[Edad Romana] Libia

Requiem, Estirpe de Oriente, E. Victoriana, E. Romana, etc.
Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19796
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: [Edad Romana] Libia

#11

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Feb 2025, 21:43

Imagen EL CRISTIANISMO
Cirene tuvo conexión con el cristianismo desde sus inicios. En los evangelios se menciona la figura de Simón de Cirene, que ayudó a Jesús a llevar la cruz. En los Hechos de los Apóstoles se menciona que en el día de Pentecostés se encontraban habitantes de Cirene en Jerusalén. Según la tradición de la Iglesia, San Marcos Evangelista era un nativo de Cirene, y la tradición afirma que fue el primer obispo de la ciudad, aunque posteriormente se trasladaría a Alejandría.
Los obispos de Cirene aparecen ya en los escritos eclesiásticos en los primeros siglos del cristianismo, sufriendo persecuciones o acusados de corrupción. A pesar de que la ciudad se encontraba en ruinas a mediados del siglo V, los obispos seguían residiendo allí y asistieron a los primeros concilios. El Obispo Sinesios destaca durante este período, relatando la historia de Cirenaica.

LOS JUDÍOS
Tras la destrucción del reino de Israel, muchos judíos emprendieron una diáspora que los extendió por el mundo conocido. El faraón Tolomeo envió colonos judíos a Cirene y otras ciudades de Libia, donde formaron comunidades numerosas. En época romana los cireneos se dividían en cuatro clases: ciudadanos, granjeros, extranjeros residentes y judíos. Sin embargo, si bien durante la época de dominación egipcia los judíos habían disfrutado de derechos iguales ahora se encontraban sometidos a la población griega tras convertirse la Cirenaica en provincia Romana (74 a.C.).
Un enviado del dictador romano Sila fue enviado a Cirene para tranquilizar los disturbios en los que participaban los judíos, y siguiendo las recomendaciones de varios gobernantes orientales, los romanos realizaron ciertas concesiones a la población judía.
Los judíos de Cirene permanecían en contacto con sus compañeros de Judea y eran libres de enviar ofrendas al templo de Jerusalén. Los conflictos entre los romanos y judíos a menudo provocaban repercusiones en otras comunidades extendidas por el territorio romano, entre ellas Cirene. Durante la guerra en Judea en el año 74 los romanos también se enfrentaron a disturbios en Cirene, provocados por un sicario llamado Jonathan. Sin embargo, la rebelión fue aplastada rápidamente por el gobernador Catulo, que no conforme con ejecutar a varios rebeldes, confiscó las propiedades de muchos destacados judíos cireneos.
En el año 113 el emperador Trajano comenzó una campaña militar contra el Imperio Parto, con el objetivo de conquistarlo y llegar a la India como Alejandro Magno. Para mantener la estabilidad en la provincia de Judea tomó una serie de medidas contra los judíos. Cuando la ofensiva comenzó en el año 115 ocupó Mesopotamia, incluyendo Babilonia y Susa, donde se encontraban importantes colonias judías. Los judíos se rebelaron, combatiendo encarnizadamente contra las legiones romanas y apoyando a los partos.
Mientras tanto en el Imperio Romano las comunidades griegas de Cirenaica y Chipre atacaron los barrios judíos, acusándolos de ayudar a los partos. Este ataque provocó la rebelión generalizada de las comunidades judías. Los judíos de Cirene, dirigidos por Lucas Andreas, atacaron a su vez a los griegos, destruyendo numerosos templos paganos y edificios que simbolizaban el poder romano, y asesinaron a miles de griegos y romanos. El movimiento de Lucas se dirigió hacia Alejandría, consiguiendo incendiar algunos barrios, destruyendo templos paganos y monumentos importantes.
El emperador Trajano se vio obligado a enviar tropas al mando del prefecto del pretorio Quinto Marcio Turbo para pacificar las provincias de Egipto y Cirenaica, que se dedicaron a combatir y masacrar a las poblaciones judías. La pacificación no terminaría hasta finales del año 117. Los bienes y
propiedades de los judíos fueron expropiados para reconstruir las ciudades y reparar los daños causados por el levantamiento. Lucas Andreas no pudo ser encontrado y presumiblemente huyó a Judea.
Cirenaica quedó despoblada hasta tal punto que fue necesario fundar nuevas colonias para recuperar la población.
LA ESCUELA CIRENAICA
Bajo la prosperidad de Cirenaica surgió una escuela de pensamiento iniciada por Aristipo de Cirene, que viajó a Atenas y fue discípulo de Sócrates en el siglo V a.C. A su vez se rodeó de discípulos y su pensamiento fue transmitido por su hija Areté de Cirene a su nieto, Aristipo el Joven, que fue quien formalizó las enseñanzas de su abuelo en un sistema filosófico.
Después de un tiempo la escuela de Aristipo se dividió en facciones diferentes, representadas por Anniceris, Hegesías y Teodoro, que desarrollaron interpretaciones rivales de la doctrina Cirenaica. Sin embargo, a mediados del siglo III a.C. la escuela cirenaica se consideraba obsoleta, habiendo sido superada por el sistema más sofisticado creado por Epicuro de Samos, el epicureísmo.
Los filósofos cirenaicos eran hedonistas y defendían que el placer era el bien supremo de la vida, especialmente el placer físico, que consideraban más intenso y deseable que los placeres de la mente. El placer es el único bien de la vida y el dolor es el único mal. Aristipo y sus seguidores sostenían que el placer era el objetivo final de la vida, negando que la virtud tuviera valor por sí misma.
Los cirenaicos se aproximaban al conocimiento con escepticismo. El conocimiento procede de las sensaciones inmediatas, que son subjetivas y pueden ser dolorosas, indiferentes o placenteras, de la misma forma que una persona puede ser violenta, tranquila o amable. Las sensaciones son individuales y por lo tanto no pueden describirse objetivamente, por lo que el sentimiento propio es el único criterio posible para conseguir el conocimiento y comportarse virtuosamente. El objetivo final del comportamiento humano debería ser la obtención del placer.
Sin embargo, algunas acciones que proporcionan placer inmediato pueden crear más dolor a largo plazo. Una persona sabia es la que controla sus placeres en lugar de ser esclava de ellos, lo que requiere juzgar los diferentes placeres de la vida, absteniéndose de lo que es incorrecto e injusto. Se debe respetar la ley y la costumbre, ya que aunque no tienen valor propio, violarlas puede conllevar castigos impuestos por los demás. De la misma manera la justicia y la amistad son útiles por los placeres que proporcionan, creyendo en el valor hedonista del deber social y la conducta altruista.
Los discípulos de Aristipo desarrollaron variaciones de la doctrina cirenaica. Para Anniceris el placer se obtiene mediante actos individuales que producen placer, poniendo especial énfasis en el amor, extendido a la familia, el país, la amistad y la gratitud, que producen placer aunque requieran sacrificios. Hegesías creía que la felicidad es imposible de alcanzar, por lo que el objetivo de la vida debe ser evitar el dolor y la tristeza. Valores convencionales como la riqueza, la pobreza, la libertad y la esclavitud son indiferentes. Para Teodoro el objetivo de la vida es el placer mental, no el placer corporal, poniendo especial énfasis en la moderación y la justicia. Teodoro no creía en la existencia de ningún dios, lo que despertó la curiosidad y el rechazo de sus contemporáneos.
Posteriormente la filosofía de los cirenaicos evolucionó asumiendo principios del escepticismo, el epicureísmo y también el budismo. De hecho, existen sorprendentes similitudes con los principios de budismo y sus Cuatro Nobles Verdades, así como el concepto del dukkha o sufrimiento. En el siglo III
a.C. varios embajadores budistas enviados por Ashoka, un rey de la India, estuvieron presentes en la corte del faraón Tolomeo II de Egipto y del rey Magas de Cirene. Es posible que los filósofos cirenaicos hubieran sido influenciados por las enseñanzas budistas y el contacto de estos embajadores.

REYES DE CIRENAICA
Tras la fundación de Cirene, Batos fue proclamado rey, y sus descendientes gobernaron hasta mediados del siglo V a.C.
Batos I (630 – 600 a.C.): Batos fue el primer rey griego de África, nacido en la isla de Thera, hijo de los nobles Polimnesto y Fronima. En Grecia era llamado Aristóteles, y no fue conocido como Batos hasta que llegó a Libia. Tras viajar extensamente por el Mediterráneo, durante un período de
hambruna en Thera consultó al Oráculo de Delfos y viajó al norte de África, donde estableció una colonia llamada Aziris. Sin embargo, la escasez llevó a Batos y los colonos a trasladarse a otro asentamiento más fértil, que llamaron Cirene, en honor a la ninfa Ciré o Cira, y lo consagraron al dios Apolo.
Batos fue proclamado rey y gobernó con prudencia y moderación. Tras su muerte hacia el 600
a.C. fue adorado como un dios por sus súbditos y su tumba fue construida en el centro del mercado ante el camino que llevaba al templo de Apolo y que sería destruida durante la revuelta judía del siglo II. En Delfos los cireneos ofrecieron al dios una estatua de Batos.
Arcésilas I (600 – 583 a.C): Arcésilas o Arcesilao heredó el trono de Cirene a la muerte de su padre. Su reinado fue tranquilo y la población de la ciudad se mantuvo. Murió en el año 583 a.C. y fue enterrado cerca de su padre.
Batos II (583 – 560 a.C.): Hijo de Arcésilas, Batos II animó a los griegos a asentarse en Cirenaica. Durante su reinado llegaron nuevos grupos de colonos, principalmente del Peloponeso, Creta y las islas griegas.
Los egipcios, liderados por el faraón Apriés, intentaron invadir Cirenaica pero Batos y sus súbditos les presentaron batalla en el Pozo de Taetis hacia el 570 a.C. Los cirenaicos ganaron la batalla, lo que confirmó la independencia de Cirene y los asentamientos griegos en el norte de África. Posteriormente Batos firmaría la paz con los egipcios y establecería una alianza con el faraón Amasis II. A su muerte sería conocido como Batos Eudaimon (el Próspero).
Arcésilas II (560 – 550 a.C.): El hijo de Batos II se casó con su prima Erixo antes de suceder a su padre en el 560 a.C. El carácter de Arcésilas era muy diferente al de su padre y fue conocido como “El Opresor”, mostrándose muy desconfiado e inflexible, hasta el punto de rodear su hogar con un elevado muro.
Una vez en el poder Arcésilas tomó como consejero a su hermanastro y amigo Learco. Sin embargo, al seguir su consejo se convirtió en un tirano, ordenando el exilio y muerte de varios nobles de Cirene. En secreto, Learco pretendía desprestigiar al rey y ocupar su lugar. Sin embargo, Arcésilas descubrió las intenciones de su consejero y lo hizo exiliar con sus seguidores de Cirene.
Learco y sus partidarios fundaron la ciudad de Barca y persuadió a las tribus libias de que rompieran sus alianzas con Cirene y declarasen la guerra a Arcésilas. Sin embargo, Arcésilas atacó a Learco y los libios y los obligó a retirarse. Durante la persecución, Learco y sus partidarios decidieron resistir y atacar al rey de Cirene y su ejército. Arcésilas y los cirenaicos resultaron derrotados.
No mucho después de la derrota, Arcésilas enfermó debido a una bebida que contenía el veneno de un pez, y Learco aprovechó la debilidad del monarca para estrangularlo en el 550 a.C. Tras deshacerse de su rival regresó a Cirene y se proclamó rey, pero la reina viuda Erixo y su hermano Poliarco lo asesinaron. Batos III fue proclamado nuevo rey de Cirene por su madre y su tío.
Batos III (550 – 530 a.C.): Batos era el hijo de Arcésilas II y de la reina Erixo. Recibió el sobrenombre de Cojo, debido a que había nacido con una pierna deforme. Fue proclamado rey por su madre y su tío Poliarco, que habían conseguido asesinar al usurpador Learco.
Debido a la inestabilidad de Cirene, amenazada por libios y egipcios, Batos visitó al Oráculo de Delfos en busca de consejo y consultó a la sacerdotisa, que le aconsejó que visitara Mantinea en Arcadia y buscara a un hombre llamado Demonax, que le ayudaría a realizar las reformas que necesitaba su reino. Demonax era muy apreciado por los mantineos y ocupaba una posición respetada en la ciudad.
Batos consiguió convencer a Demonax de que lo ayudara y regresó con él a Cirene, y de esta forma elaboró una constitución y estableció un senado presidido por el rey. Sólo el rey tenía autoridad para conceder tierra a los ciudadanos y actuaba como sumo sacerdote encargado de las ceremonias religiosas. Demonax también creó un cuerpo de éforos para castigar a los criminales y una fuerza militar de unos 300 hombres para vigilar y proteger las fronteras de Cirenaica.
Para hacer la paz con sus vecinos, Batos estableció una alianza con el faraón Amasis II, que contrajo matrimonio con Ladice, hija de Batos, en el año 548 a.C. Su reinado continuó de forma pacífica hasta su muerte.
Arcésilas III (530 – 515 a.C.): A la muerte de su padre, Arcésilas se convirtió en el nuevo rey. En el año 525 a.C. estableció una alianza con el rey Cambises II de Persia, que acababa de conquistar Egipto.
Sin embargo, el rey de Cirene no estaba dispuesto a aceptar la constitución que había creado su padre con el legislador Demonax y hacia el 518 a.C. exigió la restauración de los derechos de sus ancestros con el apoyo de su madre Feretima. En la guerra civil que siguió el rey Arcésilas fue derrotado y tuvo que huir a la isla de Samos. Feretima buscó la ayuda militar del rey Eveltón de Salamis, en Chipre, pero fue rechazada.
En Samos Arcésilas reclutó un ejército prometiendo tierras en Cirene, y antes de partir consultó al Oráculo de Delfos. La sacerdotisa le dijo que su dinastía gobernaría Cirene durante el reinado de ocho monarcas, cuatro llamados Batos y cuatro llamados Arcésilas y le aconsejó que no intentará conservar el poder más allá de ese período y que no fuera cruel con los cireneos o se rebelarían contra él. Arcésilas decidió ignorar el consejo de la sacerdotisa.
Arcésilas regresó a Cirene con su ejército y consiguió recuperar el poder, expulsando al exilio a sus oponentes. Sus partidarios recibieron la tierra que les había prometido, pero por miedo a una rebelión, decidió buscar apoyos en la ciudad de Barca, gobernada por Alazir, su suegro.
Mientras se encontraba en el mercado de Barca con su suegro, varios exiliados de Cirene lo reconocieron. Arcésilas y Alazir fueron asesinados. Fue sucedido por su madre Feretima, que gobernó Cirene durante la minoría de edad de su nieto Batos.
Batos IV (515 – 465 a.C.): Batos heredó el trono de su abuela Feretima, que había muerto de una enfermedad de la piel que había contraído en Egipto. Durante su reinado tuvo que rendir vasallaje al Imperio Persa, pero respetó la constitución de Cirene y en conjunto fue un reinado pacífico. El comercio se desarrolló, y el reino de Cirene se convirtió en un exportador de trigo, cebada, aceite de oliva y silfio (una planta que comenzó a ser demandada en el mundo antiguo por sus propiedades medicinales y afrodisíacas).
Arcésilas IV (465 – 440 a.C.): Arcésilas era el único hijo de Batos IV, ocupando el trono a la muerte de su padre en el año 465 a.C. En el año 462 el rey Arcésilas participó en los Juegos Píticos de Delfos y ganó una carrera de cuadrigas utilizando caballos libios. Su victoria fue celebrada por el poeta Píndaro, quien aconsejó al monarca que se reconciliara con sus oponentes.
El reinado de Arcésilas se hizo progresivamente más tiránico, exiliando a muchos nobles cireneos y reclutando mercenarios para mantenerse en el poder. Como resultado, los habitantes de Cirene terminaron rebelándose, obligándole a huir a la ciudad de Evespérides con su hijo Batos.
Los ciudadanos de Cirene consiguieron capturar a Arcésilas y su hijo en el año 440 a.C. El monarca exiliado y su heredero fueron asesinados y los cireneos decapitaron a Batos y arrojaron su cabeza al mar, simbolizando el fin de la monarquía y proclamando una república vasalla del Imperio Persa.
Magas (276 – 250 a.C.): Nacido hacia el 320 a.C. era hijo de Filipo, un oficial del ejército de Alejandro Magno y la noble Berenice. Su padre murió en el año 318 a.C. y su madre lo llevó con sus hermanos a Egipto, donde se casó con el faraón Tolomeo. De esta forma Magas se convirtió en un príncipe egipcio y miembro de la corte faraónica.
Con 20 años Magas recibió el gobierno de Cirenaica del faraón, convirtiéndose en un hábil gobernador. Sin embargo, a la muerte de su padrastro en el 283 a.C. comenzó a actuar cada vez con mayor autonomía, hasta proclamarse rey en el 276 a.C., lo que le llevó a iniciar hostilidades con Egipto, donde gobernaba su hermanastro Tolomeo II. Sin embargo, Magas se vio obligado a regresar de su campaña en territorio egipcio cuando los libios marmáridas atacaron Cirene. Consiguió mantener la independencia de su reino, y finalmente estableció la paz con Egipto ofreciendo a su hija Berenice al faraón Tolomeo III, hijo de su hermanastro. Durante su reinado fomentó las artes y las ciencias.
A la muerte de Magas, su viuda Apama intentó romper el enlace matrimonial entre su hija y el faraón, casándola con Demetrio el Hermoso, hijo de Demetrio I Poliorcetes, rey de Seleucia. Sin embargo, Berenice asesinó a su esposo por engañarla con su madre, y finalmente contrajo matrimonio con el faraón Tolomeo III, lo que restableció los lazos entre Cirenaica y Egipto.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19796
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: [Edad Romana] Libia

#12

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Feb 2025, 21:45

Imagen FAZANIA HISTORIA
Posiblemente el nombre de Fazania proceda del nombre que los nómadas daban al territorio: Fezzan, que significa piedras duras. Un extenso territorio que abarcaba la mayor parte del interior de Libia. No siempre fue un territorio desértico, y entre el 10000 y el 6000 a.C. el paisaje era una sabana salpicada con lagos, algunos de gran extensión. La progresiva desertización empujó a humanos y animales hacia la costa.
Hacia el 5000 a.C. se repitió el ciclo, cuando el desierto recibió nuevas lluvias del centro de África. Se formaron nuevos lagos, pero hacia el 3000 a.C. progresivamente volvieron a desaparecer, desplazando a los habitantes a los límites del desierto, a oasis y zonas fértiles.
Durante miles de años los territorios del interior de Libia fueron el hogar de tribus nómadas que serían conocidas como garamantes. Hacia el 1500 a.C. habían domesticado el dromedario y el caballo, saliendo de su aislamiento para practicar el comercio con otros pueblos, contactando con fenicios y griegos hacia el VII a.C. Desde el siglo X a.C. la capital de los garamantes había sido Zinchecra, pero en el siglo IV a.C. comenzaron a construir una nueva capital en Garama, tres kilómetros al nordeste, donde construyeron templos, un mercado y termas, que rodearon de murallas con seis torres y fosos. Ante la sequía de los lagos del desierto, comenzaron a comerciar con la sal de sus lechos.
Los garamantes controlaban las rutas que atravesaban el desierto del Sáhara y llegaban al interior de África, de donde llegaban bestias exóticas, esclavos, marfil y otros productos africanos. Los garamantes comerciaron con los fenicios y griegos, y a partir del siglo V a.C. con los cartagineses y ya en el siglo III a.C. con los romanos, poniéndolos en contacto con los reinos del oeste y el centro de África.
Sin embargo, los garamantes no se limitaban a comerciar, sino que también realizaban incursiones contra los enclaves agrícolas y costeros. Fenicios, cartagineses, griegos y romanos consiguieron apaciguarlos mediante tratados y tributos, lo cual no siempre era posible.
El primer conflicto entre Roma y los garamantes tuvo lugar cuando los nómadas se aliaron con el rey Juba I de Numidia contra Julio César. A pesar de resultar vencedores, los romanos se tomaron la amenaza de los garamantes muy en serio y en el año 19 a.C. enviaron al general Lucio Cornelio Balbo desde la ciudad de Sabrata en una expedición a Fazania, para pacificar la zona. A su regreso, Balbo recibió un espléndido triunfo y los garamantes abandonaron Zinchecra y trasladaron la residencia real a Garama. El rey de los garamantes se convirtió en cliente de Roma.
Otro conflicto tuvo lugar hacia el 15 a.C., cuando el gobernador de Cirenaica, Publio Sulpicio Quirino atacó a un grupo de garamantes que se habían aliado con la tribu de los marmáridas, que vivían al este de Fazania. En el año 22 el rey de Garama se alió con el rebelde Tacfarinas, y los garamantes realizaron nuevas incursiones en el norte de África. Nuevamente en el año 69, aprovechando las disputas entre las ciudades tripolitanas de Lepcis y Oea, los garamantes se aliaron con Oea. Sólo la intervención de Valerio Festo, legado de la Legión III Augusta consiguió restablecer la paz entre las ciudades y aplastar a los garamantes, que fueron arrojados a las fieras.
No conforme con rechazar a los invasores, Valerio Festo los persiguió al interior de su país, descubriendo una ruta más rápida para llegar a Fazania y ocupar Garama, convirtiendo de nuevo al reino de los garamantes en cliente de Roma.
Durante los siglos posteriores las incursiones de los garamantes se hicieron más esporádicas, pero los romanos los seguían considerando una amenaza. En el año 202 Septimio Severo conquistó la ciudad de Garama y en el año 203 se construyeron tres fuertes en los límites de Fazania para vigilar a los nómadas, y en ocasiones los reclutaban para el ejército romano.
Sin embargo, el comercio mejoró las relaciones entre garamantes y romanos y las incursiones se hicieron cada vez más esporádicas. Los garamantes ofrecían oro, sal, esclavos, marfil y bestias exóticas y a cambio recibían de los romanos metal, cerámica, aceite de oliva y otros productos elaborados. Por otra parte existía un acuerdo por el que los esclavos romanos que llegaban fugitivos a Garama debían ser devueltos. Los garamantes también disponían de una población numerosa de esclavos, ocupándose de las labores agrícolas y la construcción de foggaras, o canales acuíferos. Asimismo, los garamantes también comenzaron a utilizar elementos arquitectónicos y culturales de los romanos. No sólo Garama prosperó durante esta época, sino los numerosos asentamientos tribales dispersos por el amplio territorio del desierto y conectados mediante una red de rutas de oasis.
El declive de los garamantes acompañó al del Imperio Romano. Las incursiones de los nómadas se reanudaron por necesidad y cuando los vándalos conquistaron el norte de África la demanda de los productos de los garamantes descendió. Las ciudades garamantes también fueron afectadas por el terremoto del año 365 que destruyó parte de su sistema de irrigación. El reino de los garamantes también sufrió las consecuencias de la desertificación de Fazania y el agotamiento de las fuentes disponibles de agua, que redujo su población a los lugares donde todavía se conservaban reservas de agua. Ante la escasez de recursos el reino de Garama también comenzó a fragmentarse en otros reinos más pequeños, como Zuwila y Waddan.
Imagen HISTORIA VAMPÍRICA
Contrariamente a lo que creen los civilizados vampiros de Roma, la presencia de los no muertos en Libia es muy antigua, y no sólo por la cercanía del Antiguo Egipto. Los vampiros libios conservan una tradición oral muy rica, en la que también se consideran descendientes de dioses. De hecho entre sus relatos hablan de Demdemeh, un dios sabio y justo que habitaba en una isla en medio de un gran lago que ocupaba el corazón del desierto. Sin embargo, con el tiempo el desierto comenzó a devorar el agua y Demdemeh trató de detenerlo. Sin embargo, en el proceso adquirió el hambre del desierto y comenzó a devorar a sus súbditos.
No quedó nada del reino ni de la isla de Demdemeh, y se dice que el dios, finalmente saciado, decidió dormir…o quizás durmió para evitar seguir devorando lo que le rodeaba. En cualquier caso, sus descendientes se dispersaron por las tierras del desierto del Sahara, siguiendo a las tribus nómadas, convirtiéndose en sus protectores y guardianes.
Los garamantes se convirtieron en los protegidos del dios Kar, hijo de Demdemeh, quien compartió su sangre con varios guerreros. Sus descendientes formaron una tribu, y recogían sacrificios en su nombre y guiaban a los mortales hacia los oasis del desierto utilizando su aguda visión. Desde su fortaleza en Zinchecra, Kar gobernaba como lo había hecho Demdemeh, con sabiduría y justicia, pero podía volverse especialmente terrible contra quienes provocaban su ira.
Los descendientes de Kar o Eggun no estaban solos. A veces luchaban contra bestias que podían cambiar de forma: chacales, leones y panteras y contra otra tribu de vampiros nómadas que habían llegado de los desiertos del este: los Akkun, que podían tomar la forma de las bestias. Con el tiempo los Eggun y Akkun delimitaron sus territorios, y aunque a veces chocaban, aprendieron a respetarse. Algunos Akkun incluso entraron al servicio de Kar y le ofrecieron sacrificios. Aunque aislado, el dominio de Kar en el centro del desierto fue reconocido, y con el tiempo recibió embajadas de otros no muertos, estableciendo relaciones con los vampiros que se habían asentado en las ciudades de la costa o los que procedían de las frondosas selvas del sur más allá del desierto.
Aparte de dominar a las bestias y ayudar a los mortales con su visión los Eggun tenían el poder de cambiar la carne y el hueso para adaptarse a las duras condiciones del desierto. Era un poder terrible, que utilizaban para bendecir a sus servidores con belleza o fuerza o castigar a los criminales que incurrían en su ira mediante la deformidad.
Durante el siglo III a.C. el dios Kar recibió la visita de embajadores de una gran ciudad al norte, que hablaba en nombre de la tribu de los Brujah. Había una gran guerra entre las ciudades que rodeaban el mar y pedían ayuda a los vampiros garamantes. El dios Kar les ofreció la alianza de las tribus mortales de su dominio, pero se negó a involucrarse personalmente en aquella guerra.
La ciudad de Cartago cayó, y varios vampiros refugiados llegaron al reino de los garamantes buscando refugio. Varios de ellos se ofrecieron al dios Kar, y de esta forma la tribu de los Brujah tomó el nombre de Osebo y unió su fuerza a los Eggun y los Akkun.
Ya fuera influenciados por los Osebo, o quizás siguiendo las incursiones de los garamantes, el dios Kar y sus súbditos comenzaron a hostigar a los romanos, atacando las ciudades de la costa. Sin embargo, pronto se encontraron con la resistencia decidida de los vampiros, que dirigieron a las legiones contra las tribus del desierto. Las ciudades garamantes fueron saqueadas y sus reservas de agua derramadas. Los Akkun se encontraron con parientes que luchaban con los romanos, tomando la forma de feroces lobos: los Hukros, y finalmente alcanzaron un acuerdo. Una guerra total entre garamantes y romanos sólo podía provocar perjuicios, por lo que decidieron delimitar territorios. Los Hukros se
asegurarían de que los vampiros romanos limitaran su influencia a las ciudades de la costa, mientras que los Akkun harían lo propio con los vampiros garamantes, que no acompañarían a las incursiones nómadas.
No fue un tratado perfecto y de hecho sería roto en varias ocasiones, pero la Paz de Garama llegó en un momento oportuno. El dios Kar había caído en letargo y los Eggun se encontraban más receptivos a cesar las hostilidades. Durante los siglos siguientes ambas partes se beneficiarían del comercio entre romanos y garamantes y Hukros y Akkun actuaron como intermediarios entre las sociedades de vampiros. En ocasiones algún vampiro acaudillaba una incursión romana o garamante contra sus enemigos, pero en gran parte se encontraba aislado por sus pares y actuaba solo.
La Paz de Garama llegó a su fin tras el terremoto del año 365. El dios Kar despertó de su sueño y enfurecido por lo que consideraba una debilidad, devoró a varios de los Eggun que habían pactado con los romanos y se volvió contra los Akkun, rompiendo su alianza con ellos. Sin embargo, había muchos jóvenes vampiros garamantes que no estaban dispuestos a apoyarle, y estalló un conflicto entre las tribus que aceleraría el declive del reino de Garama.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19796
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: [Edad Romana] Libia

#13

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Feb 2025, 21:47

Imagen LOS GARAMANTES MITOLOGÍA Y RELIGIÓN
Griegos y romanos poseen leyendas sobre el pasado legendario la tierra de Libia, entre ellas la de un individuo legendario, uno de los primeros hombres, llamado Garama, que creó un reino en el desierto y lo consagró a su padre, el dios Apolo. Otras leyendas afirman que los garamantes son descendientes de los supervivientes que huyeron de la destrucción de la Atlántida, pero lo cierto es que se trata de mitos tratando de encajar a las desconocidas tribus libias en su panteón cultural. Se cree que los garamantes adoraban a un dios del desierto, posiblemente Amón, que sería incorporado en el panteón egipcio.
Hacia el siglo V a.C. el historiador griego Herodoto escribió que los garamantes sembraban tierra fértil sobre el suelo estéril del desierto para cultivarlo, criando ganado bovino de largos cuernos y que cazaban a los trogloditas etíopes del desierto con carros de cuatro caballos. Algunos historiadores afirman que los garamantes extendieron la domesticación de caballos y dromedarios por gran parte del norte de África. También domesticaban perros, criándolos para la guerra y una leyenda medieval incluso afirma que en una ocasión el rey de los garamantes fue capturado y sus captores fueron despedazados poco después por una jauría de cientos de perros que siguieron a su amo.

URBANISMO
Hacia el siglo X a.C. los garamantes comenzaron a construir asentamientos permanentes de adobe, entre ellos su primera capital, Zinchecra, con casas de dos o tres habitaciones con un espacio para el fuego y un pozo. Los edificios de piedra llegarían hacia el siglo I a.C., posiblemente a raíz de su contacto comercial con la costa. La introducción de la piedra en la construcción les permitió construir edificios más grandes, monumentos y murallas fortificadas. No obstante compartieron la piedra con el adobe, elaborado artísticamente y pintado. Este cambio también fue acompañado de un incremento de población y prosperidad económica.
Los cementerios garamantes también revelan la existencia de una sociedad estratificada, y posiblemente dividida en tribus, así como cierta igualdad de tamaño entre ambos sexos. Aunque la mayoría de los garamantes eran enterrados en túmulos sencillos, otros construían pequeños monumentos elaborados de forma piramidal, trapezoidal o cuadrada, a semejanza de las mastabas egipcias, de piedra o adobe.
Aunque Zinchecra y Garama eran ciudades importantes, la mayoría de los garamantes vivían en pequeños asentamientos a lo largo de todo su territorio. Se estima en que en su momento de mayor esplendor, hacia el siglo I a.C., el rey de los garamantes podía gobernar entre 100.000 y 150.000 súbditos dispersos por el desierto y las rutas comerciales. En la ciudad de Garama y sus aledaños habitaban unas
10.000 personas.
COMERCIO Y EJÉRCITO
Gran parte de la riqueza de los garamantes procedía del comercio de caravanas que recorrían las rutas entre la costa norteafricana y el centro de África. Las caravanas de camellos y caballos llevaban productos del desierto del Sáhara y de más allá del desierto a las ciudades del Mediterráneo –sal, oro, piedras preciosas y semipreciosas, marfil, natrón, animales salvajes para los espectáculos y esclavos. A cambio recibían los productos elaborados y de lujo que no podían fabricar por sí mismos.
La guerra proporcionaba el principal suministro de esclavos y los garamantes eran grandes guerreros. En ocasiones luchaban con cuadrigas, y eran famosos como domadores de caballos y por su habilidad en la equitación y la conducción de carros. Sin embargo, también disponían de infantería. No llevaban armadura, luchaban sin orden militar y estaban equipados con jabalinas y pequeños escudos redondos, lo que les permitía moverse rápido y huir con rapidez. Con su ejército dominaron la mayor parte del centro del Sahara, luchando contra otras tribus y pueblos, vendiendo a los esclavos en las ciudades de la costa. Muchos esclavos eran traídos de Agisimba, una zona en torno al lago Chad.
Sin embargo, el comercio no era suficiente para justificar la prosperidad del reino garamante.

AGRICULTURA Y GANADERÍA
En varios lugares del desierto del Sahara existen costras de carbonato de calcio y otros depósitos de minerales, especialmente en los lechos secos de los ríos y lagos que habían surgido durante los períodos de humedad del Sahara. La sociedad garamante se había desarrollado durante un período de desertización, hace unos 5.000 años. Gran parte de las fuentes de agua se habían secado, pero otras se habían acumulado en acuíferos subterráneos.
Los ingenieros garamantes, bien por iniciativa propia o por influencia de Egipto, construyeron foggaras, canales subterráneos de piedra para extraer el agua del desierto y dirigirla a los valles, donde se acumulaba constantemente en oasis. Estos canales eran muy estrechos, de menos de 60 cm, pero atravesaban varios kilómetros y se extendían con una telaraña de 600 canales extendidos por todo el reino garamante. Estos canales se excavaban a una media de unos 3 m de profundidad y se mantenían mediante una serie de dispositivos situados a una distancia regular.
Excavados a través de la arena, la arcilla y el barro, y a veces a través de la roca, la construcción y mantenimiento de este sistema de canales necesitaban muchos esclavos, que trabajaban bajo el abrasador calor del Sahara en la superficie o en los peligrosos pasajes subterráneos. Con este trabajo colosal, los garamantes consiguieron cultivar en el desierto dátiles, uvas, aceitunas, higos, mijo, cebada y trigo, así como forraje para el ganado. Durante el siglo IV también comenzaron a cultivar algodón.
Los garamantes también practicaban un pastoreo nómada; durante invierno y primavera los pastores llevaban sus rebaños de burros, caballos, vacas, ovejas y cabras hacia el sur, y en verano se trasladaban al norte, donde también trabajaban como jornaleros en las granjas, recogiendo la cosecha. Utilizaban sus dromedarios para arar y el estiércol del ganado también resultaba muy útil para el cultivo.

CULTURA
A partir de los testimonios de los escritores griegos y romanos, así como por las evidencias arqueológicas se sabe que los garamantes eran un pueblo similar a otras tribus libias del norte de África, a través el tráfico de esclavos también se mezclaron con pueblos del África subsahariana, de forma similar a la población actual del centro del Sahara.
Posiblemente surgieron como una confederación de tribus, que se unieron voluntariamente o por la fuerza mediante la presión de las tribus originales de Garama, que habrían llegado en torno al 1000 a.C. Algunas tribus podrían haber llegado del este, trayendo conocimientos de la civilización egipcia, que posiblemente les ayudaron a construir su gran red de irrigación y a la elaboración de su arquitectura. Los garamantes también desarrollaron la domesticación del caballo y el camello en el centro del Sáhara, así como el transporte de carros.
También disponían de su propia escritura, con símbolos en forma de círculos, cruces, cuadrados, flechas y zigzags. La escritura recibe el nombre de tifinagh y podría estar basada en la escritura fenicia. La mezcla de motivos libios, egipcios y grecorromanos en templos y monumentos funerarios implica cierta mezcla cultural.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19796
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: [Edad Romana] Libia

#14

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Feb 2025, 21:49

Imagen LOS VAMPIROS DE LIBIA Aunque se han mencionado algunas figuras importantes de la Historia de los vampiros de Libia, se han dejado deliberadamente muchos espacios en blanco para que cada Narrador introduzca sus propios personajes. Por otra parte, aunque los dominios libios son favorecidos por determinados clanes, a continuación se muestran ideas y sugerencias para introducir a personajes de los principales linajes de Vampiro. También se mencionan algunas figuras destacadas, pero siempre con la intención de que Narradores y jugadores creen a los protagonistas de Crónicas ambientadas en Edad Romana: Libia, bien como sus pares o filii de los mismos. Aunque algunas figuras destacadas pueden aparecer como portavoces, los personajes jugadores pueden adquirir relevancia como aliados, consejeros o figuras en la sombra que no quieren mostrarse de manera abierta.

OPTIMATES

LASOMBRA
De todos los clanes Optimates, los Lasombra son quienes han mostrado mayor interés por los dominios del Norte de África. Tras la derrota de Cartago frente a Roma, aunque los Posidonios están conformes con la victoria, saben que la guerra no terminará de verdad hasta que sus adversarios hayan sido destruidos o verdaderamente expulsados. Acompañando a las legiones romanas desde el 146 a.C. son los señores de Cartago, acompañando a legionarios y colonos que llegan a los territorios recién conquistados, y continúan la guerra contra los vampiros cartagineses que no han aceptado la derrota y todavía son bastante numerosos.
Los Lasombra aceptan gustosos el desafío de pacificar las nuevas provincias, Abrazando no sólo entre los colonos romanos, sino también entre las élites púnicas que colaboran con el nuevo orden y algunos incluso reclutan a caciques y líderes de los pueblos del desierto para enfrentarlos con sus enemigos.
La influencia del clan se concentra especialmente en la provincia romana de África. Su poder se reduce hacia el este, en los territorios de Cirenaica y Egipto, incluso después de la conquista romana. Sin embargo, algunos Posidonios están presentes a través de las rutas comerciales, especialmente por mar, creando una red de contactos en los principales puertos costeros del norte de África.
La influencia de los Lasombra se reduce a partir del siglo III, con la llegada de nuevos poderes, pero encuentran un nuevo reducto en el incipiente desarrollo del cristianismo en África. Cuando se convierte en una religión aceptada, los Posidonios se encuentran ya asentados en posiciones asentadas en las principales diócesis y entre los líderes de los vampiros cristianos. Sin embargo, esta situación los deja muy vulnerables cuando los vándalos conquistan el norte de África y ante las renovadas incursiones de las tribus paganas.

Publio Calpurnio Numídico (8ª Generación): Este veterano de la guerra de Yugurta era hijo de un soldado que participó en la destrucción de Cartago y de una concubina cartaginesa que tomó como prisionera. Ante la ausencia de otros herederos varones su padre lo adoptó y lo impulsó en su carrera militar. Debido a su conocimiento del púnico fue destinado a África, donde participó en conflictos posteriores, y tras ascender en la guerra contra Yugurta atrajo la atención de un Lasombra romano, quien le dio el Abrazo.
Publio Calpurnio fue enviado por su pater a las ciudades aliadas de la Tripolitania, donde acompañado por un grupo de vampiros romanos asentó la influencia del Senado Eterno en la zona, luchando contra los vampiros púnicos y libios que se negaban a aceptar el nuevo orden. Aunque fue proclamado Princeps de Lepcis, fue generoso con sus aliados, gobernando de manera flexible con un consejo de partidarios con los que consolidó su poder.
El gobierno de Publio Calpurnio llegó am su fin durante las luchas e intrigas entre los vampiros romanos durante el siglo III. Con la llegada del emperador Septimio Severo al poder fue derrocado por
los Ventrue, y poco después era asesinado por sus adversarios púnicos, que todavía se resentían por su llegada al poder siglos antes.
Publio Calpurnio tenía unos cuarenta años cuando fue Abrazado. Es un hombre moreno y curtido por el sol, de cabello con un corte militar y un rostro impasible similar al de una estatua. Suele vestir con un uniforme de oficial romano, y siempre se comporta de forma cortés y honorable. Quienes lo conocen saben que trata con justicia a sus amigos y se muestra muy cruel con sus enemigos, actuando de forma sutil pero estallando de manera implacable cuando la ocasión lo requiere.

MALKAVIAN
Los Dionisíacos contribuyen a la derrota de Cartago, y también acompañan a los romanos en el nuevo orden en el norte de África. Desde el principio parasitan los antiguos cultos religiosos, asumiendo por lo general posiciones de consejo en lugar de mostrarse abiertamente. Otros Abrazan entre la población conquistada, púnica y libia, contagiándolos con su locura. Se dice que algunos buscan la sangre de los dioses libios e incluso Abrazan entre ellos, creando criaturas realmente extrañas.
En Cirenaica los Malkavian asumen posiciones más firmes, convirtiéndose en destacados filósofos y estudiosos del pensamiento y la sociedad de los no muertos. Acompañan a los griegos y se convierten en aliados ocasionales de los Toreador, y uno de ellos incluso se convierte en Princeps de Cirene, adquiriendo cierto prestigio. Otros fluyen a la Biblioteca de Alejandría, donde uno de los Dionisíacos crea una prole, que a menudo acude con su consejo a las cortes de los vampiros del norte de África.
Los más extraños de los Malkavian del norte de África son un raro linaje Abrazado entre las tribus libias, los llamados “Hombres Azules.” Estos Dionisíacos no dejan de moverse continuamente, huyendo de un mal desconocido que dicen que quiere devorar toda la creación. Aunque la mayoría cree que se trata de mitos paranoicos surgidos de la locura del clan, existen relatos sobre Malkavian que de repente desaparecen de improviso, incluso ante testigos, y que jamás vuelven a ser vistos.

Tribón (6ª Generación): Tribón era hijo de uno de los oficiales macedonios que acompañaron al faraón Tolomeo a Egipto. Al ser el hijo más pequeño en cierta manera consintieron sus caprichos, mientras sus hermanos mayores se esforzaban por ocupar puestos en la administración. Tribón se sentía atraído por la Biblioteca de Alejandría, desarrollando un feroz apetito intelectual. Soñaba con convertirse en un rey filósofo, gobernando una ciudad idealizada como la que describía Platón en sus escritos.
Sin embargo, el idealismo y la ingenuidad de Tribón chocaron con un hermoso aventurero seductor que se ganó su corazón y le propuso invertir en una serie de proyectos, antes de abandonarle con una serie de deudas y enfrentado a la furia de su padre y hermanos. Pensando en el suicidio, regresó a los libros de la Biblioteca de Alejandría, donde uno de los bibliotecarios le ofreció una nueva oportunidad.
Todavía un neonato, durante un viaje a Cirene en nombre de su sire, conoció a los Toreador que gobernaban la ciudad, muy preocupados temiendo que los vampiros del Senado Eterno terminaran derrocándolos del poder. Tribón les propuso que crearan un orden similar al de los vampiros de Roma, e incluso negoció en su nombre. Quedaron tan satisfechos, que finalmente lo nombraron Princeps de Cirene.
Lo cierto es que la posición de Tribón era una mera formalidad, y los Toreador cireneos seguían gobernando desde las sombras en su nombre, por supuesto, pero rodeado de una corte de aduladores que escuchaban sus fantasías y en ocasiones se preocupaban de hacerlas realidad, Tribón estaba satisfecho, creyéndose rodeado de amigos. Por su parte, para los Toreador la ingenuidad de Tribón resultaba más que conveniente para conservar el poder en Cirene, por lo que se preocuparon de neutralizar cualquier amenaza a su “Princeps.” Con el tiempo algunos de ellos incluso le cobraron un afecto sincero, encantados por una humanidad muy rara de ver entre los vampiros, y además algunas de sus ideas fantasiosas, especialmente en el ámbito artístico, tenían el toque de la genialidad.
La revuelta judía de principios del siglo II acabó con muchos de los aliados del Princeps Tribón, y deprimido por su muerte así como por la destrucción de su amada ciudad, cayó en una profunda depresión y se retiró del poder, dejándolo en manos de los Ventrue y dedicándose a sus libros. De vez en cuando algunos vampiros acudían a él en busca de consejo, y de hecho le pidieron que regresara al poder
en el año 262, tras la destrucción del Princeps de Cirene en un terremoto. Tribón se esforzó nuevamente por traer la prosperidad a su dominio, pero contemplar su declive y las presiones de sus súbditos terminaron siendo demasiado para él, y en el año 366, tras un terremoto que dejó en ruinas muchos edificios de Cirene, dejó una carta de despedida a sus súbditos y se suicidó bajo los rayos del sol.
Tribón era un joven griego de cerca de veinte años cuando fue Abrazado. Delgado, pálido y de rasgos ligeramente femeninos, posee un carisma encantador y una deliciosa ingenuidad. Le gusta vestir como un filósofo clásico, con largas túnicas y procura actuar de una forma venerable. Aunque tiene la cabeza llena de fantasías es un hombre muy culto, y bien formado en filosofía, oratoria y literatura clásica. Se muestra muy humano y compasivo, y aunque en ocasiones se han aprovechado de él, siempre ha contado con buenos amigos, aliados y amantes, tanto entre mortales como entre vampiros, para protegerle.
Nota: El Trastorno de Tribón se manifiesta en una naturaleza optimista y fantasiosa, lo que a veces le lleva a actuar con excesiva confianza…algo que conocen sus allegados, y que suelen corregir discretamente. Ante la traición o la contrariedad, Princeps se siente muy dolido, lo que suele llevarle a momentos de depresión y apatía, por lo que sus consejeros se ven obligados a animarle de alguna forma, generalmente mediante música o libros.

VENTRUE
Tras la destrucción de Cartago, los Ventrue consideraron que la principal amenaza contra el orden del Senado Eterno había sido conjurada. Muchos se conformaron con la derrota de sus enemigos y regresaron a Roma, y sólo unos pocos decidieron permanecer en el recién conquistado Norte de África, colaborando con otros clanes Optimates en el mantenimiento del orden.
Sin embargo, a medida que las provincias conquistadas comenzaban a prosperar los Venturi volvieron a dirigir su atención hacia ellas. Por desgracia, el poder ya estaba ocupado por otras mentes más audaces, por lo que a menudo tuvieron que aguardar su oportunidad.
Cirenaica se quedó sin Princeps a principios del siglo II, y muchos de los partidarios del antiguo orden habían sido destruidos, por lo que los Ventrue tomaron el poder en Cirene con escasa oposición. En Tripolitania aprovecharon las convulsas luchas de poder del siglo III para derrocar el antiguo orden establecido por los Lasombra y sus aliados. Sin embargo, el declive de las provincias norteafricanas durante el siglo IV debido a los terremotos y ataques de los bárbaros dejaron a los Ventrue locales en una posición controvertida, especialmente a medida que los vampiros cristianos tomaban el poder.
La mayoría de los Ventrue norteafricanos descienden del linaje del Princeps de Roma, pero en Cirenaica y Egipto desde el siglo II surge un nuevo linaje, descendiente del Rey Niño de Egipto, que asume la principal representación del clan en la zona.

Antonia Sepia (7ª Generación): Antonia era la noble hija romana de una familia de nobles arruinados y siguiendo la orden de sus padres contrajo matrimonio con Cayo Sepio, un rico mercader que había hecho fortuna con el aceite de oliva de Tripolitania, que acababa de ser añadida a la República. Su marido era un hombre amante y atento con ella, y ella correspondió a su amor. Le dio varios hijos y en ocasiones viajaron a Lepcis, donde construyeron una mansión.
Su marido murió repentinamente debido a un infarto, y Antonia se encontró con varios hijos jóvenes e inexpertos que no sabían llevar los negocios del aceite. Mediante una combinación de sutileza y firmeza consiguió tomar el mando de la casa, siempre dejando que sus hijos dieran la cara, pero tomando las últimas decisiones y consiguiendo no sólo mantener la fortuna familiar sino incrementarla mediante una serie de adquisiciones y matrimonios ventajosos de sus hijos.
Su habilidad no pasó desapercibida, y un vampiro Ventrue de Roma le dio el Abrazo. Este vampiro había extendido su influencia en el comercio del aceite de oliva del Imperio y Antonia era una inversión ventajosa. Siguiendo sus instrucciones, Antonia siguió extendiendo su influencia en el lucrativo comercio.
Deseando sacudirse la tutela de su sire, Antonia decidió construir un dominio en Tripolitania, de donde procedía la mayor parte de sus ingresos. Al principio se mostró sumisa y cortés con los vampiros de la zona, pero poco a poco comenzó a observar y aprender, introduciendo su influencia familiar en los
negocios mortales y creando una base de poder, que permaneció en gran parte oculta. Con el tiempo también compró las voluntades de otros vampiros tripolitanos y finalmente, aprovechando las guerras internas del Senado Eterno en el siglo III, derrocó al Princeps de Lepcis Magna. Varios vampiros tripolitanos la respaldaron, entre ellos el poderoso Arnobio Rufo y cuando canalizó la voluntad del emperador Septimio Severo en el norte de África fueron muchos los que acudieron a ella. No obstante, también tuvo que enfrentarse a los partidarios del antiguo Princeps, especialmente los Lasombra, pero Antonia consiguió mantenerse entre las intrigas, llegando a acuerdos y combatiendo enemigos.
Su gobierno terminó bruscamente con un terremoto en el año 306, que la atrapó en su refugio.
Varios mortales la desenterraron y quedó expuesta al sol, que pronto la redujo a cenizas.
Antonia Sepia es una matrona romana de unos cincuenta años, ligeramente obesa y no demasiado hermosa, pero que sabe realzar su belleza mediante cosméticos, hermosos vestidos y pelucas. Siempre fue una persona de buen gusto y con una gran perspicacia para conocer a las personas. Siempre sutil, resulta muy difícil sacarla de sus casillas.
Notas: Antonia Sepia sólo se alimenta de mercaderes romanos.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19796
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: [Edad Romana] Libia

#15

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Feb 2025, 21:50

Imagen POPULARES

CAPADOCIOS
Algunos Capadocios acompañaron a los vampiros de Roma tras la conquista de Cartago, colaborando en la creación de refugios, laberintos y fortalezas. Los periódicos terremotos y ataques también proporcionaban mucho trabajo a los Constructores de Tumbas, y de la misma forma, algunos de ellos también actuaron como consejeros, guardianes y ocasionalmente incluso gobernaban algún enclave en nombre de los Optimates.
Sin embargo, la principal fascinación de los Capadocios la constituía Egipto. Durante muchos siglos lucharon contra los Seguidores de Set por apoderarse de los secretos del D’uat, el inframundo egipcio, y sólo unos pocos consiguieron asentarse en el territorio de las Serpientes, se dice que a cambio de vender sus almas. En el siglo I acompañaron a los primeros cristianos a Egipto, parasitando las iglesias y monasterios de lo que se convertiría en la Iglesia copta.
La mayoría de los Capadocios del Norte de África, y especialmente los próximos a Egipto, suelen acudir al anciano Lázaro en busca de consejo y ayuda. De alguna forma Lázaro parece haber alcanzado una tregua con los Seguidores de Set, aunque sólo se extiende a sus seguidores. Los Lazarenos constituyen una rama aislada y estudiosa de la nigromancia egipcia, aunque hay quienes dicen que el precio de unirse a sus filas es elevado.
Sin embargo, la mayor presencia de los Capadocios en el Norte de África se encuentra en el culto de Lamia, originario de Libia. Este culto de nigromantes que adoran a la Madre Oscura realiza un pacto con los Capadocios en algún momento antes del nacimiento de Cristo, dando origen a la línea de sangre de las Lamias. Aunque leales a los Capadocios, protegiéndolos de sus enemigos, a su manera las Lamias se muestran tan aisladas y secretistas como los Lazarenos.

Escila (8ª Generación): Escila era una mujer de Teuquira, que había llegado con su esposo procedente de Creta en busca de fortuna. Y a través del comercio la fortuna les sonrió, pero los dioses no quisieron dotarlos con un hijo. Sin embargo, Escila no se resignó, consultó a sacerdotes, adivinos y hechiceros y finalmente realizó un peregrinaje al Oráculo de Delfos en busca de respuestas.
Pero el barco en el que viajaba a Grecia naufragó y ella fue la única superviviente. Fue rescatada por unos pescadores y se dio cuenta de que podía ver a las almas de los muertos sin reposo, que la observaban impasibles. Horrorizada, comenzó a gritar enloquecida, y los pescadores lo llevaron a un sacerdote local.
Pronto quedó claro que tras su experiencia próxima a la muerte Escila había recibido un don de Hades, lo que atrajo la atención de un vampiro Capadocio, quien decidió darle el Abrazo. La sangre de alguna forma pareció calmarla y aprendió a conocer mejor la naturaleza de la muerte. Aunque estaba agradecida a su sire, también lo culpaba por haberla arrebatado del mundo de los vivos, y finalmente decidió regresar a Teuquira, en el Norte de África.
Desde entonces Escila ha representado los intereses de su clan en Cirenaica, manteniéndose en contacto con Lazarenos y Lamias y recibiendo a los Constructores de Tumbas visitantes. En general se ha mantenido neutral, pero hay ocasiones en las que ha actuado con firmeza. Durante la revuelta judía convocó a los muertos y a varias guerreras Lamias para destruir a los vampiros que atacaron su refugio en Teuquira, aliándose decididamente con el Senado Eterno y los vampiros de Roma.
El deseo de ser madre ha llevado a Escila a rodearse de un séquito de pequeños niños ghouls, en su mayoría huérfanos que no serán echados de menos. En ocasiones ha Abrazado a alguno, pero pocos resisten la tormentosa existencia de los vampiros y se convierten en pequeños monstruos que se ve obligada a destruir. Otros han permanecido con ella más tiempo, pero han terminado por abandonar su compañía.
Escila es una mujer de cerca de treinta años, de un rostro azulado como la muerte, y una expresión impasible. A pesar de que no utiliza cosméticos ni complementos para realzar su físico, posee una misteriosa belleza natural reflejada en sus profundos ojos negros y su largo cabello liso y oscuro. Suele vestirse como una viuda, con largos mantos de color gris ceniza.
Destino: Si sobrevive a los avatares de una Crónica en Libia, Irene termina convirtiéndose al cristianismo y eso la salva tras el Festín de la Locura. Sin embargo, la muerte de tantos de sus compañeros de clan la horroriza y termina distanciándose del Antediluviano Cappadocius y sus seguidores y uniéndose a los Lazarenos. Sin embargo, será destruida con la llegada del Islam a Libia.
Nota: Tras el Abrazo, Escila ha conservado su capacidad para ver a los muertos, que no depende de ningún poder de la sangre. En términos de juego dispone del Mérito: Médium.

GANGREL
Los Gangrel son uno de los clanes con mayor presencia en Libia, presente desde hace milenios y dividido en varias facciones. En el este una rama del clan surgió de las lejanas tierras al sur de Egipto, descendientes de un dios nubio llamado Kurru. Desde que los Seguidores de Set invadieron sus tierras han luchado contra los Seguidores de Set, acompañando a las tribus nubias y libias del este de Egipto.
En el propio Egipto un grupo de Gangrel surgió entre los adoradores del dios Anubis, y consideran al dios como su fundador. Estos Gangrel acudieron desde las arenas del desierto para luchar contra los Seguidores de Set, y en el proceso se aliaron con otras criaturas sobrenaturales enemigas del dios oscuro.
También desde tiempos inmemoriales se encontraba entre los garamantes y sus ancestros una rama del clan Gangrel llamados Akku. Estos sabios Gangrel acompañan a las tribus del desierto y a los garamantes. Al contrario que otros Gangrel el cambio de forma no está tan extendido entre ellos como el poder de comprender su Bestia interior y utilizarla en su beneficio.
En territorio romano la mayoría de los Gangrel son descendientes del antiguo Hukros, que en el pasado también viajó por el Norte de África. La alianza de estos Gangrel con los vampiros de Roma les ha permitido instalarse en las provincias romanas y controlar el próspero comercio de fieras para los espectáculos. Como es de esperar los vampiros del clan se encuentran bien preparados para atrapar y domar a las bestias salvajes.
Los Gangrel romanos también cumplen un importante papel como protectores de los dominios romanos y también actúan como mediadores con otras facciones de vampiros manteniendo contacto con otras ramas de Gangrel indígenas. Aunque en ocasiones se enfrentan entre ellos, más a menudo guardan cierto respeto basado en el poder y la antigüedad, y en ocasiones colaboran contra enemigos comunes.

Arnobio Rufo (7ª Generación): Arnobio nació como esclavo en Capua, hijo de unos esclavos que trabajaban para un lanista encargado de organizar espectáculos y juegos por toda Italia. El padre de Arnobio era un criador y domador de perros, y enseñó el oficio a su hijo. Cuando su padre murió debido a unas heridas infectadas, Arnobio asumió su posición en la casa de su amo, y consiguió ganar su libertad. No obstante permaneció al lado de su amo, trabajando en lo que realmente le gustaba, mostrando una considerable habilidad para domar no sólo perros, sino muchas de las bestias salvajes que llegaban a los almacenes de su amo.
Durante un viaje al norte de Italia en busca de osos que llevar a los espectáculos de Roma, Arnobio atrajo la atención de un antiguo Gangrel, que le dio el Abrazo y lo puso a prueba. Cuando estuvo satisfecho, lo liberó. Vagó unos años por las tierras salvajes, hasta que después de un encontronazo con los Lupinos decidió que prefería la civilización romana.
Debido a su linaje fue despreciado por los vampiros romanos, pero eso no desanimó a Arnobio. Tras recuperar sus contactos entre los comerciantes de bestias decidió viajar a África para estar cerca de los terrenos de caza donde podía abastecer a los comerciantes romanos. Se encontró con que los vampiros romanos se encontraban necesitados de ayuda, y se alió gustosamente con ellos contra los vampiros indígenas. Cuando terminó la guerra, resultó recompensado por el Princeps Publio Calpurnio.
Durante los siglos siguientes Arnobio prosperó. Cuando su clan fue aceptado entre los vampiros Populares de Roma se convirtió en un ciudadano respetado y se convirtió en el líder de los Gangrel de Tripolitania. En el proceso también hizo algunos aliados entre los Gangrel nómadas e hizo una gran fortuna con el negocio del comercio de fieras.
Finalmente terminó volviéndose contra el Princeps de Tripolitania, aliándose con los Ventrue, adquiriendo cada vez más influencia, hasta que finalmente, ante la ausencia de rivales al trono, terminó ocupando directamente la posición de Princeps en el año 365 tras el gran terremoto. Sin embargo, desde entonces comenzó un enfrentamiento contra los vampiros cristianos, que no terminaría hasta la llegada de los vándalos en el año 455, cuando Arnobio y sus enemigos terminaron destruidos por los vampiros que acompañaban a los invasores.
Arnobio tenía unos 35 años cuando fue Abrazado. Es un hombre alto y robusto de cabello pelirrojo y feroces ojos azules. Con el paso del tiempo su cabello parece alargarse en una melena de león, sus ojos se vuelven ambarinos y sus colmillos se agudizan, al mismo tiempo que las numerosas cicatrices de su cuerpo se recubren de vello leonado, y sus palabras suelen ir acompañadas de gruñidos. A pesar de su aspecto bestial y feroz, le gusta vestir bien cuando se encuentra en compañía civilizada, y también le gusta lucir joyas de oro.

TOREADOR
Algunos Toreador estuvieron aliados con los vampiros de Cartago y Abrazaron entre los púnicos. Entre ellos destaca un linaje dedicado a la elaboración y comercio de tintes, que tras la conquista romana es respetado por los vampiros de Roma, lo que lleva a los vampiros de la antigua Cartago a considerarlos traidores.
Más numerosos e influyentes son los Toreador de Cirenaica, llegados con los colonos griegos, que pronto establecen un dominio en el Norte de África, aunque deben enfrentarse a Assamitas y Seguidores de Set para mantenerlo, así como a sus propias intrigas. Su líder Calímaco muere con la monarquía de Cirene, pero sus descendientes, atemorizados por sus enemigos, establecen un consejo motivados por la necesidad. El poder de los Toreador Cirenaicos se acrecienta con la llegada de varios antiguos de origen griego durante el período helenístico y el surgimiento de la dinastía Tolemaida en Egipto. Los Toreador de Cirenaica y Egipto establecen una alianza, garantizada por el poder de la anciana Marikasha de Alejandría, a la que los Ishtarri de la zona reconocen como ancestro común.
Los Toreador cirenaicos se ven amenazados por Roma, y aconsejador por Marikasha sitúan a un joven Malkavian en el poder, estableciendo un orden similar al del Senado Eterno, lo que facilita su aceptación por los vampiros romanos. El Consejo de Cirenaica mantiene el verdadero poder en los dominios de la Pentápolis, y cuando Egipto cae ante el poder de Roma apoyan a sus compañeros de clan en su oposición a los arrogantes vampiros romanos. No obstante, gracias a la labor de su Princeps Malkavian, que cuenta con varios aliados en Roma, los Toreador Cirenaicos sobreviven mejor que los egipcios al cambio de poder, privados de liderazgo tras la desaparición de Marikasha y la huída de sus descendientes con la derrota de Marco Antonio y Cleopatra. Algunos de ellos encuentran refugio en Cirenaica.
Los Toreador Cirenaicos continúan prosperando hasta comienzos del siglo II. Durante la revuelta judía, muchos miembros del clan son destruidos y su influencia queda muy dañada. Percibiendo esta debilidad, los vampiros romanos intervienen, nombrando un nuevo Princeps y los Toreador Cirenaicos
quedan reducidos a una sombra de su antiguo poder. La decadencia del comercio y el declive de Roma en el Norte de África también llevan a muchos a abandonar la zona en busca de nuevos dominios.

Melancio (7ª Generación): Melancio nació en Cirene durante la construcción del templo de Apolo. Era hijo de uno los arquitectos del rey, y aprendió el oficio de padre. Cuando el templo fue inaugurado, el rey de Cirene organizó unos juegos y Melancio participó en ellos, mostrando belleza y habilidad. Muchos consideraron que había sido bendecido por el dios Apolo.
Desgraciadamente contrajo una enfermedad y su padre consultó a los sacerdotes de Cirene. Éstos le dijeron que su hijo había sido elegido como servidor por Apolo, pero que a cambio su familia sería bendecida.
Melancio había sido elegido por Calímaco, Princeps de Cirene, como su primer chiquillo. Bajo la tutela de su sire aprendió mucho, y fue enviado como embajador a otros dominios Toreador del Mediterráneo para concluir su formación. Se encontraba lejos cuando su sire fue destruido durante la caída de la monarquía cirenea, y acudió apresuradamente, encontrándose con sus hermanos y hermanas de sangre conmocionados y preocupados por el futuro. Al ser el más antiguo, muchos pensaron en él para suceder a Calímaco, pero prefirió crear un consejo de iguales. Durante los siglos siguientes se convirtió en una figura prestigiosa del clan Toreador, manteniendo contacto con varios antiguos de Grecia, Oriente Medio y Egipto.
Cuando la Pentápolis fue cedida a Roma consultó con sus compañeros Toreador y otros vampiros cirenaicos. Un joven vampiro Malkavian llamado Tribón le aconsejó que era necesario crear un orden similar al del Senado Eterno de Roma, y de esta forma los vampiros romanos quedarían satisfechos. Aunque no estaba del todo conforme con la idea, finalmente elaboró un plan, situando a Tribón como Princeps de Cirenaica. Los Toreador Cirenaicos se convirtieron en su consejo privado, y utilizaron la ingenuidad del Princeps para seguir manipulando el poder desde las sombras.
Con el paso del tiempo la humanidad y simpatía del Princeps Tribón han seducido a Melancio, y ambos vampiros se han convertido en secreto en amantes. Aunque en principio Melancio utilizó su posición para asentar su influencia sobre Tribón, se ha dado cuenta de que los sentimientos que hay entre ambos son sinceros.
Melancio muere bajo los rayos del sol durante la revuelta judía de principios del siglo II, cuando el templo de Apolo es asaltado y profanado por los rebeldes. La muerte de su amante será uno de los motivos que empujaran a Tribón a renunciar al título de Princeps, sumido en una profunda melancolía.
Melancio era un joven de unos veinte años cuando fue Abrazado, y en gran parte encarna la belleza idealizada griega, con cabello ensortijado, ojos negros y un cuerpo atlético y en buena forma. Suele vestirse con telas lujosas pero sin demasiada ostentación, pero además de su encanto muestra una gran oratoria y en situaciones de apuros se desenvuelve hábilmente con las armas.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19796
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: [Edad Romana] Libia

#16

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Feb 2025, 21:52

Imagen PEREGRINI

ASSAMITAS
Desde la época de Cartago, el clan Assamita se encuentra dividido en dos grandes facciones. Por una parte se encuentran los descendientes de un grupo de Némesis que se alió con los Brujah cartagineses, y pasó a formar parte de su Imperio. Tras la caída de Cartago, estos Assamitas se extendieron por el norte de África, especialmente entre la población púnica y las tribus númidas y libias. Estos Assamitas a menudo se dedican al comercio, pero también apoyan las ocasionales incursiones de los nómadas contra el Imperio Romano. La mayoría de estos Assamitas Cartagineses pertenecen a las castas de visires y guerreros.
También existe otra facción vinculada al corazón del clan en el lejano Nido del Águila, y que se instaló en Egipto durante la invasión persa, entrando en conflicto con los Seguidores de Set. Estos Assamitas acusaron a sus hermanos cartagineses de desobedecer al Viejo de la Montaña, y de haber caído en la corrupción, por lo que desde entonces los han combatido sin tregua, incluso llegando a apoyar la destrucción de Cartago desde las sombras. Esta facción es más sutil y sigilosa, formada en su mayor parte por guerreros, y también cuenta con el apoyo de un grupo de hechiceros de la sangre.
La mayoría de los clanes romanos ignoran este enfrentamiento interno del clan Assamita, pero de todas formas desconfían de ellos, considerándolos extranjeros. De todas formas los Visires Assamitas suelen ser una presencia frecuente en muchos puertos del Norte de África, a menudo dedicándose al comercio de diversos productos. Por su parte, los Guerreros prefieren mantenerse en un segundo plano, aunque en ocasiones aceptan trabajar como mercenarios.
Cuando estalla la guerra contra los partos a principios del siglo II, varios Assamitas se introducen en el Imperio Romano y fomentan los disturbios, especialmente entre la población judía. Estos Némesis no suelen actuar directamente, sino que avivan las rencillas internas de la sociedad de los no muertos, y especialmente de los Brujah, animándolos a rebelarse. Durante este período varios rebeldes judíos reciben el Abrazo y son introducidos en el clan. A partir del declive de las ciudades del Norte de África muchos Assamitas deciden que es más conveniente retirarse a las sombras, pero con el tiempo reaparecen tras la retirada del Imperio Romano.

BRUJAH
Los Brujah son el clan dominante en las noches del Imperio de Cartago y lo acompañan en su caída. En el año 146 a.C. la gran ciudad de Cartago es destruida tras una descomunal batalla entre los clanes vampíricos, pero esa destrucción es como golpear un avispero. Los supervivientes, poseídos por una gran furia que será la identidad del clan en los siglos venideros, se dispersan a los cuatro vientos, Abrazando indiscriminadamente, tratando de recuperar fuerzas, al mismo tiempo que los chiquillos son alimentados con la leyenda de la utópica Cartago, donde mortales y vampiros convivían en una armonía, luchando por construir un paraíso que fue víctima de la envidia de los vampiros de Roma.
Pero los vampiros de Roma no se conforman con destruir Cartago, sino que tratan de apagar sus cenizas. Aunque presentes en el Norte de África, a medida que el Senado Eterno extiende su influencia, los Brujah supervivientes son marginados, cuando no perseguidos en el nuevo orden. Algunos huyen más allá de las fronteras, encontrando cobijo entre los nómadas, y algunos también son acogidos en Cirenaica y Egipto.
En Cirenaica los Brujah son bien recibidos por los Toreador, que los ven como potenciales aliados frente al avance de Roma. Los Incendiarios encuentran un lugar entre la creciente población judía y las relaciones entre ambos clanes se estrechan, luchando juntos contra los vampiros romanos. Sin embargo, cuando Cirenaica pasa al poder de Roma y Egipto es conquistado poco tiempo después los Brujah no comprenden la actitud de sus aliados por contemporizar con los vencedores y se distancian de ellos, decidiendo proseguir la guerra por su cuenta. Pocos Brujah aceptan el orden romano y son considerados traidores y parias por sus compañeros.
La revuelta judía del siglo II, aunque no es provocada por los Brujah, es aprovechada por ellos para alzarse contra el poder de Roma, y quizás crear un dominio propio. En Cirenaica los Toreador se convierten en sus víctimas, pero su victoria es breve, pues los vampiros romanos utilizan el caos contra sus enemigos, destruyéndolos uno tras otro. Cuando la revuelta es aplastada, prácticamente no quedan vampiros del clan Brujah en las provincias africanas de Roma.
Con el tiempo algunos Brujah regresarán, bien acompañando a las tribus nómadas del norte de África o procedentes de otros lugares, pero cuando el Imperio Romano cae en el siglo V la influencia de los Brujah en los antiguos territorios del antiguo Imperio de Cartago es una mera sombra de lo que fue.

NOSFERATU
Los Gusanos estuvieron presentes en el Norte de África desde las primeras noches, menospreciados e ignorados por los vampiros que acudieron a las primeras civilizaciones. Un antiguo Nosferatu reclamó como su dominio las aguas que rodeaban Cartago, y no guardaba mucho aprecio por los vampiros de tierra firme, surgiendo en ocasiones del mar para reclamar presas y desapareciendo con igual rapidez. Con el tiempo creó una prole que sobrevivió bajo las aguas de Cartago y comenzó a extenderse por los puertos del Norte de África.
Estos “Gusanos de Mar” eran motivo de desagrado y disgusto para los vampiros de la superficie, que incluso los tomaban por criaturas distintas de los vampiros. Algunos recordaban las leyendas sobre los tritones, y se preguntaban sino serían descendientes del dios del mar, por lo que quienes veneraban a
Poseidón, Neptuno, Tritón, Tetis y otras divinidades del mar mantenían aunque fuera un cauteloso respeto por sus “hijos.”
Con el tiempo algunos vampiros, especialmente comerciantes de los clanes Lasombra y Gangrel, vieron en los Nosferatu a aliados potenciales y realizaron algunos pactos con ellos, pero eran minoría. No obstante, quienes conseguían ganarse su confianza podían acceder a una red de contactos en los principales puertos norteafricanos, pues los Nosferatu podían hacer llegar información e incluso objetos con más velocidad que las naves del mundo antiguo, utilizando a las criaturas marinas como mensajeros, o entregándolos en persona. Algunos incluso se convertían en sigilosos asesinos, interceptando barcos concretos y dándose un festín con su tripulación antes de arrastrarlos a las profundidades.
Pero los Nosferatu no están solos en las profundidades marinas. Los verdaderos hijos de Poseidón y Tetis no están conformes con la presencia de los no muertos, y en ocasiones destruyen a los más atrevidos, acudiendo en socorro de los marineros que piden su protección. Por otra parte, los refugios submarinos de los Gusanos del Norte de África son periódicamente azotados por terremotos y maremotos que no sólo devastan la superficie…
No es una existencia fácil, pero los Nosferatu mantienen su presencia con éxito en el Norte de África hasta los inicios de la Edad Oscura.

RAVNOS
Egipto es uno de los primeros lugares de expansión del clan Ravnos en el mundo antiguo, compitiendo con los Seguidores de Set y Abrazando entre la nobleza faraónica. No está muy claro cómo llegaron estos Dracianos, pero todos afirman que su fundador fue el dios Osiris, o incluso uno de los antiguos faraones, desde el hereje Akenatón, pasando por Smenkhara o más frecuentemente Ramsés.
Los descendientes de Ramessu se extendieron por el Norte de África y algunos incluso participaron en el Imperio de Cartago. La mayoría de estos Ravnos “Alejandrinos” eran mercaderes, pero en Egipto se encontraba la nobleza del clan, Abrazando entre los descendientes de los antiguos faraones. Algunos de estos Ravnos realizaron pactos con los Toreador de Alejandría contra los Seguidores de Set, aunque estos pactos se tensaron cuando Egipto fue conquistado por Roma y los Toreador se unieron al orden del Senado Eterno.
Con la desaparición de los antiguos faraones, más y más Ravnos renuncian a sus vínculos con la nobleza egipcia, y presionados por sus enemigos abandonan Egipto siguiendo las rutas comerciales, y algunos se instalan en los puertos de Tripolitania y Cirenaica. Otros más aventureros, siguen las rutas de caravanas y toman algunos chiquillos entre las tribus nómadas. Los antiguos nobles todavía reciben el respeto de los jóvenes, pero sus vínculos se debilitan a medida que se alejan de Egipto.
A partir del siglo I otros Ravnos comienzan a hacer acto de presencia en el Norte de África: los Sibaritas, un linaje decadente y libertino de origen romano que afirma haber sido creado por el emperador Calígula y los Bashiritas, un grupo de fanáticos de Oriente Medio que afirman haber visto al Dios cristiano, y tratan de acelerar la llegada del apocalipsis. Estos vampiros a menudo protegen de forma belicosa las primeras comunidades cristianas, obteniendo una reacción de apoyo y rechazo entre los vampiros cristianos.
Estas dos nuevas facciones a menudo provocan problemas, y terminan manchando la reputación del clan, por lo que con el tiempo los Alejandrinos prefieren continuar sus negocios a través del sigilo, antes de sufrir las consecuencias de los desastres provocados por sus “hermanos.”

SALUBRI
Se dice que algunos Salubri participaron en el desarrollo de Cartago, pero cuando la ciudad cayó, ninguno de ellos se encontraba allí. Los vampiros romanos denunciaron la colaboración de los Salubri con los vampiros cartagineses, acusándolos de participar en sus ritos impíos, y los antiguos del clan reaccionaron con indiferencia a las acusaciones, pero su respuesta terminó llegando.
Tras la caída de Cartago varios guerreros Salubri comienzan a frecuentar el Norte de África, buscando señales de la corrupción de Cartago y en particular de sus odiados enemigos los Baali, llevando el fuego y la espada con ellos. En el proceso también causan algunas víctimas colaterales, especialmente cuando rechazan la autoridad de los Principes o acusan a otros vampiros. Su presencia resulta incómoda,
pero los vampiros romanos respetan no sólo su reputación como cazadores de monstruos y otras amenazas, sino que también aceptan que sus actos a menudo redundan en el bien del conjunto de los vampiros.
Con la llegada del cristianismo, varios Salubri reclutan en las comunidades del Norte de África, especialmente entre los circunceliones que protegen a sus compañeros cristianos. Cada vez más el clan de Saulot comienza a unir su destino con los cristianos, lo que provoca fricciones con los vampiros que siguen aferrados al paganismo, pues ciertas prácticas paganas y sacrificios pasan a ser considerados “impíos.”
En cualquier caso, a pesar de su reducido número y a que rara vez se instalan de forma permanente en un dominio, los Salubri que aparecen en el Norte de África a menudo despiertan reacciones de recelo, respeto y el deseo oculto de que sigan su camino cuanto antes.

SEGUIDORES DE SET
Los Seguidores de Set se han aferrado durante milenios a las tierras de Egipto, pero los jóvenes descontentos a menudo han encontrado conveniente ir más allá, practicando ceremonias y costumbres que no siempre son del agrado de los antiguos. Estos Mesu Bedshet prosperan en las ciudades de Tripolitania y Cirenaica, especialmente a través del comercio. Ante el ascenso de Cartago y Roma, los Setitas fomentan el enfrentamiento entre ambos imperios, tratando de debilitarlos o que se destruyan mutuamente. Desgraciadamente la estrategia termina con la victoria de Roma, que entonces dirige su atención hacia Egipto y lo añade a sus conquistas.
Mientras los antiguos Setitas egipcios contemplan horrorizados la llegada de los invasores romanos, los jóvenes lo ven como una oportunidad, Abrazando sin complejos entre púnicos, griegos, judíos y romanos, y llevándoles los misterios de Sutekh. Ajenos a los prejuicios de los antiguos, tras la caída de Cartago, los Seguidores de Set extienden sus templos por el Norte de África, ocultando su fe entre otros cultos, como el de Liber Pater o Saturno. El templo de la Cabellera de Fuego en Berenice es el principal de los templos Setitas en Cirenaica, mientras que en Tripolitania no tienen tanta suerte.
Los Setitas compiten con otros clanes en Egipto, pero los Mesu Bedshet les ofrecen su amistad y alianza, no siempre buscando conversos como disponer de pactos de protección que les permitan prosperar en la causa del dios oscuro.
Las rencillas entre ambas facciones continúan durante siglos, hasta que los Eternos de Sothis deciden consultar al gran Set, y para su desánimo todas las adivinaciones y sueños proféticos muestran al dios oscuro bendiciendo a los jóvenes Abrazados en otras tierras. Los antiguos aceptan la decisión de Set con mayor o menor reticencia, pero de esta forma termina la posibilidad de un cisma dentro del clan.
La aparición del cristianismo coincide con la desaparición del dios Set, tras pronunciar órdenes y profecías. La beligerancia de los cristianos contra los cultos paganos es respondida por los Setitas con sutileza, creando herejías y fomentando los enfrentamientos entre facciones. El fanatismo de los donatistas resulta conveniente, pero cualquier cristiano es igualmente susceptible a las tentaciones mundanas. Otros Seguidores de Set, conocedores de la antigua filosofía griega, ofrecen gnosis y revelaciones, que atraen a los incautos. En cualquier caso, ni siquiera sus engaños pueden detener el avance de la nueva religión, que no acepta ninguna otra.

TZIMISCE
Una desconocida rama de los Dragones encontró el camino hasta África en tiempos inmemoriales, convirtiéndose en monstruos del desierto y parasitando las tribus nómadas de Libia. Son los Eggun, que han tomado a los garamantes, aunque también a otras tribus, bajo su protección.
La sangre de los Eggun es similar a la de otros Tzimisce, aunque no se encuentran igual de vinculados a la tierra. Deben dormir completamente rodeados de ella para recuperar fuerzas, sin importar el lugar. A menudo se encuentran recubiertos por el polvo en el que descansan por lo que a menudo se los conoce como “Hombres de Arena.” Utilizan su poder de moldear la carne para protegerse de su duro entorno, recubriendo sus ojos con una membrana y adquiriendo formas completamente inhumanas. Otros viajan a través de los canales subterráneos construidos por los garamantes adoptando una forma de
sangre, lo que les permite alcanzar rápidamente muchos lugares sin exponerse a los peligros de la superficie.
El orden de los Eggun fue creado por el dios Demdemeh hace milenios, pero tras la caída de su ciudad, uno de sus chiquillos, Kar, decidió permanecer en el desierto del Sahara, que convirtió en su dominio. De él descienden los Eggun garamantes, que lo consideran un dios y le ofrecen sacrificios, incluso cuando cae en letargo con la llegada de los romanos a Fazania.
Los Eggun mantienen buenas relaciones con otros vampiros nómadas, como los Akkun (Gangrel) o los Osebo (Brujah), aunque también hay conflictos ocasionales entre ellos. Muy pocos Eggun tratan directamente con los vampiros romanos, aunque la prosperidad de la civilización resulta muy tentadora y algunos Tzimisce africanos también participan en el comercio.
El despertar de Kar en el año 365 rompe la Paz de Garama entre los vampiros nómadas y romanos. Tras destruir a varios de sus descendientes “corruptos,” Kar inicia una nueva serie de ataques contra los territorios del Senado Eterno, aislando a los garamantes sobre sí mismos, y en el proceso fomentando su decadencia. No obstante, unos pocos Eggun todavía se aferran a sus costumbres ancestrales con el comienzo de la Edad Oscura.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19796
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: [Edad Romana] Libia

#17

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Feb 2025, 21:53

Imagen LÍNEAS DE SANGRE

BAALI
No sólo los Brujah recorrían las noches de Cartago. Otros clanes se unieron a sus sueños, y por mucho que lo nieguen esos sueños se convirtieron en pesadillas –y ellos fueron los responsables. En su ansia por el poder pactaron con los siniestros Baali, y uno de sus líderes, Moloch, acudió a su llamada, ofreciendo el poder de sus amos infernales para convertir Cartago en el sueño que anhelaban los Brujah, construyendo sobre la sangre de los sacrificios. Quizás no todos los Brujah estaban corruptos, pero los que no terminaron participando en los ritos impíos de sus aliados simplemente volvían la vista de las depravaciones que se estaban cometiendo ante sus ojos.
Quizás sea una suerte que la mayoría de los Baali, incluyendo a Moloch, fueran destruidos o quedaran enterrados entre las cenizas de Cartago, pero la destrucción de la ciudad está lejos de haber sido el final de la línea de sangre. Los Moloquim, los descendientes de Moloch, se han dispersado por el Norte de África con sus aliados, y de la misma manera que ellos, deben actuar con discreción para evitar la persecución de los vampiros romanos. Algunos cultos religiosos de forma sutil y sin que lo sepan sus integrantes dirigen su fe y oraciones hacia divinidades muy diferentes, y con la llegada del cristianismo, los cultos de algunos mártires y santos se convierten en una fachada conveniente para la adoración infernal. Realmente ninguna religión es invulnerable al toque corruptor de los Baali, que encuentran terreno fértil a la sombra de los antiguos templos paganos o en los lugares sagrados donde las tribus nómadas realizan sus sacrificios.
Pero la realidad es más compleja de lo que parece. Los Moloquim creen en la existencia de los Hijos de la Oscuridad Exterior, criaturas similares a los dioses y anteriores a la creación del mundo, que duermen apaciguados por los sacrificios y la atrocidad, y de esta forma se evita que despierten y siembren una destrucción que bien podría significar el apocalipsis. Los Moloquim saben utilizar su poder sin despertarlos, pero también son conscientes que utilizar su poder de forma despreocupada los agita en sueños y es una invitación despreocupada al desastre. Los antiguos Moloquim tratan de preservar su antiguo conocimiento y continuar con los sacrificios necesarios, pero al mismo tiempo también cazan y destruyen a los jóvenes estúpidos que creen que pueden controlar a los Hijos. Con la llegada del cristianismo surge una nueva generación de infernalistas, que se consideran servidores de Satán y que tienen la intención de desencadenar el fin del mundo. Los antiguos Moloquim se ven obligados a purgar sus propias filas, pero los jóvenes comienzan a abrir puertas que deberían haber permanecido selladas para siempre…

LAIBON
Más allá de los territorios dominados por Roma se encuentran otros vampiros que son confundidos con ramas de los clanes principales. Los vampiros romanos saben muy poco de ellos y no
suelen hacer muchas distinciones, hablando en general de una línea de sangre, posiblemente derivada de los Gangrel y conocidos como Laibon¸ vampiros nómadas y muy conocedores de la naturaleza de sus Bestias interiores.
La realidad es que los vampiros africanos son mucho más que una línea de sangre. Su sociedad consiste en una serie de linajes o Legados, que bien pueden ser variaciones de los clanes…o quizás los clanes romanos sean variaciones de los originales. Más lejos de lo que los romanos han llegado jamás existe una sociedad con su propio orden y costumbres, conocida colectivamente como los Reinos de Ébano, aunque con numerosas divisiones locales, especialmente entre los Laibon del este y el oeste del continente africano.
En teoría Fazania se encuentra incluida en los territorios de los Reinos de Ébano, aunque se encuentran en gran parte aislada. No obstante, de vez en cuando recibe la visita de viajeros del África subsahariana, y los vampiros garamantes a menudo luchan con sus vecinos de Agisimba, en torno al lago Chad.
Diversos linajes de Laibon habitan en Fazania. Los Eggun o Naglopers tienen la presencia más antigua en el territorio y son los gobernantes, manteniendo alianzas tribales con los Osebo, una rama del clan Brujah y los Akkun o Akunanse. Los Akkun son los más viajeros de los Laibon garamantes y por esta razón son los más habituales en territorio romano y los más conocidos, por lo que los vampiros romanos a menudo creen erróneamente que todos los Laibon africanos pertenecen a este linaje. Los Akkun hacen poco por sacarlos de su error, prefiriendo guardarse los secretos de su sociedad, mientras viajan y observan.

LAMIAS
Libia es el hogar de un culto de nigromantes y adoradores de la Madre Oscura, una diosa de muchos nombres y aspectos. En un lugar oculto en el desierto se encuentran las ruinas donde gobernó Lamia, la hija de la diosa y una gran hechicera. Sus sucesoras adaptaron su nombre.
El culto ha tenido contactos ocasionales con los vampiros. Hace tiempo un viajero llamado Hukros intentó hacerse con el control de los nigromantes, pero fue expulsado no sin antes robar parte de su conocimiento. A raíz de este encuentro el culto profundizó en su conocimiento de los vampiros, y cómo protegerse de ellos.
Sin embargo, en algún momento del siglo IV a.C. el culto cambió radicalmente. El anciano Lazarus, del clan Capadocio, encontró el santuario de Lamia y Abrazó a la suma sacerdotisa, que terminó rechazándolo. No obstante, Lamia decidió aliarse con los Capadocios y creó su propia línea de sangre, dedicada a la protección de los Constructores de Tumbas y a la investigación de los misterios de la muerte.
La línea de sangre comienza a darse a conocer ampliamente en torno al siglo I a.C. Salvo ocasionales viajes, la suma sacerdotisa Lamia permanece en el Primer Templo, estrechamente vigilada por sus seguidores, tanto vampiros como nigromantes. Sus descendientes Lamias se han extendido por el mundo antiguo, a menudo acompañando a los Capadocios, pero otras Gorgonas siguen sus propios intereses. En territorio romano disponen de un templo en Teuquira, pero de vez en cuando viajan por Tripolitania y Cirenaica, algunas de ellas en peregrinación al Primer Templo. No suelen relacionarse demasiado con otros vampiros, que a veces las confunden con vampiros del clan Capadocio.
Con la llegada del cristianismo, el culto de la Madre Oscura sufre otra renovación. Varias Lamias adaptan sus creencias a la nueva religión, convirtiendo a su diosa en Lilith, la primera consorte de Adán, y según algunas de ellas, del dios de los cristianos.

VERDADEROS BRUJAH
Aunque esta línea de sangre es conocida por su beligerancia contra los Brujah, cuando Cartago fue construida, algunos Cronópidas acudieron para observar. Tras una intensa deliberación, algunos de ellos decidieron participar en la ciudad y ayudar en su desarrollo, como una forma de dar una oportunidad a sus belicosos “hermanos” de redimirse por haber atentado contra su fundador.
Pero no pudo ser. El corazón de Cartago se pudrió y mientras sus enemigos golpeaban las puertas, los Brujah dieron rienda suelta a su furia y rabia, dejando de lado el conocimiento. Los
Verdaderos Brujah los abandonaron, pero no sin saldar una antigua ofensa, un castigo demorado demasiado. Un grupo de ellos fue a por Troile, salvaje en su rabia y ansia de sangre y lo enterraron en arena y tiempo.
Desde la caída de Cartago, los Verdaderos Brujah han abandonado en gran parte el Norte de África. Algunos de ellos, no obstante todavía permanecen, dedicándose a la acumulación de conocimiento o dedicados a “castigar” a los Brujah, a menudo saboteando sus planes y empujándolos a la destrucción, como ocurre durante la revuelta judía del siglo II. El principal santuario del linaje se encuentra en Heliópolis, en Egipto, donde el sabio Agonistas a menudo recibe invitados en busca de consejo…y que también es uno de los principales vampiros de la antigua secta conocida como Tal’Mahe’Ra. Un Cronópida de la secta también se asienta en el puerto de Apolonia, y a menudo recibe visitas de otros miembros de su linaje procedentes de Grecia, Egipto y Oriente Medio.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19796
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: [Edad Romana] Libia

#18

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Feb 2025, 21:56

OTROS Imagen LUPERCOS
Para disgusto de los vampiros, no son los únicos que caminan en la noche, pero por suerte para ellos los Lupercos no son demasiado numerosos en las tierras desérticas del Norte de África. Los Lupercos que recorren las tierras de Cirenaica, Tripolitania y Fazania tienen sangre de chacal. Muchos de ellos son individuos solitarios, por lo que no suelen buscar problemas con los no muertos, pero cuando el número o la oportunidad les acompañan, más de un vampiro despreocupado puede llevarse una desagradable sorpresa.
Los Lupercos libios u hombres chacal, parecen tener conexiones con el antiguo dios Anubis, o por lo menos su semblante parece reflejarse en sus esbeltas figuras. Sin embargo, desde hace siglos no son muy numerosos en Egipto, y los Seguidores de Set afirman que su dios los maldijo y expulsó de Khem hace milenios. Desde entonces, habiendo caído de la nobleza, moran entre los carroñeros del desierto, vagando sin rumbo y manteniendo un feroz odio hacia los vampiros que les arrebataron su hogar. Las tribus de Caminantes Silenciosos y Roehuesos son las más numerosas en los extensos territorios de Libia.
En las tierras de Libia también se conoce la existencia de tribus que pueden tomar las formas de leones y leopardos, que también suelen vagar solitarios por las amplias tierras del Sahara. Estos cambiaformas son especialmente feroces, enfurecidos con los humanos por la captura de sus congéneres felinos para los espectáculos de Roma, y algunos vampiros, especialmente los Gangrel, se han enfrentado con ellos, considerando todo un triunfo poder derrotar a uno de estos cambiaformas. Por supuesto, los hombres felino de las tribus Bagheera y Simba suelen responder a las provocaciones de los vampiros con sangre.
Por último, en las tierras de Cirenaica de forma ocasional se han visto individuos que pueden tomar la forma de felinos oscuros y que parecen pertenecer al culto de la diosa Bast. Estos Bubasti son individuos orgullosos y escurridizos y parecen poseer un gran conocimiento de hechicería, por lo que suelen frecuentar la compañía de magos y obradores de maravillas.
Imagen MAGOS
Según la Odisea, en su regreso al hogar el héroe Ulises se encontró con el país de los lotófagos, un pueblo que se alimentaba de una planta que alejaba las preocupaciones, y que obligó a Ulises a llevarse a la fuerza a los marineros que la habían consumido. El historiador Herodoto en el siglo V a.C. afirmó que los lotófagos seguían existiendo en la costa de Libia. Otros autores también situaron en el Norte de África el jardín de las Hespérides, que custodiaban un árbol que daba manzanas de oro que aumentaban la longevidad.
Existe cierta verdad en estos relatos legendarios. Muchos de los magos libios son jardineros, que cultivan extrañas plantas y frutos en jardines y oasis, y que producen efectos extraordinarios. Los Lotófagos son maestros en la elaboración de bebidas y elixires que pueden dominar las emociones y también alargar la vida. Con la llegada de griegos y romanos, muchos de los Lotófagos se unen al Culto de Baco (conocido también como Dionisos o Liber Pater). Los principios de la filosofía cirenaica y epicúrea pasan a formar parte de las creencias del culto, y cuando el silfio se extingue, los cultistas
conservan las semillas de la planta en su beneficio, junto con otras especies desconocidas para los mortales. El Culto de Baco trasciende la civilización romana, y también dispone de representantes entre las tribus nómadas, que ayudan a los garamantes a convertir las tierras baldías del desierto en un vergel.
También procedente de Libia es el Culto de Lamia, una hermandad esotérica y mayoritariamente femenina, que estudia los misterios de la muerte, y que hacia el siglo IV a.C. une su destino al de los vampiros a partir de la línea de sangre de las Lamias. No obstante, en el sacerdocio también se encuentran numerosas hechiceras, que poseen dotes para la adivinación y para maldecir a sus enemigos.
Cartago, Grecia y Roma traen sus propios cultos, dedicados a las divinidades púnicas y grecorromanas. Entre estos cultos, los cultos dedicados a Apolo, y especialmente a Mercurio, son los más influyentes. El Culto de Mercurio une muchos elementos de la magia de Egipto, Grecia y Roma, y acompaña a los romanos en sus conquistas.
En Cirenaica, y posteriormente en otros lugares del Imperio Romano el Culto de Isis extiende su influencia. Este culto dispone de muchos aliados entre los hombres felino Bubasti, pero también de una orden de inmortales, los Seguidores de Horus, que conocen muchos secretos milenarios de la antigua magia de Egipto.
La llegada del cristianismo también provoca la aparición de nuevas órdenes esotéricas. Algunos sacerdotes dedicados a la adoración de los dioses del sol se unen a los cristianos, poniendo las bases de las futuras Voces Mesiánicas.
Imagen FANTASMAS
La caída de Cartago y las guerras en el Norte de África producen una gran devastación que se transmite al inframundo. Los espíritus sin reposo son una constante, pero en general tienen poco interés por los vampiros. Los antiguos terremotos y cataclismos naturales también se cobran gran número de víctimas, y sus reflejos grises aparecen en el inframundo.
El Norte de África es uno de los territorios de expansión del Reino Oscuro de Estigia, que acompaña a las legiones romanas y se lleva los tesoros que aparecen en el inframundo a la ciudad de Caronte. Algunos fantasmas púnicos se resisten a los invasores, llevando sus prejuicios más allá de la Mortaja que separa vivos y muertos, pero la mayoría terminan aceptando el nuevo orden de la muerte, que no entiende de naciones.
El Culto de Lamia también dispone de aliados entre los muertos. Se trata de un culto hereje que afirma que Estigia no es más que una enorme prisión que atrapa a los espíritus de los difuntos y les impide seguir más allá, por lo que desde las sombras trata de provocar su destrucción.
Imagen DIOSES MENORES
Según las antiguas leyendas griegas, las tierras de Libia eran gobernadas por el dios Poseidón. En su viaje a la Cólquida, los Argonautas se perdieron en la costa de Libia, pero volvieron a encontrar el rumbo gracias al dios Tritón, que entregó a uno de los Argonautas un trozo de tierra. Su descendiente Batos se convertiría en el primer rey de Cirene, construyendo su ciudad en las proximidades del llamado Lago de los Tritones, donde según la leyenda, el antepasado del fundador se habría encontrado con el dios. De la misma forma, durante su retorno a Ítaca, el héroe Ulises también recorrería la costa de Libia.
En cualquier caso, las aguas de la costa de Libia son el hogar de numerosos espíritus marinos: tritones, nereidas y también algunos monstruos. Los marineros libios a menudo se encomiendan a Poseidón y otros dioses del mar para encontrar seguridad en sus viajes, y estos espíritus divinos a menudo recompensan su devoción, ayudándolos en momentos de apuro.
El desierto del Sahara también es el hogar de espíritus procedentes de los sueños y mitos de los garamantes y otras tribus. Entre ellos se encuentran sátiros, ninfas que habitan en los oasis y lagos del desierto, así como otros espíritus menos identificables.
La llegada del cristianismo y la decadencia del paganismo distanciarán a los espíritus de los antiguos dioses de los mortales, aunque todavía conservarán suficiente poder para responder con furia cuando son provocados. No obstante, los encuentros con tritones y nereidas serán cada vez menos frecuentes, y los sátiros y las ninfas acudirán con menos frecuencia a los festejos del culto de Baco.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19796
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: [Edad Romana] Libia

#19

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Feb 2025, 22:02

Imagen LA CRÓNICA DE LIBIA Situada entre Cartago y Egipto, una Crónica ambientada en Libia ofrece numerosas posibilidades a través de los cambios que inevitablemente acompañan al auge y la decadencia de los sucesivos imperios.
Sueños de Cartago: Los personajes podrían haber sido Abrazados por Cartago y enviados a los emporios de la costa libia para asentar la influencia de la ciudad en el lugar. Posiblemente los personajes sean los únicos vampiros presentes en la zona, lo que les obligará a estrechar lazos contra las amenazas mundanas y otros vampiros, quizás vampiros griegos de la vecina Cirenaica, o de los que acompañan a las tribus nómadas en sus incursiones. Los personajes pueden responsabilizarse de la prosperidad de las ciudades tripolitanas y ayudar a Cartago en su guerra con Roma posiblemente sufriendo ataques de los vampiros romanos.
Cenizas de Cartago: Los personajes son Abrazados tras la caída de Cartago, posiblemente como un legado de la ciudad, tratando de conservar su recuerdo y quizás construir una Nueva Cartago. Sin embargo, la hostilidad de los vampiros romanos y la llegada de nuevos ocupantes les obligarán a sobrevivir en un territorio hostil, aunque quizás consigan aliados entre los vampiros cirenaicos y egipcios, que tienen sus propios motivos.
Los caminos del desierto: Los personajes son Abrazados en las tribus del desierto, convirtiéndose en protectores de clanes familiares o grandes confederaciones de tribus, compitiendo con otros vampiros y criaturas sobrenaturales e un ambiente hostil. Pueden recorrer las rutas comerciales y llegar a lugares desconocidos o participar en incursiones contra los territorios romanos.
Africa Vampirica: Los personajes son Abrazados en Roma para consolidar el dominio del Senado Eterno sobre los territorios conquistados en la costa africana. Consolidar sus dominios no será tarea fácil, pero hay mucho poder que conseguir, bien enfrentándose a los vampiros púnicos y libios, o de alguna forma tratando de contemporizar con ellos. Pueden encontrarse con la llegada de competidores si fracasan, o de oportunistas que traten de cosechar los beneficios por los que se han esforzado duramente.
La guerra de Kitos: La revuelta judía en el Imperio Romano fue acompañada de una revuelta de los vampiros Brujah y sus aliados, que de alguna forma pretendían expulsar la influencia romana. Es un momento agitado, que sin duda provocará vacíos en el poder y oportunidades de conquistarlo. Los personajes pueden luchar contra los vampiros que se unen a los judíos o de alguna forma utilizarlos en su beneficio.
Anno Domini: África fue uno de los primeros lugares donde se extendió el cristianismo en el Imperio Romano, y pronto aparecieron corrientes rigoristas e intolerantes, que a menudo se mostraron beligerantes contra los paganos. Los personajes pueden haberse convertido al cristianismo, y quizás ayudar a los cristianos a riesgo de convertirse en proscritos para el Senado Eterno. La lucha entre diversas corrientes cristianas: donatistas, católicos, pelagianistas, gnósticos, etc. también puede dar lugar a giros interesantes.
Reconstrucción: La costa africana no sólo sufre periódicos ataques de las tribus nómadas, sino que también es afectada por periódicos terremotos y maremotos, que pueden alterar de forma drástica y en un momento el equilibrio de poder, tanto en el ámbito mundano como en el vampírico. Los personajes se encuentran en uno de esos momentos y deben sobrevivir y aprovechar las oportunidades que se les presenten, así como defenderse de quienes quieren utilizar el caos y la confusión para ajustar cuentas o sacar partido.

OTRAS ÉPOCAS
Una Crónica de Vampiro no tiene por qué terminar en la Edad Roman. Tras la caída del Imperio Romano la Historia sigue adelante, con nuevos acontecimientos que pueden ambientar momentos de tus Crónicas.
Imagen EDAD OSCURA
Libia es reconquistada por los bizantinos, herederos del Imperio Romano, en el año 533, pero su dominio es breve, ya que los seguidores del Islam se extienden por Libia en el año 641.
En el período oficial de Edad Oscura: Vampiro durante el siglo XIII el territorio de Libia forma parte del Califato Almohade, extendido sobre gran parte del Noroeste de África. Sin embargo, en el año 1229 Abu Zakariya se proclama califa independiente y conquista gran parte de los territorios almohades, entre ellos Libia, y funda la dinastía de los Hafsíes, convirtiendo Túnez en la capital de su califato.
Los hafsíes desarrollan un ejército naval y emprenden una intensa campaña de piratería contra los reinos cristianos, obteniendo esclavos y recursos que utilizan en el desarrollo del arte y la cultura. Durante este período la antigua ciudad de Oea, convertida en Trípoli, se convierte en la principal de las ciudades libias, una serie de puertos que viven de la piratería y el comercio. Sin embargo, los ataques de los hafsíes no quedan sin respuesta, y sus territorios a menudo sufren las incursiones de sus enemigos.
Durante la Edad Oscura son varios los clanes que se instalan en la costa de Libia. Assamitas, Lasombra y Ravnos, entre otros, son los principales linajes que participan en la piratería. El orden creado por los vampiros musulmanes conocidos como Ashirra se extiende por las ciudades de la costa, gobernadas por sultanes no muertos. Sin embargo, el interior del Sáhara sigue siendo un territorio en gran parte indómito. Afectado por la desertización, quedan muy pocos vampiros, que acompañan las rutas de caravanas. Muchos de estos vampiros conservan las antiguas costumbres, y en su mayoría pertenecen a la sociedad de los Laibon, los vampiros africanos.
Imagen EDAD BARROCA
Durante el siglo XVI, el califato hafsí queda atrapado entre las luchas de poder el Imperio Español y el Imperio Otomano. Los españoles conquistan Trípoli en 1510 y la entregan a los Caballeros de San Juan. Los turcos otomanos bajo el mando de Sinán Pachá conquistan Trípoli en el año 1551 y convierten la zona en una provincia otomana.
Bajo el dominio otomano Trípoli se convierte en una de las ciudades más importantes del Norte de África, gobernada por un pachá nombrado por el sultán de Constantinopla. Con el tiempo el poder pasa a manos de los soldados jenízaros, un cuerpo militar con autoridad independiente y el pachá es reducido a una posición ceremonial. Los motines y golpes de estado son frecuentes y durante el siglo XVII Tripolitania es gobernada por una serie de deys de forma independiente, aunque dependiendo del sultán otomano para recibir apoyo militar. Durante este período Tripolitania se extiende y conquista Cirenaica, que había permanecido en gran parte independiente.
Trípoli tiene una población de más de 30.000 habitantes durante el dominio otomano. La mayoría de la población está formada por bereberes y árabes norteafricanos. Varios cientos de turcos y renegados cristianos constituyen la élite gobernante. Judíos y moriscos también se encuentran muy activos entre mercaderes y artesanos, así como unos pocos mercaderes europeos. Sin embargo la ciudad también es el hogar de muchos esclavos, que forman parte de un lucrativo comercio. Su origen es muy diverso, desde europeos secuestrados en las numerosas incursiones de los navíos tripolitanos, hasta esclavos negros procedentes de Sudán, que constituyen una presencia habitual.
Tras una serie de guerras intestinas que coinciden con las Guerras Anarquistas y la formación del Sabbat, Trípoli pasa a ser gobernada por un sultán Ashirra del clan Assamita. Durante este período los Lasombra, debilitados por el colapso de su clan, y atacados por sus congéneres del Sabbat, pierden su dominio a favor de los Assamitas. Otros clanes musulmanes, atraídos por la prosperidad de Trípoli, también acuden a la zona.
Imagen EDAD ILUSTRADA
En el año 1711 se produjo un golpe de estado que masacró a la élite turca. La aristocracia de Trípoli y algunas tribus ocuparon el poder sin romper del todo el vasallaje con el Imperio Otomano, situando en el poder a Ahmed Qaramânli, un jenízaro y oficial de caballería. Su dinastía gobernó Tripolitania hasta 1835.
Aunque Tripolitania continuó pagando tributos al sultán otomano, en la práctica actuaba como un reino independiente. Ahmed desarrolló la economía de la ciudad continuando con la piratería y
atacando las rutas comerciales en el Mediterráneo. Los países que querían proteger sus barcos de los corsarios tenían que pagar un tributo al pachá de Trípoli. A pesar de varias crisis que afectaban periódicamente al precario equilibrio de poder de los Qaramânli, la dinastía sobrevivió. Los turcos reocuparon brevemente Trípoli en 1793, pero en 1795 Yusuf Qaramânli restableció la independencia de Tripolitania.
Los sultanes de Trípoli continúan siendo la principal autoridad de los Ashirra en la zona, pero las intrigas y luchas internas se multiplican. Los Assamitas se mantienen en el poder, pero otros clanes también mantienen su influencia, especialmente Ravnos y Toreador.
Imagen EDAD VICTORIANA
A principios del siglo XIX estalla la guerra entre los Estados Unidos y Tripolitania, en una serie de enfrentamientos dirigidos a acabar con la piratería y la esclavitud. En el año 1819 se firman varios tratados por los que el pachá de Trípoli renuncia a la piratería, pero la economía de Tripolitania comienza a desmoronarse, careciendo de alternativas. A la muerte del pachá Yusuf en 1832 sus hijos se enfrentan por el poder, y el sultán otomano envía tropas para restaurar el orden, derrocando a la dinastía Qaramânli del poder en 1835. De todas maneras, las guerras continúan hasta mediados del siglo XIX. En 1853 la economía de Tripolitania sufre otro golpe con la abolición de la esclavitud, aunque la práctica se mantiene hasta finales del siglo XIX. Durante este período los otomanos emprenden cambios administrativos creando las provincias de Tripolitania, Cirenaica y Fezzan.
Sin embargo, durante esta época las potencias europeas comienzan a dirigir su atención colonial al Norte de África. Varios exploradores europeos recorren las provincias marginales de Libia, especialmente franceses y británicos, pero el dominio otomano consigue mantenerse hasta 1911, cuando Italia declara la guerra al debilitado Imperio Otomano y convierte las tres provincias en sus colonias.
El orden establecido por los Ashirra se debilita, pero los Assamitas consiguen mantenerse en el poder en Tripolitania. Sin embargo, cada vez más otros clanes aprovechan la llegada de los otomanos para incrementar su poder, especialmente Gangrel y Ventrue. Vampiros italianos de la Camarilla, así como la familia Giovanni, también introducen su influencia en la zona.
Imagen LA MASCARADA
Durante la Segunda Guerra Mundial los británicos conquistan Libia, que permanece bajo su administración hasta la proclamación de independencia de 1951. El rey Idris I se convierte en el nuevo jefe de estado, tratando de llevar su país hacia la modernidad. Sin embargo, pronto es derrocado en 1969 por un grupo de militares libios. Muammar Gaddafi se convierte en el dictador del nuevo régimen, que proclama una república árabe.
La dictadura de Gaddafi lleva a Libia hacia la modernidad, pero al mismo tiempo aísla el país durante el período de la Guerra Fría debido a sus actividades terroristas y su poder casi ilimitado. No obstante, con el final de la Guerra Fría en la década de 1990 modera su actitud y comienza a restablecer los lazos con Occidente. En el año 2008 asume el título de “Rey de Reyes de África.”
En el año 2011 tras los sucesos de la Primavera Árabe se produce un levantamiento armado en Libia, que provoca una guerra civil y el asesinato de Gaddafi. Actualmente el país se encuentra en una situación de inestabilidad, con periódicas crisis y enfrentamientos entre milicias locales.
Durante el siglo XX y tras la Segunda Guerra Mundial se produce un cambio de poder entre los Ashirra, y los sultanes Assamitas son sustituidos por un sultán Toreador. Sin embargo su posición es débil, y pronto otros clanes asumen poder local. El sultán es apoyado en secreto por la Tal’Mahe’Ra, que aprovecha su situación para instalar varias bases de poder en el país. En 1984 destruyen a los Eggun de Fezzan y extienden su influencia en el desierto libio, enfrentándose a los Seguidores de Set.
La caída de Enoch en 1999 lleva a varios agentes supervivientes de la Tal’Mahe’Ra a refugiarse en Libia bajo la fachada de los Ashirra y para mantenerse en el poder realizan varios pactos con los Setitas. Esta alianza permite a los Seguidores de Set mantener sus templos en el Norte de África cuando la Primavera Árabe amenaza sus dominios.

Avatar de Usuario
Alexander Weiss
Bibliotecario de Webvampiro
Bibliotecario de Webvampiro
Mensajes: 19796
Registrado: 14 Jul 2019, 01:15

Re: [Edad Romana] Libia

#20

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Feb 2025, 22:03

CRONOLOGÍA DE LA ANTIGUA LIBIA Siglo XI a.C.: Los fenicios comienzan a navegar hacia occidente, estableciendo contactos comerciales con las costas africanas.
814 a.C.: Fundación de Cartago por colonos procedentes de Tiro.
675-650 a.C.: Fundación de Cirene por colonos procedentes de Thera bajo el mando de Batos.
630 a.C.: Fundación de Lepcis.
625 a.C.: Fundación de Teuquira.
Finales del siglo VII a.C.: Fundación del puerto de Cirene, futura Apolonia.
Principios del siglo VI a.C.: Fundación de Evespérides.
570 a.C.: Batalla de Irasa: los griegos de Cirene vencen a la alianza de egipcios y libios.
560 a.C.: Fundación de Barca por cireneos disidentes.
515 a.C.: Un contingente griego dirigido por el espartano Dorieo intenta establecerse en la desembocadura del río Caam. Los libios, aliados con los cartagineses, los obligan a retroceder al mar.
Durante el siglo VI a.C.: Cartago toma el control de los establecimientos fenicios en occidente. Siglo V a.C.: Fundación de Sabrata por los cartagineses sobre un antiguo asentamiento fenicio. 440 a.C.: Asesinato de Arcésilas IV: fin de la dinastía de los Batíadas de Cirene. Se crea una
república democrática.
Finales del siglo V a.C.: Establecimiento de una frontera entre la zona de influencia cartaginesa y la zona de influencia griega en Libia en un lugar llamado altares de los Filenos. Según la leyenda, dos hermanos cartagineses se sacrifican y se dejan enterrar vivos para evitar la guerra contra los griegos.
331 a.C.: Alejandro Magno funda Alejandría en Egipto.
323 a.C.: Tras la muerte de Alejandro Magno el general Tolomeo Soter se apodera de Egipto y funda su dinastía.
313 y 305 a.C.: Sublevaciones en Cirene contra la dominación egipcia.
300 -250 a.C.: Magas gobernador y posteriormente rey de Cirene.
264 – 241 a.C.: Primera guerra púnica entre Cartago y Roma.
246 a.C.: Matrimonio entre Berenice, hija del rey Magas y el faraón Tolomeo III: Cirene queda unida a Egipto.
Hacia 240 a.C.: El puerto de Barca se convierte en la ciudad de Tolemaida; Evespérides es refundada como Berenice. La Pentápolis queda establecida con Cirene, Apolonia, Teuquira, Tolemaida y Berenice.
219 – 202 a.C.: Segunda guerra púnica entre Cartago y Roma.
162 -161 a.C.: El rey númida Massinissa arrebata los emporia de Lepcis, Oea y Sabrata a Cartago con el beneplácito de Roma.
149 – 146 a.C.: Tercera guerra púnica entre Cartago y Roma. Cartago es saqueada y destruida.
Su territorio se convierte en la provincia proconsular de África.
112 - 106 a.C.: Guerra entre Roma y el príncipe númida Yugurta. La guerra termina con la muerte de Yugurta y la conquista romana de Numidia.
111 a.C.: Lepcis firma un tratado de alianza con Roma.
96 a.C.: A la muerte del gobernador Tolomeo Apión, la Cirenaica es “cedida” a Roma.
74 – 67 a.C.: Organización de la provincia de Creta y Cirenaica.
46 a.C.: Durante la guerra civil entre los generales Pompeyo y César las ciudades tripolitanas de Lepcis se unen al bando de Pompeyo. Tras la victoria de César, Lepcis es castigada con una multa de tres millones de libras anuales de aceite.
A partir del 40-39 a.C.: Se unen las dos provincias de África.
44 a.C.: Se funda la colonia romana de Cartago, que se convierte en la capital de África.
30 a.C.: Creación de la provincia romana de Egipto, después de que Octavio derrote a Marco Antonio y Cleopatra.
8 a.C.: Tras ser nombrado emperador, el culto de Octavio Augusto es introducido en Lepcis.
2 d.C.: Roma sofoca un levantamiento de las tribus libias de Marmárica.
6: Coso Cornelio Léntulo vence a los gétulos y Publio Sulpicio Quirino a los marmáridas aliados con los garamantes.
17-24: Represión del levantamiento de Tacfarinas, aliado con los garamantes.
69: Desórdenes en África. Levantamiento de Oea, aliada de los garamantes, contra Lepcis, que pide ayuda a Roma.
70-72: Introducción del culto imperial en toda la provincia de África.
74-77: Lepcis se convierte en un municipio de derecho latino.
86-87: Expedición de Suelio Flaco contra los nasamones.
100: Proceso del antiguo procónsul de África, Mario Prisco, ante el Senado de Roma y el emperador Trajano. La ciudad de Lepcis lo acusa y consigue su condena.
Hacia 108: Lepcis adquiere el status de colonia romana. Oea y Sabrata se convierten en municipios latinos.
115-117: Guerra de Kitos. Los judíos se sublevan en el Imperio Romano. La represión es severa, gran parte de Cirenaica queda despoblada.
A partir de 117: El emperador Adriano reconstruye las ciudades de Cirenaica. Fundación de Adrianópolis.
Mediados del siglo II: Oea y Sabrata adquieren la posición de colonias romanas.
11 de abril 145: Nace el futuro emperador Septimio Severo en Lepcis.
199-200: Estancia de Septimio Severo en Alejandría y Egipto.
Hacia 200: Garama es ocupada. Se construyen varios fuertes romanos en las fronteras del
desierto.
202-203: Viaje el emperador Septimio Severo por África. Lepcis adopta el ius italicum y el título
de Septimia.
260-268: Lepcis recibe el favor imperial y adopta el título de Salonina, en honor de la esposa del emperador Galiano.
262: Terremoto en Cirenaica.
268: Amenaza de las tribus libias de Marmárica e intervención del prefecto de Egipto.
303: Desmembramiento del África proconsular. Creación de la provincia de Tripolitania con Lepcis como capital.
306: Un terremoto devasta la Tripolitania.
363: Las tribus austurienses atacan Lepcis. El comites de África, Romano exige tributo a cambio de defender las ciudades. Comienzan una serie de pleitos y protestas en Roma.
365: Un nuevo terremoto devasta la costa africana.
377: Final de la guerra jurídica con el conde Romano. Lepcis rehabilitada.
386: Destrucción de templos paganos en Egipto y África.
390: Sinesio de Cirene, obispo de Tolemaida.
399: Cierre oficial de los templos paganos en el Imperio Romano.
Finales del siglo IV: Los austurienses amenazan Cirenaica.
439: Genserico, rey de los vándalos, conquista Cartago.
442-455: Los vándalos conquistan Tripolitania.

Editor completo

Volver a “EDAD ROMANA, VICTORIANA, ETC”