santiago de Compostela y progresivamente el resto de ciudades y villas, asumiendo el poder la Junta Suprema del Reino de Galicia. Los ejércitos franceses al mando del general Soult invadieron en Galicia y ocuparon A Coruña en enero de 1809 tras la Batalla de Elviña.
Sin embargo, la presencia francesa provoca un alzamiento general y todo el territorio gallego se convierte en un campo de guerrillas contra el invasor francés. La Iglesia gallega y los hidalgos encabezaron la lucha, ejerciendo el liderazgo, apoyado por la burguesía de las ciudades con dinero y recursos. Soldados del ejército español también se unen a los sublevados. Sin embargo, la mayoría de las tropas guerrilleras estaban conformadas por campesinos.
El levantamiento consigue expulsar a los soldados franceses de Galicia a mediados de 1809, tras varias batallas y episodios violentos. Su presencia queda reflejada en el folklore gallego hasta el punto que lugares donde tradicionalmente vivían los mouros, pasan a ser refugios o escondrijos de soldados franceses que habrían desertado o habrían quedado atrás, quedando encantados y asumiendo el lugar de los mouros como criaturas legendarias. Así as penas, rochas, castros de mouros, pasan a ser "dos franceses."
También existen relatos aislados que cuentan que de la misma forma que los campesinos gallegos, las criaturas legendarias de Galicia se alzaron con los invasores, y se cuenta que los mouros también participaron en la guerra, luchando contra los franceses.